Recibiréis Poder


Lenguas: para predicar el evangelio, 15 de julio https://ift.tt/4kKfzLH Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire. Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado. Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí. 1 Corintios 14:9-11. Los ministros que sirven con la palabra y la doctrina deberían ser obreros cabales, y presentar la verdad en toda su pureza, pero con sencillez. Deberían también alimentar al rebaño con alimento limpio, debidamente aventado. Hay estrellas errantes que profesan ser ministros enviados por Dios, que predican el sábado de un lugar a otro, pero al tener la verdad mezclada con el error, confunden a la gente con su mezcolanza de posiciones discordantes. Satanás los ha introducido para fastidiar a los incrédulos que son inteligentes y sensibles. Algunos de ellos hablan mucho acerca de los dones, y a menudo causan mucha ansiedad. Se entregan a emociones turbulentas y excitantes y producen sonidos ininteligibles que ellos llaman el don de lenguas. Cierta clase de personas parecen quedar encantadas con estas extrañas manifestaciones. Un espíritu raro conduce a esta gente. Están listos para aplastar y pasar por sobre cualquiera que los reprenda. El Espíritu de Dios no está en esa actitud y tampoco ayuda a tales obreros. Tienen otro espíritu, y sin embargo, dichos predicadores logran éxito con ese tipo de personas. Esto aumentará grandemente el trabajo de los siervos a quienes Dios enviará, y que están calificados para presentar el sábado y los dones de manera apropiada a la gente, y cuya influencia y ejemplo son dignos de imitar. La verdad debería ser presentada de una forma que la haga atractiva a las mentes inteligentes. No somos comprendidos como pueblo, sino que nos consideran como pobres, de mente débil, baja y degradada. Por esto, cuán importante es que en todos los que enseñan, y cuantos crean la verdad, sean muy evidentes los efectos de una influencia santificadora, y que sus vidas nobles y consecuentes muestren a los no creyentes que ellos han sido engañados con respecto a este pueblo. Cuán grande es la importancia de que se elimine de la causa de la verdad todo lo que parezca una excitación falsa y fanática; que la verdad se levante sobre sus propios méritos y revele su verdadera pureza y carácter exaltado.—Testimonies for the Church 1:414.

Hijos e Hijas de Dios


Hoy se necesita valor y poder, 15 de julio https://ift.tt/rGEConS Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra. Éxodo 9:16. Se necesitan hombres firmes que no esperen a que el camino se les allane y quede despejado de todo obstáculo, hombres que inspiren nuevo celo a los débiles esfuerzos de los desalentados obreros, hombres cuyos corazones irradien el calor del amor cristiano, y cuyas manos tengan fuerza para desempeñar la obra del Maestro. Algunos de los que se ocupan en el servicio misionero son débiles, sin nervios ni espíritu, y se desalientan por cualquier cosa. Carecen de impulso y de los rasgos positivos de carácter que dan fuerza para hacer algo; les falta el espíritu y la energía que encienden el entusiasmo. Los que anhelen éxito deben ser animosos y optimistas. Deben cultivar no sólo las virtudes pasivas, sino también las activas. Han de dar la blanda respuesta que aplaca la ira, pero también han de tener valor heroico para resistir al mal. Con la caridad que todo lo soporta, necesitan la fuerza de carácter que hará de su influencia un poder positivo. Algunos no tienen firmeza de carácter... Esta flaqueza, indecisión e ineficacia deben vencerse... Los hombres fuertes son los que han sufrido oposición y contradicción. Por el hecho de que ponen en juego sus energías, los obstáculos con que tropiezan les resultan bendiciones positivas. Llegan a valerse por sí mismos. Los conflictos y las perplejidades invitan a confiar en Dios, y determinan la firmeza que desarrolla el poder.—El Ministerio de Curación, 397-400.

