La Fe por la Cual Vivo


La Fe por la Cual Vivo
Bendiciones para los pobres en espíritu, 10 de mayo Bienaventurados los pobres en espíritu; porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5:3. https://ift.tt/3Ljs2N0 “Todos los que sienten la absoluta pobreza del alma, que saben que en sí mismos no hay nada bueno, pueden hallar justicia y fuerza recurriendo a Jesús.”—El Discurso Maestro de Jesucristo, 14. “‘Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.’ El hombre debe despojarse de sí mismo antes que pueda ser, en el sentido más pleno, creyente en Jesús. Entonces el Señor puede hacer del hombre una nueva criatura. Los nuevos odres pueden contener el nuevo vino. El amor de Cristo animará al creyente con nueva vida. En aquel que mira al Autor y Consumador de nuestra fe, se manifestará el carácter de Cristo.”—El Deseado de Todas las Gentes, 239. “El corazón orgulloso lucha para ganar la salvación; pero tanto nuestro derecho al cielo como nuestra idoneidad para él, se hallan en la justicia de Cristo. El Señor no puede hacer nada para sanar al hombre hasta que, convencido éste de su propia debilidad y despojado de toda suficiencia propia, se entrega al dominio de Dios. Entonces puede recibir el don que Dios espera concederle. De nada es privada el alma que siente su necesidad. Ella tiene acceso sin reserva a Aquel en quien mora toda la plenitud.”—Ibid. 258. “Cuando el hombre ha pecado contra un Dios santo y misericordioso, no puede seguir una conducta más noble que la que consiste en arrepentirse sinceramente y confesar sus errores.... Esto es lo que Dios requiere; no puede aceptar sino un corazón quebrantado y un espíritu contrito.”—La Historia de Profetas y Reyes, 321.
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Hijos e Hijas de Dios


Guardo los mandamientos, 10 de mayo Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Juan 15:10. https://ift.tt/h1zb0y2 Cristo fue un representante ante los hombres y los ángeles del carácter del Dios del cielo. Demostró el hecho de que si la humanidad depende plenamente de Dios, los hombres pueden guardar los mandamientos y vivir, y su ley llega a ser como la niña del ojo.—STM 3, 59. El ejemplo de Cristo reviste autoridad para cada hijo e hija de Adán. El manifestó la ley de Dios en su vida, dando a los hombres un ejemplo de lo que puede realizar para la naturaleza humana la obediencia a cada precepto. El es nuestro ejemplo, y de todo el que esté dotado de facultades de raciocinio se requiere que siga en sus pisadas; porque su vida es un modelo perfecto para toda la humanidad. Cristo es la norma completa de carácter que todos pueden alcanzar si participan de la naturaleza divina. “Y en él estáis cumplidos”. ¿Cómo anduvo el Redentor del mundo? No sencillamente complaciéndose a sí mismo, sino para glorificar a Dios al obrar las obras de Dios y elevar al hombre caído que había sido hecho a imagen de Dios. Por precepto y ejemplo enseñó el camino de la justicia, manifestando el carácter de Dios y dando al mundo una norma perfecta de excelencia moral en la humanidad. Los dos grandes preceptos de la ley deben regular la conducta de todos los seres humanos. Esta fue la lección que Jesús enseñó por precepto y ejemplo. Dijo a la gente: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón,... y a tu prójimo como a ti mismo”. El Señor Dios del cielo requiere de las inteligencias humanas amor y culto supremos.—The Youth’s Instructor, 18 de octubre de 1894.

Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
Guardo los mandamientos, 10 de mayo Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Juan 15:10. https://ift.tt/h1zb0y2 Cristo fue un representante ante los hombres y los ángeles del carácter del Dios del cielo. Demostró el hecho de que si la humanidad depende plenamente de Dios, los hombres pueden guardar los mandamientos y vivir, y su ley llega a ser como la niña del ojo.—STM 3, 59. El ejemplo de Cristo reviste autoridad para cada hijo e hija de Adán. El manifestó la ley de Dios en su vida, dando a los hombres un ejemplo de lo que puede realizar para la naturaleza humana la obediencia a cada precepto. El es nuestro ejemplo, y de todo el que esté dotado de facultades de raciocinio se requiere que siga en sus pisadas; porque su vida es un modelo perfecto para toda la humanidad. Cristo es la norma completa de carácter que todos pueden alcanzar si participan de la naturaleza divina. “Y en él estáis cumplidos”. ¿Cómo anduvo el Redentor del mundo? No sencillamente complaciéndose a sí mismo, sino para glorificar a Dios al obrar las obras de Dios y elevar al hombre caído que había sido hecho a imagen de Dios. Por precepto y ejemplo enseñó el camino de la justicia, manifestando el carácter de Dios y dando al mundo una norma perfecta de excelencia moral en la humanidad. Los dos grandes preceptos de la ley deben regular la conducta de todos los seres humanos. Esta fue la lección que Jesús enseñó por precepto y ejemplo. Dijo a la gente: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón,... y a tu prójimo como a ti mismo”. El Señor Dios del cielo requiere de las inteligencias humanas amor y culto supremos.—The Youth’s Instructor, 18 de octubre de 1894.
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Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
Honra para los que honran a Dios, 10 de mayo ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Romanos 6:16. https://ift.tt/1Pd6Nqa Cuando se le ha permitido a la mente ocuparse únicamente de cosas terrenales, la tarea de cambiar los hábitos de pensamiento resulta muy difícil. Lo que los ojos ven y los oídos oyen, demasiado a menudo atrae la atención y absorbe el interés. Pero si hemos de entrar en la ciudad de Dios y contemplar a Jesús en su gloria, debemos acostumbrarnos aquí a mirarlo con los ojos de la fe. Las palabras y el carácter de Cristo debieran ser a menudo el tema de nuestros pensamientos y conversaciones; y cada día se debería dedicar un tiempo especial a la oración y la meditación acerca de estos temas sagrados. La santificación es una tarea diaria. Que nadie se engañe a sí mismo pensando que Dios lo perdonará y bendecirá mientras continúe pisoteando uno de sus requerimientos. La comisión voluntaria de un pecado reconocido silencia el testimonio de la voz del Espíritu, y separa el alma de Dios. No importa cuál sea el éxtasis del sentimiento religioso, Jesús no puede morar en el corazón de la persona que desprecia la ley divina. Dios honrará únicamente a los que le honran. “Si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis”. Si consentimos el enojo, la pasión, la codicia, el odio, el egoísmo o cualquier otro pecado, nos hacemos esclavos del pecado. “Ninguno puede servir a dos señores”. Si servimos al pecado, no podemos servir a Cristo. El cristiano experimentará las exigencias del pecado, porque la carne codicia contra el Espíritu; pero el Espíritu lucha contra la carne, manteniendo una guerra constante. Aquí es donde se necesita la ayuda de Cristo. La debilidad humana se une con la fuerza divina y la fe exclama: “Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. 1 Corintios 15:57. Si hemos de desarrollar un carácter que Dios pueda aceptar, debemos formar hábitos correctos en nuestra vida religiosa. La oración cotidiana es esencial para crecer en la gracia, y aun para la misma vida espiritual, así como el alimento físico es indispensable para el bienestar temporal. Debemos acostumbrarnos a elevar a menudo nuestros pensamientos en oración a Dios. Si la mente divaga, debemos traerla de vuelta; mediante el esfuerzo perseverante se transformará por fin en algo habitual. Ni por un momento podemos separarnos de Cristo sin peligro. Podemos tener su presencia que nos ayude a cada paso únicamente si respetamos las condiciones que él mismo ha establecido. La religión debe transformarse en el gran propósito de la vida. Todo lo demás debe subordinarse a ella. Todas las facultades del alma, el cuerpo y el espíritu deben empeñarse en la lucha cristiana. Debemos confiar en Cristo para recibir fuerza y gracia, y ganaremos la victoria tan ciertamente como Jesús la ganó por nosotros.—The Review and Herald, 15 de noviembre de 1887.
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Exaltad a Jesús


