Ser Semejante a Jesús


Ser Semejante a Jesús
Hacer interesante el culto familiar, 3 de noviembre Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados. Salmos 40:5. https://ift.tt/6oilTyk Deben enseñar a sus hijos a ser bondadosos, serviciales, accesibles a las súplicas y, sobre todo lo demás, respetuosos de las cosas religiosas, y deben sentir la importancia de los requerimientos de Dios. Se les debe enseñar a respetar la hora de la oración; se debe exigir que se levanten por la mañana para estar presentes en el culto familiar. El padre, que es el sacerdote de su casa, debiera dirigir los cultos matutino y vespertino. No hay razón para que éste no sea el ejercicio más interesante y agradable de la vida hogareña, y Dios es deshonrado cuando se lo hace seco y tedioso. Sean cortas y animadas las reuniones del culto familiar. No permitan que sus hijos o cualquier otro miembro de la familia les tengan miedo por ser tediosos o faltos de interés. Cuando se lee un capítulo largo y se lo explica y se eleva una larga oración, este precioso servicio se hace cansador y es un alivio cuando termina. Los jefes de la familia debieran ocuparse especialmente de que la hora del culto sea sumamente interesante. Dedicándole algo de atención y cuidadosa preparación, cuando nos presentamos ante la presencia de Dios, el culto familiar podrá ser agradable y estará lleno de resultados que únicamente revelará la eternidad... Elija el padre una porción de las Escrituras que sea interesante y fácil de entender; serán suficientes unos pocos versículos para dar una lección que pueda ser estudiada y practicada durante el día... Por lo menos debieran cantarse unas pocas estrofas de un himno animado, y la oración debe elevarse corta y al punto. El que dirige en oración no debiera orar por todas las cosas, sino que debiera expresar sus necesidades con palabras sencillas y su alabanza a Dios con gratitud. Para despertar y fortalecer el amor hacia el estudio de la Biblia, mucho depende del uso que se haga de la hora del culto. Las horas del culto matutino y las del vespertino deberían ser las más dulces y útiles del día. Entiéndase que no deben interponerse a esa hora pensamientos inquietos y faltos de bondad; reúnanse los padres y los niños para encontrarse con Jesús y para invitar a los santos ángeles a estar presentes en el hogar. Los cultos deberían ser breves y llenos de vida, adaptados a la ocasión y variados. Todos deberían tener parte en la lectura de la Biblia, aprender y repetir a menudo la ley de Dios. Los niños tendrán más interés si a veces se les permite que escojan la lectura.—Conducción del Niño, 493, 494.
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Reflejemos a Jesús


Reflejemos a Jesús
Noé, predicador de justicia, 3 de noviembre Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Lucas 17:26, 27. https://ift.tt/Hi9dygu El pecado por naturaleza se extiende y crece. Desde el primer pecado de Adán, se ha difundido de una generación a otra como una enfermedad contagiosa. Mientras el mundo aún era joven, el pecado llegó a ser terrible por sus proporciones. El odio por la ley divina y, como consecuencia inevitable, el odio por todo lo bueno, llegó a ser universal. Dios, que creó al hombre y lo dotó generosamente con la abundancia de su providencia, fue deshonrado por los seres que había creado, despreciado y desdeñado por los receptores de sus dones. Pero aunque el hombre pecador olvidó a su benefactor benevolente, Dios no olvidó a la criatura que había formado. No sólo envió “lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y alegría” el corazón de los hombres (Hechos 14:17), sino que también envió mensajes de advertencia y de súplica. El hombre fue confrontado con su propia iniquidad y con el resultado de la trasgresión a la ley divina. En los días de Noé, la impiedad del mundo llegó a ser tan grande que Dios no pudo soportarla más... Pero tuvo piedad de la raza humana, y en su amor proveyó un refugio para todos los que lo aceptaran. Dio este mensaje a Noé para que lo entregara a los hombres: “No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre” Génesis 6:3. El Espíritu de Dios continuó trabajando con denuedo por los hombres rebeldes hasta que el tiempo estipulado estuvo a punto de expirar, Noé y su familia entraron en el arca, y la mano de Dios cerró la puerta. La misericordia había bajado del trono dorado para no interceder más por el pecador culpable. No todos los miembros de aquella generación fueron paganos idólatras en el pleno sentido de la palabra. Muchos tuvieron un conocimiento de Dios y de su ley; pero no sólo rechazaron el mensaje del fiel predicador de justicia, sino que usaron toda su influencia para impedir que otros obedecieran a Dios. Para todos hay un día de rendición de cuentas. Aquella generación tuvo su día de oportunidad y de privilegio mientras Noé levantaba su voz advirtiendo de la destrucción venidera; pero aquellos hombres no entregaron sus mentes al control de Dios sino al de Satanás y él los engañó, como lo había hecho con nuestros primeros padres. Puso ante ellos oscuridad y falsedad en lugar de luz y verdad; y ellos aceptaron sus sofisterías y mentiras, pues les resultaban aceptables y armonizaban con sus vidas corruptas, mientras rechazaban como engaño la verdad que podía haberlos salvado. Las multitudes no estuvieron de parte de la justicia.—The Signs of the Times, 1 de abril de 1886.