Exaltad a Jesús


En busca de la oveja perdida, 15 de julio https://ift.tt/CHRsGwD Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron. Mateo 18:13. Jesús deseaba impresionar el valor del alma humana sobre los corazones y las mentes de los discípulos. El Señor demanda la colaboración de sus seguidores en la tarea de rescatar a los pecadores. Hay una oveja perdida, la más insignificante del rebaño, no obstante el Salvador representa al pastor como dejando a las noventa y nueve para ir a la montaña en busca de la descarriada. Entonces, ¿por qué los hijos e hijas de Dios son tan fríos de corazón, tan indiferentes hacia las almas que perecen a su alrededor? ¿Por qué los miembros de las iglesias están tan dispuestos a dejar que toda la carga descanse sobre los hombros del ministro? Cuán grave es este error, en vista de que cada súbdito de la gracia debe tomar una parte activa en la salvación de los perdidos. Cristo le ha encomendado a cada ser humano una tarea que cumplir y se tienen que realizar esfuerzos personales para salvar a los que perecen. El obrero debería pasar mucho tiempo en oración secreta porque este trabajo requiere gran sabiduría en la ciencia de salvar almas. Cristo dijo: yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Juan 8:12. También les dijo a sus discípulos: “Vosotros sois la luz del mundo”. Mateo 5:14. El hizo que la iglesia fuera la depositaria de la verdad sagrada. Dejó a su iglesia la administración de esta verdad y es tarea de la iglesia cumplir con su misión de salvar al mundo. El es el Sol de justicia, que debe impartir rayos brillantes a sus seguidores; y ellos, a su vez, tienen el deber de impartir la luz sobre los demás. Deben ser sus representantes ante el mundo. Al creer en Cristo como su Salvador personal, se hacen cargo de la obra en el lugar donde él la dejó. “Separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:6), dijo Cristo; pero con él somos capaces de hacer cualquier cosa. Hay una cantidad grande, muy grande de ovejas extraviadas que han perecido en los áridos desiertos del pecado, sencillamente porque nadie salió tras ellos para buscarlos y traerlos de vuelta al redil. Jesús utilizó la ilustración de la oveja perdida para demostrar la necesidad de salir a buscar a las personas que se han descarriado, porque una vez que la oveja se pierde nunca más encuentra el camino de regreso. Hay que salir a buscarla, y debe ser traída de vuelta al redil. Todo el Cielo está interesado en la obra de salvar a los perdidos. Los ángeles observan con intenso interés para ver quién dejará a las noventa y nueve y saldrá al desierto bravío, en medio de tempestades, tormentas y lluvia, en busca de las ovejas perdidas. Los perdidos se hallan a todo nuestro alrededor, tristemente descuidados y muriendo. Pero son de gran valor a la vista de Dios, pues han sido comprados por la sangre de Cristo... Debemos esforzarnos por salvar a los que están perdidos. Si hemos de salir en busca de la oveja perdida y traerla de vuelta al redil; esto representa un esfuerzo personal.—The Review and Herald, 30 de junio de 1896.

