"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
Obediencia mediante la gracia, 9 de febrero
Obediencia mediante la gracia, 9 de febrero
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios. Efesios 2:8. {SSJ 46.1}
Dios quiere que alcancemos al ideal de perfección hecho posible para
nosotros por el don de Cristo. Nos invita a que escojamos el lado de la
justicia, a ponernos en relación con los agentes celestiales, a adoptar
principios que restaurarán en nosotros la imagen divina. En su Palabra escrita
y en el gran libro de la naturaleza ha revelado los principios de la vida. Es
tarea nuestra conocer estos principios y por medio de la obediencia cooperar
con Dios en restaurar la salud del cuerpo tanto como la del alma. {SSJ 46.2}
Los seres humanos necesitan aprender que sólo cuando reciben la gracia
de Cristo pueden poseer en su plenitud las bendiciones de la obediencia. Esta
es la que capacita a los hombres y a las mujeres para obedecer las leyes de
Dios y para libertarse de la esclavitud de los malos hábitos. Es el único poder
que puede hacerlos firmes en el buen camino y permanecer en él. {SSJ 46.3}
Cuando se recibe el evangelio en toda su pureza y con todo su poder, es
un remedio para las enfermedades originadas por el pecado. Sale el Sol de
justicia, “trayendo en sus rayos salud”. Malaquías 4:2 (NVI). Todo lo que el
mundo proporciona no puede sanar el corazón quebrantado, ni dar la paz al
espíritu, ni disipar las inquietudes, ni desterrar la enfermedad. La fama, el genio
y el talento son impotentes para alegrar el corazón entristecido o restaurar la
vida malgastada. La vida de Dios en el alma es la única esperanza de la
humanidad. {SSJ
46.4}
El amor que Cristo infunde en todo nuestro ser es un poder vivificante.
Da salud a cada una de las partes vitales: el cerebro, el corazón y los
nervios... Implanta en el alma un gozo que nada en la tierra puede destruir: el
gozo que hay en el Espíritu Santo, un gozo que da salud y vida... {SSJ 46.5}
Aunque el pecado ha venido reforzando durante siglos su asidero sobre la
familia humana, aun cuando por medio de la mentira y el artificio Satanás ha
echado la negra sombra de su interpretación sobre la Palabra de Dios, y ha
inducido a los hombres y a las mujeres a dudar de la bondad divina, a pesar de
todo esto, el amor y la misericordia del Padre no han dejado de manar hacia la
tierra en caudalosos ríos. Si los seres humanos abriesen hacia el cielo las
ventanas del alma, para apreciar los dones divinos, un raudal de virtud
curativa la inundaría.—El
Ministerio de Curación, 77-79. {SSJ 46.6}
Un corazón nuevo, 9 de febrero
Un corazón nuevo, 9 de febrero
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y
quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y
pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y
guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Ezequiel 36:26, 27. {RP 50.1}
El corazón puede ser la residencia del Espíritu Santo, y así como es
posible que la paz de Cristo, que supera toda comprensión, habite en el
creyente gracias al poder transformador de su gracia, también puede habilitarlo
para participar en las cortes de gloria. Sin embargo, si el cerebro, cada
músculo y cada nervio es utilizado para servir al yo, el tal no estará
colocando a Dios y al cielo en primer lugar. Si las energías se invierten en el
mundo, será imposible tejer en el carácter las gracias de Cristo. {RP 50.2}
Usted podrá tener éxito en amontonar fortunas para glorificar su yo. Sin
embargo, recuerde que “donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro
corazón”. Mateo
6:21. Los asuntos de interés eterno pueden ser considerados de importancia
secundaria. Hasta es posible participar en las expresiones exteriores del culto
y, sin embargo, el servicio ser una abominación para el Dios de los cielos. Es
imposible servir al Señor y a las riquezas. Es facultad de cada uno rendir el
corazón para dedicar la voluntad, ya sea al servicio del Omnipotente, o poner
todas las energías a disposición del mundo. Dios no acepta un servicio a
medias. {RP
50.3}
“La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo
tu cuerpo está lleno de luz”. Lucas 11:34. Si el ojo es
sincero y posee orientación divina, la luz celestial brillará en el interior
del creyente que no siente atracción por las cosas terrenales. Los que