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Recibiréis Poder


Recibiréis Poder
Un nuevo Pentecostés, 3 de noviembre Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. Hechos 6:7. https://ift.tt/hlCID8m Como los discípulos, que llenos del poder del Espíritu salieron a proclamar el evangelio, así los siervos de Dios han de salir hoy. Hemos de realizar la obra del Señor llenos del desinteresado espíritu de dar el mensaje de misericordia a los que están en la oscuridad del error y la incredulidad. Tenemos que realizar nuestra parte en cooperación con él; también actuará sobre los corazones de los incrédulos para desarrollar su obra en las regiones distantes. Muchos ya están recibiendo el Espíritu Santo, que despejará el camino bloqueado por la indiferencia descuidada. ¿Por qué se ha registrado la obra de los discípulos, trabajando con santo celo, animados y vitalizados por el Espíritu Santo, si no es para que hoy el pueblo del Señor obtenga inspiración para trabajar fervorosamente por él? Lo que el Señor hizo por su iglesia en ese entonces, es igualmente esencial que hoy lo haga por su pueblo. En la actualidad cada miembro de iglesia ha de hacer lo mismo que realizaron los apóstoles. Y tenemos que trabajar con tanto o más fervor, para ser bendecidos con una mayor medida del Espíritu Santo, puesto que el crecimiento de la maldad requiere un llamado más decidido al arrepentimiento. Aquel sobre quien brilla la luz de la verdad presente debe ser conmovido a compasión en favor de los que están en la oscuridad. Cada creyente ha de reflejar la luz en rayos claros y definidos. Hoy el Señor espera realizar una obra similar a la que hizo mediante sus mensajeros delegados después del día de Pentecostés. Cuando el fin de todas las cosas está cerca, el celo de la iglesia actual ¿no debería exceder al de la iglesia primitiva? El fervor por la gloria de Dios impulsó a los discípulos a dar testimonio de la verdad con gran poder. ¿No debería este mismo celo encender nuestros corazones con un anhelo de contar la historia del amor redentor, de Cristo crucificado? ¿No debería revelarse con mayor magnitud el poder de Dios ahora, que en tiempos de los apóstoles?—The Review and Herald, 13 de enero de 1903.
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Nuestra Elevada Vocacion


Nuestra Elevada Vocacion
Gozo en el sufrimiento con Cristo, 3 de noviembre Carísimos, no os maravilléis cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese; antes bien gozaos en que sois participantes de las aflicciones de Cristo; para que también en la revelación de su gloria os gocéis en triunfo. 1 Pedro 4:12, 13. https://ift.tt/WHsxgeD No siempre consideramos que la santificación que tanto deseamos y por la cual oramos con tanto fervor es impartida por la verdad, por la providencia de Dios, y de un modo en que menos lo esperamos. Cuando esperamos gozo, he aquí que hay tristeza; cuando esperamos paz, con frecuencia tenemos desconfianza y duda porque nos encontramos sumidos en pruebas que no podemos evitar. En estas pruebas estamos teniendo las respuestas a nuestras oraciones. A fin de que seamos purificados, el fuego de la aflicción debe arder sobre nosotros, y nuestra voluntad debe ponerse en conformidad con la voluntad de Dios. ... Dios considera apropiado someternos a la disciplina, que es esencial para nosotros antes de que seamos súbditos preparados para las bendiciones que anhelamos. No deberíamos desanimarnos y dar lugar a la duda, y pensar que nuestras oraciones no son advertidas. Deberíamos confiar con más seguridad en Cristo y dejar nuestro caso en manos de Dios para que él conteste nuestras oraciones según su propia manera. Dios no ha prometido derramar sus bendiciones mediante los conductos que nosotros hemos señalado. Los planes de Dios siempre son los mejores, aunque no siempre los discernamos. La perfección del carácter cristiano puede obtenerse únicamente mediante el trabajo, las luchas y la abnegación. No siempre dependemos de esto, y no consideramos el doloroso y a menudo prolongado proceso de purificación que necesitamos a fin de ser conformados a la imagen de Cristo. Dios frecuentemente contesta nuestras oraciones del modo que menos esperamos. Nos coloca en situaciones que son muy angustiosas, para revelar qué hay en nuestros corazones. Para fomentar el desarrollo de las gracias cristianas él nos colocará en situaciones que nos exigirán cada vez más esfuerzo para mantener una viva ejercitación de nuestra fe. Recordemos cuán inestimablemente preciosos son los dones de Dios—las gracias de su Espíritu—y no nos apartaremos del proceso de prueba, aunque sea doloroso y humillante para nosotros.—Carta 9, 1873, pp. 1-3.