El Cristo Triunfante


La oración ferviente e importuna trae ayuda divina, 15 de julio https://ift.tt/IgmL2E6 “Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán”. Lucas 13:24. Cristo resistió por nosotros las múltiples tentaciones de Satanás, y por su nombre hizo posible que venzamos a Satanás en nuestro propio beneficio. Cuando estemos cargados, cuando nos asedie la tentación, cuando los sentimientos y deseos del corazón humano natural luchen por lograr la victoria, debemos elevar nuestra ferviente e importuna plegaria a nuestro Padre celestial en el nombre de Cristo y esto hará que Jesús acuda en nuestro auxilio, para que, por medio de su eficaz y poderoso nombre, logremos la victoria y alejemos a Satanás de nuestro lado. Pero no debemos gratificarnos creyendo que estamos seguros mientras hacemos endebles esfuerzos en beneficio propio... Nuestro peligro no surge de la oposición del mundo, sino de la amistad que entablamos con el mundo y de imitar el ejemplo de aquellos que no aman a Dios ni a su verdad. La pérdida de las cosas terrenales por causa de la verdad, el padecimiento de grandes inconvenientes por mantener nuestra lealtad a los principios, no nos pone en peligro de perder nuestra fe y nuestra esperanza, pero sí estamos en peligro de sufrir una derrota al ser engañados y vencidos por las tentaciones de Satanás. Las pruebas han de trabajar en nuestro beneficio si las recibimos y sobrellevamos sin queja, y tenderán a separarnos del amor al mundo y nos conducirán a confiar más plenamente en Dios. Sólo encontraremos ayuda en Dios. No debemos gratificarnos por nuestra fortaleza o sapiencia, pues nuestra fortaleza es debilidad y nuestro juicio, necedad. Cristo venció al enemigo en nuestro beneficio, porque se compadeció de nuestra debilidad y comprendió que seríamos derrotados y correríamos el riesgo de perecer si no acudía en nuestro auxilio... Los méritos de Cristo elevan y ennoblecen a la humanidad, y en virtud del nombre de Cristo es posible que prevalezcamos sobre la degradación que ocasionó la Caída y gracias a la exaltada naturaleza divina de Cristo nos vinculemos con el Infinito. Es peligroso creer que gracias a cualquier esfuerzo fácil podremos lograr el galardón eterno. Consideremos cuánto le costó a nuestro Salvador, en el desierto de la tentación, proseguir en favor de nosotros el conflicto con el astuto y maligno enemigo. Satanás sabía que todo dependía de su éxito o fracaso en su tentativa de vencer a Cristo con sus múltiples tentaciones. Satanás sabía que si Cristo soportaba la prueba que Adán no pudo soportar, el plan de salvación sería llevado a cabo hasta su completo cumplimiento: que su poder le sería quitado y su destrucción sería segura.—Manuscrito 65, 1894.

Dios nos Cuida


Envejecer airosamente, 15 de julio https://ift.tt/Onp3jqP No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. Salmos 71:9. David rogó al Señor que no lo desamparara en su vejez. ¿Y por qué oró así? Observó que la mayoría de los ancianos a su alrededor eran desdichados porque los rasgos desafortunados de su carácter empeoraban con la edad. Si habían sido por naturaleza avaros y codiciosos, lo eran en forma mucho más desagradable en los años maduros. Si habían sido celosos, irritables e impacientes, manifestaban especialmente esos defectos cuando ancianos. David sentía gran angustia al ver que los reyes y los nobles que parecían haber temido a Dios mientras gozaban de la fuerza de su virilidad, se ponían celosos de sus mejores amigos y parientes cuando llegaban a viejos. Temían de continuo que fuesen motivos egoístas los que inducían a sus amigos a manifestar interés por ellos. Escuchaban las sugestiones y los consejos engañosos de los extraños respecto a aquellos en quienes debieran haber confiado. Sus celos irrefrenados ardían a veces como llamas, porque no todos concordaban con su juicio decrépito. Su avaricia era horrible. A menudo pensaban que sus propios hijos y deudos deseaban que muriesen para reemplazarlos, poseer sus riquezas y recibir los homenajes que se les concedían. Y algunos estaban de tal manera dominados por sus sentimientos celosos y codiciosos que llegaban a destruir a sus propios hijos. David notaba que aunque había sido recta la vida de algunos mientras disfrutaban de la fuerza de la virilidad, al sobrevenirles la vejez parecían perder el dominio propio. Satanás intervenía y guiaba su mente, volviéndolos inquietos y descontentos... David quedó profundamente conmovido; y se angustiaba al pensar en su propia vejez. Temía que Dios le abandonase y que, al ser tan desdichado como otras personas ancianas cuya conducta había notado, quedara expuesto al oprobio de los enemigos del Señor. Sintiendo esta preocupación, rogó fervientemente: “No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares”.

