Reflejemos a Jesús


Propónganse un blanco alto, 12 de octubre https://ift.tt/ADqTB0Z Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:14. Nadie diga: No puedo remediar mis defectos de carácter. Si llegan a esta conclusión, dejarán ciertamente de obtener la vida eterna. La imposibilidad reside en su propia voluntad. Si no quieren, no pueden vencer. La verdadera dificultad proviene de la corrupción de un corazón no santificado y de la falta de voluntad para someterse al gobierno de Dios. Muchos a quienes Dios ha calificado para hacer un excelente trabajo, realizan muy poco, porque intentan poco. Miles pasan por la vida como si no tuvieran objeto definido por el cual vivir, ni norma que alcanzar. Los tales recibirán una recompensa proporcionada a sus obras. Recuerden que nunca alcanzarán una norma más elevada que la que ustedes mismos se fijen. Propónganse, pues, un blanco alto, y asciendan todo el largo de la escalera del progreso paso a paso, aunque represente penoso esfuerzo, abnegación y sacrificio. Que nada los estorbe. El destino no ha tejido sus redes alrededor de ningún ser humano tan firmemente que éste tenga que permanecer impotente y en la incertidumbre. Las circunstancias adversas deberían crear una firme determinación de vencerlas. El quebrantar una barrera dará mayor habilidad y valor para seguir adelante. Avancen con determinación en la debida dirección, y las circunstancias serán sus ayudadores, no sus obstáculos. Para gloria del Maestro, ambicionen cultivar todas las gracias del carácter. Deben agradar a Dios en todos los aspectos de la formación de su carácter. Pueden hacerlo, pues Enoc agradó al Señor aunque vivía en una época degenerada. Y en nuestros días también hay Enocs. Permanezcan firmes como Daniel, el fiel hombre de estado a quien ninguna tentación pudo corromper. No chasqueen a Aquel que los amó de tal manera que dio su propia vida para expiar sus pecados. “Separados de mí nada podéis hacer”Juan 15:5, dice. Recuerden esto. Si han cometido errores, ganan ciertamente una victoria si los ven y los consideran señales de advertencia. De ese modo transforman la derrota en victoria, chasqueando al enemigo y honrando a su Redentor.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 266, 267. Su tiempo, su influencia, sus aptitudes, su habilidad—de todo debe darse cuenta a Aquel que lo da todo... Perseveren en la labor que han comenzado hasta que obtengan victoria tras victoria. Edúquense a sí mismos con un propósito. Mantengan en vista la norma más elevada, para que puedan realizar un bien mayor y aún mayor, reflejando así la gloria de Dios.—The Youth’s Instructor, 25 de enero de 1910.

Recibiréis Poder


El sol de justicia purifica la vida, 12 de octubre https://ift.tt/oJ7SvwA Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo. Colosenses 1:12, 13. Es el privilegio de cada sincero buscador de la verdad y la justicia confiar en las seguras promesas de Dios. El Señor Jesús pone de manifiesto el hecho de que los tesoros de la gracia divina están puestos enteramente a nuestra disposición, a fin de que podamos ser canales de luz. No podemos recibir las riquezas de la gracia de Cristo si no deseamos impartirlas a otros. Cuando tengamos el amor de Cristo en nuestros corazones, sentiremos que es nuestro deber y privilegio compartirlo. El sol que brilla en los cielos envía sus brillantes rayos en todas las direcciones. Tiene suficiente luz como para iluminar miles de mundos como el nuestro. Así es con el Sol de Justicia; sus brillantes rayos de salud y alegría son más que suficientes para salvar a nuestro pequeño mundo, y eficaces para dar seguridad a cada mundo creado. Los que sientan su necesidad de arrepentimiento y de tener fe en nuestro Señor Jesucristo tendrán contrición de corazón y se arrepentirán de su resistencia al Espíritu del Señor. Confesarán su pecado de rechazar la luz que el cielo tan generosamente les envió, y abandonarán el pecado que entristece e insulta al Espíritu del Señor. Humillarán el yo, aceptarán el poder y la gracia de Cristo, y, además, reconocerán los mensajes de advertencia, reproche y ánimo. Entonces su fe en la obra de Dios será manifiesta, y descansarán sobre el sacrificio expiatorio. Se apropiarán en forma personal de la abundante gracia y justicia de Cristo. El Señor llegará a ser para ellos un Salvador presente, porque se darán cuenta de su necesidad, y con completa confianza descansarán en su amor. Beberán del agua de la vida de la Fuente divina, inagotable. En una nueva y bendita experiencia se apoyarán en Cristo, y serán participantes de la naturaleza divina.—The Review and Herald, 26 de agosto de 1890.