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La Maravillosa Gracia de Dios


La Maravillosa Gracia de Dios
Mirad y vivid, 3 de noviembre Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:14, 15. https://ift.tt/pZsS0Pz El alzamiento de la serpiente de bronce (Números 21:4-9) tenía por objeto enseñar una lección importante a los israelitas. No podían salvarse del efecto fatal del veneno que había en sus heridas. Solamente Dios podía curarlos. Se les pedía, sin embargo, que demostraran su fe en lo provisto por Dios. Debían mirar para vivir. Su fe era lo aceptable para Dios, y la demostraban mirando la serpiente. Sabían que no había virtud en la serpiente misma, sino que era un símbolo de Cristo; y se les inculcaba así la necesidad de tener fe en los méritos de él. Hasta entonces muchos habían llevado sus ofrendas a Dios, creyendo que con ello expiaban ampliamente sus pecados. No dependían del Redentor que había de venir, de quien estas ofrendas y sacrificios no eran sino una figura o sombra. El Señor quería enseñarles ahora que en sí mismos sus sacrificios no tenían más poder ni virtud que la serpiente de bronce, sino que, como ella, estaban destinados a dirigir su espíritu a Cristo, el gran sacrificio propiciatorio... Los israelitas salvaban su vida mirando la serpiente levantada en el desierto. Aquella mirada implicaba fe. Vivían porque creían la palabra de Dios, y confiaban en los medios provistos para su restablecimiento. Así también puede el pecador mirar a Cristo, y vivir. Recibe el perdón por medio de la fe en el sacrificio expiatorio. En contraste con el símbolo inerte e inanimado, Cristo tiene poder y virtud en sí para curar al pecador arrepentido. Aunque el pecador no puede salvarse a sí mismo, tiene sin embargo algo que hacer para conseguir la salvación. “Al que a mí viene, no le echo fuera”. Juan 6:37. Pero debemos ir a él; y cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, debemos creer que nos acepta y nos perdona. La fe es el don de Dios, pero el poder para ejercitarla es nuestro. La fe es la mano de la cual se vale el alma para asir los ofrecimientos divinos de gracia y misericordia.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 457-459.
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La Fe por la Cual Vivo


La Fe por la Cual Vivo
Las maquinaciones del mundo, 3 de noviembre Porque no seamos engañados de Satanás; pues no ignoramos sus maquinaciones. 2 Corintios 2:11. https://ift.tt/bfloPnc “Salomón dice: ‘El que confía en su corazón es necio’ (Proverbios 28:26) y hay centenares de los tales entre los que profesan la piedad. El apóstol dice: ‘no ignoramos sus maquinaciones.’ ¡Qué arte, qué habilidad, qué agudeza, ejerce el mundo para inducir a los profesos seguidores de Cristo a unirse con él en busca de felicidad por medio de las diversiones que ofrece ... ! “¡Cómo podré soportar el pensamiento de que la mayoría de la juventud actual perderá la vida eterna! ... ¡Oh, si dedicaran menos tiempo al vestuario y a la vana conversación y elevaran sus fervientes y agonizantes plegarias a Dios para obtener una experiencia profunda! Hay una gran necesidad de un escudriñamiento diligente de sí mismos a la luz de la Palabra de Dios; que cada uno se pregunte: ‘¿Tengo yo un corazón sano o corrompido? ¿He renacido en Cristo o tengo aún un corazón carnal con una nueva vestidura exterior?’ Dirigíos al gran tribunal y a la luz que proviene de Dios examinaos para ver si hay algún pecado secreto que acariciáis, algún ídolo que no habéis sacrificado. Orad, sí, orad como nunca lo habéis hecho antes, para que no seáis engañados por las maquinaciones de Satanás.”—Testimonies for the Church 2:143-145. “Queridos jóvenes: Jesús murió no para salvaros en vuestros pecados, sino de vuestros pecados.”—The Youth’s Instructor, 15 de julio de 1897. “Desterrad el pecado de vuestros corazones; porque el pecado causó la muerte del Hijo de Dios.”—The Review and Herald, 22 de julio de 1884.
