La Fe por la Cual Vivo


La Fe por la Cual Vivo
El amor resiste la prueba, 8 de septiembre Llevóme a la cámara del vino y su bandera sobre mí fue amor. Cantares 2:4. https://ift.tt/mVM58Ek “Antes de dar su mano en matrimonio, toda mujer debería preguntarse si es digno aquel con quien está por unir su destino. ¿Cuál ha sido su vida anterior? ¿Es puro? ¿Es el amor que manifiesta de un carácter noble y elevado, o es un mero encanto emotivo? ¿Tiene los rasgos de carácter que pueden hacerla feliz? ¿Puede ella hallar paz y gozo verdaderos en su afecto? ¿Se le permitirá conservar su individualidad, o debe someter su criterio y su conciencia al dominio de su esposo? Como discípula de Cristo no se pertenece, ha sido comprada por precio. ¿Puede honrar como supremos los derechos de su Salvador? ¿Serán conservados puros y santos el cuerpo y el alma, los pensamientos y propósitos? Estas preguntas tienen una relación vital con el bienestar de toda mujer que contrae matrimonio.”—Mensajes para los Jóvenes, 437. “Si gozáis del privilegio de tener padres temerosos de Dios, consultadlos. Comunicadles vuestras esperanzas e intenciones, sacad provecho de lo que la vida les enseñó a ellos, y os ahorraréis no pocas penas. Por encima de todo, haced de Cristo vuestro consejero. Estudiad su Palabra con oración. “Contando con semejante dirección, acepte la joven como compañero de la vida tan sólo a un hombre de rasgos de carácter puros y viriles, a uno que sea diligente, lleno de aspiraciones, honrado, que ame y tema a Dios.”—Ibid. 433. “Sólo en Cristo puede formarse una feliz unión matrimonial. El amor humano debe encontrar sus más estrechos lazos en el amor divino.”—El Ministerio de Curación, 336.
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El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
Todo creyente debe conocer a Cristo, 8 de septiembre “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”. 1 Juan 3:1. https://ift.tt/LrDEdBJ ¿Cuántos hoy ven a Jesucristo, el Salvador del mundo, como él es? ¡Cuán pocos lo conocen! ¡Cuán pocos conocen al Padre! ¡Cada uno que conoce a Cristo conoce algo del Padre! Ver a Cristo como él es, es una de las más grandes bendiciones que haya podido tener la caída humanidad. El precioso Salvador, ¡verlo como él es! Cuántos hay que sólo tienen un concepto parcial de Jesucristo. Hay muchos que por sus palabras lo reconocen como el Redentor del mundo, sin embargo, no lo reconocen como su Salvador personal. Y esto, tener un conocimiento de Dios en Cristo Jesús, es esencial... “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo”. ¿Qué esperanza? La de ver a Jesús como él es, por medio de la fe viva que se aferra del brazo del Dios infinito. La fe que lo reconoce como nuestro Salvador personal. ¿Quién conoce a Jesús así? La contemplación accidental de Cristo no ha de salvar a una sola alma. ¿Lo conoce usted por medio de una relación de fe? Había una labor maravillosa que Cristo debía realizar cuando vino a nuestro mundo. Satanás estaba manejando las cosas como le placía. El enemigo, como príncipe del mundo, había reclamado este territorio como suyo. Cristo vino a disputar el poder y la pretensión de Satanás y a rescatar a la raza humana de su poder opresivo... El campo de batalla estaba aquí en este pequeño planeta. Y el conflicto continuó entre el Príncipe de la vida y los poderes de las tinieblas. ¿Quién habría de triunfar? Todo el universo celestial, todas las inteligencias celestiales contemplaban a Cristo informándose de la contienda. Cristo estaba disputando la autoridad de Satanás y éste lo seguía a cada paso, decidido a derrotarlo con sus tentaciones, determinado a agotar la paciencia y longanimidad de Dios para con la familia humana, con el propósito de conducir a cada uno de ellos a la ruina... Cualesquiera que sean vuestras debilidades o flaquezas, hay esperanza en Dios. Nuestro precioso Salvador vino a salvar hasta lo sumo a cada alma que acuda a él... A todos aquellos que han enriquecido sus mentes con los placeres mundanales, él viene para levantar su voz de advertencia y presentar la eternidad ante su vista; abre el cielo ante vosotros. Su gloria ilumina el umbral y esa gloria fluye por una puerta que, gracias a Dios, se encuentra abierta de par en par.—Manuscrito 86, 1894.