depositan sus tesoros en el cielo experimentarán cambios en los propósitos del
corazón; escucharán los consejos y las exhortaciones de Cristo, y también
fijarán los pensamientos en la recompensa eterna. Harán todos los planes
teniendo en cuenta el futuro y la vida inmortal. Usted será atraído por sus
tesoros. No considere los intereses mundanales, sino más bien en todos sus
quehaceres silenciosamente pregunte: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” Hechos 9:6.—The Review and Herald, 24 de enero de
1888. {RP
50.4}
Magnificamos la ley por nuestras palabras y acciones, 9 de febrero
Magnificamos la ley por nuestras
palabras y acciones, 9 de febrero
Mas cualquiera que los haga y los enseñe [a estos mandamientos], éste
será llamado grande en el reino de los cielos.Mateo 5:19. {RJ 46.1}
¿Qué razón tienen los hombres para pensar que Dios no se preocupa si
ellos le obedecen sin reservas o siguen su propio camino? Adán y Eva perdieron
el Edén por una transgresión a su orden; y ¿cómo nos atreveríamos a jugar con
la ley del Altísimo, y construir en nuestras almas engañosas excusas? Hacemos
esto con terrible peligro. Debemos guardar toda la ley, cada jota y cada tilde;
porque el que ofendiere en un punto es culpable de todos. Cada rayo de luz debe
ser recibido y atesorado, o nos convertiremos en cuerpos de oscuridad. El Señor
Jesús declara: “De manera que cualquiera que quebrante uno de estos
mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado
en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será
llamado grande en el reino de los cielos”. Debiéramos magnificar los preceptos
del Cielo por nuestras palabras y acciones... {RJ 46.2}
Antes de que el diluvio arrasara la tierra, Dios envió un mensaje por
medio de Noé para advertir a la gente de la inminente catástrofe. Hubo quienes
no creyeron en la advertencia; pero su incredulidad no detuvo la lluvia, ni
evitó que las aguas del abismo sumergieran a un mundo burlador. Y hoy, mientras
se presenta el último mensaje para traer a los siervos de Dios a la armonía con
cada precepto de su ley, habrá burladores e incrédulos; pero cada alma debe
mantenerse en su propia integridad. Como Noé fue fiel al advertir al mundo
antediluviano, así debemos ser fieles al gran propósito que Dios nos ha dado.
Aunque hay burladores... en cada lugar, no debemos retraernos de presentar la
verdad del Cielo a esta generación... {RJ 46.3}
Hay quienes se agradarían de arrullarlos hasta hacerlos dormir en su
carnal seguridad; pero yo tengo una tarea diferente. Mi mensaje es para alarmarlos,
para llevarlos a reformar sus vidas y abandonar su rebelión contra el Dios del
universo... {RJ
46.4}
La fe en Jesús no anula la ley, sino que la establece, y producirá
frutos de obediencia en nuestras vidas... {RJ 46.5}
La iglesia que Cristo presenta ante el trono de su gloria es sin
“mancha, ni arruga, ni cosa semejante”. ¿Desea usted estar entre aquellos que
hayan lavado las ropas del carácter en la sangre del Cordero? Entonces, deje de
hacer lo malo; aprenda a hacer el bien Isaías 1:16, 17; camine en los
mandamientos y las ordenanzas de Dios sin culpa. No ha de preguntar si guardar
la verdad del Cielo se ajusta a su conveniencia. Ha de tomar su cruz y seguir a
Cristo, cueste lo que costare. Encontrará que su yugo es fácil y su carga es
ligera.—The Review
and Herald, 22 de junio de 1911. {RJ 46.6}
El centro de mi esperanza, 9 de febrero
El centro de mi esperanza, 9 de febrero
Mas lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.Gálatas 6:14. {NEV 48.1}
Quitar la cruz al cristiano, es como borrar el sol que ilumina el día, y
quitar la luna y las estrellas del firmamento por la noche. La cruz de Cristo
nos conduce más cerca de Dios, reconcilia al hombre con Dios, y a Dios con el
hombre. El Padre contempla la cruz, los sufrimientos que ha dado a su Hijo, a
fin de salvar a la humanidad de su desesperada condición, y de conducir al
hombre hacia sí mismo. La contempla con la tierna compasión del amor de un
padre. Casi se ha perdido de vista la cruz, pero sin la cruz no hay relación
con el Padre, no hay unidad con el Cordero en el medio del trono del cielo, no
hay una recepción de bienvenida a los errantes que quieran volver al olvidado
camino de la justicia y la verdad, no hay esperanza para el transgresor en el
día del juicio. Sin la cruz no hay un medio provisto para vencer el poder de