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Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
Cuidemos el templo de Dios, 3 de noviembre Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 2 Corintios 6:16. https://ift.tt/OStuBGW Debemos obedecer las leyes de su reino, progresando todo lo que nos sea posible. Debemos cultivar diligentemente las facultades más elevadas de nuestro ser, recordando que somos propiedad de Dios, hechura de Dios. Se nos pide que mejoremos día a día. Aun en este mundo de pecado y dolor podemos, mediante el esfuerzo sincero y perseverante, levantarnos hacia la más alta eficiencia espiritual. “Vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios sois”. Debemos agradar a Dios en espíritu y en palabra, en cada aspecto de la edificación de nuestros caracteres. Y esto es posible. Enoc agradó a Dios, a pesar de vivir en una época de degeneración. Y en éste nuestro tiempo también hay Enocs. La morada humana, el edificio de Dios, su templo, requiere atención íntima y vigilante. Podemos exclamar con David: “Asombrosa y maravillosamente he sido formado”. La hechura de Dios debe preservarse para que pueda revelar al universo y a la raza apóstata que los hombres y las mujeres son templos del Dios viviente. La perfección de carácter que requiere Dios es la preparación del ser entero como templo para morada del Espíritu Santo. El Señor demanda el servicio de toda la maquinaria humana. Desea que los hombres y las mujeres sean todo lo que él ha hecho posible que lleguen a ser. No basta usar ciertas partes de la máquina. Todas ellas deben intervenir en la acción, o el servicio será deficiente.—Manuscrito 130, 1899.
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Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
Un intercesor, 3 de noviembre Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Hebreos 4:14. https://ift.tt/wDc4Wdk Necesitamos proveernos del mismo espíritu que animaba al Señor Jesucristo. Cristo trabaja en nuestro favor; ¿trabajaremos nosotros por Cristo, en sus líneas? Niños, cultiven la paciencia y la fe y la esperanza. Que el Señor aumente el gozo de nuestra fe en este Intercesor eterno. No dejen que pase un solo día sin que comprendan la responsabilidad que tienen ante Dios frente al sacrificio de su Hijo unigénito. Jesús no recibe ninguna gloria de alguien que se transforma en un acusador de los hermanos. Que no pase ni un solo día sin que nos ocupemos de sanar y restaurar heridas viejas. Cultivemos el amor, y que de nuestros labios no escape ninguna palabra de malas sospechas. Cerremos esta puerta de inmediato, y mantengámosla cerrada; abramos la puerta desde donde Cristo preside, y mantengámosla abierta, porque conocemos el valor del sacrificio de Cristo y de su amor inalterable. Bebamos las aguas refrescantes de la vida que proceden de las fuentes del Líbano, pero rehusemos las aguas turbias del valle: los oscuros sentimientos de sospecha. Hay mucha veracidad en la causa, pero ¿echaremos a perder la fragancia de nuestro espíritu porque otros se visten de amargura? Dios no lo permita. Ni siquiera una décima parte de las malas sospechas es digna del tiempo que dedicamos a considerarla y a repetirla. Arranquen de sus palabras toda severidad; hablen con dulzura; mantengan inalterable su confianza en Jesús. Tenemos un Abogado viviente que intercede por nosotros. Entonces, en principio transformémonos también en abogados en favor de los que yerran. “Y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza”. Hebreos 10:21-23. El es un fiel sumo sacerdote en todas las cosas que pertenecen a Dios. Entonces, mientras él trabaja por nosotros, nosotros también trabajemos con igual interés y fervor para promover la unión entre unos y otros. Cristo oró para que nosotros participáramos de la misma naturaleza y unidad que existían entre él y el Padre. En todo lo que hagamos, esforcémonos por promover la confianza y el amor entre los hermanos, y de este modo contestaremos la oración de Jesucristo... No todas las posiciones e ideas que tienen acerca de sus hermanos son correctas... Coloquemos de lado todas estas imaginaciones y malas sospechas; mantengámonos estrechamente unidos con Cristo y pensemos en el rico ánimo que nos ha concedido, para que al mismo tiempo nosotros lo podamos compartir con los demás... Que la envidia y los celos se ahoguen en la corriente amorosa que procede de la fuente del amor de Dios. El pedido de ayuda de los que están próximos a perecer halla cabida inmediata en sus oídos. “Porque él librará al menesteroso que clamare, y al afligido que no tuviere quien le socorra”. Salmos 72:12.—Manuscrito 129, 1901.