La Fe por la Cual Vivo


La iglesia observadora del sábado, 12 de octubre https://ift.tt/yNYjq8V Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo. Apocalipsis 12:17. “En el capítulo 12 de Apocalipsis se presenta el gran conflicto entre los obedientes y los desobedientes.”—The S.D.A. Bible Commentary 7:974. “La señal de obediencia es la observancia del sábado del cuarto mandamiento.”—Ibid. 981. “El sábado constituye la prueba para esta generación. Al obedecer el cuarto mandamiento en espíritu y en verdad, los hombres obedecerán todos los preceptos del decálogo. Para cumplir con este mandamiento uno debe amar a Dios sobre todas las cosas y ejercer amor hacia todas las criaturas que él ha creado.”—The Signs of the Times, 13 de febrero de 1896. “Se acerca el tiempo cuando el pueblo de Dios sentirá la mano de la persecución sobre ellos por guardar el santo día séptimo.... El hombre de pecado que pensó cambiar los tiempos y la ley y que siempre ha oprimido al pueblo de Dios promulgará leyes que refuercen la observancia del primer día de la semana.”—The S.D.A. Bible Commentary 7:975. “Que ninguno ceda a la tentación y se torne menos ferviente en su respeto por la ley de Dios por causa del menosprecio con que se la considera; porque esta es justamente la razón que debe inducirnos a orar con todo el corazón, el alma y la voz diciendo: ‘Tiempo es de hacer, oh Jehová; disipado han tu ley.’ Salmos 119:126. Por lo tanto, en vista del menosprecio universal, yo no seré traidor cuando Dios será más glorificado y honrado por mi lealtad.... ¿Serán los adventistas del séptimo día negligentes en su devoción cuando todas sus capacidades y facultades debieran ser puestas del lado del Señor?”—Ibid. 981.

Hijos e Hijas de Dios


Confesamos a Cristo, 12 de octubre https://ift.tt/Tn4pAuB A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. Mateo 10:32, 33. ¿Estamos confesando a Cristo en nuestra vida diaria? ¿Lo confesamos mediante nuestra vestimenta, empleando ropas sencillas y modestas? ¿Es nuestro adorno el de un espíritu humilde y apacible, que es de tanta estima a la vista de Dios? ¿Estamos procurando adelantar la causa del Maestro?... Es inútil decirles que no deben usar esto o aquello, porque si el amor a estas cosas vanas está en el corazón, el desprenderse de los adornos será solamente como podar las ramas de un árbol. Las inclinaciones del corazón carnal harán valer sus derechos... Debemos morar en él, como el pámpano mora en la vid... Lo que necesitamos es tener el hacha puesta en la raíz del árbol. Necesitamos morir al mundo, morir al yo, y vivir en Dios... Necesitamos acercarnos más a Cristo, para que los hombres puedan conocer que hemos estado con Cristo y aprendido de él.—The Review and Herald, 10 de mayo de 1892. El que imite a Cristo manifestará abnegación y espíritu de sacrificio... Justamente donde la conciencia del verdadero cristiano le aconseja soportar, negarse a sí mismo, detenerse, el mundano atraviesa la línea para acceder a los caprichos de sus tendencias egoístas. A un lado de la línea se encuentra el seguidor de Jesucristo que se niega a sí mismo, al otro, los complacientes amadores del mundo, preocupándose de la moda, transigiendo con la frivolidad y alimentándose de placeres prohibidos. El cristiano no puede cruzar esa línea. No hay lugar allí para él.—The Youth’s Instructor, 6 de septiembre de 1894.

