Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
Decisiones y actos, 19 de marzo https://ift.tt/MqFmy43 Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 1 Pedro 2:24. Gracias a que Cristo sufrió el castigo en su propio cuerpo sobre la cruz, el hombre dispone de una segunda oportunidad. Si quiere, puede volver a ser leal. Pero si no quiere obedecer los mandamientos de Dios, si rechaza las amonestaciones y los mensajes del Señor, para aceptar más bien las palabras seductoras pronunciadas por los que se hacen eco del engañador, su ignorancia es voluntaria, y la condenación de Dios está sobre él. Elige la desobediencia porque la obediencia significa llevar la cruz y practicar la abnegación, y seguir a Cristo en la senda de la obediencia. La mente natural se inclina hacia el placer y la complacencia propia, y es el plan de Satanás proveer estas cosas en abundancia para que la exitación domine a los hombres y no les dé tiempo para considerar esta pregunta: “¿En qué condición está mi alma?” El amor a los placeres es contagioso... La capacidad de gozar de las riquezas de la gloria aumentará con el deseo que tengamos de poseerlas. ¿Cómo podremos aumentar nuestro aprecio por Dios y las cosas celestiales a menos que sea en esta vida? Si permitimos que las exigencias y los cuidados de este mundo absorban todo nuestro tiempo y toda nuestra atención, nuestras facultades espirituales se debilitarán y morirán por falta de ejercicio. En una mente totalmente entregada a las cosas terrenales, está cerrado todo intersticio por medio del cual se podría filtrar la luz del cielo. En ese caso no se puede sentir el efecto de la gracia transformadora de Dios sobre la mente y el carácter. Se ignoran y se descuidan los talentos que se podrían usar. ¿Cómo se puede responder, entonces, cuando se oye esta invitación: “Venid, que ya todo está preparado”? Lucas 14:17. ¿Cómo es posible que un hombre reciba esta alabanza: “Bien, buen siervo y fiel” cuando ha sido desobediente, desagradecido e impío? Ha educado su mente para descartar los claros requerimientos de Dios y para sentir disgusto por lo religioso. Ama las cosas de la tierra más que las celestiales. La obediencia a los mandamientos de Dios dará como resultado que nuestros nombres sean inscriptos en el Libro de la Vida del Cordero. “Porque somos hechos participantes de Cristo”. Hebreos 3:14.—Manuscrito 28, del 19 de marzo de 1899, “No penséis que he venido para abrogar la ley”.
¡Visita Cada Día con Dios!

Cada Día con Dios


Decisiones y actos, 19 de marzo https://ift.tt/MqFmy43 Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 1 Pedro 2:24. Gracias a que Cristo sufrió el castigo en su propio cuerpo sobre la cruz, el hombre dispone de una segunda oportunidad. Si quiere, puede volver a ser leal. Pero si no quiere obedecer los mandamientos de Dios, si rechaza las amonestaciones y los mensajes del Señor, para aceptar más bien las palabras seductoras pronunciadas por los que se hacen eco del engañador, su ignorancia es voluntaria, y la condenación de Dios está sobre él. Elige la desobediencia porque la obediencia significa llevar la cruz y practicar la abnegación, y seguir a Cristo en la senda de la obediencia. La mente natural se inclina hacia el placer y la complacencia propia, y es el plan de Satanás proveer estas cosas en abundancia para que la exitación domine a los hombres y no les dé tiempo para considerar esta pregunta: “¿En qué condición está mi alma?” El amor a los placeres es contagioso... La capacidad de gozar de las riquezas de la gloria aumentará con el deseo que tengamos de poseerlas. ¿Cómo podremos aumentar nuestro aprecio por Dios y las cosas celestiales a menos que sea en esta vida? Si permitimos que las exigencias y los cuidados de este mundo absorban todo nuestro tiempo y toda nuestra atención, nuestras facultades espirituales se debilitarán y morirán por falta de ejercicio. En una mente totalmente entregada a las cosas terrenales, está cerrado todo intersticio por medio del cual se podría filtrar la luz del cielo. En ese caso no se puede sentir el efecto de la gracia transformadora de Dios sobre la mente y el carácter. Se ignoran y se descuidan los talentos que se podrían usar. ¿Cómo se puede responder, entonces, cuando se oye esta invitación: “Venid, que ya todo está preparado”? Lucas 14:17. ¿Cómo es posible que un hombre reciba esta alabanza: “Bien, buen siervo y fiel” cuando ha sido desobediente, desagradecido e impío? Ha educado su mente para descartar los claros requerimientos de Dios y para sentir disgusto por lo religioso. Ama las cosas de la tierra más que las celestiales. La obediencia a los mandamientos de Dios dará como resultado que nuestros nombres sean inscriptos en el Libro de la Vida del Cordero. “Porque somos hechos participantes de Cristo”. Hebreos 3:14.—Manuscrito 28, del 19 de marzo de 1899, “No penséis que he venido para abrogar la ley”.

