Nuestra Elevada Vocacion


La Biblia me habla, 19 de julio https://ift.tt/8pwtW7O Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cual sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Jeremías 6:16. El Santo ha dado reglas para la dirección de cada alma para que nadie pierda su camino. Estas instrucciones lo significan todo para nosotros, porque forman la norma a que debe conformarse todo hijo e hija de Adán. No podemos apartarnos de cualquiera de estas reglas divinas y ser tenidos sin culpa. Se requiere que hagamos de la voluntad de Dios lo supremo en nuestras vidas, y que tengamos una fe que obre por amor y purifique el alma. Yo quisiera instaros a alejaros del terreno peligroso por el cual vuestros pies están naturalmente inclinados a andar. ... Tomad la Palabra de Dios, y arrodillándoos delante de Dios preguntad: ¿Qué ha hablado Dios para mí en su Palabra? Esperad delante de Dios para aprender cuál es el camino que él quiere que sigáis. ... Podéis aprender del Maestro celestial su humildad y mansedumbre de corazón. Estad firmes en su poder, y estad en oposición a todo lo que le desagrada a Dios, y fomentad todo lo que es recto, puro y verdadero. Vivid una vida que Jesús, nuestro Padre celestial, y las huestes angélicas puedan considerar con favor. ... El Señor será vuestro ayudador, y si confiáis en él, él os llevará a alcanzar una norma noble y elevada, y colocará vuestros pies sobre la plataforma de la verdad eterna. Mediante la gracia de Cristo podéis realizar un debido uso de las capacidades que se os han confiado. Podéis llegar a ser instrumentos de bien en la ganancia de almas para Cristo. Todo talento que tenéis debe ser utilizado en forma correcta. Aquellos jóvenes que se colocan toda la armadura de Dios, que dedican tiempo cada día al examen propio, que buscan al Señor en ferviente oración, que estudian las Escrituras con diligencia, tendrán la ayuda de los ángeles de Dios, y formarán caracteres que los capacitarán para la sociedad de los redimidos en el reino de gloria.—Carta 57, 1894.

Hijos e Hijas de Dios


Necesitamos más Calebs y Josues, 19 de julio https://ift.tt/tcn1yge Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Números 13:30. El tercer ángel vuela por en medio del cielo anunciando los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Representa la obra que debe hacerse en estos últimos días. El mensaje no pierde nada de su poder al progresar en su vuelo. Juan ve que la obra crece en potencia hasta que toda la tierra se llena con la gloria de Dios. El mensaje: “Temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida”, debe ser dado en alta voz. Con celo y energías más intensos, los seres humanos deben impulsar la obra del Señor. Los hombres, las mujeres y los niños deben prepararse para dar el mensaje en el hogar, en la escuela y en la iglesia... Ahora, justamente ahora, necesitamos Calebs y Josués. Necesitamos jóvenes y señoritas fuertes, devotos y abnegados, que avancen hacia el frente.—Carta 134, 1901. Hoy necesitamos hombres de fidelidad cabal, hombres que sigan plenamente al Señor, hombres que no estén dispuestos a guardar silencio cuando deben hablar, que sean firmes como el acero a los principios, que no traten de hacer alarde ostentoso, que anden humildemente con Dios, que sean pacientes, amables, bondadosos y corteses, que comprendan que la ciencia de la oración consiste en ejercitar fe y realizar obras que glorifiquen a Dios y hagan bien a su pueblo... El seguir a Jesús requiere una conversión de todo corazón al principio, y una repetición de esta conversión diariamente.—The S.D.A. Bible Commentary 1:1113.

