Mensajes Selectos Tomo 1

HECHOS JUSTOS EN CRISTO Se ha dispuesto gracia abundante para que el alma creyente pueda ser preservada del pecado, pues todo el cielo, con sus recursos ilimitados, ha sido colocado a nuestra disposición. Hemos de extraer del pozo de la salvación. Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree. Somos pecadores por nosotros mismos, pero somos justos en Cristo. Habiéndonos hecho justos por medio de la justicia imputada de Cristo, Dios nos declara justos y nos trata como a tales. Nos contempla como a sus hijos amados. Cristo obra contra el poder del pecado, y donde abundó el pecado, sobreabunda la gracia. “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”. Romanos 5:1, 2.
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Exaltad a Jesús

La verdad triunfará, 13 de octubre Viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí. Juan 14:30. https://ift.tt/FxvLcKQ Como Redentor del mundo, Cristo arrostraba constantemente lo que parecía ser el fracaso. El, el mensajero de misericordia en nuestro mundo, parecía realizar sólo una pequeña parte de la obra elevadora y salvadora que anhelaba hacer. Las influencias satánicas estaban obrando constantemente para oponerse a su avance. Pero no quiso desanimarse. Por la profecía de Isaías declara: “Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mi fortaleza; mas mi juicio está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios... Bien que Israel no se juntará, con todo, estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fortaleza”. A Cristo se dirige la promesa: “Así ha dicho Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de las gentes... Así dijo Jehová:... guardarte he, y te daré por alianza del pueblo, para que levantes la tierra, para que heredes asoladas heredades; para que digas a los presos: Salid; y a los que están en tinieblas: Manifestaos... No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá a manaderos de aguas”. Isaías 49:4-5, 7-10. Jesús confió en esta palabra, y no dio a Satanás ventaja alguna. Cuando iba a dar los últimos pasos en su humillación, cuando estaba por rodear su alma la tristeza más profunda, dijo a sus discípulos: “Viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí”. “El príncipe de este mundo es juzgado”. Ahora será echado. Juan 14:30; 16:11; 12:31. Con ojo profético, Cristo vio las escenas que iban a desarrollarse en su último gran conflicto. Sabía que cuando exclamase: “Consumado es”, todo el cielo triunfaría. Su oído percibió la lejana música y los gritos de victoria en los atrios celestiales. El sabía que el toque de muerte del imperio de Satanás resonaría entonces, y que el nombre de Cristo sería pregonado de un mundo al otro por todo el universo. Cristo se regocijó de que podía hacer más en favor de sus discípulos de lo que ellos podían pedir o pensar. Habló con seguridad sabiendo que se había promulgado un decreto todopoderoso antes que el mundo fuese creado. Sabía que la verdad, armada con la omnipotencia del Espíritu Santo, vencería en la contienda con el mal; y que el estandarte manchado de sangre ondearía triunfantemente sobre sus seguidores. Sabía que la vida de los discípulos que confiasen en él sería como la suya, una serie de victorias sin interrupción, no vistas como tales aquí, pero reconocidas así en el gran más allá.—El Deseado de Todas las Gentes, 633-634.
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El Cristo Triunfante