nuestro poderoso enemigo. Toda esperanza de la humanidad pende de la cruz.—Manuscrito 58, 1900. {NEV 48.2}
Cuando el pecador alcanza la cruz, y contempla a Aquel que murió para
salvarlo, debe regocijarse con plenitud de gozo; porque sus pecados son
perdonados. Arrodillándose junto a la cruz, ha alcanzado el lugar más alto al
que un hombre puede llegar. La luz del conocimiento de la gloria de Dios es
revelada en el rostro de Jesucristo; y él pronuncia estas palabras de perdón:
“Vivid, vosotros pecadores, vivid. Vuestro arrepentimiento es aceptado; porque
yo he encontrado un rescate”. {NEV 48.3}
Mediante la cruz aprendemos que nuestro Padre celestial nos ama con un
amor infinito y perdurable, y nos acerca hacia él con una simpatía mayor que la
de una madre anhelosa por un hijo descarriado. ¿Puede extrañarnos el que Pablo
haya exclamado: “Lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo”? También es nuestro privilegio gloriarnos en la cruz del Calvario,
es nuestro privilegio darnos plenamente a Aquel que se dió a sí mismo por
nosotros. Entonces, con la luz del amor que brilla desde su rostro sobre
nosotros, saldremos para reflejarla sobre aquellos que viven en tinieblas.—The Review and Herald, 29 de abril de
1902. {NEV
48.4}
¿Hay ídolos aquí? 9 de febrero
¿Hay ídolos aquí? 9 de febrero
Hijitos, guardaos de los ídolos. 1 Juan 5:21. {MSV 49.3}
Cada verdadero hijo de Dios será aventado como trigo, y en el proceso
del aventamiento debe sacrificarse cada placer acariciado que aparte la mente
de Dios. Muchas familias tienen sus estantes, anaqueles y mesas llenos de
ornamentos y retratos... De este modo los pensamientos que deberían dirigirse
hacia Dios y los intereses celestiales, son atraídos hacia cosas comunes. ¿No
es esto una especie de idolatría? El dinero que se ha gastado en esta forma,
¿no debería haberse empleado para bendecir a la humanidad, para aliviar a los
que sufren, para vestir a los desnudos y alimentar a los hambrientos? ¿No
debería haberse puesto en la tesorería del Señor para promover su causa y
edificar su reino en la tierra? {MSV 49.4}
Este asunto reviste una gran importancia, y os es presentado a fin de
salvaros del pecado de la idolatría. Vuestras almas recibirán bendiciones si
obedecéis la Palabra pronunciada por el Santo de Israel: “No tendrás dioses
ajenos delante de mí”. Éxodo 20:3. Muchas personas están creando para sí
preocupaciones y ansiedades innecesarias al dedicar tiempo y consideración a
los adornos superfluos que llenan sus casas. Se requiere el poder de Dios para
apartarlas de su devoción, porque esto constituye en todo sentido una
idolatría. {MSV
49.5}
Aquel que escudriña los corazones desea rescatar a su pueblo de toda
clase de idolatría. Que la Palabra de Dios, el libro bendito de vida, ocupe
las mesas que ahora están llenas de adornos inútiles. Gastad vuestro dinero en
adquirir libros que sirvan para esclarecer la mente en lo que atañe a la verdad
presente... Apoderaos de la Palabra de Dios como el tesoro de amor y sabiduría
infinita; éste es el libro guía que muestra el camino hacia el cielo... {MSV 49.6}
¡Cómo quisiera que investigaseis las Escrituras con una actitud de
oración en vuestros corazones, y con un espíritu de entrega a Dios! ¡Ojalá
escudriñaseis vuestros corazones como si contaseis con la ayuda de una vela
encendida, para descubrir y romper hasta los hilos más finos que os unen a los
hábitos mundanales que apartan de Dios la mente! Rogad a Dios que os muestre
cada práctica que aleje de él vuestros pensamientos y afectos.—Mensajes Selectos 2:366, 367. {MSV 50.1}
El rey de Jerusalén, 9 de febrero
El rey de Jerusalén, 9 de febrero
Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, es el monte de Sion, a los
lados del norte, la ciudad del gran Rey. Salmos 48:2. {MGD 48.1}
Desde lo alto del Monte de los Olivos miraba Jesús a Jerusalén, que
ofrecía a sus ojos un cuadro de hermosura y de paz... Los últimos rayos del sol
poniente... al hundirse en el ocaso hacían resplandecer el oro de puertas,
torres y pináculos. Y así destacábase la gran ciudad, “perfección de
hermosura”, orgullo de la nación judaica. ¡Qué hijo de Israel podía permanecer
ante semejante espectáculo sin sentirse conmovido de gozo y admiración! Pero
eran muy ajenos a todo esto los pensamientos que embargaban la mente de Jesús.
