Independencia moral


Independencia moral, 8 de febrero

Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. 2 Corintios 6:17, 18. MSV76 45.1
Muchos hay hoy día que tienen un velo sobre su rostro. Este velo consiste en la simpatía con las costumbres y prácticas del mundo, que les ocultan la gloria del Señor. Dios quiere que mantengamos nuestros ojos fijos en él, para que perdamos de vista las cosas de este mundo. MSV76 45.2
A medida que se va introduciendo la verdad en la vida práctica, la norma ha de ser elevada de más en más para ponerse a la altura de las demandas de la Biblia. Esto hará necesaria la oposición a las modas, costumbres, prácticas y máximas del mundo. Las influencias mundanales, a semejanza de las olas del mar, baten contra los seguidores de Cristo para arrancarlos de los verdaderos principios de su mansedumbre y de su gracia; pero debemos permanecer en los principios tan firmes como una roca. El hacerlo exigirá valor moral, y aquellos cuyas almas no estén aseguradas a la Roca eterna, serán arrastrados por la corriente mundana. Podremos quedar firmes solamente si nuestra vida está escondida con Cristo en Dios. La independencia moral está en su sitio cuando se opone al mundo. Poniéndonos en completa armonía con la voluntad de Dios, estaremos en situación ventajosa y veremos la necesidad de una separación terminante de las costumbres y prácticas del mundo. MSV76 45.3
No hemos de elevar nuestra norma tan sólo un poquito sobre la norma del mundo, sino que hemos de hacer la diferencia incontestablemente evidente... MSV76 45.4
No es cosa fácil obtener el inestimable tesoro de la vida eterna. Nadie puede hacer esto e ir a la deriva con la corriente del mundo. Ha de salir del mundo, separarse de él, y no tocar lo inmundo. Nadie puede proceder como un mundano sin ser arrastrado por la corriente del mundo. Nadie hará progreso alguno en sentido ascendente sin esfuerzo perseverante. El que quiere vencer tiene que afirmarse en Cristo No ha de mirar atrás, sino mantener la vista siempre en alto, obteniendo una gracia tras otra. La vigilancia individual es el precio de la seguridad... MSV76 45.5
El fin de todas las cosas está cerca. Se necesitan ahora hombres y mujeres armados y equipados para luchar en favor de Dios.12La Educación Cristiana, 107-109. MSV76 45.6

La perfecta obediencia de Cristo puede ser nuestra


La perfecta obediencia de Cristo puede ser nuestra, 8 de febrero

Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. Romanos 5:19. SSJ 45.1
[Las Escrituras nos cuentan] este relato tan importante como para que lo conozca cada ser humano. Por una parte se presenta la desobediencia de Adán, con sus consecuencias; por la otra, la obediencia de Cristo. El Jardín del Edén fue deshonrado por la desobediencia de Adán; pero así como por la transgresión de uno los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de Uno los muchos son constituidos justos. SSJ 45.2
El mundo ha sido honrado con la presencia de un Hombre que fue total y completamente obediente; uno que no sólo creyó y enseñó las demandas de la ley de Dios, sino que vivió la ley. Toda su vida fue una representación de sus santos principios. Su obediencia se manifestó en la horrible agonía que soportó en el jardín del Getsemaní, y por medio de sus sufrimientos trajo perdón a los desobedientes. SSJ 45.3
Cuando Cristo presentó a sus discípulos las condiciones de la salvación, dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. Lucas 9:23. La abnegación y la cruz yacen directamente en el sendero de cada alma que quiere seguir a Jesús. Encontraremos oposición en cada paso en nuestro progreso hacia el cielo; porque Satanás vendrá de muchas maneras para llevarnos por mal camino, para engañarnos, y para revestir el pecado con la apariencia de bien... SSJ 45.4
Los exhorto... a considerar cuidadosamente la abnegación y el sacrificio de sí mismo que Cristo soportó en su favor, para que ustedes, si lo eligen, puedan tener esa felicidad y paz en esta vida que él solo puede dar, y una eternidad de felicidad en el futuro. Si es así, ¿no llegarán a ser misioneros para Cristo? ¿No están dispuestos a negar el yo por amor a él? ¿A considerar cómo pueden servir al que ha hecho tal servicio por ustedes al redimir sus almas del poder del pecado y de Satanás? Cuando estuvo sobre la tierra, Cristo dijo de sí mismo: “Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve”. Lucas 22:27. No luchó para conseguir el lugar más elevado, porque fue manso y humilde de corazón. Él los invita a aprender de él, a llevar su yugo, el yugo de la obediencia a cada precepto de Jehová.—The Youth’s Instructor, 1 de abril de 1897. SSJ 45.5