La recepción triunfal de Cristo en el cielo, 13 de octubre “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria”. Salmos 24:9. https://ift.tt/mxupC1w Cristo anhelaba que los agobiados, oprimidos y cansados seres humanos acudieran a él para darles la luz, la vida, el gozo y la paz que no habrían de encontrar en ninguna otra parte. Porque precisamente esos seres pecadores eran el objeto de su más profundo interés, piedad y amor. Pero en el momento en que más necesitaba de la simpatía humana, en la hora de su juicio y de su mayor tentación, sus discípulos más promisorios lo abandonaron. Se vio obligado a pisar solo el lagar y no hubo ninguno del pueblo con él. Una atmósfera de apostasía lo rodeaba. Desde cada dirección podía oír el sonido de la burla, de la mofa y la blasfemia. ¿Cuál era la perspectiva de sus discípulos en un mundo que no toleraba al Hijo del Dios vivo? La obra de Cristo finalizó cuando murió en la cruz, clamando a gran voz: “Consumado es”. El camino estaba abierto y el velo se había partido en dos. Ahora los pecadores podían acercarse a Dios sin presentar ofrendas sacrificiales, sin el servicio de un sacerdote. El Señor Jesucristo sería sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. El cielo era su hogar. Había culminado su labor en el terreno de la humillación y su conflicto. Ascendió a los cielos y para siempre está sentado a la diestra de Dios. En la tumba de José se cubrió con el manto de la inmortalidad y más tarde permaneció en el mundo por un tiempo suficiente para poner más allá de toda duda la evidencia de que había regresado de los muertos. El Señor resucitó de los muertos a fin de estar con sus discípulos antes de su ascensión, cuando habría de ser glorificado delante del universo celestial... Todo el cielo esperaba ansioso el regreso del Hijo de Dios de un mundo devastado y desfigurado por la maldición del pecado. El ascendió desde el Monte de los Olivos rodeado por una nube de ángeles que lo escoltaron triunfalmente a la Ciudad de Dios... ¡Qué contraste ofreció la recepción que se le brindó en el cielo con la que se le dio aquí, cuando vino a la tierra!... Ya no había dolor, ni pesar con los que tuviera que encontrarse a cada paso. Ya no había ningún sacerdote buscando atraparlo en alguna palabra o expresión que pudiera ser mal interpretada con el fin ulterior de molestarlo, atormentarlo, insultarlo y burlarse de él... La exaltación de Cristo fue proporcional a su humillación. Sólo podría llegar a ser el Salvador y Redentor, si primero llegaba a ser la Ofrenda sacrificial.—Manuscrito 128, 1897.
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Cada Día con Dios

El divino refinador, 13 de octubre Y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza. Isaías 1:25. https://ift.tt/jFe6p3c Seremos probados de todas maneras hasta que toda la escoria y el metal vil desaparezcan, y sólo quede oro puro. Hay una obra que hacer en su favor. Tiene que ser profundamente humilde, y combatir contra el yo y una voluntad insumisa, porque en caso contrario ciertamente caerá en la trampa del enemigo. Algunos a quienes les gusta oír y decir cosas nuevas lo han ofendido y lo han herido, y usted mentalmente ha censurado a los que no lo merecen y ha alimentado sospechas de aquellos en quienes podía confiar sin duda alguna. Cuando asuma la actitud debida, su corazón se entrelazará fuertemente con el de sus hermanos y hermanas, y el de ellos se unirá con el suyo; pero usted se ha estado apartando de sus hermanos, y el problema en realidad está en usted mismo: No quiere ni que se lo guíe ni que se lo instruya. Las tinieblas y las nubes se estan agolpando sobre usted. Satanás quiere tomarlo para zarandearlo como a trigo. Lo está observando ansiosamente para verlo caer y regocijarse con su caída. Dios desea que su iglesia esté más separada del mundo en lo que se refiere a la indumentaria de lo que usted cree. Está instruyendo constantemente a su pueblo para que huya del orgullo manifestado en la apariencia personal, y del amor al yo, pero usted está trabajando directamente en contra del Espíritu de Dios en este asunto, y por lo tanto anda en tinieblas y se ha ubicado en el campo del enemigo. Vi que Dios lo ama. El buen Pastor lo ha cuidado con ternura y lo ha preservado en medio de aflicciones y sufrimientos; no obstante, usted debe someter su voluntad y su juicio, y debe estar dispuesto a aprender. Nadie, absolutamente nadie puede ir solo al cielo. El Señor tiene un pueblo al que guía e instruye. Los que forman parte de él deben estar sujetos los unos a los otros. Si alguien quiere ir solo al cielo, separado de los demás, descubrirá que ha elegido la senda equivocada que no conduce a la vida... He tratado de escribirle acerca de este asunto tal como me ha sido presentado. Mi oración es que usted lo vea así y que haga una obra cierta y completa teniendo en vista la eternidad.—Carta 19, del 13 de octubre de 1861, un testimonio personal.
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Alza tus Ojos