Alza tus Ojos


Alza tus Ojos
Nunca retrocedan frente a su cometido, 19 de marzo https://ift.tt/k6Au49H No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. Galatas 6:9, 10. Todas nuestras bendiciones, tanto temporales como espirituales, provienen de Dios. El dinero que poseemos es del Señor, El nos lo ha prestado a fin de promover su causa en la tierra. Nadie debiera permitirse retener los bienes del Señor. Aquellos que han hecho promesas para posibilitar el avance de la obra de Dios no deben arrepentirse de sus votos y retener para sí lo que prometieron. Quienes asumen la responsabilidad de anular una promesa que ha sido hecha a Dios están haciendo algo de lo cual no querrán dar cuenta en el día del ajuste final. Debiera rechazarse el asesoramiento de los hombres que en este tiempo aconsejan retener los medios de la causa de Dios para invertirlos en otras empresas, porque el Señor les dice: “Haceos tesoros en el cielo”. “Invertid vuestros medios para hacer avanzar mi obra para abrir nuevos campos, de tal forma que la luz de la verdad presente pueda brillar en todas partes del mundo”. Cuán abundante ha sido el Don que Dios dio a la raza humana. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16. El Señor dio su vida por el mundo a fin de que el hombre pudiera tener un ejemplo perfecto. Dejando a un lado su manto real y su corona regia, vino a la tierra como hombre. Fue tentado en todas las cosas como el hombre es tentado, pero ni una sola vez dejó de seguir el sendero que había escogido. Fue guardado por el poder de Dios, sostenido por Aquel que será el ayudador de todos los que le aman y guardan sus mandamientos. Cristo vivió la vida sencilla de un hijo de personas de condición humilde, y así llegó a familiarizarse desde la infancia con la vida de los pobres. Y durante su ministerio, cuando le traían niños para que los bendijera, pensaba en su propia madre, y honraba a las madres de esos niños bendiciéndolas a ellas y también a sus hijos. Cristo vivió una vida de humillación y pobreza de manera que desde la niñez hasta la adultez pudo dejar a todos un ejemplo de lo que significa la vida para cada miembro de la familia humana. Todos los que han llegado a ser hijos de Dios deben hacer cuanto está en sus manos para buscar y salvar la oveja perdida. Deben utilizar todo medio posible para dar a los pecadores la Palabra de vida y la gracia salvadora de Cristo. Los creyentes en la verdad deben recordar siempre el sacrificio que Cristo hizo al tomar sobre sí la humanidad a fin de ser ejemplo para todos los seres humanos.—Carta 104, del 19 de marzo de 1907, dirigida “A los que dan grandes donaciones para la causa de la verdad presente”.
¡Visita Alza tus Ojos!

¡Maranata: El Senor Viene!