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En los Lugares Celestiales


En los Lugares Celestiales
¡Levántate, resplandece! 3 de noviembre Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz. y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Isaías 60:1. https://ift.tt/EJtsSf5 En un sentido especial los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como vigías y portaluces. A ellos les ha sido confiado el último mensaje de misericordia para un mundo que perece. Sobre ellos brilla la maravillosa luz de la Palabra de Dios. ¿Qué clase de personas, entonces, debieran ser? ... Es el propósito de Dios glorificarse a sí mismo en su pueblo ante el mundo. Anhela hacer de sus hijos canales a través de los cuales pueda derramar su abundante amor y misericordia... Aferrémonos a la ayuda del Señor, ... contra las poderosas potencias de las tinieblas. Satanás está obrando con intensidad de propósito para esclavizar y destruir las almas. Mantengamos una firme posición contra él. Aquel que esté consagrado enteramente al servicio de Dios será hecho fuerte para la batalla. Será fortalecido con “todo poder”. Aquel que siente su debilidad, y lucha con Dios como lo hizo Jacob, diciendo: “No te dejaré, si no me bendices” (Génesis 32:26), avanzará con la refrigerante unción del Espíritu Santo. Lo rodeará la atmósfera del cielo. Andará haciendo bienes. Su influencia será una fuerza positiva en favor de la religión de Cristo. Dios necesita portaluces que llenarán el mundo con la luz, la paz y el gozo que proceden de Cristo. Necesita hombres humildes, hombres conscientes de su propia debilidad, y que recuerden lo que el servicio de Dios exige de ellos: la corrección del habla y de la acción que manifiestan el poder de la gracia de Cristo. Los tales revelarán en sus vidas las virtudes del carácter de Cristo... El tiempo es precioso. El destino de las almas está en la balanza ... Tan vasto es el campo, tan amplio el plan, que todo corazón santificado será urgido a servir como un agente del poder divino.—The Review and Herald, 23 de noviembre de 1905.
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El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
El testimonio de Jesús revela el eterno amor divino, 3 de noviembre “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la presencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”. Apocalipsis 1:9. https://ift.tt/rufARDV Es por medio de este “hermano, y copartícipe... en la tribulación” que Cristo revela a su pueblo el terrible conflicto que habrán de afrontar antes de la segunda venida del Señor. Antes que las escenas de esta agria lucha se abrieran ante sus ojos, se les advierte que otros creyentes también han bebido de la copa y participado de este bautismo. El que sostuvo a los primeros testigos de la verdad no olvidará a su pueblo en el conflicto final. Fue en tiempos de feroz persecución y en medio de densas tinieblas—cuando Satanás parecía triunfar sobre los fieles testigos de Dios—, que Juan, siendo ya un anciano, fue desterrado. Se lo separó de sus compañeros en la fe y de sus tareas en el evangelio, pero no se lo pudo separar de la presencia de Dios. Aquel desolado lugar donde se lo confinó fue para él la puerta del cielo. Él dice: “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor—el día santo que Dios había bendecido y apartado como su posesión—, y oí detrás de mí una voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves... Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre”... Cristo camina en medio de los candeleros dorados. De este modo simboliza su relación con las iglesias. El Señor está en comunión con su pueblo... Aunque es el Sumo Sacerdote y Mediador en el santuario que está en las alturas, camina por en medio de las iglesias en la tierra... Nuevamente, cuando el Espíritu Santo descansó en el profeta, éste pudo ver una puerta abierta en el cielo y oír una voz que lo invitaba a contemplar las cosas que habían de suceder pronto. Y dijo: “Y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina”. Había ángeles en derredor en actitud de espera y dispuestos a hacer la voluntad del que estaba en el trono. Juan también contempló el arco de la promesa de Dios, la señal del pacto establecido con Noé, que circuía el trono en las alturas como una promesa de la misericordia divina por cada uno de los que manifiestan su fe y su arrepentimiento. Este es un testimonio eterno para indicar que “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Declara así a todo el mundo que en medio de la lucha contra el mal. Dios nunca olvidará a su pueblo.—Manuscrito 100, 1893.