Exaltad a Jesús


La oración secreta y el estudio de la Biblia, 12 de octubre https://ift.tt/yS4QhUF La oración eficaz del justo puede mucho. Santiago 5:16. La iglesia de Dios está compuesta por vasos grandes y pequeños. El no espera que los vasos más pequeños tengan la misma capacidad de los grandes. Espera dividendos de acuerdo con lo que cada persona tiene, no de acuerdo con lo que no tiene. Haga lo mejor que usted pueda, y Dios aceptará sus esfuerzos. Lleve a cabo el deber que le queda más cerca y cúmplalo con fidelidad, y su trabajo será totalmente aceptable al Maestro. En su deseo de realizar algo grande, no pase por alto las tareas más pequeñas que le esperan. Guárdese de no descuidar la oración secreta ni el estudio de la Palabra de Dios. Estas son las armas que debe emplear en contra de aquel que lucha por impedir su progreso hacia el cielo. El primer descuido de la oración y del estudio de la Biblia hace que el segundo sea más fácil. La primera oposición a la súplica del Espíritu prepara el camino para la segunda oposición. Esa es la forma como se endurece el corazón y se cauteriza la conciencia. Por otra parte, cada victoria sobre la tentación facilita la victoria siguiente. Cada acto de renunciamiento hace más fácil el siguiente acto de abnegación. Cada triunfo ganado prepara el camino para una nueva victoria. Cada victoria sobre la tentación, cada acto de abnegación, cada triunfo sobre el pecado, es una semilla sembrada para vida eterna. Cada acción altruista le concede mayor fuerza a la espiritualidad. Nadie se puede esforzar por ser semejante a Cristo sin transformarse en una persona más noble y verdadera. El Señor reconocerá cada esfuerzo que usted haga por alcanzar el ideal que tiene para usted. Cuando cometa fracasos, cuando sea traicionado a pecar, no sienta que no debe orar ni que es indigno de acudir a la presencia del Señor. “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. 1 Juan 2:1. El espera al pródigo con los brazos abiertos para darle la bienvenida. Acuda a él, y háblele acerca de sus faltas y fracasos. Pídale que lo fortalezca para realizar nuevos esfuerzos. El nunca lo decepcionará, ni abusará de su confianza. Usted tendrá que soportar pruebas. Esa es la forma como el Señor pule las asperezas de su carácter. No se queje. Al murmurar sólo consigue que las pruebas se hagan más difíciles. Honre a Dios por medio de una sumisión alegre. Soporte la presión con paciencia. Aún cuando alguien le haga daño, mantenga el amor de Dios en el corazón... “En quietud y en confianza será vuestra fortaleza”. Isaías 30:15. Cristo conoce la fuerza de las tentaciones que tienen que soportar y la fortaleza de su poder para resistir. Su mano está siempre extendida con ternura compasiva hacia cada hijo que sufre. Al que se siente tentado y abatido le dice: Hijo por quien he sufrido y muerto, ¿no puedes confiar en mí? “Como tus días, así será tu fortaleza”.—The Youth’s Instructor, 26 de junio de 1902.