Cristo vino para magnificar su ley


Cristo vino para magnificar su ley, 8 de febrero

Jehová se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla. Isaías 42:21. RJ 45.1
Por medio de las estratagemas del gran apóstata, el hombre ha sido llevado a separarse de Dios, y al pecar y quebrantar la ley del Altísimo, ha cedido a las tentaciones del adversario de Dios y el hombre. Dios no podía alterar ni una jota ni un tilde de su santa ley para alcanzar al hombre en su condición caída; porque esto reflejaría descrédito sobre la sabiduría de Dios al hacer la ley por la cual se gobiernan los cielos y la tierra. Pero Dios podía dar a su Hijo unigénito para convertirse en sustituto y garante del hombre, para sufrir la pena que merecía el transgresor, y para impartir al alma arrepentida su perfecta justicia. RJ 45.2
Cristo llegó a ser el sacrificio sin pecado por una raza culpable, convirtiendo a los hombres en prisioneros de esperanza, de manera que por medio del arrepentimiento hacia Dios por haber quebrantado su santa ley, y por la fe en Cristo como su sustituto, garantía y justicia, pudieran retornar a la lealtad a Dios y a la obediencia a su santa ley... RJ 45.3
La vida y muerte de Cristo en favor del hombre pecador fueron con el propósito de restaurar al pecador al favor de Dios, al impartirle la justicia que pudiera satisfacer las demandas de la ley, y encontrar aceptación para con el Padre. Pero el propósito de Satanás siempre es anular la ley de Dios y pervertir el verdadero significado del plan de salvación. Por lo tanto, ha originado la falsedad de que el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario tuvo como propósito el de liberar a los hombres de la obligación de guardar los mandamientos de Dios. Ha esparcido por el mundo el engaño de que Dios ha abolido su constitución, descartado su ley moral y anulado su perfecta y santa ley. Si hubiera hecho esto, ¡qué terrible costo hubiera sido para el Cielo! RJ 45.4
En lugar de proclamar la abolición de la ley, la cruz del Calvario proclama con voz de trueno su carácter eterno e inmutable. Si la ley hubiera podido ser abolida, y todavía mantenerse el gobierno del cielo y la tierra y los innumerables mundos de Dios, Cristo no hubiese necesitado morir. La muerte de Cristo debía resolver para siempre la duda acerca de la validez de la ley de Jehová. Habiendo sufrido la penalidad total de un mundo culpable, Jesús se convirtió en el mediador entre Dios y el hombre, para restaurar al alma arrepentida al favor con Dios dándole la gracia para guardar la ley del Altísimo. RJ 45.5
Cristo vino no para destruir la ley o los profetas, sino para cumplirla al pie de la letra. La expiación del Calvario vindicó la ley de Dios como santa, justa y buena, no sólo ante el mundo caído, sino ante el cielo y ante los mundos no caídos.—The Signs of the Times, 20 de junio de 1895. RJ 45.6