Honra para los que honran a Dios, 10 de mayo ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Romanos 6:16. https://ift.tt/1Pd6Nqa Cuando se le ha permitido a la mente ocuparse únicamente de cosas terrenales, la tarea de cambiar los hábitos de pensamiento resulta muy difícil. Lo que los ojos ven y los oídos oyen, demasiado a menudo atrae la atención y absorbe el interés. Pero si hemos de entrar en la ciudad de Dios y contemplar a Jesús en su gloria, debemos acostumbrarnos aquí a mirarlo con los ojos de la fe. Las palabras y el carácter de Cristo debieran ser a menudo el tema de nuestros pensamientos y conversaciones; y cada día se debería dedicar un tiempo especial a la oración y la meditación acerca de estos temas sagrados. La santificación es una tarea diaria. Que nadie se engañe a sí mismo pensando que Dios lo perdonará y bendecirá mientras continúe pisoteando uno de sus requerimientos. La comisión voluntaria de un pecado reconocido silencia el testimonio de la voz del Espíritu, y separa el alma de Dios. No importa cuál sea el éxtasis del sentimiento religioso, Jesús no puede morar en el corazón de la persona que desprecia la ley divina. Dios honrará únicamente a los que le honran. “Si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis”. Si consentimos el enojo, la pasión, la codicia, el odio, el egoísmo o cualquier otro pecado, nos hacemos esclavos del pecado. “Ninguno puede servir a dos señores”. Si servimos al pecado, no podemos servir a Cristo. El cristiano experimentará las exigencias del pecado, porque la carne codicia contra el Espíritu; pero el Espíritu lucha contra la carne, manteniendo una guerra constante. Aquí es donde se necesita la ayuda de Cristo. La debilidad humana se une con la fuerza divina y la fe exclama: “Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. 1 Corintios 15:57. Si hemos de desarrollar un carácter que Dios pueda aceptar, debemos formar hábitos correctos en nuestra vida religiosa. La oración cotidiana es esencial para crecer en la gracia, y aun para la misma vida espiritual, así como el alimento físico es indispensable para el bienestar temporal. Debemos acostumbrarnos a elevar a menudo nuestros pensamientos en oración a Dios. Si la mente divaga, debemos traerla de vuelta; mediante el esfuerzo perseverante se transformará por fin en algo habitual. Ni por un momento podemos separarnos de Cristo sin peligro. Podemos tener su presencia que nos ayude a cada paso únicamente si respetamos las condiciones que él mismo ha establecido. La religión debe transformarse en el gran propósito de la vida. Todo lo demás debe subordinarse a ella. Todas las facultades del alma, el cuerpo y el espíritu deben empeñarse en la lucha cristiana. Debemos confiar en Cristo para recibir fuerza y gracia, y ganaremos la victoria tan ciertamente como Jesús la ganó por nosotros.—The Review and Herald, 15 de noviembre de 1887.

En los Lugares Celestiales


En los Lugares Celestiales
La fuente de sabiduría, 10 de mayo El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre. Salmos 111:10. https://ift.tt/JO7XWdD Es una gran cosa ser sabios para con Dios. El temor de Jehová es el principio de la sabiduría. Esto es educación del corazón y es más importante que la educación que se obtiene meramente de los libros. Es bueno y esencial obtener un conocimiento del mundo en que vivimos, pero si dejamos la eternidad fuera de nuestros cálculos, sufriremos un fracaso del cual nunca podremos resarcirnos. Será como el conocimiento obtenido comiendo el fruto del árbol prohibido... ¿Qué puede saber a ciencia cierta el más versado erudito sin un conocimiento de la Palabra de Dios? Sin la educación que está en la Biblia, ¿cómo podremos alcanzar el mundo venidero donde estaremos en la presencia de Dios y veremos su rostro? Nada de la sabiduría de este mundo, del conocimiento libresco, presenta un fundamento verdadero y seguro sobre el cual podamos edificar para la eternidad. Nada sino el pan del cielo satisface el hambre espiritual. “Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo”. “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. Juan 6:33, 63. Como una alegre luz esta promesa brilla entre las tinieblas morales. Al comer las palabras de Cristo estamos comiendo el pan de vida que imparte vitalidad espiritual. La palabra del único Dios verdadero es infalible. Sabiduría, santidad, poder y amor infinitos están combinados para señalarnos la norma con la cual Dios mide el carácter. La Palabra de Dios define tan claramente la ley de su reino que nadie necesita andar en tinieblas. Su ley es el trasunto de su carácter. Es la norma que todos deben alcanzar si quieren entrar en el reino de Dios.—Manuscrito 15, 1898.
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En los Lugares Celestiales