En los Lugares Celestiales


El comportamiento frente a los malos informes, 12 de octubre https://ift.tt/BD3lbRo Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mateo 18:15. Escribe el apóstol: “Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor”. 1 Pedro 4:8. No escuchéis las acusaciones contra un hermano o una hermana. Sed muy prudentes al recibir una censura contra vuestro prójimo. Preguntad al que hace la acusación si ha obedecido la orden de Dios en cuanto a este asunto. Cristo ha dejado instrucciones explícitas de cómo debe procederse. Ve a tu hermano y dile su yerro, entre él y tú solos. No os excuséis a vosotros mismos con esto, diciendo: “No hay agravio personal entre el que es acusado y yo mismo”. Las reglas dadas por Cristo son tan definidas y explícitas que esta excusa no es válida. Sea que haya o no agravio entre vosotros y el acusado, el mandato de Cristo es el mismo. Vuestro hermano necesita ayuda. Decidle a él, no a ningún otro, los rumores que están circulando en cuanto a él. Dadle la oportunidad de explicar. Es posible que los informes sean falsos, y entonces las dificultades pueden ser arregladas por medio de una simple explicación. Este trato debe ser dado a todo el que se supone que está en error.—Manuscrito 31, 1911. Pablo dijo: “Si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”. Gálatas 6:1. Estas palabras son el mandato del Cielo, y deben ser llevadas a la práctica diaria. Si uno está en falta, en lugar de hablar a algún otro de ello, id a quien pensáis que está en error y compasiva y consideradamente, como desearíais ser tratados si estuvierais en su lugar, habladle de su error. Si no se le habla de su falta sino que en lugar de eso se hacen conjeturas entre otros y no se hace ningún esfuerzo para salvar al pecador advirtiéndole de su peligro, ¿cómo considerará Dios a quienes hagan este inhumano trabajo?—Ibid.

En los Lugares Celestiales


En los Lugares Celestiales
El comportamiento frente a los malos informes, 12 de octubre https://ift.tt/BD3lbRo Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mateo 18:15. Escribe el apóstol: “Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor”. 1 Pedro 4:8. No escuchéis las acusaciones contra un hermano o una hermana. Sed muy prudentes al recibir una censura contra vuestro prójimo. Preguntad al que hace la acusación si ha obedecido la orden de Dios en cuanto a este asunto. Cristo ha dejado instrucciones explícitas de cómo debe procederse. Ve a tu hermano y dile su yerro, entre él y tú solos. No os excuséis a vosotros mismos con esto, diciendo: “No hay agravio personal entre el que es acusado y yo mismo”. Las reglas dadas por Cristo son tan definidas y explícitas que esta excusa no es válida. Sea que haya o no agravio entre vosotros y el acusado, el mandato de Cristo es el mismo. Vuestro hermano necesita ayuda. Decidle a él, no a ningún otro, los rumores que están circulando en cuanto a él. Dadle la oportunidad de explicar. Es posible que los informes sean falsos, y entonces las dificultades pueden ser arregladas por medio de una simple explicación. Este trato debe ser dado a todo el que se supone que está en error.—Manuscrito 31, 1911. Pablo dijo: “Si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”. Gálatas 6:1. Estas palabras son el mandato del Cielo, y deben ser llevadas a la práctica diaria. Si uno está en falta, en lugar de hablar a algún otro de ello, id a quien pensáis que está en error y compasiva y consideradamente, como desearíais ser tratados si estuvierais en su lugar, habladle de su error. Si no se le habla de su falta sino que en lugar de eso se hacen conjeturas entre otros y no se hace ningún esfuerzo para salvar al pecador advirtiéndole de su peligro, ¿cómo considerará Dios a quienes hagan este inhumano trabajo?—Ibid.
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Alza tus Ojos