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Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Jesús provee un modelo de carácter, 3 de noviembre Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Colosenses 3:3-4. https://ift.tt/rILMqim Hagan brillar la luz con buenas obras. Cristo dijo: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres”. Mateo 5:13. Me temo que haya muchos en esta condición. No todos tienen la misma obra; circunstancias y talentos diferentes capacitan a las personas para diferentes tipos de trabajo en la viña del Señor. Hay algunos que tienen cargos de mayo: responsabilidad que otros; pero a cada uno le fue dada su tarea, y si la realiza con fidelidad y celo, será un fiel administrador de la gracia de Dios. No es la intención de Dios que la luz de ustedes brille de modo que las palabras o las obras les traigan la alabanza de los hombres, sino que ellos exalten y glorifiquen al Autor de todo bien. Jesús, en su vida, presentó a los hombres un modelo de carácter. ¡Cuán poco poder tuvo el mundo para moldearlo de acuerdo con sus normas! Toda esa influencia fue desechada. El declaró: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra”. Juan 4:34. Si tuviésemos esa devoción a la obra de Dios, y la hiciéramos sinceramente para su gloria, podríamos decir con Cristo: “Yo no busco mi gloria”. Juan 8:50. Su vida estuvo llena de buenas obras, y es nuestro deber vivir como vivió nuestro gran Ejemplo. Nuestra vida tiene que estar escondida con Cristo en Dios, y así la luz de Cristo se reflejará sobre nosotros y la reflejaremos sobre los que nos rodean, no simplemente en palabras o profesión, sino en buenas obras y en la revelación del carácter de Cristo. Los que reflejan la luz de Dios mostrarán una disposición amante. Serán alegres, dispuestos, obedientes a todos los requerimientos de Dios. Serán mansos y abnegados y trabajarán con amor dedicado a la salvación de las almas... Todos los verdaderos portaluces iluminarán el sendero de otros. Apártense de iniquidad todos los que escogieron el nombre de Cristo. Si ceden a las demandas de Dios y se impregnan de su amor y se llenan de su plenitud, los niños, los adolescentes y los jóvenes los observarán para ver qué constituye la piedad práctica; y así podrán ser el medio para conducirlos por el sendero de la obediencia a Dios. Estarán ejerciendo una influencia que soportará la prueba de Dios, y esa obra será comparada con el oro, la plata y las piedras preciosas, pues serán imperecederas.
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Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
Pedro aprendió la lección, 3 de noviembre Lucas 22:31-34. https://ift.tt/6EVeWdm Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Lucas 22:31, 32. Temerario, agresivo, confiado en sí mismo, rápido para percibir y apresurado para actuar, pronto para vengarse, y, sin embargo, generoso para perdonar. Pedro se equivocó a menudo, y a menudo fue reprendido. No fueron menos reconocidas y elogiadas su lealtad afectuosa y su devoción a Cristo. El Salvador trató a su impetuoso discípulo con paciencia y amor inteligente, esforzándose por reprimir su engreimiento y enseñarle humildad, obediencia, y confianza. Pero la lección fue aprendida sólo en parte... Repetidas veces Jesús le advirtió que negaría que le conocía. Del corazón apenado y amante del discípulo brotó la declaración: “¡Señor, dispuesto estoy para ir contigo a la cárcel, y a la muerte!”... Cuando Pedro negó en la sala del tribunal que conocía al Salvador; cuando su amor y lealtad, despertados por la mirada de compasión, amor y pena del Salvador le hicieron salir al huerto donde Cristo había llorado y orado; cuando sus lágrimas de remordimiento cayeron al suelo que había sido humedecido con las gotas de sangre de la agonía del Señor, las palabras del Salvador: “Mas yo he rogado por ti...” fueron un sostén para su alma. Cristo, aunque había previsto su pecado, no lo había abandonado a la desesperación. Si la mirada que Jesús le dirigió hubiese expresado condenación en vez de lástima; si al predecir el pecado no hubiese hablado de esperanza, ¡cuán densa hubiera sido la oscuridad que rodeó a Pedro! ... Aquel que no pudo librar a su discípulo de la angustia, no lo dejó abandonado a su amargura. Su amor no se agota ni abandona. Los seres humanos, entregados ellos mismos al mal, están inclinados a tratar severamente a los tentados y errantes. No pueden leer el corazón, no conocen su lucha ni dolor. Necesitan aprender acerca del reproche que es amor, del golpe que hiere para sanar, de la amonestación que expresa esperanza... La transformación de Pedro fue un milagro de la ternura divina. Es la lección de una vida para todos los que tratan de seguir las pisadas del Maestro de los maestros. La Educación, 83-86.
