La Maravillosa Gracia de Dios


Al alcance de todos, 17 de marzo https://ift.tt/TXvaJY2 En quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él. Efesios 3:12. Muchos de los que están buscando con sinceridad la santidad de corazón y la pureza de la vida parecen perplejos y desanimados... Las tinieblas y el desánimo a veces vendrán sobre el alma y nos amenazarán con abrumarnos; pero no debemos perder nuestra confianza. Hemos de mantener nuestros ojos fijos en Jesús, ora sintamos o no. Debemos tratar de realizar fielmente todo deber conocido, y entonces descansar con tranquilidad en las promesas de Dios. A veces un profundo sentimiento de nuestra indignidad estremecerá nuestra alma con una conmoción de terror; pero esto no es una evidencia de que Dios ha cambiado hacia nosotros, o nosotros hacia Dios. No debe hacerse ningún esfuerzo para que el alma alcance cierta intensidad de emoción. Podemos hoy no sentir la paz y el gozo que sentimos ayer; pero por la fe debemos asirnos de la mano de Cristo, y confiar en él tan plenamente en las tinieblas como en la luz. Satanás puede susurrar: “Eres un pecador demasiado grande para que Cristo te salve”. Aun cuando reconozcáis que sois verdaderamente pecadores e indignos, debéis hacer frente al tentador con el clamor: “En virtud de la expiación, yo reclamo a Cristo como mi Salvador. No confío en mis propios méritos, sino en la preciosa sangre de Jesús, que me limpia. En esta circunstancia aferro mi alma impotente a Cristo”... No os desaniméis porque vuestro corazón parezca duro. Todo obstáculo, todo adversario interno, solamente aumenta vuestra necesidad de Cristo. El vino para quitar el corazón de piedra y daros un corazón de carne. Mirad a él para recibir gracia especial a fin de vencer vuestras faltas peculiares. Cuando sois asaltados por la tentación, resistid con firmeza las malas insinuaciones... Clamad al querido Salvador por ayuda para sacrificar todo ídolo, y para apartar de vosotros todo pecado acariciado. Que el ojo de la fe vea a Jesús intercediendo ante el trono del Padre, presentando sus manos heridas mientras ruega por vosotros. Creed que el poder os viene por medio de vuestro precioso Salvador.—Edificación del Carácter y Formación de la Personalidad, 117-120.

La Fe por la Cual Vivo


El hombre es moralmente libre, 17 de marzo https://ift.tt/uq5avZA El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo. Juan 7:17. “El hombre fue creado moralmente libre. Como los habitantes de todos los otros mundos, debe ser sometido a la prueba de la obediencia; pero nunca se le coloca en una situación en la cual se halle obligado a ceder al mal. No puede sobrevenirle tentación o prueba alguna que no sea capaz de resistir. Dios tomó medidas tales, que nunca tuvo el hombre que ser necesariamente derrotado en su conflicto con Satanás.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 343. “Satanás es el gran originador del pecado; pero esto no excusa a ningún hombre por pecar, porque él no puede forzar a los hombres a hacer el mal. Los tienta y les presenta el pecado como incitante y placentero, pero tiene que permitirles usar de su voluntad para decidir si cederán o no.... El hombre es un ser moralmente libre para aceptar o rechazar.”—Testimonies for the Church 2:294. “La conversión es una obra que la mayoría no aprecia. No es cosa de poca monta transformar una mente terrenal que ama el pecado, e inducirla a comprender el indescriptible amor de Cristo, los encantos de su gracia y la excelencia de Dios, de tal manera que el alma se impregne del amor divino y sea cautivada por los misterios celestiales.”—Joyas de los Testimonios 1:301. “Dios solicita de vosotros, como agentes morales libres, redimidos, rescatados mediante un precio infinito, que afirméis vuestra libertad y utilicéis las facultades que os ha otorgado el cielo, como súbditos libres del reino celestial.... Debéis rehusaros a estar sujetos al poder del mal.”—Mensajes para los Jóvenes, 26.

Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
Consideración, 17 de marzo https://ift.tt/uAOZXkU Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Colosenses 3:12. Mirad a Jesús como vuestro guía y modelo... Tratad de ver cómo podéis ser semejantes a él, en vuestra consideración por los demás, en mansedumbre y humildad. De ese modo podréis crecer “en todas cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo”; podréis reflejar su imagen, y ser aceptados por él como propios en el día de su venida.—The Youth’s Instructor, 5 de diciembre de 1883. Cuando se acepta a Jesús por fe, y se lo entroniza en el lugar santísimo del alma, el Espíritu Santo modela el carácter de acuerdo con la semejanza de Cristo. Entonces se aprenderán diariamente lecciones en la escuela de Cristo. El carácter de los árboles se conocerá por sus frutos. “Por sus frutos los conoceréis”. El cristiano resplandecerá como una luz en medio de las tinieblas morales de este mundo. Será tierno de corazón y considerado con los sentimientos del prójimo. La Palabra de Dios nos enseña a ser “prudentes como serpientes, y sencillos como palomas”, y es el deber de cada cristiano ponerse bajo la disciplina de las reglas de la Biblia para que pueda ser “como obrero que no tiene de qué avergonzarse”. La obra que proceda de las manos de los tales durará tanto como la eternidad. No estará mezclada con los jirones del egoísmo, y no será una obra floja y descuidada.—The Youth’s Instructor, 20 de septiembre de 1894. Lo que vale ante Dios es el adorno interno, las gracias del Espíritu, las palabras bondadosas, la consideración atenta hacia otros.—Conducción del Niño, 403.
¡Visita Hijos e Hijas de Dios!

El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
La prueba suprema de la fe de Abrahán, 17 de marzo https://ift.tt/OKw1V3Y “Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”. Génesis 22:2. En una visión de la noche, en su hogar de Beerseba, cuando tenía ciento veinte años de edad, Abrahán recibió la sorpresiva orden: “Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”. Debía sacrificar a su hijo, su único hijo, el hijo de la promesa. Esa noche Abrahán no pudo descansar. La voz le había hablado sólo a él y sólo él la había escuchado. Dios le había prometido que su nombre se perpetuaría por medio de Isaac, por lo que ésta era una tremenda prueba para su fe. Abrahán se había aferrado a la promesa de un hijo de su esposa Sara y el Señor había cumplido su promesa... Dejó a Ismael fuera del asunto al decir: “Tu único, Isaac”... Dios ya le había dicho que por medio de Isaac su simiente sería como la arena del mar en multitud. Al salir de su tienda hacia la oscuridad de la noche, le pareció escuchar la misma voz divina que lo había llamado cincuenta años atrás a salir de Caldea, que le decía: “Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia”. ¿Sería posible que la misma voz le ordenara sacrificar a su hijo? El recordó la promesa: “Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada”. ¿No era la voz de un extraño que le ordenaba ofrecer a su hijo en sacrificio? ¿Podía el Señor contradecirse? ¿Habría de cercenar la única esperanza del cumplimiento de la promesa? ¿Quedaría sin su hijo? Pero Abrahán no reflexiona, obedece. Su única esperanza se cifraba en que el Dios que había hecho todas las cosas también resucitara a su hijo de los muertos. El cuchillo se alzó, pero no descendió. Dios habló y dijo: “Es suficiente”. La fe del padre y la sumisión del hijo habían sido plenamente probadas. “Porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”. La prueba de Abrahán era la más severa que pudo haber tenido cualquier ser humano. Si se hubiera apartado de Dios, jamás se lo habría conocido como el padre de la fe. Si se hubiese desviado del mandato de Dios, el mundo habría perdido su gran ejemplo de fe en Dios y su victoria sobre la incredulidad. Esta lección fue dada con el propósito de que resplandeciera a lo largo de las edades, para que todos aprendieran que no hay nada que sea demasiado precioso para ofrecer a Dios. La confianza en la Palabra divina nos conducirá a ponerla en práctica en nuestra vida.—Carta 110, 1897.
¡Visita El Cristo Triunfante!