Exaltad a Jesús


Traído de vuelta por el pastor, 19 de julio https://ift.tt/L0JkogW Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad. Ezequiel 34:12. La oveja que se ha descarriado del redil es la más impotente de todas las criaturas. El pastor debe buscarla, pues ella no puede encontrar el camino de regreso. Así también el alma que se ha apartado de Dios, es tan impotente como la oveja perdida, y si el amor divino no hubiera ido en su rescate, nunca habría encontrado su camino hacia Dios. El pastor que descubre que falta una de sus ovejas, no mira descuidadamente el rebaño que está seguro y dice: “Tengo noventa y nueve, y me sería una molestia demasiado grande ir en busca de la extraviada. Que regrese, y yo abriré la puerta del redil y la dejaré entrar”. No; tan pronto como se extravía la oveja, el pastor se llena de pesar y ansiedad. Cuenta y recuenta el rebaño, y no dormita cuando descubre que se ha perdido una oveja. Deja las noventa y nueve dentro del aprisco y va en busca de la perdida. Cuanto más oscura y tempestuosa es la noche, y más peligroso el camino, tanto mayor es la ansiedad del pastor y más ferviente su búsqueda. Hace todos los esfuerzos posibles por encontrar esa sola oveja perdida. Con cuánto alivio siente a la distancia su primer débil balido. Siguiendo el sonido, trepa por las alturas más empinadas, y va al mismo borde del precipicio con riesgo de su propia vida. Así la busca, mientras el balido, cada vez más débil, le indica que la oveja está por morir. Al fin es recompensado su esfuerzo; encuentra la perdida. Entonces no la reprende porque le ha causado tanta molestia. No la arrea con un látigo. Ni aun intenta conducirla al redil. En su gozo pone la temblorosa criatura sobre sus hombros; si está magullada y herida, la toma en sus brazos, la aprieta contra su pecho, para que le dé vida el calor de su corazón. Agradecido porque su búsqueda no ha sido en vano, la lleva de vuelta al redil. Gracias a Dios, él no ha presentado a nuestra imaginación el cuadro de un pastor que regresa dolorido sin la oveja. La parábola no habla de fracaso, sino de éxito y gozo en la recuperación. Aquí está la garantía divina de que no es descuidada o dejada al desamparo ni aun una de las ovejas descarriadas del aprisco de Dios. Cristo rescatará del hoyo de la corrupción y de las zarzas del pecado a todo el que tenga el deseo de ser redimido.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 146-147.

Cada Día con Dios


Un pronto auxilio, 19 de julio https://ift.tt/iegv6yZ Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Nahúm 1:7. Tenemos ricas promesas en la Palabra de Dios, si sólo creemos y confiamos en él. Estamos en peligro de confiar en nuestros pobres esfuerzos humanos, sin poner nuestra confianza en Dios. Todos los que tengan algo que hacer en esta gran preparación de la obra de Dios para estos últimos días, deberían acercarse al Señor. Cuando Dios envía a sus obreros para que cumplan un cometido especial, ha prometido que será uno con ellos si están dispuestos a ser uno con él. Pero si se apartan de Dios, y tratan de hacer la obra mediante sus propias fuerzas, enfrentarán dificultades y desánimo a cada paso. Aquí tenemos la promesa de que al trabajar para el Señor él estará a nuestra diestra para ayudarnos y trabajar con nosotros. Sería la mayor insensatez del mundo si alguno se acreditara el éxito que podemos tener. Mientras más humildemente caminemos con Dios, más se manifestará él para ayudarnos. El Señor nunca quiso enviar a sus siervos a fin de que trabajaran para él frente a la oposición de Satanás y los ángeles impíos sin proporcionarles ayuda divina. La razón por la cual no tenemos más éxito en la obra consiste en que dependemos de nuestros propios esfuerzos en lugar de confiar en la ayuda que Dios nos quiere dar. Tenemos el privilegio de sentir nuestra debilidad, nuestra indignidad, y entonces solicitar la ayuda que Dios ha provisto para nosotros. Podemos recurrir a la Palabra en medio de nuestra angustia, y mientras sentimos el peso de las almas sobre nosotros, podemos decir: “¡Aquí, Señor: Tú lo has prometido y yo creo en tu Palabra!” Debemos aprender a acudir a nuestro Padre Celestial tal como un niño lo hace con sus padres terrenales. Nos dice: “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Mateo 7:9-11... Aunque cada obrero de Dios debe cultivar sus facultades al máximo posible, no debe poner su confianza en ellas. Hagan de ustedes mismos todo lo que sea posible hacer, pero confíen el resto al Señor.—Manuscrito 8, del 19 de julio de 1886, “Venzamos el yo”.