“Como llegó cerca, viendo la ciudad, lloró sobre ella”. Lucas 19:41. En medio del
regocijo que provocara su entrada triunfal, mientras el gentío agitaba palmas,
y alegres hosannas repercutían en los montes, y mil voces le proclamaban Rey,
el Redentor del mundo se sintió abrumado por súbita y misteriosa tristeza. El,
el Hijo de Dios, el Prometido de Israel, que había vencido a la muerte
arrebatándole sus cautivos, lloraba, no presa de común abatimiento, sino
dominado por intensa e irreprimible agonía. {MGD 48.2}
No lloraba por sí mismo... Lloraba por el fatal destino de los millares
de Jerusalén, por la ceguedad y por la dureza de corazón de aquellos a quienes
él viniera a bendecir y salvar... {MGD 48.3}
A pesar de recibir por recompensa el mal por el bien y el odio a cambio
de su amor, prosiguió con firmeza su misión de paz y misericordia. Jamás fue
rechazado ninguno de los que se acercaron a él en busca de su gracia... Israel
empero se alejó de él, apartándose así de su mejor Amigo y de su único
Auxiliador. Su amor fue despreciado, rechazados sus dulces consejos y
ridiculizadas sus cariñosas amonestaciones... {MGD 48.4}
Cuando Cristo estuviera clavado en la cruz del Calvario, ya habría
transcurrido para Israel su día como nación favorecida y saciada de las
bendiciones de Dios... Mientras Jesús fijaba su mirada en Jerusalén, veía la
ruina de toda una ciudad, de todo un pueblo; de aquella ciudad y de aquel
pueblo que habían sido elegidos de Dios, su especial tesoro.—El Conflicto de los Siglos, 19-23. {MGD 48.5}
Dada para nuestro eterno bien, 9 de febrero
Dada para nuestro eterno bien, 9 de febrero
Y nos mandó Jehová que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a
Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos
conserve la vida, como hasta hoy. Deuteronomio 6:24. {HHD 48.1}
¿Cuáles son las enseñanzas que debe arrostrar la juventud al salir al
mundo para hacer frente a sus tentaciones a pecar: la pasión por ganar dinero,
divertirse y satisfacer los sentidos, el afán por el lujo, la ostentación, el
despilfarro, el exceso, el fraude, el robo y finalmente la ruina? {HHD 48.2}
El espiritismo asegura que los hombres son semidioses no caídos; que
“cada mente se juzgará a sí misma”; que el “verdadero conocimiento coloca a los
hombres por encima de toda ley”; que “todos los pecados cometidos son
inocentes”; porque “todo lo que existe es correcto” y que “Dios no condena”.
Pretende que están en el cielo, donde son exaltados, los seres más viles...
multitudes llegan así a creer que el deseo constituye la ley suprema, que la
licencia es libertad y que el hombre es responsable solamente ante sí mismo. {HHD 48.3}
Si se proporciona semejante enseñanza al comienzo mismo de la vida,
cuando el impulso es fortísimo y urgentísima la necesidad de dominio propio y
pureza, ¿dónde quedan las salvaguardias de la virtud?... Al mismo tiempo la
anarquía trata de hacer desaparecer toda ley, no sólo divina sino humana... {HHD 48.4}
Estas son las influencias que tienen que afrontar los jóvenes de hoy
día. Para permanecer firmes en medio de tales trastornos es necesario que echen
ahora los cimientos del carácter. {HHD 48.5}
En todas las generaciones y en todos los países, el verdadero cimiento y
el modelo para la edificación del carácter han sido los mismos. La ley divina:
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, ... y a tu prójimo como a ti
mismo”, el gran principio manifestado en el carácter y en la vida de nuestro
Salvador, es el único cimiento y la única guía seguros.—La Educación, 223-225. {HHD 48.6}
Su eterna preexistencia, 9 de febrero
Su eterna preexistencia, 9 de febrero
Ahora pues, Padre, glorifícame tú cerca de ti mismo con aquella gloria
que tuve cerca de ti antes que el mundo fuese. Juan 17:5. {FV 48.1}
“Cristo era uno con el Padre antes de la fundación del mundo. Esta es la
luz que brilla en medio de las tinieblas, haciéndolas resplandecer con la
divina gloria primitiva.”—The S.D.A. Bible Commentary 5:1126. {FV 48.2}
“Cristo es el preexistente Hijo de Dios que tiene vida en sí mismo....
Al hablar de su preexistencia, Cristo transporta nuestra mente hacia el pasado
a través de los siglos sin fin. Nos asegura que nunca hubo una época cuando él
no estuviera en íntimo compañerismo con el Dios eterno.... {FV 48.3}
“Su vida divina no puede ser calculada por cómputos humanos. La
existencia de Cristo anterior a su encarnación, no puede ser medida por
cifras.... {FV
48.4}
“Él era uno con Dios, infinito y omnipotente.”—Educación 615, 616. {FV 48.5}
“El Señor Jesucristo, el divino Hijo de Dios, existió desde la
eternidad.... El era la gloria excelsa del cielo, el soberano de las
inteligencias celestiales y recibía el homenaje de los ángeles con justo
derecho.... {FV
48.6}
“Cristo era Dios en su esencia y en el más alto sentido de la palabra.