Restauración de la imagen divina


Restauración de la imagen divina, 8 de febrero

Y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Efesios 4:23, 24. RP 49.1
En el plan de restaurar la imagen divina en el hombre, se estableció que el Espíritu Santo, como agente modelador, actuara en las mentes humanas como si fuera Cristo mismo. Al aceptar la verdad, el hombre recibe la gracia de Jesús, la que lo induce a consagrar sus habilidades santificadas a la obra con la cual el Salvador se comprometió. De este modo, se convierte en un colaborador de Dios y en un agente cuyo entendimiento brilla con la verdad. Quisiera preguntarle a la iglesia: ¿Ustedes ya cumplieron con el plan de Dios de esparcir las preciosas joyas del evangelio para dar a conocer la luz divina? RP 49.2
Al observar la acción de los profesos seguidores de Dios, ¿qué pensarán sus ángeles cuando ven que la iglesia de Cristo es tan lenta para dar a conocer la luz de la verdad al mundo sumido en la oscuridad moral? Las inteligencias celestiales saben que la cruz es el mayor centro de atracción. Conocen que mediante la cruz el hombre caído recibe la expiación que restablece la unidad con Dios. Los concilios celestiales miran a los que profesan haber aceptado a Cristo como Salvador personal, para certificar si imparten el conocimiento de la salvación a los que permanecen en tinieblas. Los observan para saber si están dando a conocer el significado de la dispensación del Espíritu Santo, y cómo es que mediante la obra de este agente divino, la mente del hombre, manchada y corrupta por el pecado, puede desencantarse de las mentiras y representaciones de Satanás, para aceptar a Cristo como Salvador y única esperanza. RP 49.3
Jesús dijo: “Yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca”. Juan 15:16. Como embajadora de Cristo, imploro a los que lean estas palabras a que presten atención cuando se los llame. “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”. Hebreos 4:7. Sin vacilar un instante, pregunten: ¿Pertenezco a Cristo? ¿Qué significa Jesús para mi? ¿Cuál es mi obra? ¿Cuáles son las características de los frutos que produzco?—The Review and Herald, 12 de febrero de 1895. RP 49.4

La cuerda que pende del cielo


La cuerda que pende del cielo, 8 de febrero

Y hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:8. NEV 47.1
Medid la cuerda, si podéis, que ha sido bajada desde el cielo para elevar al hombre. La única estimación que podemos daros de su dimensión es señalaros hacia el Calvario.—Manuscrito 6, 1893, pp. 4. NEV 47.2
Los hombres caídos no habrían podido tener un hogar en el paraíso de Dios, sin el Cordero que ha sido muerto desde la fundación del mundo. ¿No exaltaremos la cruz de Cristo? ... NEV 47.3
La perfección angélica fracasó en el cielo. La perfección humana fracasó en el Edén, el paraíso de ventura. Todos aquellos que deseen seguridad en el cielo o en la tierra, deben contemplar al Cordero de Dios. El plan de salvación, que hace manifiesta la justicia y el amor de Dios, provee una salvaguardia eterna contra la defección en los mundos que no han caído, tanto como entre aquellos que serán redimidos por la sangre del Cordero. Nuestra única esperanza es la perfecta confianza en la sangre de Aquel que puede salvar hasta lo máximo a todo el que se acerque a Dios, mediante él. La muerte de Cristo en la cruz del Calvario es nuestra única esperanza en este mundo, y será nuestro tema en el mundo venidero. ¡Oh, no comprendemos el valor de la expiación! Si lo comprendiéramos, hablaríamos más acerca de él. El don de Dios en su Hijo amado fué la expresión de un amor inconmensurable. Fué lo máximo que Dios pudo hacer para preservar el honor de su ley, y todavía salvar al transgresor.—The Signs of the Times, 30 de diciembre de 1889. NEV 47.4
Jesús puso la cruz al alcance de la luz que procedía del cielo, porque esa era la manera de atraer la atención del hombre. La cruz está directamente en línea con el brillo de los rostros divinos, para que, al contemplar la cruz, los hombres pudieran ver y conocer a Dios y a Jesucristo, a quien él había enviado. Al contemplar a Dios, contemplamos a Aquel que derramó su alma hasta la muerte. Al contemplar la cruz, la vista se extiende hacia Dios, y se discierne su odio por el pecado. Pero mientras contemplamos en la cruz el odio de Dios por el pecado, también contemplamos su amor por los pecadores, que es más fuerte que la muerte. La cruz es para el mundo el argumento incontrovertible de que Dios es verdad, y luz, y amor.—The Signs of the Times, 7 de marzo de 1895. NEV 47.5