Alza tus Ojos


Soldados de Cristo, 19 de julio https://ift.tt/GykDYV8 Si alguno viene en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mateo 16:24. Los apetitos e inclinaciones naturales suspiran por los placeres terrenales. Pero los que aman a Jesús pondrán esos apetitos e inclinaciones en armonía con la voluntad de Dios. Han escogido estar del lado del Señor y sus vidas deben destacarse en marcado contraste con el egoísmo de los mundanos. El tentador vendrá a ellos con sus lisonjas y sobornos, diciendo: “Todo esto te daré, si postrado me adorares”. Pero ellos saben que no tiene nada que valga la pena recibir, y se niegan a ceder a sus tentaciones. Por medio de la gracia de Dios están capacitados para mantener inmaculada la pureza de los principios. Angeles santos están a su lado y Cristo es revelado en ellos por medio de su fidelidad constante a la verdad. Son los soldados de Cristo, y dan, como verdaderos testigos, un decidido testimonio en favor de la verdad. Muestran que hay un poder espiritual capaz de habilitar a los hombres a no desviarse un centímetro de la verdad y la justicia a cambio de todas las dádivas que los hombres pueden otorgar. Los tales, no importa dónde estén, serán honrados por el Cielo, porque han conformado sus vidas a la voluntad de Dios sin tener en cuenta qué sacrificios son llamados a realizar. La afectación no es religión. Toda frivolidad debe ser evitada. El carácter cristiano se edifica recibiendo a Cristo y creyendo en El. “A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Juan 1:12. El cristiano genuino protege la verdad cuidadosamente, reconociendo que es más preciosa que el oro. Tiene un argumento que sirve de prueba contra todos los ataques del enemigo. Sólo la verdad de Dios puede satisfacer las necesidades del alma. Esta debe ser guardada en el corazón, y formar parte de la vida misma. Así se gana una experiencia que hace que el alma sea vigilante, cuidadosa de no efectuar nada que esté en desacuerdo con la voluntad del que murió para que los hombres y las mujeres pudieran tener vida eterna. El fue tentado en todo como nosotros, mas sin pecado. Sabe cómo socorrer a quienes son tentados. Satanás está siempre al acecho de una oportunidad para corromper el alma y dañar la integridad. El que no esté en guardia será atacado y vencido. Nuestra seguridad depende de que tengamos a Cristo como nuestro Salvador. El perdón que El nos concede brinda reposo y certidumbre al alma. Asegúremonos de que estamos afirmados y fundados en la fe. Las doctrinas bíblicas son preciosas para el alma porque contienen principios santos.—Carta 249, del 19 de julio de 1904, dirigida al Hno. Arthur y Sra.