Era con Dios desde la eternidad, Dios sobre todo, bendito para siempre.”—The S.D.A. Bible Commentary 5:1126. {FV 48.7}
“Pero se humilló a sí mismo
y se revistió de mortalidad. Como miembro de la familia humana, fue mortal;
pero como Dios, era el manantial de vida para el mundo.... Cargó con los
pecados del mundo, sufrió las penalidades que como una montaña agobiaron su
alma. Entregó su vida en sacrificio para que el hombre no pereciera para
siempre. Murió, no porque estuviese obligado a morir, sino por su propia
voluntad.”—Ibid.
1127. {FV 48.8}
Un huésped de honor, 9 de febrero
Un huésped de honor, 9 de febrero
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20.{ELC 48.1}
Todos los que quieran abrir sus corazones para recibirlo, tendrán a
Jesús como un distinguido huésped.—The Review and Herald, 24 de noviembre
de 1885. {ELC
48.2}
Jesús es el modelo perfecto. En vez de tratar de agradarnos a nosotros
mismos y de salirnos con la nuestra, tratemos de reflejar su imagen. Él era
amable y cortés, tierno y compasivo. ¿Somos como él en estas cosas? ¿Tratamos
de que nuestras vidas sean fragantes en buenas obras? ... {ELC 48.3}
No es suficiente que profesemos meramente nuestra fe; se requiere algo
más que un asentimiento nominal. Debe haber un conocimiento real, una
experiencia genuina en los principios de la verdad como es en Jesús. El Espíritu
Santo debe obrar desde adentro llevando estos principios a la luz potente de la
plena conciencia para que podamos conocer su poder y hacerlos una realidad
viviente... {ELC
48.4}
Los obstáculos, provocaciones y penurias que enfrentemos resultarán no
en una maldición sino en las mayores bendiciones de nuestras vidas, porque los
caracteres más grandes se forman entre las pruebas y las dificultades. Pero
deben ser recibidas como lecciones prácticas en la escuela de Cristo. Cada
tentación resistida, cada prueba valientemente soportada nos da una nueva
experiencia, y nos hace avanzar en la obra de edificar el carácter. Tenemos un
conocimiento mejor de las maquinaciones de Satanás, y de nuestra capacidad para
derrotarlo mediante la gracia divina. {ELC 48.5}
Jesús era la luz del mundo... Es nuestro privilegio andar en la luz de
su presencia y entretejer en los caracteres que estamos formando los dorados
hilos del gozo, la gratitud, la tolerancia y el amor. Así mostraremos el poder
de la gracia divina y reflejaremos la luz del Cielo entre todos los roces y los
contratiempos que enfrentamos cada día.—Ibid; The Review and Herald, 24 de noviembre
de 1885. {ELC
48.6}
Los cielos declaran la gloria de Dios, exaltad a Jesús como el creador, 9 de febrero
Los cielos declaran la gloria de
Dios, exaltad a Jesús como el creador, 9 de febrero
Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de
sus manos. Salmos
19:1. {EJ
48.1}
El Creador había dado suficiente evidencia acerca de su poder ilimitado,
de su capacidad para establecer reinos y para destruirlos. El sostiene el mundo
con la palabra de su poder. El hizo la noche y ordenó las estrellas
resplandecientes en el firmamento. Las llama a todas por su nombre. Los cielos
proclaman la gloria de Dios y el firmamento muestra la obra de sus manos,
indicando a los seres humanos que este pequeño mundo no es sino un punto en la
creación de Dios... {EJ
48.2}
Los habitantes de los mundos no caídos observan con pena y reproche el
orgullo humano y la autoimportancia de los hombres. Los ricos y los encumbrados
del mundo no son los únicos que glorifican su yo. Muchas personas que profesan
honrar a Dios hablan acerca de su propia sabiduría y poder. Actúan como si Dios
estuviera sujeto a ellos, como si él no pudiera realizar su obra sin su ayuda.