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Alza tus Ojos


Alza tus Ojos
Pongámonos del lado de Cristo, 3 de noviembre Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Santiago 1:3, 4. https://ift.tt/Mfmd89V Para los ángeles, el camino que siguen los seres humanos parece extrañamente inconsecuente. Ven claramente cómo la degradación se revela por la incredulidad y la indulgencia en el apetito. Ven cuán incansablemente trabaja Satanás para destruir la imagen de Dios en el hombre. Se preguntan por qué seres que dependen de su Creador para cada inspiración, actúan en forma tan irrazonable e inconsistente; por qué eligen el bando de aquel que crucificó a Cristo y llenó el mundo de luchas, envidias y celos... Cristo es el Señor, Justicia nuestra. Pongámonos del lado de Cristo ahora, en este momento. Nadie se avergüence de reconocer a Cristo como su Salvador, su consejero, su guía y su extraordinario galardón. ¿Significa esto sacrificar algo? ¿Es un honor formar parte del ejército de Satanás? Los que toman esta decisión no ganan nada. Sólo les espera la muerte, la muerte eterna. Recuerden los que son tentados a escoger el mundo, los que se esfuerzan por recibir el reconocimiento del mundo, que a menos que escojan a Cristo aquí, no serán reconocidos por el Cielo. Tentados, ¿a quién han elegido como conductor? Acudan a Cristo tal como son, débiles, desvalidos y condenados a morir. Entréguense completamente a su misericordia. No hay ninguna dificultad interna o externa que no pueda ser vencida con su fuerza. Algunos tienen temperamentos irascibles; pero Aquel que calmó el borrascoso mar de Galilea puede decir al corazón, si se arrepiente, “calla, enmudece”. No hay naturaleza que Cristo no pueda dominar, temperamento tan tormentoso que no pueda sojuzgar, si el corazón se ha rendido a su cuidado. Nadie que haya entregado su alma a Cristo necesita desalentarse. Tenemos un Salvador todopoderoso. Mirando a Cristo, autor y consumador de nuestra fe, podemos decir: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza”. Salmos 46:1-3... En la vida futura comprenderemos cosas que aquí nos confunden grandemente. Nos daremos cuenta de la gran fuerza de nuestro adversario, y de cómo los ángeles de Dios fueron comisionados para guardarnos mientras seguíamos el consejo de la Palabra de Dios. Cristo nos dice que nuestro mar no siempre será tranquilo. Tendremos tribulación. Esto es parte de nuestra educación, necesaria para la formación de un carácter fuerte y equilibrado.—Manuscrito 130, del 3 de noviembre de 1903, “Cristo calma la tempestad”.
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A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
Abnegación diaria, 3 de noviembre Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12:1. https://ift.tt/wdjuh71 ¿Por qué no han de aprender los jóvenes una lección del caso de Adán? Su fracaso en soportar la prueba más pequeña que Dios le dio fue seguido por una terrible retribución. Y a pesar de eso, Satanás tiene un poder tan grande para encantar la mente que, aun teniendo esta poderosa amonestación delante de nosotros, muchos hablan de liberalidad y de no insistir tanto respecto al cumplimiento de los requerimientos de Dios. Es una ofrenda muy pequeña la que podemos ofrecer, en el mejor de los casos, a nuestro Padre celestial. En vista de que somos responsables delante de Dios, todos estamos decididamente obligados a poner nuestros apetitos y pasiones bajo el dominio de la voluntad inteligente. El gusto ha influido más que ninguna otra cosa en la perversión del entendimiento y en el oscurecimiento del cielo espiritual. Satanás anubla el intelecto de muchos mediante la indulgencia en el apetito, y luego convierte a esos intemperantes en objetos especiales de tentación para alejarlos aún más del camino de la obediencia y la santidad. Los que han recibido talentos especiales perderán la vida eterna a menos que vean la necesidad de negarse a sí mismos diariamente. Muchos no tienen ni la mitad del vigor que podrían poseer, porque padecen de enfermedades producidas por la complacencia del apetito y de hábitos degradantes. Cuánta claridad de percepción podrían tener los jóvenes si obedecieran estrictamente las leyes de la salud, como Daniel y sus tres compañeros. ¡Qué libertad del dolor gozarían, y con cuánto mayor facilidad realizarían sus deberes! ¡Cuánto mayor sería su fervor espiritual! ¡Y cuánto más bien harían a otros, por precepto y ejemplo! ... Dios puede daros abundantemente toda gracia. No tenemos derecho de reclamar las promesas de Dios hasta que cumplamos con las condiciones reveladas en su Palabra.—Manuscrito 6, 1878.