Cómo ve Dios el pecado, 12 de octubre https://ift.tt/kInNDbe Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creisteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado. Números 20:12. Algunos considerarían... que el pecado [de Moisés] debería pasarse por alto sin mucha atención; pero Dios no piensa como el hombre. Cuando las colinas de Canaán estuvieron a la vista, los israelitas murmuraron porque el arroyo que había corrido dondequiera ellos acampaban, cesó de hacerlo. Las quejas del pueblo fueron dirigidas contra Moisés y Aarón, a quienes acusaron de traerlos al desierto para que muriesen. Los guías fueron a la puerta del tabernáculo y se postraron sobre sus rostros. Nuevamente “la gloria de Jehová apareció”, y se le mandó a Moisés: “Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña”. Números 20:6, 8. Los dos hermanos, ya ancianos, se dirigieron a la multitud, Moisés con la vara de Dios en su mano. Mucho tiempo habían soportado pacientemente la rebelión y la obstinación de Israel; pero ahora, finalmente, aún la paciencia de Moisés cedió. “¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemosde hacer salir aguas de esta peña?” Vers. 10, el énfasis es nuestro. Y en vez de hablarle a la roca la golpeó dos veces con la vara. El agua manó abundantemente para satisfacer a la muchedumbre. Pero se había cometido un gran error. Sus palabras habían sido el resultado de sentimientos de exasperación... “¿Extraeremos nosotrosagua?”, interrogó, como si el Señor no cumpliría lo que prometió. Jehová declaró a los dos hermanos: “No creísteis en mí para santificarme delante de los hijos de Israel”. Vers. 12. Más que esto, Moisés y Aarón se habían arrogado el poder que pertenece sólo a Dios. La necesidad de intervención divina hizo que la ocasión fuera de gran solemnidad y los líderes de Israel deberían haberla aumentado para grabar en el pueblo la reverencia hacia Dios y fortalecer su fe en su poder y bondad. Cuando clamaron airadamente, “¿Os hemosde hacer salir aguas de esta peña?”, se colocaron en el lugar de Dios, como si el poder estuviera en ellos. Con estas palabras deshonraron mucho a Cristo, su Dirigente invisible. Dios, no el hombre, debió haber sido glorificado. El Señor reprendió a estos guías y declaró que no debían entrar en la tierra prometida. Ante la hueste hebrea el Altísimo demostró que el pecado del dirigente fue mayor que el de quienes eran guiados.—Manuscrito 169, del 12 de octubre de 1903, “Palabras de amonestación contra los peligros actuales”.

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Cómo ve Dios el pecado, 12 de octubre https://ift.tt/kInNDbe Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creisteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado. Números 20:12. Algunos considerarían... que el pecado [de Moisés] debería pasarse por alto sin mucha atención; pero Dios no piensa como el hombre. Cuando las colinas de Canaán estuvieron a la vista, los israelitas murmuraron porque el arroyo que había corrido dondequiera ellos acampaban, cesó de hacerlo. Las quejas del pueblo fueron dirigidas contra Moisés y Aarón, a quienes acusaron de traerlos al desierto para que muriesen. Los guías fueron a la puerta del tabernáculo y se postraron sobre sus rostros. Nuevamente “la gloria de Jehová apareció”, y se le mandó a Moisés: “Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña”. Números 20:6, 8. Los dos hermanos, ya ancianos, se dirigieron a la multitud, Moisés con la vara de Dios en su mano. Mucho tiempo habían soportado pacientemente la rebelión y la obstinación de Israel; pero ahora, finalmente, aún la paciencia de Moisés cedió. “¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemosde hacer salir aguas de esta peña?” Vers. 10, el énfasis es nuestro. Y en vez de hablarle a la roca la golpeó dos veces con la vara. El agua manó abundantemente para satisfacer a la muchedumbre. Pero se había cometido un gran error. Sus palabras habían sido el resultado de sentimientos de exasperación... “¿Extraeremos nosotrosagua?”, interrogó, como si el Señor no cumpliría lo que prometió. Jehová declaró a los dos hermanos: “No creísteis en mí para santificarme delante de los hijos de Israel”. Vers. 12. Más que esto, Moisés y Aarón se habían arrogado el poder que pertenece sólo a Dios. La necesidad de intervención divina hizo que la ocasión fuera de gran solemnidad y los líderes de Israel deberían haberla aumentado para grabar en el pueblo la reverencia hacia Dios y fortalecer su fe en su poder y bondad. Cuando clamaron airadamente, “¿Os hemosde hacer salir aguas de esta peña?”, se colocaron en el lugar de Dios, como si el poder estuviera en ellos. Con estas palabras deshonraron mucho a Cristo, su Dirigente invisible. Dios, no el hombre, debió haber sido glorificado. El Señor reprendió a estos guías y declaró que no debían entrar en la tierra prometida. Ante la hueste hebrea el Altísimo demostró que el pecado del dirigente fue mayor que el de quienes eran guiados.—Manuscrito 169, del 12 de octubre de 1903, “Palabras de amonestación contra los peligros actuales”.
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Sabbath School