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Alza tus Ojos


Ayuda prometida para el conflicto, 8 de septiembre Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Isaías 43:1. https://ift.tt/9IY3fp2 Todo obstáculo para la redención del pueblo de Dios ha de ser erradicado abriendo la Palabra de Dios y presentando un simple “Así dice el Señor”. La verdadera luz ha de resplandecer, puesto que tinieblas cubren la tierra y densa oscuridad a los pueblos. La verdad del Dios viviente debe aparecer en marcado contraste con el error. Proclamen las buenas nuevas: Tenemos un Salvador que dio su vida para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Aparecerán trabas para impedir el progreso de la obra del Señor, pero no teman. A la omnipotencia del Rey de reyes, nuestro Dios, observador del pacto, une la bondad y el cuidado de un tierno pastor. Nada puede obstruir su camino. Su poder es absoluto y es la garantía inamovible del cumplimiento de sus promesas a su pueblo. Puede quitar todo obstáculo para el adelanto de su causa. Tiene medios para eliminar toda dificultad, a fin de que los que lo sirven y respetan los métodos que El emplea sean librados. Su benignidad y amor son infinitos, y su pacto es inalterable... La iglesia de Cristo es el instrumento de Dios para la proclamación de la verdad. Está autorizada por El para efectuar una labor especial, y si es fiel a Dios y obediente a todos sus mandamientos, morará en ella la excelencia del poder divino. Si honra al Señor Dios de Israel ningún poder podrá oponérsele. Si mantiene su fidelidad, las fuerzas del enemigo ya no podrán subyugarla más de lo que puede la paja resistir al remolino de viento. Se halla ante la iglesia el amanecer de un día glorioso y brillante si se coloca el manto de la justicia de Cristo, apartándose de toda alianza con el mundo. Los miembros de la iglesia necesitan ahora confesar sus errores y unirse. Mis hermanos y hermanas, no permitan que nada se introduzca y los separe entre sí y de Dios. No hablen de diferencias de opiniones sino únanse en el amor de la verdad según es en Cristo Jesús. Acudan a Dios e imploren por la sangre derramada del Salvador como razón para recibir ayuda en la contienda contra el mal. Les aseguro que no suplicarán en vano. A medida que se acerquen a Dios, con sincera contrición y en total certidumbre de fe, el enemigo que procura destruirlos será vencido. Regresen al Señor, prisioneros de la esperanza. Procuren la fortaleza de Dios, del Dios vivo. Muestren una fe humilde y firme en su poder y en su disposición para salvar. De Cristo está fluyendo el torrente viviente de Salvación. El es la fuente de vida y el Manantial de todo poder.—Carta 199, del 8 de septiembre de 1903, dirigida a “Mis hermanos en puestos de responsabilidad en la causa de Dios”.

A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
Confianza en tiempo de prueba, 8 de septiembre Sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28. https://ift.tt/WsUJIQa La esperanza del cristiano no está basada en el arenoso fundamento de los sentimientos. Los que obran por principio contemplarán la gloria de Dios más allá de las sombras, y confiarán en la segura palabra de su promesa. No se les disuadirá de honrar a Dios, no importa cuán tenebroso parezca el camino. La adversidad y las pruebas solamente les proporcionarán la oportunidad de mostrar la sinceridad de su fe y amor. Cuando el alma esté deprimida, eso no será evidencia de que Dios ha cambiado. “Es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. Hebreos 13:8. Estáis seguros del favor de Dios cuando sois sensibles a los rayos del Sol de Justicia; pero si las nubes inundan vuestra alma, no debéis creer que estáis olvidados. Vuestra fe debe abrirse camino a través de la oscuridad. ... Hay que tener en cuenta siempre las riquezas de la gracia de Cristo. Atesorad las lecciones provistas por su amor. Que vuestra fe sea como la de Job, para que podáis decir: “Aunque él me matare, en él esperaré”. Job 13:15. Aferraos a las promesas de vuestro Padre celestial, y recordad cómo os ha tratado antes a vosotros y a sus siervos, porque “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”. Las vicisitudes más difíciles de la vida cristiana deberían ser las que proporcionen mayores bendiciones. Las providencias especiales recibidas en las horas lóbregas deben animar al alma en los futuros ataques de Satanás, y deben aparejar al siervo de Dios para que permanezca firme en las fieras pruebas. La prueba de vuestra fe es más preciosa que el oro. Debéis tener esa confianza en Dios que no es perturbada por las tentaciones y los argumentos del engañador. Confiad en la palabra del Señor. La fe familiariza al alma con la existencia y la presencia de Dios.—The Review and Herald, 24 de enero de 1888.