Conflicto y Valor


La mano paralizada, 15 de julio https://ift.tt/C1t8fFT 1 Reyes 13:1-6. Mas la mano que había extendido contra él, se le secó, y no la pudo enderezar. 1 Reyes 13:4, úp. Jeroboam se llenó de un espíritu de desafío contra Dios, e intentó hacer violencia a aquel que había comunicado el mensaje. “Extendiendo su mano desde el altar”, clamó con ira: “¡Prendedle!” Su acto impetuoso fue castigado con presteza. La mano extendida contra el mensajero de Jehová quedó repentinamente inerte y desecada, de modo que no pudo retraerla. Aterrorizado, el rey suplicó al profeta que intercediera con Dios en favor suyo... “Y el varón de Dios oró a la faz de Jehová, y la mano del rey se le recuperó, y tornóse como antes”. Vano había sido el esfuerzo de Jeroboam por impartir solemnidad a la dedicación de un altar extraño, cuyo respeto habría hecho despreciar el culto de Jehová en el templo de Jerusalén. El mensaje del profeta debiera haber inducido al rey de Israel a arrepentirse y a renunciar a sus malos propósitos, que desviaban al pueblo de la adoración que debía tributar al Dios verdadero. Pero el rey endureció su corazón, y resolvió cumplir su propia voluntad. El Señor procura salvar, no destruir. Se deleita en rescatar a los pecadores. “Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no quiero la muerte del impío”. Ezequiel 33:11. Mediante amonestaciones y súplicas, ruega a los extraviados que cesen de obrar mal, para retornar a él y vivir. Da a sus mensajeros escogidos una santa osadía, para que quienes los oigan teman y sean inducidos a arrepentirse. ¡Con cuánta firmeza reprendió al rey el hombre de Dios! Y esta firmeza era esencial; ya que de ninguna otra manera podían encararse los males existentes. El Señor dio audacia a su siervo, para que hiciese una impresión permanente en quienes lo oyesen. Nunca deben temer los rostros humanos los mensajeros del Señor, sino que han de destacarse sin vacilar en apoyo de lo justo. Mientras ponen su confianza en Dios, no necesitan temer; porque el que los comisiona les asegura también su cuidado protector. La Historia de Profetas y Reyes, 75, 76.

Cada Día con Dios


Fanatismo insensato, 15 de julio https://ift.tt/BdDSw61 No atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. Tito 1:14. Me han llegado cartas para consultarme con respecto a las enseñanzas de algunos que dicen que no se debe matar nada que tenga vida, ni siquiera los insectos, por molestos que sean. ¿Es posible que haya alguien que pretenda que Dios le ha dado este mensaje para el pueblo? El Señor jamás le ha dado a nadie semejante mensaje. La gente necesita que se la ilumine con respecto a lo que es la verdad. Estos asuntos marginales que surgen de vez en cuando son como heno, madera y hojarasca comparados con la verdad para estos últimos días. Se presentan charlas ociosas como si fueran verdades importantes, y para algunos son pruebas de discipulado. Se han dado mensajes acerca de la crueldad que implica el dar muerte a animales para usar su carne como alimento. Esos mensajes son verdaderos, pero a partir de ellos algunos han llegado a la conclusión que no se debería matar ningún insecto. De esa manera se han suscitado controversias y se han desviado las mentes de la verdad presente. Dios no le ha dicho a nadie que es pecado matar los insectos que malogran nuestra paz y nuestro descanso. En todas sus enseñanzas Cristo no dio un mensaje de esta naturaleza, y sus discípulos deben enseñar sólo lo que él mandó. Quiero decir a mis hermanos y hermanas: “Sigan de cerca la instrucción que se encuentra en la Palabra de Dios. Mediten en las ricas verdades de las Escrituras. Sólo de ese modo podrán lograr unidad en Cristo. No dediquen tiempo a discutir si hay que matar insectos o no. Jesús no les ha confiado esa responsabilidad. “¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?”. Jeremías 23:28. Se deben estudiar los atributos de Cristo, y se lo debe procurar con profundo interés para que cada creyente esté completo en él, y revele la belleza de su carácter. No tenemos tiempo para charlas vanas e insensatas. Meditemos en las solemnes y sagradas verdades para este tiempo... Dios quiere que los hombres y mujeres piensen con sobriedad y sencillez de corazón. Deben ascender a niveles cada vez más altos, de manera que puedan contemplar un horizonte cada vez más amplio. Al mirar a Jesús, deben ser transformados a su imagen. Deben dedicar su tiempo a escudriñar las profundas y eternas verdades del Cielo.—Carta 82, del 15 de julio de 1901, dirigida a “Mis queridos hermanos y hermanas”.

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374