Una procesión real


Una procesión real, 8 de febrero

Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. Zacarías 9:9. MGD 47.1
Quinientos años antes del nacimiento de Cristo, el profeta Zacarías predijo así la venida del Rey de Israel... Cristo seguía la costumbre de los judíos en cuanto a una entrada real... No bien se hubo sentado sobre el pollino cuando una algazara de triunfo hendió el aire. La multitud le aclamó como Mesías, como su Rey... No podían encabezar la procesión triunfal con estandartes reales, pero esparcían palmas, emblema natural de victoria, y las agitaban en alto con sonoras aclamaciones y hosannas... MGD 47.2
Nunca antes en su vida terrenal había permitido Jesús una demostración semejante. Previó claramente el resultado. Le llevaría a la cruz. Pero era su propósito presentarse públicamente de esta manera como el Redentor. Deseaba llamar la atención al sacrificio que había de coronar su misión en favor de un mundo caído... MGD 47.3
Nunca antes había visto el mundo tal escena de triunfo. No se parecía en nada a la de los famosos conquistadores de la tierra. Ningún séquito de afligidos cautivos la caracterizaba como trofeo del valor real. Pero alrededor del Salvador estaban los gloriosos trofeos de sus obras de amor por los pecadores. Los cautivos que él había rescatado del poder de Satanás alababan a Dios por su liberación. Los ciegos a quienes había restaurado la vista abrían la marcha. Los mudos cuya lengua él había desatado voceaban las más sonoras alabanzas. Los cojos a quienes había sanado saltaban de gozo... Los leprosos a quienes había limpiado extendían a su paso sus inmaculados vestidos y lo saludaban como Rey de gloria... Lázaro, cuyo cuerpo se había corrompido en el sepulcro, pero que ahora se gozaba en la fuerza de una gloriosa virilidad, guiaba la bestia en la cual cabalgaba el Salvador... MGD 47.4
Tal escena de triunfo estaba determinada por Dios mismo. Había sido predicha por el profeta, y el hombre era incapaz de desviar el propósito de Dios.—El Deseado de Todas las Gentes, 523-527. MGD 47.5

El don de Dios a la raza humana


El don de Dios a la raza humana, 8 de febrero

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16. FV 47.1
“El corazón de Dios suspira por sus hijos terrenales con un amor más fuerte que la muerte. Al dar a su Hijo nos ha vertido todo el cielo en un Don.”—El Camino a Cristo, 14. FV 47.2
“Es por medio del don de Cristo que recibimos toda bendición. Por medio de este don desciende sobre nosotros día tras día sin interrupción el raudal de la bondad de Jehová. Todas las flores, con sus delicados tintes y fragancia, nos son dadas para nuestro deleite por medio de este único Don. El sol y la luna fueron hechos por él. No hay una sola estrella que embellezca el cielo que él no haya hecho. Cada gota de lluvia que cae, cada rayo de luz derramado sobre nuestro ingrato mundo, testifica del amor de Dios en Cristo. Todo nos es suministrado por medio del único Don inefable, el unigénito Hijo de Dios. fue clavado en la cruz para que todas estas larguezas corrieran sobre toda la creación de Dios.”—El Ministerio de Curación, 404. FV 47.3
“Al tomar nuestra naturaleza, el Salvador se vinculó con la humanidad por un vínculo que nunca se ha de romper. A través de las edades eternas, queda ligado con nosotros.... Para asegurarnos los beneficios de su inmutable consejo de paz, Dios dio a su Hijo unigénito para que llegase a ser miembro de la familia humana, y retuviese para siempre su naturaleza humana. Tal es la garantía de que Dios cumplirá su promesa. ‘Un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro.’ Dios adoptó la naturaleza humana en la persona de su Hijo, y la llevó al más alto cielo.... El cielo está incorporado en la humanidad, y la humanidad envuelta en el seno del Amor Infinito.”—El Deseado de Todas las Gentes, 20, 21. FV 47.4