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A Fin de Conocerle


Confianza en tiempo de prueba, 8 de septiembre Sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28. https://ift.tt/WsUJIQa La esperanza del cristiano no está basada en el arenoso fundamento de los sentimientos. Los que obran por principio contemplarán la gloria de Dios más allá de las sombras, y confiarán en la segura palabra de su promesa. No se les disuadirá de honrar a Dios, no importa cuán tenebroso parezca el camino. La adversidad y las pruebas solamente les proporcionarán la oportunidad de mostrar la sinceridad de su fe y amor. Cuando el alma esté deprimida, eso no será evidencia de que Dios ha cambiado. “Es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. Hebreos 13:8. Estáis seguros del favor de Dios cuando sois sensibles a los rayos del Sol de Justicia; pero si las nubes inundan vuestra alma, no debéis creer que estáis olvidados. Vuestra fe debe abrirse camino a través de la oscuridad. ... Hay que tener en cuenta siempre las riquezas de la gracia de Cristo. Atesorad las lecciones provistas por su amor. Que vuestra fe sea como la de Job, para que podáis decir: “Aunque él me matare, en él esperaré”. Job 13:15. Aferraos a las promesas de vuestro Padre celestial, y recordad cómo os ha tratado antes a vosotros y a sus siervos, porque “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”. Las vicisitudes más difíciles de la vida cristiana deberían ser las que proporcionen mayores bendiciones. Las providencias especiales recibidas en las horas lóbregas deben animar al alma en los futuros ataques de Satanás, y deben aparejar al siervo de Dios para que permanezca firme en las fieras pruebas. La prueba de vuestra fe es más preciosa que el oro. Debéis tener esa confianza en Dios que no es perturbada por las tentaciones y los argumentos del engañador. Confiad en la palabra del Señor. La fe familiariza al alma con la existencia y la presencia de Dios.—The Review and Herald, 24 de enero de 1888.

¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Breve tiempo de paz, 8 de septiembre Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 1 Tesalonicenses 5:3. https://ift.tt/Qfld146 Cuando se esté terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción sobre la tierra, y las naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan la realización de la obra del tercer ángel. En ese tiempo descenderá la “lluvia tardía”, o refrigerio de la presencia del Señor, para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete plagas postreras serán derramadas.20Primeros Escritos, 85, 86. Se me mostraron los habitantes de la tierra sumidos en la mayor confusión. Guerra, derramamiento de sangre, privación, necesidad, hambre y pestilencia abundaban en la tierra. A medida que estas cosas rodeaban a los hijos de Dios, éstos comenzaron a unirse y a eliminar sus pequeñas dificultades. Ya no actuaban dominados por un sentido de su dignidad personal, sino que una profunda humildad tomó el lugar de ésta. El sufrimiento, la perplejidad y la escasez hicieron que la razón retomara su trono, y que el hombre apasionado e irrazonable se volviese cuerdo y actuase con discreción y sabiduría. Se me llamó entonces la atención a otra escena. Parecía haber un corto tiempo de paz. Una vez más los habitantes de la tierra fueron presentados delante de mí; y de nuevo todas las cosas se hallaban en la mayor confusión. La lucha, la guerra, el derramamiento de sangre, con hambre y pestilencia, rugían por doquier. Otras naciones se hallaban empeñadas en esta guerra y confusión. La guerra causaba hambre. La necesidad y el derramamiento de sangre producían pestilencia. Y entonces los corazones de los hombres desfallecían “por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra”. Lucas 21:26.21Testimonies for the Church 1:268. Los ángeles están reteniendo hoy los vientos de lucha, hasta que el mundo sea amonestado acerca de su inminente destrucción; pero se está preparando una tormenta, que se ha de desencadenar sobre la tierra, y cuando Dios ordene a sus ángeles que suelten los vientos, habrá tal escena de contienda que ninguna pluma la puede describir.22EE, 510.