La fuente de sabiduría, 10 de mayo El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre. Salmos 111:10. https://ift.tt/JO7XWdD Es una gran cosa ser sabios para con Dios. El temor de Jehová es el principio de la sabiduría. Esto es educación del corazón y es más importante que la educación que se obtiene meramente de los libros. Es bueno y esencial obtener un conocimiento del mundo en que vivimos, pero si dejamos la eternidad fuera de nuestros cálculos, sufriremos un fracaso del cual nunca podremos resarcirnos. Será como el conocimiento obtenido comiendo el fruto del árbol prohibido... ¿Qué puede saber a ciencia cierta el más versado erudito sin un conocimiento de la Palabra de Dios? Sin la educación que está en la Biblia, ¿cómo podremos alcanzar el mundo venidero donde estaremos en la presencia de Dios y veremos su rostro? Nada de la sabiduría de este mundo, del conocimiento libresco, presenta un fundamento verdadero y seguro sobre el cual podamos edificar para la eternidad. Nada sino el pan del cielo satisface el hambre espiritual. “Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo”. “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. Juan 6:33, 63. Como una alegre luz esta promesa brilla entre las tinieblas morales. Al comer las palabras de Cristo estamos comiendo el pan de vida que imparte vitalidad espiritual. La palabra del único Dios verdadero es infalible. Sabiduría, santidad, poder y amor infinitos están combinados para señalarnos la norma con la cual Dios mide el carácter. La Palabra de Dios define tan claramente la ley de su reino que nadie necesita andar en tinieblas. Su ley es el trasunto de su carácter. Es la norma que todos deben alcanzar si quieren entrar en el reino de Dios.—Manuscrito 15, 1898.

El Cristo Triunfante


Cómo ve Dios al supuesto pecado “pequeño”, 10 de mayo “Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros”. Josué 7:13. https://ift.tt/yQ4Jc2v Aquellos que profesando el cristianismo fallan en la piedad práctica son como luces y señales falsas que apuntan hacia un camino equivocado... No han integrado los principios de la verdad que dicen creer a la vida práctica y miran benévolamente a sus pecados y errores considerándolos de poca importancia. Cuando Acán robó el lingote de oro y el manto babilónico, también pensó que era una nimiedad, aunque Dios claramente había ordenado que todos los bienes de Jericó debían ser destruidos por completo. Acán creyó que aquello era algo de poca importancia y que, si no se apropiaba de ellos dichos artículos habrían de perecer. Pero la historia demuestra que aquello que a sus ojos no tenía mucho valor, era para Dios de mucha importancia, pues se había desobedecido la Palabra del Señor... Por causa del pecado de este hombre, la presencia del Señor se retiró de las huestes de Israel. Por causa de sus pecados, Dios no los ayudaría. Cuando los hijos de Israel fueron contra Ai, fueron derrotados y regresaron frustrados, pues habían perdido a treinta y seis guerreros y “el corazón del pueblo desfalleció y vino a ser como agua”... Cuando regresaron derrotados y deshonrados por el enemigo, “Josué rompió sus vestidos, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta caer la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas. Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos, para que nos destruyan? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán! ¡Ay Señor! ¿qué diré, ya que Israel ha vuelto la espalda delante de sus enemigos? Porque los cananeos y todos los moradores de la tierra oirán, y nos rodearán, y borrarán nuestros nombres de sobre la tierra; y entonces, ¿qué harás tú a tu grande nombre”? Si tenéis discernimiento espiritual, podréis ver en la oración de Josué que lo que Acán estimó como cosa muy pequeña fue causa de gran angustia y pesar para los hombres responsables de Israel... Acán, la parte culpable, no sintió la aflicción. Tomó todo muy fríamente... Antes de ir a Jericó se les había impartido instrucción sobre el curso de acción que debían seguir. Josué había dicho: “la ciudad será anatema a Jehová; ella con todas las cosas que están en ella”... Acán había escuchado todas estas indicaciones, pero codició el anatema de Jericó, destinado a la destrucción. Estuvo listo para robar el oro y la plata que debían ser consagrados a Dios para ponerlos en la tesorería de su casa... Escuchad las palabras que brotan de los labios de Jesucristo, quien envuelto en la columna de nube, dijo: “No estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros”.—Carta 13, 1893.