Alegra e ilumina


Alegra e ilumina, 8 de febrero

Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. Salmos 19:8. HHD 47.1
Sólo tenemos algunas vislumbres con respecto a la inmensa amplitud de la ley de Dios... Muchos de los que pretenden creer las verdades probatorias de estos últimos días actúan como si Dios no tomara nota de su indiferencia hacia los principios de su santa ley, y su manifiesta desobediencia de ellos. La ley es la expresión de su voluntad, y es por medio de la obediencia a esa ley como se propone aceptar a los hijos de los hombres como sus hijos e hijas... Se ha hecho un sacrificio infinito para que la imagen moral de Dios pueda ser restaurada en el hombre, por medio de la obediencia voluntaria a todos los mandamientos de Dios. Nuestra salvación es sumamente grande, porque se ha hecho amplia provisión por medio de la justicia de Cristo para que seamos puros y cabales, y para que no carezcamos de nada... Si el hombre quiere guardar la ley de Dios por fe en Cristo, los tesoros del cielo estarán a su disposición.—The Review and Herald, 4 de febrero de 1890. HHD 47.2
Abrid los ojos de vuestro entendimiento; contemplad la hermosa armonía de las leyes de Dios en la naturaleza, y pasmaos, y reverenciad a vuestro Creador, el Gobernante supremo del cielo y la tierra. Contempladlo con el ojo de la fe inclinado sobre vosotros en amor... Vuestra fe en Jesús os brindará fortaleza para el cumplimiento de cada propósito, y le dará consistencia a vuestro carácter. Toda vuestra felicidad, vuestra paz, vuestra alegría y vuestro éxito en esta vida dependen de una fe genuina y confiada en Dios. Esta fe os inspirará a obedecer de verdad los mandamientos de Dios. Vuestro conocimiento de Dios y fe en él es el más poderoso medio de apartaros de toda práctica mala, y es el motivo que inspira todo bien. Creed en Jesús como quien os perdona vuestros pecados, y desea que seáis felices en las mansiones que os ha ido a preparar. Desea que viváis en su presencia, para que tengáis vida.—The Youth’s Instructor, 5 de enero de 1887. HHD 47.3

El sábado apunta hacia el creador, exaltad a Jesús como el creador


El sábado apunta hacia el creador, exaltad a Jesús como el creador, 8 de febrero

En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Éxodo 31:13. EJ 47.1
El sábado fue dado a la humanidad entera para conmemorar la obra de la creación. Después de colocar los fundamentos de la tierra, después de vestir al mundo entero con su manto de hermosura, y de crear todas las maravillas de la tierra y el mar, el gran Jehová instituyó el día sábado y lo santificó. Cuando cantaban juntas las estrellas del alba, y todos los hijos de Dios daban voces de júbilo, el sábado fue apartado como un monumento divino. Dios santificó y bendijo el día durante el cual reposó de toda su obra admirable. Y este sábado, santificado por Dios, debía guardarse como un pacto perpetuo. Era un monumento conmemorativo que debía perdurar durante todas las edades, hasta el fin de la historia terrenal. EJ 47.2
Dios rescató a los hebreos de su esclavitud egipcia, y les ordenó observar su sábado, y guardar la ley que había sido dada en el Edén. Realizó un milagro cada semana, con el fin de establecer en sus mentes el hecho de que al comienzo del mundo había instituido su sábado... EJ 47.3
Hay quienes sostienen que el sábado fue dado únicamente para los judíos; pero Dios nunca dijo esto. Le confió su sábado a su pueblo Israel como un depósito sagrado; pero el mismo hecho de que eligiera el desierto de Sinaí, y no Palestina, para proclamar su ley, revela que su propósito era dársela a toda la humanidad. La ley de los Diez Mandamientos es tan antigua como la creación. Por lo tanto, la institución del sábado no tiene ninguna relación especial con los judíos, que no tenga con todos los demás seres creados. Dios ha hecho que la observancia del sábado sea obligatoria para todos los seres humanos. “El sábado—se dice claramente—fue hecho para el hombre”. Por lo tanto, que cada persona que se encuentra en peligro de ser engañada en este punto escuche la Palabra de Dios en vez de las aseveraciones humanas. EJ 47.4
En el Edén, Dios le dijo a Adán acerca del árbol del conocimiento: “El día que de él comieres, ciertamente morirás”. “Entonces la serpiente dijo a la mujer: no moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”. Génesis 2:173:4-5. Adán obedeció la voz de Satanás que le hablaba a través de su esposa; le creyó a una voz diferente de la que había promulgado la ley en el Edén... EJ 47.5
Así como el árbol del conocimiento constituyó la prueba para la obediencia de Adán, la observancia del cuarto mandamiento es la prueba que Dios ha establecido para probar la lealtad de todo su pueblo. La experiencia de Adán seguirá siendo una amonestación para nosotros mientras el tiempo perdure. Nos advierte que no recibamos ninguna instrucción de la boca de seres humanos ni de ángeles, que nos aparte una jota o una tilde de la sagrada ley de Jehová.—The Review and Herald, 30 de agosto de 1898. EJ 47.6

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374