Sabbath School
Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/QgXITEf La presencia visible de Cristo estaba por serles quitada a los discípulos, pero iban a recibir una nueva dotación de poder. Iba a serles dado el Espíritu Santo en su plenitud, el cual los sellaría para su obra. “He aquí —dijo el Salvador—, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros: mas vosotros asentad en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de potencia de lo alto”. Lucas 24:49. “Porque Juan a la verdad bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo no muchos días después de estos.” “Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, y en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:5, 8. El Salvador sabía que ningún argumento, por lógico que fuera, podría ablandar los duros corazones, o traspasar la costra de la mundanalidad y el egoísmo. Sabía que los discípulos habrían de recibir la dotación celestial; que el evangelio sería eficaz solo en la medida en que fuera proclamado por corazones encendidos y labios hechos elocuentes por el conocimiento vivo de Aquel que es el camino, la verdad y la vida. La obra encomendada a los discípulos requeriría gran eficiencia; porque la corriente del mal que fluía contra ellos era profunda y fuerte. Estaba al frente de las fuerzas de las tinieblas un caudillo vigilante y resuelto, y los seguidores de Cristo podrían batallar por el bien solo mediante la ayuda que Dios, por su Espíritu, les diera (Los hechos de los apóstoles, p. 25). Los discípulos no habían de aguardar que la gente acudiera a ellos. Ellos debían ir a la gente y buscar a los pecadores como el pastor busca a la oveja perdida. Cristo les presentó el mundo como campo de labor. Debían ir “por todo el mundo” y predicar “el evangelio a toda criatura”. Marcos 16:15. Habían de predicar acerca del Salvador, acerca de su vida de amor abnegado, su muerte ignominiosa, su amor sin parangón e inmutable. Su nombre había de ser su consigna, su vínculo de unión. En su nombre habían de subyugar las fortalezas del pecado. La fe en su nombre había de señalarlos como cristianos (Testimonios para la iglesia, t. 8, pp. 21, 22). Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros: para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:21. Repítanse con frecuencia estas palabras y cada alma discipline sus ideas, espíritu y acción diariamente de modo que pueda cumplirse esta oración de Jesucristo. Él no requiere cosas imposibles de su Padre. Ora por lo que precisamente debe haber en sus discípulos en relación con la unión mutua, y su unidad y unión con Dios y Jesucristo. Cualquier cosa que no llegue a este nivel no corresponde con la perfección del carácter cristiano. La cadena áurea del amor, que vincula los corazones de los creyentes en unidad, con lazos de compañerismo y amor, y en unión con Cristo y el Padre, establece la perfecta conexión y da al mundo un testimonio del poder del cristianismo que no puede ser controvertido (A fin de conocerle, p. 173).
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A Fin de Conocerle