Dios nos Cuida


Hijos, no siervos, 10 de mayo Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia. Hebreos 12:28. https://ift.tt/4fyRJYT Hay muchos que profesan ser seguidores de Cristo, y sin embargo no son hacedores de su Palabra. No saborean esa Palabra porque les indica servicio que no les es agradable. No les gustan los sanos e íntimos reproches, las fervientes exhortaciones. No aman la justicia, pero son dominados despóticamente por sus propios impulsos humanos caprichosos. Significa una enorme diferencia la forma en que servimos a Dios. El muchacho que estudia a regañadientes sus lecciones porque tiene que aprenderlas, nunca será un verdadero estudiante. El hombre que pretende guardar los mandamientos de Dios porque piensa que debe hacerlo, nunca entrará en el gozo de la obediencia. La esencia y sabor de toda obediencia es la manifestación externa de un principio interno: el amor a la justicia, el amor a la ley de Dios. La esencia de toda justicia es lealtad a nuestro Redentor, hacer lo correcto porque es correcto. Cuando la Palabra de Dios es una carga porque corta directamente a través de las inclinaciones humanas, entonces la vida religiosa no es una vida cristiana, sino un esfuerzo penoso y tirantez, una obediencia forzada. Se han puesto a un lado toda la pureza y la piedad de la religión. Pero la adopción en la familia de Dios nos hace hijos y no esclavos. Cuando el amor de Cristo entra en el corazón, nos esforzamos por imitar el carácter de Cristo... Mientras más estudiamos la vida de Cristo dispuestos a obedecer, más semejantes a Cristo nos volvemos. El Espíritu Santo infunde claro entendimiento en el corazón de cada verdadero hacedor de la Palabra. Mientras más crucificamos las prácticas egoístas impartiendo nuestras bendiciones a otros y ejerciendo nuestras facultades recibidas de Dios, más se fortalecerán las gracias celestiales y aumentarán en nosotros. Creceremos en espiritualidad, en paciencia, en fortaleza, en humildad, en delicadeza... Los carros en un tren no sólo están conectados a la locomotora; recorren la misma vía. ¿A quién estamos siguiendo?

Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
Dios lo recordó, 10 de mayo Jueces 16:24-31. https://ift.tt/PGE0F3r Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí. Jueces 16:28. En el sufrimiento y la humillación, mientras era juguete de los filisteos, Sansón aprendió más que nunca antes acerca de sus debilidades; y sus aflicciones le llevaron al arrepentimiento. A medida que el pelo crecía, le volvía gradualmente su fuerza; pero sus enemigos, considerándole como un prisionero encadenado e impotente, no sentían aprensión alguna. Los filisteos atribuían su victoria a sus dioses; y regocijándose, desafiaban al Dios de Israel. Se decidió hacer una fiesta en honor de Dagón el dios pez, “protector del mar”. De todos los pueblos y campos de la llanura filistea, se congregaron la gente y sus señores. Muchedumbre de adoradores llenaban el gran templo y las galerías alrededor del techo. Era una ocasión de festividad y regocijo. Resaltó la pompa de los sacrificios, seguidos de música y banqueteo. Entonces, como trofeo culminante del poder de Dagón, se hizo traer a Sansón. Grandes gritos de regocijo saludaron su aparición. El pueblo y los príncipes se burlaron de su condición miserable y adoraron al dios que había vencido “al destruidor de nuestra tierra”. Después de un rato, como si estuviese cansado, Sansón pidió permiso para descansar apoyándose contra las dos columnas centrales que sostenían el techo del templo. Elevó entonces en silencio la siguiente oración: “Señor Jehová, acuérdate de mí, y esfuérzame, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos”. Con estas palabras abrazó las columnas con sus poderosos brazos; y diciendo: “Muera yo con los filisteos”, se inclinó; y cayó el techo, matando de un solo golpe a toda la vasta multitud que estaba allí. “Y fueron muchos más los que de ellos mató muriendo, que los que había muerto en su vida”. El ídolo y sus adoradores, los sacerdotes y los campesinos, los guerreros y los nobles, quedaron sepultados juntos debajo de las ruinas del templo de Dagón. Y entre ellos estaba el cuerpo gigantesco de aquel a quien Dios había escogido para que libertase a su pueblo.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 611, 612. La contienda, en vez de ser entre Sansón y los filisteos, era ahora entre Jehová y Dagón, y de esta forma el Señor hizo valer su poder omnipotente y su autoridad suprema. The S.D.A. Bible Commentary 2:1007, 1008.
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Cada Día con Dios