El secreto del progreso, 19 de marzo https://ift.tt/O13J8x4 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Salmos 62:8. Tenemos que dedicar mucho tiempo a la oración si queremos hacer progresos en la vida divina. Cuando se proclamó por primera vez el mensaje de la verdad, ¡cuánto orábamos! Cuán a menudo se escuchaba la voz de intercesión en la habitación, en el establo, en la quinta o en la huerta. Con frecuencia pasábamos horas en ferviente oración, en grupos de dos o tres, reclamando la promesa; a menudo se escuchaba el llanto seguido de la acción de gracias y del himno de alabanza. Ahora el día de Dios está más cerca que cuando creímos, y debiéramos ser más diligentes, más celosos y más fervientes que en esos primeros días. Nuetros peligros son mayores ahora que en aquel entonces.37Testimonies for the Church 5:161, 162. Jesús recibió sabiduría y poder, durante su vida terrenal, en las horas de oración solitaria. Sigan los jóvenes su ejemplo y busquen a la hora del amanecer y del crepúsculo un momento de quietud para tener comunión con su Padre celestial. Y durante el día eleven su corazón a Dios. A cada paso dado en nuestro camino, nos dice: “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha... No temas, yo te ayudo”. Isaías 41:13. Si nuestros hijos pudiesen aprender estas lecciones en el alba de su vida, ¡qué frescura y poder, qué gozo y dulzura habría en su existencia!38La Educación, 252, 253. Quebrántese vuestro corazón por el anhelo que tenga de Dios, del Dios vivo. La vida de Cristo ha mostrado lo que la humanidad puede hacer participando de la naturaleza divina. Todo lo que Cristo recibió de Dios, podemos recibirlo también nosotros. Pedid, pues, y recibiréis. Con la fe perseverante de Jacob, con la persistencia inflexible de Elías, pedid para vosotros todo lo que Dios ha prometido. Dominen vuestra mente las gloriosas concepciones de Dios. Enlácese vuestra vida con la de Cristo mediante recónditos eslabones. Aquel que ordenó que la luz brillara en las tinieblas, desea brillar en vuestro corazón, para daros la luz del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo. El Espíritu Santo tomará las cosas de Dios y os las mostrará... Cristo os conducirá al umbral del Infinito.39Palabras de Vida del Gran Maestro, 115.

Sabbath School


Sabbath School
Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/7DCjzeg Siempre amable, cortés, siempre tomando partido por los oprimidos, ya fueran judíos o gentiles, Cristo fue amado por todos. Mediante su vida y carácter perfectos, respondió a la pregunta formulada en el Salmo 15: “Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién habitará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón” (vers. 1, 2). En su niñez y juventud su conducta fue tal que, cuando se dedicó a la obra de Maestro, podía decir a sus discípulos: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”. Juan 15:10. A medida que Cristo crecía, la obra comenzada en su niñez continuó, y siguió aumentando en sabiduría y en favor con Dios y con los hombres. No se puso de parte de su propia familia simplemente porque estuvieran emparentados con él por lazos naturales; no reivindicaría su caso en un solo caso en que hubieran sido culpables de injusticia o maldad; pero siempre reivindicó lo que sabía que era verdad (Fundamentals of Christian Education, p. 402). ¿Qué significa ser cristiano? Es ser semejante a Cristo; consiste en realizar las obras de Cristo. Algunos fallan en un punto, otros fallan en otro. Algunos son impacientes por naturaleza. Satanás comprende sus debilidades y se las arregla para vencerlos vez tras vez. Pero que nadie se desanime por esto. Cada vez que aparezcan pequeñas molestias y pruebas, pídanle a Dios en oración silenciosa que les conceda fuerzas y gracia para soportarlas pacientemente. Hay poder en el silencio; no pronuncien una sola palabra mientras no hayan elevado sus peticiones al Dios del cielo. Si así lo hicieran siempre, pronto dominarían su temperamento impaciente y tendrían aquí un pequeño cielo como anticipo del más allá. Dios desea que su pueblo tenga manos limpias y corazones purificados. ¿Será posible que esto los haga infelices? ¿Acarrearía infelicidad a sus familias el hecho de que fueran bondadosos y pacientes, corteses y tolerantes? Lejos de ello. La bondad que manifiesten hacia sus familias se reflejará sobre ellos mismos. Esta es la clase de obra que debería llevarse a cabo en el hogar. Si los miembros de una familia no están preparados para vivir en paz aquí, tampoco están preparados para formar parte de la familia que se reunirá alrededor del gran trono blanco. Invariablemente el pecado produce oscuridad y esclavitud; pero el bien hacer produce paz y santo regocijo (Exaltad a__Jesús, p. 335). Amados hermanos y hermanas, dejemos que los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesús estén siempre presentes en nuestros pensamientos y que ahuyenten las preocupaciones mundanales. Sean ellos nuestra meditación cuando nos acostamos y cuando nos levantamos. Vivamos y actuemos teniendo plenamente en cuenta la venida del Hijo del hombre. El tiempo del sellamiento es muy corto, y pronto terminará. Ahora, mientras los cuatro ángeles están reteniendo los cuatro vientos, es el momento en que debemos asegurar nuestra vocación y elección (Primeros escritos, p. 58).
¡Visita Sabbath School!

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374