Gozo en la obediencia, 12 de octubre https://ift.tt/nNrm3gD Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo. Colosenses 1:12, 13. Nuestra eterna felicidad futura depende de que sometamos nuestra humanidad, con todas sus capacidades y facultades, a la obediencia de Dios, y la coloquemos bajo la dirección de la Divinidad. Muchas personas no tienen fe en Cristo. Dicen: “Para Cristo fue fácil obedecer la voluntad de su Padre, porque era divino”. Pero su Palabra declara: “Fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. Hebreos 4:15. Fue tentado de acuerdo y en proporción a su elevada condición mental, pero él no debilitó ni invalidó su poder divino cediendo a la tentación. Cristo, en su vida en la tierra, fue un representante de lo que la humanidad podría ser mediante los privilegios y las oportunidades que se le conceden en él. Cuando Satanás tentó a nuestros primeros padres, ... procuró halagarlos haciéndoles creer que se elevarían por encima de la esfera de la humanidad. Pero Cristo, mediante su ejemplo, anima a los miembros de la familia humana a obedecer la Palabra de Dios dentro de la esfera de su humanidad. El mismo se hizo hombre, no un esclavo de Satanás para hacer su voluntad, sino un hombre con poder moral, obediente a la ley de Dios que es una copia de su carácter. Los que rehúsan someterse a una ley sabia y buena que ha emanado de Dios, son esclavos de un poder apóstata. Jesús se hizo hombre para poder mediar entre el hombre y Dios, ... para poder restaurar al hombre a su condición original perdida en el Edén por efecto de la engañosa tentación de Satanás. ... La desobediencia no está de acuerdo con la naturaleza que Dios le dio al hombre en el Edén. Mediante el poder moral que Cristo le ha dado al hombre, podemos dar gracias a Dios que nos ha hecho aptos para recibir la herencia con los santos en luz. Mediante Cristo, cada uno puede ser un vencedor.—Carta 121, 1897.

A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
Gozo en la obediencia, 12 de octubre https://ift.tt/nNrm3gD Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo. Colosenses 1:12, 13. Nuestra eterna felicidad futura depende de que sometamos nuestra humanidad, con todas sus capacidades y facultades, a la obediencia de Dios, y la coloquemos bajo la dirección de la Divinidad. Muchas personas no tienen fe en Cristo. Dicen: “Para Cristo fue fácil obedecer la voluntad de su Padre, porque era divino”. Pero su Palabra declara: “Fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. Hebreos 4:15. Fue tentado de acuerdo y en proporción a su elevada condición mental, pero él no debilitó ni invalidó su poder divino cediendo a la tentación. Cristo, en su vida en la tierra, fue un representante de lo que la humanidad podría ser mediante los privilegios y las oportunidades que se le conceden en él. Cuando Satanás tentó a nuestros primeros padres, ... procuró halagarlos haciéndoles creer que se elevarían por encima de la esfera de la humanidad. Pero Cristo, mediante su ejemplo, anima a los miembros de la familia humana a obedecer la Palabra de Dios dentro de la esfera de su humanidad. El mismo se hizo hombre, no un esclavo de Satanás para hacer su voluntad, sino un hombre con poder moral, obediente a la ley de Dios que es una copia de su carácter. Los que rehúsan someterse a una ley sabia y buena que ha emanado de Dios, son esclavos de un poder apóstata. Jesús se hizo hombre para poder mediar entre el hombre y Dios, ... para poder restaurar al hombre a su condición original perdida en el Edén por efecto de la engañosa tentación de Satanás. ... La desobediencia no está de acuerdo con la naturaleza que Dios le dio al hombre en el Edén. Mediante el poder moral que Cristo le ha dado al hombre, podemos dar gracias a Dios que nos ha hecho aptos para recibir la herencia con los santos en luz. Mediante Cristo, cada uno puede ser un vencedor.—Carta 121, 1897.
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¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Los que lo traspasaron, 12 de octubre https://ift.tt/lJwdW9X Veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Marcos 14:62. Cuando [los dirigentes judíos] contemplan su gloria, acude a sus mentes el recuerdo del Hijo del hombre revestido del ropaje de la humanidad. Recuerdan cómo lo trataron, cómo lo rechazaron y se apresuraron a ponerse del lado del gran apóstata. Las escenas de la vida de Cristo aparecen ante ellos con toda claridad. Todo lo que hizo, todo lo que dijo, la humillación a la que descendió a fin de salvarlos de la corrupción del pecado, se levanta ante ellos para condenarlos. Lo ven acercándose a Jerusalén para llorar con lágrimas de agonía sobre la impenitente ciudad que no quiso recibir su mensaje. Su voz, que se oyó cuando invitaba y rogaba, con tonos de tierna solicitud, parece llegar de nuevo a sus oídos. Surgen ante ellos las escenas del Getsemaní, y oyen la maravillosa oración de Jesús: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa”. Mateo 26:39. Oyen otra vez la voz de Pilato, que dice: “Yo no hallo en él ningún delito”. Juan 18:38. Ven la escena vergonzosa en el recinto del juicio, cuando Barrabás estuvo de pie junto a Cristo y ellos tuvieron el privilegio de escoger al que no tenía culpa. Oyen otra vez las palabras de Pilato: “¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?” Mateo 27:17. Oyen la respuesta: “¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás!” Lucas 23:18. A la pregunta de Pilato: “¿Qué, pues, haré de Jesús?” viene la respuesta: “¡Sea crucificado!” Mateo 27:22. Ven nuevamente a su Sacrificio cargando el oprobio de la cruz. Oyen las voces triunfantes y sarcásticas que exclaman: “Si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz”, “a otros salvó, a sí mismo no se puede salvar”. Mateo 27:40, 42. No lo ven ahora en el huerto de Getsemaní, ni en el recinto del juicio, ni en la cruz del Calvario. Han pasado las señales de su humillación y contemplan el rostro de Dios—ese rostro que ellos escupieron—, el rostro que los sacerdotes y gobernantes hirieron con las palmas de sus manos. Ahora les es revelada la verdad en todo su vigor.37The Review and Herald, 5-9-1899.
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¡Maranata: El Senor Viene!