El Cristo Triunfante


La prueba suprema de la fe de Abrahán, 17 de marzo https://ift.tt/OKw1V3Y “Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”. Génesis 22:2. En una visión de la noche, en su hogar de Beerseba, cuando tenía ciento veinte años de edad, Abrahán recibió la sorpresiva orden: “Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”. Debía sacrificar a su hijo, su único hijo, el hijo de la promesa. Esa noche Abrahán no pudo descansar. La voz le había hablado sólo a él y sólo él la había escuchado. Dios le había prometido que su nombre se perpetuaría por medio de Isaac, por lo que ésta era una tremenda prueba para su fe. Abrahán se había aferrado a la promesa de un hijo de su esposa Sara y el Señor había cumplido su promesa... Dejó a Ismael fuera del asunto al decir: “Tu único, Isaac”... Dios ya le había dicho que por medio de Isaac su simiente sería como la arena del mar en multitud. Al salir de su tienda hacia la oscuridad de la noche, le pareció escuchar la misma voz divina que lo había llamado cincuenta años atrás a salir de Caldea, que le decía: “Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia”. ¿Sería posible que la misma voz le ordenara sacrificar a su hijo? El recordó la promesa: “Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada”. ¿No era la voz de un extraño que le ordenaba ofrecer a su hijo en sacrificio? ¿Podía el Señor contradecirse? ¿Habría de cercenar la única esperanza del cumplimiento de la promesa? ¿Quedaría sin su hijo? Pero Abrahán no reflexiona, obedece. Su única esperanza se cifraba en que el Dios que había hecho todas las cosas también resucitara a su hijo de los muertos. El cuchillo se alzó, pero no descendió. Dios habló y dijo: “Es suficiente”. La fe del padre y la sumisión del hijo habían sido plenamente probadas. “Porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”. La prueba de Abrahán era la más severa que pudo haber tenido cualquier ser humano. Si se hubiera apartado de Dios, jamás se lo habría conocido como el padre de la fe. Si se hubiese desviado del mandato de Dios, el mundo habría perdido su gran ejemplo de fe en Dios y su victoria sobre la incredulidad. Esta lección fue dada con el propósito de que resplandeciera a lo largo de las edades, para que todos aprendieran que no hay nada que sea demasiado precioso para ofrecer a Dios. La confianza en la Palabra divina nos conducirá a ponerla en práctica en nuestra vida.—Carta 110, 1897.

Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Eterna salvación para sus hijos, 17 de marzo https://ift.tt/iyQaArq Mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Hebreos 7:24-25. Se ha hecho toda provisión para nuestras flaquezas, se nos ofrece todo ánimo para que acudamos a Cristo. Cristo ofreció su cuerpo quebrantado para comprar de nuevo la herencia de Dios, a fin de dar al hombre otra oportunidad. Cristo intercede por la raza perdida mediante su vida inmaculada, su obediencia y su muerte en la cruz del Calvario. Y ahora, no como un mero suplicante intercede por nosotros el Capitán de nuestra salvación, sino como un Conquistador que reclama su victoria. Su ofrenda es completa, y como Intercesor nuestro ejecuta la obra que él mismo se señaló, sosteniendo delante de Dios el incensario que contiene sus méritos inmaculados y las oraciones, las confesiones y las ofrendas de agradecimiento de su pueblo. La ofrenda se hace completamente aceptable, y el perdón cubre toda transgresión. Cristo se entregó a sí mismo para ser nuestro sustituto y nuestra seguridad, y no descuida a nadie. Aquel que no podía ver a los seres humanos expuestos a la ruina eterna sin derramar su alma hasta la muerte en su favor, mirará con misericordia y compasión cada alma que advierte que no puede salvarse por sí misma. El no mirará a ningún suplicante tembloroso sin levantarlo. El que mediante su propia expiación proveyó para el hombre un caudal infinito de poder moral, no dejará de emplear ese poder en nuestro favor. Podemos llevar nuestros pecados y tristezas a sus pies, pues él nos ama... El conformará y modelará nuestro carácter de acuerdo con su propia voluntad. Todas las fuerzas satánicas no tienen poder para vencer a un alma que con fe sencilla se apoya en Cristo. “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”. Isaías 40:29.
¡Visita Dios nos Cuida!

Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
La falsa sabiduría del hombre, 17 de marzo Éxodo 2:11-15. https://ift.tt/aZO3THq Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras. Hechos 7:22. Moisés suponía que su educación en la sabiduría de Egipto lo había capacitado completamente para sacar a los hijos de Israel de la esclavitud. ¿No estaba acaso instruido en todo lo que debía saber un general de ejército? ¿No había tenido las mayores ventajas de las mejores escuelas del reino? Sí; él sentía que podía liberarlos. Primeramente se ocupó en tratar de ganar el favor de su propio pueblo haciéndole justicia. Mató a un egipcio que oprimía a uno de sus hermanos. Al hacer esto, manifestó el espíritu de aquel que es homicida desde el principio, y probó que no era digno de representar al Dios de misericordia, amor y ternura. Su primer intento se convirtió en un fracaso miserable. Como muchos otros, inmediatamente perdió su confianza en Dios y dio la espalda a la obra que se le había encomendado. Huyó de la ira del Faraón. Llegó a la conclusión de que a causa de su error... Dios no le permitiría tener parte alguna en la obra de liberar a su pueblo de su cruel esclavitud. Pero el Señor permitió que sucedieran estas cosas para poder enseñarle la bondad, benevolencia y paciencia que todo obrero del Señor necesita tener... Estando Moisés en las mismas cumbres de su gloria humana, el Señor permitió que revelara la necedad de la sabiduría del hombre, la debilidad de la fuerza humana, para hacerle comprender su completa impotencia y su ineficiencia sin el sostén del Señor Jesús.—Fundamentals of Christian Education, 342, 344. Al dar muerte al egipcio, Moisés había caído en el mismo error que cometieron tan a menudo sus antepasados; es decir, había intentado realizar por sí mismo lo que Dios había prometido hacer. Dios no se proponía libertar a su pueblo mediante la guerra, como pensó Moisés, sino por su propio gran poder, para que la gloria fuese atribuida sólo a él. No obstante, aun de este acto apresurado se valió el Señor para cumplir sus propósitos. Moisés no estaba preparado para su gran obra. Aún tenía que aprender la misma lección de fe que se les había enseñado a Abrahán y a Jacob, es decir, a no depender, para el cumplimiento de las promesas de Dios, de la fuerza y sabiduría humanas, sino del poder divino. Historia de los Patriarcas y Profetas, 253.
¡Visita Conflicto y Valor!

Cada Día con Dios


Usen sus talentos, 17 de marzo https://ift.tt/LnM5tcD Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 1 Pedro 4:10. Cuántos dones de Dios han sido mal usados, porque los que los recibieron no tenían el fervor que produce el amor de Cristo en el alma. Hay gran necesidad de que cada cual haga lo mejor posible. Hay quienes habrían usado sabiamente los talentos recibidos si se los hubiera dejado luchar solos y depender de sus posibilidades. Pero llegaron a poseer bienes y perdieron el incentivo necesario para cultivar sus talentos y hacer todo lo posible a fin de comunicar lo que tenían. La abundancia de dinero impidió que cumplieran fielmente su mayordomía. Todos los que pretenden ser cristianos deben administrar sabiamente los bienes de Dios. El Señor está haciendo un inventario del dinero que les ha prestado y de los privilegios espirituales que les ha concedido. ¿No harán ustedes, como administradores, un cuidadoso inventario? ¿No quisieran verificar si están empleando con economía todo lo que Dios les ha confiado o si están malgastando en forma egoísta los bienes del Señor con propósitos de ostentación? ¡Si todo lo que se gasta sin necesidad se depositara en la tesorería del cielo! Dios no sólo le da dinero a sus administradores. La capacidad de impartir también es un don. ¿Qué dones del Señor están compartiendo ustedes mediante sus palabras y su tierna simpatía? ¿Están permitiendo que su dinero pase a las filas del enemigo para arruinar a los que quiere complacer? Por lo tanto, repito, el conocimiento de la verdad es un talento. Hay muchas almas que moran en las tinieblas y que podrían ser iluminadas por las fieles palabras de ustedes. Hay corazones hambrientos de simpatía que perecen lejos de Dios. La simpatía de ustedes los puede ayudar... La primera obra de todo cristiano consiste en escudriñar las Escrituras con ferviente oración, para poder tener esa fe que obra por el amor y purifica el alma de todo vestigio de egoísmo. Si se recibe la verdad en el corazón, obra como la buena levadura, hasta que cada facultad humana se somete a la voluntad de Dios. Entonces, tal como el sol, no podrán dejar de resplandecer.—Manuscrito 42, del 17 de marzo de 1898, “A cada hombre su obra”.

¡Maranata: El Senor Viene!