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Breve tiempo de paz, 8 de septiembre Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 1 Tesalonicenses 5:3. https://ift.tt/Qfld146 Cuando se esté terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción sobre la tierra, y las naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan la realización de la obra del tercer ángel. En ese tiempo descenderá la “lluvia tardía”, o refrigerio de la presencia del Señor, para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete plagas postreras serán derramadas.20Primeros Escritos, 85, 86. Se me mostraron los habitantes de la tierra sumidos en la mayor confusión. Guerra, derramamiento de sangre, privación, necesidad, hambre y pestilencia abundaban en la tierra. A medida que estas cosas rodeaban a los hijos de Dios, éstos comenzaron a unirse y a eliminar sus pequeñas dificultades. Ya no actuaban dominados por un sentido de su dignidad personal, sino que una profunda humildad tomó el lugar de ésta. El sufrimiento, la perplejidad y la escasez hicieron que la razón retomara su trono, y que el hombre apasionado e irrazonable se volviese cuerdo y actuase con discreción y sabiduría. Se me llamó entonces la atención a otra escena. Parecía haber un corto tiempo de paz. Una vez más los habitantes de la tierra fueron presentados delante de mí; y de nuevo todas las cosas se hallaban en la mayor confusión. La lucha, la guerra, el derramamiento de sangre, con hambre y pestilencia, rugían por doquier. Otras naciones se hallaban empeñadas en esta guerra y confusión. La guerra causaba hambre. La necesidad y el derramamiento de sangre producían pestilencia. Y entonces los corazones de los hombres desfallecían “por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra”. Lucas 21:26.21Testimonies for the Church 1:268. Los ángeles están reteniendo hoy los vientos de lucha, hasta que el mundo sea amonestado acerca de su inminente destrucción; pero se está preparando una tormenta, que se ha de desencadenar sobre la tierra, y cuando Dios ordene a sus ángeles que suelten los vientos, habrá tal escena de contienda que ninguna pluma la puede describir.22EE, 510.

Sabbath School


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Sunday, September 08 Inolvidable Sunday, September 08 Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/Lhp2Ddw Ella [María] había oído hablar a Jesús de su próxima muerte, y en su profundo amor y tristeza había anhelado honrarle. A costa de gran sacrificio personal, había adquirido un vaso de alabastro de “nardo líquido de mucho precio” para ungir su cuerpo. Pero muchos declaraban ahora que él estaba a punto de ser coronado rey. Su pena se convirtió en gozo y ansiaba ser la primera en honrar a su Señor. Quebrando el vaso de ungüento, derramó su contenido sobre la cabeza y los pies de Jesús, y llorando postrada le humedecía los pies con sus lágrimas y se los secaba con su larga y flotante cabellera. Había procurado evitar ser observada y sus movimientos podrían haber quedado inadvertidos, pero el ungüento llenó la pieza con su fragancia y delató su acto a todos los presentes… El don fragante que María había pensado prodigar al cuerpo muerto del Salvador, lo derramó sobre él en vida. En el entierro, su dulzura solo hubiera llenado la tumba, pero ahora llenó su corazón con la seguridad de su fe y amor… Y cuando [Jesús] penetró en las tinieblas de su gran prueba, llevó consigo el recuerdo de aquel acto, anticipo del amor que le tributarían para siempre aquellos que redimiera (El Deseado de todas las gentes, pp. 513, 514). Satanás había engañado a Judas y le había inducido a considerarse como uno de los verdaderos discípulos de Cristo; pero su corazón había sido siempre carnal. Había visto las potentes obras de Jesús, había estado con él durante todo su ministerio, y se había rendido a la suprema evidencia de que era el Mesías; pero Judas era mezquino y codicioso. Amaba el dinero. Lamentóse con ira de lo mucho que había costado el ungüento que María derramó sobre Jesús… Para excusar su codicia, dijo Judas que bien podía haberse vendido aquel ungüento y repartido el dinero entre los pobres. Pero no lo movía a decir esto su solicitud por los pobres, porque era muy egoísta, y solía apropiarse en provecho propio de lo que a su cuidado se confiaba para darlo a los pobres. Judas no se había preocupado de la comodidad ni aun de las necesidades de Jesús, y disculpaba su codicia refiriéndose a menudo a los pobres. Aquel acto de generosidad de parte de María fue un acerbo reproche contra la disposición avarienta de Judas. Estaba preparado el camino para que la tentación de Satanás hallara fácil acceso al corazón de Judas (Primeros escritos, p. 165). Sabía Judas cuán ansiosos estaban los príncipes de los sacerdotes de apoderarse de Jesús, y ofrecióles entregárselo por unas cuantas monedas de plata. Su amor al dinero lo indujo a entregar a su Señor en manos de sus más acérrimos enemigos. Satanás obraba directamente por medio de Judas, y durante las conmovedoras escenas de la última cena, el traidor ideaba planes para entregar a su Maestro (Primeros escritos, p. 166).