Que los tales observen los cielos estrellados, y con admiración y reverencia
estudien las obras maravillosas de Dios. Que piensen en la sabiduría de que él
da evidencia al mantener al vasto universo en un orden perfecto, y en la poca
razón que tiene el ser humano de jactarse por sus propias realizaciones. {EJ 48.3}
Todo lo que el hombre posee—la vida, los medios de subsistencia, la
felicidad y demás bendiciones innumerables que recibe día tras día—proviene del
Padre celestial. El hombre es un deudor por todo lo que reclama orgullosamente
como suyo. Dios concede sus preciosos dones para que sean usados en su
servicio. A él le pertenece cada partícula de la gloria del éxito humano. Su
sabiduría multifacética se revela en las obras humanas, y a él le pertenece la
alabanza.—The
Youth’s Instructor, 4 de abril de 1905. {EJ 48.4}
Y antes de mucho las puertas del cielo se abrirán para recibir a los
hijos de Dios, y de los labios del Rey de gloria resonará en sus oídos, como la
música más dulce, la invitación: “¡Venid, benditos de mi Padre, poseed el reino
destinado para vosotros desde la fundación del mundo!” Mateo 24:34.{EJ 48.5}
Entonces los redimidos recibirán con gozo la bienvenida al hogar que el
Señor Jesús les está preparando. Allí su compañía no será la de los viles de la
tierra, ni la de los mentirosos, idólatras, impuros e incrédulos, sino la de
los que hayan vencido a Satanás y por la gracia divina hayan adquirido un
carácter perfecto. Toda tendencia pecaminosa, toda imperfección que los aflige
aquí, habrá sido quitada por la sangre de Cristo, y se les comunicará la
excelencia y brillantez de su gloria, que excede con mucho a la del sol.—El Camino a Cristo, 125-126. {EJ 48.6}
Jehová da gracia y gloria, 9 de febrero
Jehová da gracia y gloria, 9 de febrero
Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No
quitará el bien a los que andan en integridad. Salmos 84:11. {DNC 48.1}
Hay muchos que no crecen en la gracia porque no cultivan la religión en
el hogar. {DNC
48.2}
Los miembros de la familia deben demostrar que se encuentran en
constante posesión de una fuerza recibida de Cristo. Deben mejorar todos sus
hábitos y prácticas para demostrar que constantemente tienen presente lo que
significa ser cristiano. {DNC 48.3}
Los que son cristianos en el hogar lo serán también en la iglesia y en
el mundo. {DNC
48.4}
La gracia puede prosperar únicamente en el corazón que constantemente
está preparándose para recibir las preciosas semillas de verdad. Las espinas
del pecado crecen en cualquier terreno; no necesitan cultivo; pero la gracia
debe ser cuidadosamente cultivada. Las espinas y las zarzas siempre están
listas para surgir, y de continuo debe realizarse la obra de purificación. {DNC 48.5}
Lo que logrará que el carácter sea encantador en el hogar también
conseguirá que lo sea en las mansiones celestiales. Para que seáis... la luz
del mundo, ésta debe brillar en vuestro hogar. Estáis aquí para dar ejemplo de
las virtudes cristianas, y para manifestar amor, paciencia, bondad y firmeza...
Constantemente debéis tratar de adquirir la cultura más elevada del espíritu y
el alma... Como humilde hijo de Dios, aprended en la escuela de Cristo; tratad
constantemente de mejorar vuestras facultades, para que podáis efectuar la obra
más perfecta y cabal en vuestro hogar, por precepto y ejemplo... Permitid que
la luz de la gracia celestial ilumine vuestro carácter, para que podáis ser el
sol del hogar. {DNC
48.6}
La calidad de vuestro cristianismo se mide por el carácter de la vida
que reina en vuestro hogar. La gracia de Cristo capacita a sus poseedores para
transformar el hogar en un lugar feliz, lleno de paz y serenidad.* {DNC 48.7}
Dios protege a los suyos, 9 de febrero
Dios protege a los suyos, 9 de febrero
Génesis
12:10-20.
No consintió que nadie los agraviase, y por causa de ellos castigó a los
reyes. No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas. Salmos 105:14, 15. {CV 46.1}
Es mediante pruebas estrictas y reveladoras como Dios disciplina a sus
siervos. El ve que algunos tienen aptitudes que pueden usarse en el progreso de
su obra, y los somete a pruebas. En su providencia, los coloca en situaciones
que prueban su carácter, y revelan defectos y debilidades que estaban ocultos
para ellos mismos. Les da la oportunidad de corregir estos defectos, y de
prepararse para su servicio. Les muestra sus propias debilidades, y les enseña
a depender de él; pues él es su única ayuda y salvaguardia. Así se alcanza su
propósito. Son educados, adiestrados, disciplinados y preparados para cumplir
el gran propósito para el cual recibieron sus capacidades... {CV 46.2}
Durante su estada en Egipto, Abrahán dio evidencias de que no estaba
libre de la imperfección y la debilidad humanas. Al ocultar el hecho de que
Sara era su esposa, reveló desconfianza en el amparo divino, una falta de esa
fe y ese valor elevadísimos tan noble y frecuentemente manifestados en su
vida... Razonó que no mentía al presentar a Sara como su hermana; pues ella era
hija de su padre, aunque no de su madre. Pero este ocultamiento de la verdadera
relación que existía entre ellos era un engaño. Ningún desvío de la estricta
integridad puede merecer la aprobación de Dios. A causa de la falta de fe de
Abrahán, Sara se vio en gran peligro. El rey de Egipto, habiendo oído hablar de
su belleza, la hizo llevar a su palacio, pensando hacerla su esposa. Pero el
Señor, en su gran misericordia, protegió a Sara, enviando plagas sobre la
familia real... {CV
46.3}
La amonestación dada a Faraón resultó ser una protección para Abrahán en
sus relaciones futuras con los pueblos paganos; pues el asunto no pudo
conservarse en secreto. Era evidente que el Dios a quien Abrahán adoraba
protegía a su siervo, y que cualquier daño que se le hiciese sería vengado. Es
asunto peligroso dañar a uno de los hijos del Rey del cielo. Historia de los Patriarcas y Profetas,
122-124.* {CV 46.4}
Unir la piedad personal con la labor evangelizadora, 9 de febrero
Unir la piedad personal con la labor
evangelizadora, 9 de febrero
“Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro
Señor Jesucristo para vida eterna”. Judas 21. {CT 48.1}
Somos la familia de Dios, somos sus hijos y él nos ha de instruir en
relación a lo que habrá de acontecer en el futuro. Se requiere una actitud
vigilante y una búsqueda ferviente como preparación para los solemnes eventos
que pronto se desencadenarán. Los hombres y mujeres perfectos en Cristo no
debieran invertir todo su tiempo de espera en la meditación y la contemplación.