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¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Bienvenidos a la ciudad de Dios, 3 de noviembre Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:23. https://ift.tt/TvPRm8K Con amor inexpresable, Jesús admite a sus fieles “en el gozo de su Señor”. El Salvador se regocija al ver en el reino de gloria las almas que fueron salvadas por su agonía y humillación. Y los redimidos participarán de este gozo, al contemplar entre los bienvenidos a aquellos a quienes ganaron para Cristo por sus oraciones, sus trabajos y sacrificios de amor. Al reunirse en torno del gran trono blanco, indecible alegría llenará sus corazones cuando noten a aquellos a quienes han conquistado para Cristo, y vean que uno ganó a otros, y éstos a otros más, para ser todos llevados al puerto de descanso donde depositarán sus coronas a los pies de Jesús y lo alabarán durante los siglos sin fin de la eternidad. Cuando se da la bienvenida a los redimidos en la ciudad de Dios, un grito triunfante de admiración llena los aires. Los dos Adanes están a punto de encontrarse. El Hijo de Dios está en pie con los brazos extendidos para recibir al padre de nuestra raza; al ser que él creó, que pecó contra su Hacedor, y por cuyo pecado el Salvador lleva las señales de la crucifixión. Al distinguir Adán las cruentas señales de los clavos, no se echa en los brazos de su Señor, sino que se prosterna humildemente a sus pies, exclamando: “¡Digno, digno es el Cordero que fue inmolado!” El Salvador lo levanta con ternura, y lo invita a contemplar nuevamente la morada edénica de la cual ha estado desterrado por tanto tiempo. Después de su expulsión del Edén, la vida de Adán en la tierra estuvo llena de pesar. Cada hoja marchita, cada víctima ofrecida en sacrificio, cada ajamiento en el hermoso aspecto de la naturaleza, cada mancha en la pureza del hombre, le volvían a recordar su pecado... Con paciencia y humildad soportó, por cerca de mil años, el castigo de su transgresión. Se arrepintió sinceramente de su pecado y confió en los méritos del Salvador prometido, y murió con la esperanza de la resurrección. El Hijo de Dios reparó la culpa y caída del hombre, y ahora, merced a la obra de propiciación, Adán es restablecido a su primitiva soberanía.5Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 705, 706.
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Sabbath School


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Sunday, November 03 Humildad: Juan el Bautista vuelve a dar testimonio Comentarios Elena G.W https://ift.tt/afbROUe Cuando, después que comenzara el ministerio de Cristo, los discípulos de Juan fueron a él con la queja de que todos seguían al nuevo Maestro, Juan demostró cuán claramente comprendía su relación con el Mesías, y cuán gustosamente daba la bienvenida a Aquel cuyo camino había preparado… “Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él. El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está en pie y lo oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo es cumplido. A él conviene crecer, mas a mí menguar”. Juan 3:27-30. Mirando con fe al Redentor, Juan se había elevado a la altura de la abnegación. Él no trataba de atraer a los hombres a sí mismo, sino de elevar sus pensamientos siempre más alto, hasta que reposasen en el Cordero de Dios. Él no había sido más que una voz, un clamor en el desierto. Ahora aceptaba con gozo el silencio y la oscuridad, a fin de que los ojos de todos pudiesen dirigirse hacia la Luz de la vida (Obreros evangélicos, pp. 57, 58). El profeta [Juan el Bautista] señala al Salvador como el Sol de Justicia que se eleva con esplendor y pronto eclipsará su propia luz, para luego palidecer y oscurecerse en la gloria de una luz mayor. Juan, por su alegría desinteresada en el ministerio exitoso de Jesús, presenta al mundo el tipo más verdadero de nobleza jamás exhibido por un hombre mortal. Lleva consigo una lección de sumisión y abnegación para aquellos a quienes Dios ha colocado en puestos de responsabilidad. Les enseña a no apropiarse nunca de honores indebidos, ni dejar que el espíritu de rivalidad deshonre la causa de Dios… Las noticias que habían sido llevadas a Juan acerca del éxito de Jesús fueron llevadas también a Jerusalén, y allí crearon contra él celos, envidia y odio. Jesús conocía los corazones endurecidos y las mentes ensombrecidas de los fariseos, y que no escatimarían esfuerzos para crear una división entre sus propios discípulos y los de Juan que perjudicaría grandemente la obra, por lo que calladamente dejó de bautizar y se retiró a Galilea. Sabía que se avecinaba la tormenta que pronto barrería al profeta más noble que Dios había dado al mundo. Quiso evitar toda división de sentimientos en la gran obra que tenía ante sí y, por el momento, se retiró de aquella región con el propósito de calmar toda conmoción perjudicial para la causa de Dios (The Spirit of Prophecy, t. 2, pp. 138, 139). Cuando, en lugar de confiar en la comprensión humana, o conformarnos a las máximas del mundo, nos sentemos a los pies de Jesús, bebiendo ansiosamente sus palabras, aprendiendo de él, y diciendo: “Señor, ¿qué quieres que haga?”, nuestra independencia natural, nuestra confianza propia, nuestra obcecada fuerza de voluntad, serán cambiadas por un espíritu infantil, sumiso y educable… Nuestros afectos se centrarán en Jesús, nuestros pensamientos serán poderosamente arrastrados hacia el cielo. Cristo crecerá, yo decreceré… Cultivaremos las virtudes que moran en Jesús, para que podamos reflejar ante los demás una representación de su carácter (Nuestra elevada vocación, p. 101).
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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374