Los que lo traspasaron, 12 de octubre https://ift.tt/lJwdW9X Veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Marcos 14:62. Cuando [los dirigentes judíos] contemplan su gloria, acude a sus mentes el recuerdo del Hijo del hombre revestido del ropaje de la humanidad. Recuerdan cómo lo trataron, cómo lo rechazaron y se apresuraron a ponerse del lado del gran apóstata. Las escenas de la vida de Cristo aparecen ante ellos con toda claridad. Todo lo que hizo, todo lo que dijo, la humillación a la que descendió a fin de salvarlos de la corrupción del pecado, se levanta ante ellos para condenarlos. Lo ven acercándose a Jerusalén para llorar con lágrimas de agonía sobre la impenitente ciudad que no quiso recibir su mensaje. Su voz, que se oyó cuando invitaba y rogaba, con tonos de tierna solicitud, parece llegar de nuevo a sus oídos. Surgen ante ellos las escenas del Getsemaní, y oyen la maravillosa oración de Jesús: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa”. Mateo 26:39. Oyen otra vez la voz de Pilato, que dice: “Yo no hallo en él ningún delito”. Juan 18:38. Ven la escena vergonzosa en el recinto del juicio, cuando Barrabás estuvo de pie junto a Cristo y ellos tuvieron el privilegio de escoger al que no tenía culpa. Oyen otra vez las palabras de Pilato: “¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?” Mateo 27:17. Oyen la respuesta: “¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás!” Lucas 23:18. A la pregunta de Pilato: “¿Qué, pues, haré de Jesús?” viene la respuesta: “¡Sea crucificado!” Mateo 27:22. Ven nuevamente a su Sacrificio cargando el oprobio de la cruz. Oyen las voces triunfantes y sarcásticas que exclaman: “Si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz”, “a otros salvó, a sí mismo no se puede salvar”. Mateo 27:40, 42. No lo ven ahora en el huerto de Getsemaní, ni en el recinto del juicio, ni en la cruz del Calvario. Han pasado las señales de su humillación y contemplan el rostro de Dios—ese rostro que ellos escupieron—, el rostro que los sacerdotes y gobernantes hirieron con las palmas de sus manos. Ahora les es revelada la verdad en todo su vigor.37The Review and Herald, 5-9-1899.

03 - SAMUEL BRAGA - INIMAGINABLE - AMOR SIN CONDICIONES


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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374