En tanto nos consagramos en quietud a la meditación y oración, cuando nos
alejamos de la excitación y el bullicio para establecer comunión con Dios y
determinar cuál es su voluntad para nosotros, no debemos olvidar que tenemos
que comunicar un mensaje de advertencia al mundo. {CT 48.2}
Enoc caminó con Dios y llevó un mensaje de advertencia a los habitantes
del mundo antiguo. Sus palabras y acciones, su ejemplo de piedad, fueron un
testimonio constante en favor de la verdad. En una época que no favorecía el
desarrollo de un carácter puro y santo, como la nuestra, él vivió una vida de
obediencia. Tan llena estaba la tierra de impurezas que el Señor la lavó con un
Diluvio. Fue como si el mundo se hubiese vuelto al revés a fin de vaciarlo de
toda corrupción. {CT
48.3}
Enoc era santo porque caminó con Dios como el Señor quería. En su
experiencia el mundo tuvo una representación de cómo serán aquellos que han de
ser arrebatados en las nubes para encontrar al Señor en el aire en ocasión de
su venida. Así como fue la experiencia de Enoc ha de ser la nuestra. La piedad
personal debe marchar unida con las más enérgicas advertencias y llamamientos.
Hemos de señalar lo que está ocurriendo y lo que pronto vendrá. Se nos ha
instruido a ser, en lo que requiere diligencia, “no perezosos, fervientes en espíritu,
sirviendo al Señor”. Hemos de ser fervientes en nuestros esfuerzos por preparar
el camino ante el Rey: en preparar un pueblo para la venida del Señor. En
nuestro servicio al Señor debiera manifestarse un espíritu ferviente. Las
lámparas del alma deben mantenerse llenas y encendidas. {CT 48.4}
El servicio que rendimos a Dios requiere la integridad de la mente, del
alma y de las fuerzas. Hemos de consagrarnos a Dios sin reservas, a fin de
ofrecer una imagen celestial y no terrenal. Debe manifestarse un avivamiento de
la sensibilidad, para que la mente pueda despertar plenamente a la labor que se
debe realizar en todas las clases sociales, altas y bajas, ricas y pobres,
educadas e ignorantes. Debemos revelar una ternura semejante a la del gran
Pastor quien carga a los corderos en sus brazos y guarda su rebaño de todo mal
y lo conduce por sendas seguras. Los seguidores de Cristo debieran manifestar
ternura y simpatía y un intenso deseo de impartir las verdades que serán de
vida eterna para todo aquel que las reciba.—Carta 97, 1902; Manuscript Releases 12:213, 214. {CT 48.5}
La nueva vida, 9 de febrero
La nueva vida, 9 de febrero
Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la
levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que
todo fue leudado. Mateo 13:33. {CDCD 46.1}
Cuando se pone levadura en la masa, penetra por todas partes hasta que se
produce un cambio total. Lo mismo ocurre con la acción del Espíritu Santo sobre
el corazón. La verdad recibida y creída introduce en la vida nuevas pautas y
nuevos principios de acción. Se establece una nueva norma de carácter: La vida
de Cristo. Los que reciben la verdad de ese modo dependen de Cristo, y reciben
más y más fortaleza, y cada vez más luz. Cada día expulsan del corazón la
vanidad, el egoísmo y la justicia propia. {CDCD 46.2}
Al recibir el Espíritu de Cristo, la luz resplandece sobre ellos con
fulgores claros y definidos. Tienen un solemne sentido de las realidades
eternas. La mente y el corazón se renuevan por completo. Tal como la levadura
introducida en la masa la leuda completamente, la levadura de la verdad, al
penetrar en el corazón, impregna todas las facultades del alma, el cuerpo y el
espíritu... {CDCD
46.3}
La transformación del corazón implica un cambio completo de la totalidad
del ser. “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” declaró
Cristo. Juan
3:3. Esta transformación del corazón es invisible; porque es una obra
interior; no obstante, se puede ver, porque actúa desde el interior. {CDCD 46.4}
¿Ha estado obrando la levadura de la verdad en su corazón? ¿Ha
impregnado todo el corazón y todos los afectos mediante su poder
santificador?... {CDCD
46.5}
Nuestra primera tarea tiene que ver con nuestro propio corazón. Debemos