A Fin de Conocerle


La sabiduría humana contra la sabiduría divina, 19 de julio https://ift.tt/FWyMEC9 Para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. 1 Corintios 2:5. El espíritu prevaleciente en nuestros tiempos es de incredulidad y apostasía. El espíritu manifestado en el mundo es de orgullo y exaltación del yo. Los hombres se vanaglorían de poseer gran luz, pero en realidad no tienen más que ciega presunción, porque se han opuesto a la clara voluntad de Dios. Muchos exaltan el razonamiento humano, idolatran la sabiduría humana y consideran las opiniones de los hombres superiores a la sabiduría revelada de Dios. ... Entre la gran masa de cristianos profesos no se comprende cuán ofensiva es la transgresión de la ley de Dios. No comprenden que la salvación puede obtenerse únicamente mediante la sangre de Cristo. A los ojos de los hombres, la vana filosofía y la así llamada ciencia, tienen más valor que la Palabra de Dios. Prevalece en gran medida la creencia de que el Mediador divino no es indispensable para la salvación del hombre. Una cantidad de teorías propuestas por los así llamado sabios del mundo, para la elevación del hombre, son creídas y se confía en ellas más que en la verdad de Dios enseñada por Cristo y sus apóstoles.—The Review and Herald, 8 de noviembre de 1892. El Señor quiere que investiguemos individualmente las Escrituras para que conozcamos el gran plan de redención, y que comprendamos ese gran tema hasta donde sea posible para la mente humana, iluminada por el Espíritu de Dios, para comprender el propósito de Dios. El quiere que captemos algo de su amor manifestado al dar a su Hijo para morir a fin de contrarrestar el mal, quitar las manchas contaminadoras de su obra y restaurar lo que se había perdido, elevando y ennobleciendo al alma hasta darle su pureza original mediante la justicia imputada de Cristo. La única manera como podía ser restaurada la humanidad caída era mediante el don de su Hijo, igual a él mismo, que poseía los atributos de Dios.—Ibid.

Sabbath School


Comentarios Elena G.W https://ift.tt/0zOQ45l No podemos estar listos para encontrar al Señor despertándonos cuando se oye el clamor: “He aquí el esposo”, y entonces recoger nuestras lámparas vacías para llenarlas. No podemos mantener a Cristo lejos de nuestra vida aquí, y sin embargo ser hechos idóneos para su compañerismo en el cielo… Por medio del Espíritu Santo, la Palabra de Dios es una luz cuando llega a ser un poder transformador en la vida del que la recibe. Implantando en el corazón los principios de su Palabra, el Espíritu Santo desarrolla en los hombres los atributos de Dios. La luz de su gloria —su carácter— ha de brillar en sus seguidores. Así ellos han de glorificar a Dios, han de iluminar el camino a la casa del Esposo, a la ciudad de Dios, a la cena de bodas del Cordero (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 340, 341). La humanidad por sí misma no tiene luz. Aparte de Cristo somos un cirio que todavía no se ha encendido, como la luna cuando su cara no mira hacia el sol; no tenemos un solo rayo de luz para disipar la oscuridad del mundo. Pero cuando nos volvemos hacia el Sol de justicia, cuando nos relacionamos con Cristo, el alma entera fulgura con el brillo de la presencia divina. Los seguidores de Cristo han de ser más que una luz entre los hombres. Son la luz del mundo. A todos los que han aceptado su nombre, Jesús dice: Os habéis entregado a mí, y os doy al mundo como mis representantes. Así como el Padre lo había enviado al mundo, Cristo declara: “Los he enviado al mundo”. Juan 17: 18 Como Cristo era el medio de revelar al Padre, hemos de ser los medios de revelar a Cristo. Aunque el Salvador es la gran fuente de luz, no olvidéis, cristianos, que se revela mediante la humanidad. Las bendiciones de Dios se otorgan por medio de instrumentos humanos. Cristo mismo vino a la tierra como Hijo del hombre. La humanidad, unida con la naturaleza divina, debe relacionarse con la humanidad. La iglesia de Cristo, cada individuo que sea discípulo del Maestro, es un conducto designado por el cielo para que Dios sea revelado a los hombres. Los ángeles de gloria están listos para comunicar por vuestro intermedio la luz y el poder del cielo a las almas que perecen (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 36, 37). Dios exhorta a su pueblo a ser una brillante luz en el mundo; una luz que brille en medio de las tinieblas del pecado. Tiene su recompensa vivir la vida del Dador de la vida. Él anduvo haciendo bienes. Esto es lo que hará todo verdadero seguidor de Cristo, imbuido de un sentido sagrado de lealtad a Dios y de deber hacia sus prójimos. Mediante el conocimiento de la verdad tal como es en Jesús, los cristianos deben crecer en gracia, acercándose constantemente a la perfección del carácter (Alza tus ojos, p. 175).

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374