Vivos para Dios, 10 de mayo A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. Mateo 10:32, 33. https://ift.tt/6DJtk8s ¿Cómo es esto? ¿Estamos confesando a Cristo cada día en nuestra vida? ¿Lo confesamos mediante nuestra vestimenta, al ataviarnos con adornos sencillos y modestos? ¿Es nuestro arreglo el de un espíritu tranquilo y apacible que es de gran valor a la vista de Dios? ¿Estamos tratando de promover la causa del Maestro? ¿Es definido el límite que existe entre ustedes y el mundo, o están intentando seguir las modas de esta época degenerada? ¿No hay diferencia entre ustedes y los mundanos? ¿Obra en ustedes el mismo espíritu que obra en los hijos de desobediencia? Si somos cristianos, seguiremos a Cristo, aunque la senda por la que tengamos que caminar no concuerde con nuestras inclinaciones naturales. No vale la pena que yo les diga que no deben usar esto o aquello, porque si el amor a estas cosas vanas está en el corazón de ustedes, el abandono de estos adornos será lo mismo que cortarle las hojas a un árbol. Las inclinaciones del corazón natural volverán por sus fueros. Ustedes deben tener su propia conciencia. ¡Oh, si nos acordáramos que Cristo se hizo pobre para que por su pobreza llegáramos a ser ricos! ¿No trataríamos de honrar su nombre y promover su causa? Debemos permanecer en él como los pámpanos permanecen en la vid. Jesús dice: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer... En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”. Juan 15:5, 8. Si cumpliéramos esta orden de nuestro Señor, la situación de nuestras iglesias sería completamente distinta, y sabríamos qué significa la obra íntima del Espíritu de Dios. Lo que necesitamos es que el hacha esté puesta junto a la raíz del árbol. Queremos morir al mundo, morir al yo y vivir para Dios. Nuestra vida debe estar escondida con Cristo en Dios, de manera que cuando él aparezca nosotros también podamos aparecer con él en gloria. Necesitamos acercarnos a Cristo para que los hombres puedan saber que hemos estado con él y hemos aprendido de él... Mantengan sus ojos puestos en Cristo. Con humildad tratemos de acercarnos a Dios. Mediante las palabras, la conducta y la vida, confesemos a Cristo.—The Review and Herald, 10 de mayo de 1892.

Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
Vivos para Dios, 10 de mayo A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. Mateo 10:32, 33. https://ift.tt/6DJtk8s ¿Cómo es esto? ¿Estamos confesando a Cristo cada día en nuestra vida? ¿Lo confesamos mediante nuestra vestimenta, al ataviarnos con adornos sencillos y modestos? ¿Es nuestro arreglo el de un espíritu tranquilo y apacible que es de gran valor a la vista de Dios? ¿Estamos tratando de promover la causa del Maestro? ¿Es definido el límite que existe entre ustedes y el mundo, o están intentando seguir las modas de esta época degenerada? ¿No hay diferencia entre ustedes y los mundanos? ¿Obra en ustedes el mismo espíritu que obra en los hijos de desobediencia? Si somos cristianos, seguiremos a Cristo, aunque la senda por la que tengamos que caminar no concuerde con nuestras inclinaciones naturales. No vale la pena que yo les diga que no deben usar esto o aquello, porque si el amor a estas cosas vanas está en el corazón de ustedes, el abandono de estos adornos será lo mismo que cortarle las hojas a un árbol. Las inclinaciones del corazón natural volverán por sus fueros. Ustedes deben tener su propia conciencia. ¡Oh, si nos acordáramos que Cristo se hizo pobre para que por su pobreza llegáramos a ser ricos! ¿No trataríamos de honrar su nombre y promover su causa? Debemos permanecer en él como los pámpanos permanecen en la vid. Jesús dice: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer... En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”. Juan 15:5, 8. Si cumpliéramos esta orden de nuestro Señor, la situación de nuestras iglesias sería completamente distinta, y sabríamos qué significa la obra íntima del Espíritu de Dios. Lo que necesitamos es que el hacha esté puesta junto a la raíz del árbol. Queremos morir al mundo, morir al yo y vivir para Dios. Nuestra vida debe estar escondida con Cristo en Dios, de manera que cuando él aparezca nosotros también podamos aparecer con él en gloria. Necesitamos acercarnos a Cristo para que los hombres puedan saber que hemos estado con él y hemos aprendido de él... Mantengan sus ojos puestos en Cristo. Con humildad tratemos de acercarnos a Dios. Mediante las palabras, la conducta y la vida, confesemos a Cristo.—The Review and Herald, 10 de mayo de 1892.
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¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Un gran terror inminente, 10 de mayo Hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. 1 Corintios 4:9. https://ift.tt/Uz3dDMF El mundo es un teatro: Los actores, sus habitantes, se preparan para desempeñar su parte en el último gran drama. En cuanto a las grandes masas humanas, no hay unidad, excepto cuando los hombres se confederan para realizar sus propósitos egoístas. Dios está observando. Sus propósitos con respecto a sus súbditos rebeldes, serán cumplidos. El mundo no ha sido entregado en las manos de lo hombres, aun cuando Dios permite que los elementos de la confusión y el desorden ejerzan dominio temporariamente. Un poder de abajo está actuando para poner en acción la grandes escenas finales del drama: La venida de Satanás, como si fuera Cristo, y su actuación con todo engaño de iniquidad en aquellos que se unen en sociedades secretas. Los que se entregan a la pasión por confederarse están llevando a cabo los planes del enemigo. La causa será seguida por el efecto.12Servicio Cristiano Eficaz, 64. La transgresión casi ha llegado a su límite máximo. La confusión llena el mundo, y pronto ha de venir sobre los seres humanos un gran terror. El fin está muy cerca. Nosotros, que conocemos la verdad, hemos de prepararnos para lo que pronto ha de irrumpir sobre el mundo como una sorpresa agobiadora.13Servicio Cristiano Eficaz, 65, 66. ¿Estamos dormidos como pueblo? ¡Oh, si los jóvenes de ambos sexos de nuestras instituciones, que ahora no están listos para la aparición del Señor, que están inhabilitados para ser miembros de la familia del Señor, pudieran discernir las señales de los tiempos, qué cambio se vería en ellos! El Señor Jesús está llamando a obreros abnegados que sigan sus pisadas, que avancen y trabajen por él, para alzar la cruz y seguir por donde él va. Muchos se satisfacen rápidamente ofreciéndole al Señor insignificantes actos de servicio. Su cristianismo es débil. Cristo se entregó a sí mismo por los pecadores. ¡Qué ansiedad por la salvación de las almas debiera llenarnos al ver a los seres humanos que perecen en el pecado! Esas almas han sido compradas por un precio infinito. La muerte del Hijo de Dios en la cruz del Calvario es la medida de su valor. Día tras día están decidiendo si tendrán vida eterna o muerte eterna.14Testimonies for the Church 8:28, 29.
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La Fe por la Cual Vivo


Comentarios Elena G.W Exaltad a Jesús, 26 de abril, “Nuestra única salvaguardia en la prueba y la tentación”, p. 124; https://ift.tt/iShzj09 La fe por la cual vivo, 15 de marzo, “Los mandamientos de Dios son inmutables”, p. 82. https://ift.tt/W0piZSk

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374