Subamos la escalera de Pedro, 17 de marzo https://ift.tt/6VMCPTz Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 2 Pedro 1:5-7. Indicad a los jóvenes la escalera de ocho peldaños de Pedro y no coloquéis sus pies en el peldaño más alto sino en el más bajo, y con cálidos ruegos instadlos a trepar hasta la misma cumbre. Cristo... es la escalera. La base de ella está firmemente asegurada en la tierra por su humanidad; el peldaño más alto alcanza hasta el trono de Dios por su divinidad. La humanidad de Cristo abraza a la humanidad caída en tanto que su divinidad se ase al trono de Dios. Somos salvos cuando ascendemos peldaño tras peldaño en la escalera, mirando a Cristo, ascendiendo paso a paso hasta la altura de Cristo, de modo que él sea hecho para nosotros sabiduría, y justicia, y santificación y redención. Fe, virtud, ciencia, templanza, paciencia, bondad, amor fraternal y caridad, son los peldaños de esta escalera. Todas estas gracias deben manifestarse en el carácter cristiano; y “haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. 2 Pedro 1:10, 11.33La Educación Cristiana, 105, 106. No debéis pensar que podéis esperar hasta haber perfeccionado una gracia antes de cultivar la siguiente. No; deben desarrollarse juntas... Cada día que viváis podéis perfeccionar los benditos atributos revelados plenamente en el carácter de Cristo; cuando lo hagáis, traeréis luz, amor, paz y alegría a vuestros hogares.34The S.D.A. Bible Commentary 7:943. No os sintáis abrumados por la gran cantidad de trabajo que tenéis que hacer en el espacio de vuestra vida, pues no se requiere de vosotros que lo hagáis todo a la vez. Aplicad toda facultad de vuestro ser a la tarea del día, aprovechad toda preciosa oportunidad, apreciad las ayudas que Dios os da y avanzad paso a paso por la escalera del progreso. Recordad que habéis de vivir sólo un día a la vez, que Dios os ha dado un día, y los registros celestiales mostrarán cómo habéis valorado sus privilegios y oportunidades.35Mensajes para los Jóvenes, 43.

¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Subamos la escalera de Pedro, 17 de marzo https://ift.tt/6VMCPTz Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 2 Pedro 1:5-7. Indicad a los jóvenes la escalera de ocho peldaños de Pedro y no coloquéis sus pies en el peldaño más alto sino en el más bajo, y con cálidos ruegos instadlos a trepar hasta la misma cumbre. Cristo... es la escalera. La base de ella está firmemente asegurada en la tierra por su humanidad; el peldaño más alto alcanza hasta el trono de Dios por su divinidad. La humanidad de Cristo abraza a la humanidad caída en tanto que su divinidad se ase al trono de Dios. Somos salvos cuando ascendemos peldaño tras peldaño en la escalera, mirando a Cristo, ascendiendo paso a paso hasta la altura de Cristo, de modo que él sea hecho para nosotros sabiduría, y justicia, y santificación y redención. Fe, virtud, ciencia, templanza, paciencia, bondad, amor fraternal y caridad, son los peldaños de esta escalera. Todas estas gracias deben manifestarse en el carácter cristiano; y “haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. 2 Pedro 1:10, 11.33La Educación Cristiana, 105, 106. No debéis pensar que podéis esperar hasta haber perfeccionado una gracia antes de cultivar la siguiente. No; deben desarrollarse juntas... Cada día que viváis podéis perfeccionar los benditos atributos revelados plenamente en el carácter de Cristo; cuando lo hagáis, traeréis luz, amor, paz y alegría a vuestros hogares.34The S.D.A. Bible Commentary 7:943. No os sintáis abrumados por la gran cantidad de trabajo que tenéis que hacer en el espacio de vuestra vida, pues no se requiere de vosotros que lo hagáis todo a la vez. Aplicad toda facultad de vuestro ser a la tarea del día, aprovechad toda preciosa oportunidad, apreciad las ayudas que Dios os da y avanzad paso a paso por la escalera del progreso. Recordad que habéis de vivir sólo un día a la vez, que Dios os ha dado un día, y los registros celestiales mostrarán cómo habéis valorado sus privilegios y oportunidades.35Mensajes para los Jóvenes, 43.
¡Visita ¡Maranata: El Senor Viene!!

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374