practicar los principios verdaderos que conducen a la reforma. El corazón se
debe convertir y santificar; en caso contrario, no tendremos relación con
Cristo. Mientras nuestro corazón esté dividido, jamás estaremos preparados para
servir en esta vida o en la futura. Como seres inteligentes, necesitamos
sentarnos a pensar si realmente estamos buscando el reino de Dios y su
justicia. Lo mejor que podemos hacer es meditar seria y sinceramente en si
estamos dispuestos a hacer el esfuerzo necesario para obtener la esperanza y
lograr el cielo que aguarda al cristiano. Si por la gracia de Cristo llegamos a
la conclusión de que realmente lo queremos, la siguiente pregunta será: ¿Qué
debo abandonar en mi vida para que no me sea una piedra de tropiezo?—Manuscrito 14, del 9 de febrero de
1898, “Como la levadura”. {CDCD 46.6}
Escoged cada día, 9 de febrero
Escoged cada día, 9 de febrero
La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. Salmos 119:130. {ATO 52.1}
Cuanto más a menudo se lee el Nuevo Testamento, más instructivo es.
Ninguno se cansa de sus palabras hermosas, porque son semejantes a piedras
preciosas. Cuanto más profunda sea la investigación que se haga en ellas, tanto
más nueva y más espléndida será la luz reflejada por las mismas. Cuanto más
estudiemos la Palabra con corazón sencillo y confiado, más comprenderemos la
senda por la que debemos andar a fin de alcanzar el Paraíso de Dios. {ATO 52.2}
Recibimos vida de Cristo mediante el estudio de su Palabra. “En él
estaba la vida”; vida original, no prestada. Es la fuente de vida. Recibimos
vida del Salvador, quien la vuelve a tomar. La vida que nos ha sido dada por
Dios debiera ser utilizada de la mejor manera, porque como instrumentos humanos
estamos formando nuestro propio destino. Necesitamos escoger sabiamente para
asociamos con quienes nos capacitarán mejor, en cuerpo, alma y espíritu, para
alcanzar el país futuro, el celestial. Al elegir compañeros no debiéramos
colocamos bajo influencias que pudieran ser de algún modo desfavorables en la
formación de los principios puros y correctos, porque necesitamos toda la ayuda
que podamos obtener a fin de que en nuestras asociaciones podamos desarrollar
caracteres de acuerdo con la semejanza de Cristo. {ATO 52.3}
Cristo dice: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi
trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”.Apocalipsis 3:21. Hay tentaciones que
debemos enfrentar. Si cedemos a ellas estaremos del lado perdedor, y al
experimentar la derrota vez tras vez, llega a ser un hábito hacer lo erróneo en
lugar de hacer lo correcto. De esta manera revelamos que hemos escogido
desarrollar los principios y atributos de Satanás más bien que los principios y
atributos de Jesucristo... {ATO 52.4}
Un cristiano no escogerá como objeto de sus afectos a quien, con su
conducta, menosprecie a Jesucristo crucificando diariamente al Hijo de Dios y
exponiéndolo al vituperio. Con sus acciones y conversación los tales revelan
que no tienen respeto por quien dio su vida por la vida de la humanidad y
soportó la pobreza y la tentación, fue abnegado y se sacrificó por ellos.
Durante toda su vida terrenal fue menospreciado y se lo comprendió mal, aun
entre los miembros de su propia familia. {ATO 52.5}
Satanás estaba constantemente sugiriendo a sus hermanos, los hijos de
José, críticas acerca de quien parecía tan distinto a ellos. Rehusó cada
invitación al mal, porque no se lo podía persuadir a que aceptara hacer lo malo
o a desviarse en lo más mínimo del “escrito está”. Parecía tener la Escritura
atesorada en el corazón y la mente. Rara vez reprendió la conducta de sus
hermanos, pero siempre tuvo una palabra de Dios para decirles: “Escrito está”.—Manuscrito 2, del 9 de febrero de
1896, sin título.* {ATO 52.6}
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2¶=175.533“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374
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Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la ...