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Sunday, September 08 Inolvidable Sunday, September 08 Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/Lhp2Ddw Ella [María] había oído hablar a Jesús de su próxima muerte, y en su profundo amor y tristeza había anhelado honrarle. A costa de gran sacrificio personal, había adquirido un vaso de alabastro de “nardo líquido de mucho precio” para ungir su cuerpo. Pero muchos declaraban ahora que él estaba a punto de ser coronado rey. Su pena se convirtió en gozo y ansiaba ser la primera en honrar a su Señor. Quebrando el vaso de ungüento, derramó su contenido sobre la cabeza y los pies de Jesús, y llorando postrada le humedecía los pies con sus lágrimas y se los secaba con su larga y flotante cabellera. Había procurado evitar ser observada y sus movimientos podrían haber quedado inadvertidos, pero el ungüento llenó la pieza con su fragancia y delató su acto a todos los presentes… El don fragante que María había pensado prodigar al cuerpo muerto del Salvador, lo derramó sobre él en vida. En el entierro, su dulzura solo hubiera llenado la tumba, pero ahora llenó su corazón con la seguridad de su fe y amor… Y cuando [Jesús] penetró en las tinieblas de su gran prueba, llevó consigo el recuerdo de aquel acto, anticipo del amor que le tributarían para siempre aquellos que redimiera (El Deseado de todas las gentes, pp. 513, 514). Satanás había engañado a Judas y le había inducido a considerarse como uno de los verdaderos discípulos de Cristo; pero su corazón había sido siempre carnal. Había visto las potentes obras de Jesús, había estado con él durante todo su ministerio, y se había rendido a la suprema evidencia de que era el Mesías; pero Judas era mezquino y codicioso. Amaba el dinero. Lamentóse con ira de lo mucho que había costado el ungüento que María derramó sobre Jesús… Para excusar su codicia, dijo Judas que bien podía haberse vendido aquel ungüento y repartido el dinero entre los pobres. Pero no lo movía a decir esto su solicitud por los pobres, porque era muy egoísta, y solía apropiarse en provecho propio de lo que a su cuidado se confiaba para darlo a los pobres. Judas no se había preocupado de la comodidad ni aun de las necesidades de Jesús, y disculpaba su codicia refiriéndose a menudo a los pobres. Aquel acto de generosidad de parte de María fue un acerbo reproche contra la disposición avarienta de Judas. Estaba preparado el camino para que la tentación de Satanás hallara fácil acceso al corazón de Judas (Primeros escritos, p. 165). Sabía Judas cuán ansiosos estaban los príncipes de los sacerdotes de apoderarse de Jesús, y ofrecióles entregárselo por unas cuantas monedas de plata. Su amor al dinero lo indujo a entregar a su Señor en manos de sus más acérrimos enemigos. Satanás obraba directamente por medio de Judas, y durante las conmovedoras escenas de la última cena, el traidor ideaba planes para entregar a su Maestro (Primeros escritos, p. 166).

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374