Nadie puede ir al cielo solo, 13 de octubre También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Juan 10:16. https://ift.tt/pCwqOHt Estimada hermana María: Mientras estuve escribiendo lo que me ha sido mostrado en Roosevelt [Nueva York], con respecto a casos individuales, se me mostró el suyo, y trataré de escribirle según me fue presentado. Vi que Ud. no está en la luz y favor de Dios, sino que está demasiado mezclada con el mundo; que su amor por sus hermanos y hermanas observadores del sábado... se está enfriando... Su influencia últimamente no ha estado en unión con el Espíritu y la obra de Dios, y Ud. no está avanzando sino retrocediendo. Las opiniones de los incrédulos ejercen una poderosa influencia sobre su mente. El Señor está educando a su pueblo y probándolo. Seremos probados en todas las maneras hasta que se nos quite toda la escoria y no quede otra cosa que el oro puro. Hay una obra que Ud. debe cumplir. Debe poseer profunda humildad de alma y luchar contra el yo y la voluntad inflexible, o sin duda será atrapada por el enemigo. Algunos de los que aman oír y decir cosas nuevas la han afligido y herido, y Ud. ha censurado mentalmente a quienes no lo merecen y ha sospechado de aquellos en quienes podía confiar con toda seguridad. Cuando asuma la posición que debe, entonces su corazón estará estrechamente entrelazado con sus hermanos y hermanas, y sus corazones con el suyo, pero se ha estado separando de ellos y la razón está en Ud. misma. No está dispuesta a ser guiada y enseñada. Tinieblas y sombras se están acumulando sobre Ud. Satanás desea zarandearla como a trigo, está velando ansiosamente para regocijarse con su caída. Dios llama a su iglesia a separarse del mundo en cuanto a la vestimenta más de lo que Ud. piensa. Está constantemente instruyendo a su pueblo para que huya del orgullo, del amor al yo, pero Ud. está obrando exactamente en oposición al Espíritu de Dios en este asunto, de allí que ande en la oscuridad y colocándose en el campo del enemigo. Vi que Dios la ama. El Buen Pastor ha cuidado de Ud. tiernamente y la ha protegido en medio de las aflicciones y sufrimientos; no obstante debe rendir su voluntad y juicio, y estar dispuesta a ser enseñada. Nadie, ni siquiera uno, puede ir al cielo solo. El Altísimo posee un pueblo a quien está guiando y preparando. Deben estar sujetos unos a otros. Si alguno intenta ir al cielo solo, independientemente, descubrirá que ha escogido el sendero equivocado que no lo conducirá a la vida. Querida María, la aprecio mucho. He tratado de escribir esto según me fue presentado. Mi oración es que pueda Ud. verlo como realmente es y que realice una obra segura y completa para la eternidad. De su hermana, [firmado] Elena G. de White.—Carta 19, del 13 de octubre de 1861, a una joven cristiana.
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¡Maranata: El Senor Viene!

Los impíos se dan muerte unos a otros, 13 de octubre En todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. Ezequiel 38:21. https://ift.tt/eSyCbKg Los impíos están llenos de pesar, no por su indiferencia pecaminosa para con Dios y sus semejantes, sino porque Dios ha vencido. Lamentan el resultado obtenido; pero no se arrepienten de su maldad. Si pudiesen hacerlo, no dejarían de probar cualquier medio para vencer... Los ministros y el pueblo ven que no sostuvieron la debida relación con Dios. Ven que se rebelaron contra el Autor de toda ley justa y recta. El rechazamiento de los preceptos divinos dio origen a miles de fuentes de mal, discordia, odio e iniquidad, hasta que la tierra se convirtió en un vasto campo de luchas, en un abismo de corrupción. Tal es el cuadro que se presenta ahora ante la vista de los que rechazaron la verdad y prefirieron el error. Ningún lenguaje puede expresar la vehemencia con que los desobedientes y desleales desean lo que perdieron para siempre: La vida eterna. Los hombres a quienes el mundo idolatró por sus talentos y elocuencia, ven ahora las cosas en su luz verdadera. Se dan cuenta de lo que perdieron por la transgresión, y caen a los pies de aquellos a quienes despreciaron y ridiculizaron a causa de su fidelidad, y confiesan que Dios los amaba. Los hombres ven que fueron engañados. Se acusan unos a otros de haberse arrastrado mutuamente a la destrucción; pero todos concuerdan en abrumar a los ministros con la más acerba condenación. Los pastores infieles profetizaron cosas lisonjeras; indujeron a sus oyentes a menospreciar la ley de Dios y a perseguir a los que querían santificarla. Ahora, en su desesperación, estos maestros confiesan ante el mundo su obra de engaño. Las multitudes se llenan de furor. “¡Estamos perdidos!—exclaman—y vosotros sois la causa de nuestra perdición”. Y se vuelven contra los falsos pastores. Precisamente aquellos que más los admiraban en otros tiempos pronunciarán contra ellos las más terribles maldiciones. Las manos mismas que los coronaron con laureles se levantarán para aniquilarlos. Las espadas que debían servir para destruir al pueblo de Dios se emplean ahora para matar a sus enemigos.38Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 712-714.
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Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374