Alza tus Ojos


Somos representantes de Cristo, 16 de agosto https://ift.tt/j5TzfAw Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese. 1 Pedro 4:12. Nuestra experiencia diaria con Cristo debería ser del más alto valor para nosotros. Tenemos que desempeñar un papel individual en su servicio. Nuestro bendito Salvador nos ha dado... preciosas promesas para nuestro aliento. El desea que sepamos que está vigilando sobre nosotros, y que nos hará saber qué espera que hagamos. Si el enemigo viene a nosotros en la mañana, o durante el día, y nos trae molestias, recordemos estas valiosas promesas y no permitamos que nos irriten. Recordemos que somos representantes de Cristo y que no debemos, ni en palabras ni en hechos, ofendemos unos a otros. ¿Piensan ustedes que no surgirá ninguna tribulación? Ciertamente habrá pruebas. Si no las hubiera, podrían regocijarse de que no hay demonio alguno capaz de tentarlos. Pero tendrán tentaciones hasta el mismo fin del tiempo. Por consiguiente, es menester que se mantengan en estrecho compañerismo con Cristo. Sus ángeles están encargados de custodiarlos. Han sido designados como los guardianes de ustedes. Si alguien dice algo con la intención de provocarlos, recuerden que en ese momento el silencio es elocuencia. No respondan como para desquitarse. Es mejor no decir nada que hablar imprudentemente. Tendremos nuestras batallas que pelear, aunque el carácter de estas luchas podrá variar según nuestra disposición y experiencia. Regocijémonos de que Jesucristo haya hecho posible que nos aferremos de la Divinidad. Cuando nos sintamos excesivamente afligidos, recordemos que hay un ángel celestial a nuestro lado. Este pensamiento nos ayudará a honrar a Cristo, el que posibilitó que seamos hijos e hijas de Dios. A menos que estemos constantemente en guardia seremos tomados desprevenidos, y hablaremos precipitadamente. Puede entonces resultar imposible para nosotros quitar la impresión de las mentes de aquellos a quienes hemos hablado, pues algunos no desean deshacerse de tales impresiones. Parece que se deleitaran en albergar lo malo. No les demos ocasión alguna para ofenderse, cuidando nuestras palabras para que estén en armonía con las instrucciones que el Salvador nos ha proporcionado. A medida que entremos en contacto con temperamentos variados, encontraremos indudablemente grandes motivos para expresarnos con dureza. Pero recuerden en esos momentos que el silencio es elocuencia. Si se abstienen de tomar represalias cuando otros los provoquen, los sorprenderán. Y, si reiteradamente conservan la dignidad ante la provocación, comprenderán que están relacionados con el poder que viene de lo alto. Este proceder honra a Dios, quien dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El crea no se pierda, mas tenga vida eterna.—Manuscrito 55, del 16 de agosto de 1909, “Enseñanzas del Sermón del Monte”, discurso dado en un culto matutino en el Sanatorio de Madison, Wisconsin.

A Fin de Conocerle


Un vigilante santo, 16 de agosto https://ift.tt/bZ7aJFC Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Hebreos 4:13. En todo lugar, a cada hora del día, hay un Vigilante santo que coteja cada cuenta, cuyo ojo capta toda la situación, sea ésta de fidelidad o de deslealtad y engaño. Nunca estamos solos. Tenemos un Compañero, lo elijamos o no. Recordad, jóvenes y señoritas, que dondequiera que estéis, cualquier cosa que hagáis, Dios está allí. Tenéis un testigo para cada palabra y acción: Dios santo, que odia el pecado. Nada que se diga, haga o piense puede escapar de su ojo infinito. Vuestras palabras puede ser que no sean oídas por oídos humanos, pero son oídas por el Gobernante del universo. El lee la ira interior del alma cuando la voluntad se indispone. Oye las expresiones profanas. En el lugar más oscuro y solitario, él está allí. Nadie puede engañar a Dios; nadie puede escapar de redirle cuentas. El salmista escribe: “Oh, Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos, has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. ... Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz”. Salmos 139:1-12. Diariamente, en los libros del cielo, se lleva el registro de vuestras palabras, acciones e influencia. Tendréis que hacerle frente.—The Youth’s Instructor, 26 de mayo de 1898. Todo el cielo se interesa en nuestra salvación. Los ángeles de Dios están ... anotando las obras de los hombres. En el libro de memoria de Dios se registran las palabras de fe, los actos de amor y la humildad de espíritu.—The Review and Herald, 16 de septiembre de 1890.

¡Maranata: El Senor Viene!


La salvación: una experiencia diaria, 16 de agosto https://ift.tt/J3Tk4AV Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 1 Corintios 10:12. La caída de Pedro no fue instantánea, sino gradual. La confianza propia lo indujo a creer que estaba salvado, y dio paso tras paso en el camino descendente hasta que pudo negar a su Maestro. Nunca podemos con seguridad poner la confianza en el yo, ni tampoco, estando, como nos hallamos, fuera del cielo, hemos de sentir que nos encontramos seguros contra la tentación. Nunca debe enseñarse a los que aceptan al Salvador, aunque sean sinceros en su conversión, a decir o sentir que están salvados. Eso es engañoso. Debe enseñarse a todos a acariciar la esperanza y la fe; pero aun cuando nos entregamos a Cristo y sabemos que él nos acepta, no estamos fuera del alcance de la tentación... Sólo el que soporte la prueba, “recibirá la corona de vida”. Santiago 1:12... Los que aceptan a Cristo y dicen en su primera fe: “Soy salvo” están en peligro de confiar en sí mismos... Se nos amonesta: “El que piensa estar firme, mire no caiga”. 1 Corintios 10:12. Nuestra única seguridad está en desconfiar constantemente de nosotros mismos y confiar en Cristo.31Palabras de Vida del Gran Maestro, 119, 120. Hay muchos que profesan seguir a Cristo, pero que nunca llegan a ser cristianos maduros. Admiten que el hombre está caído, que sus facultades están debilitadas, que es incapaz de hazañas morales, pero añaden que Cristo ha llevado todas las cargas, todos los sufrimientos, toda la abnegación, y que están dispuestos a dejar que él lo lleve todo. Dicen que no hay nada que puedan hacer sino creer; pero dijo Cristo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24... Nunca debemos descansar satisfechos de nuestra condición y cesar de progresar diciendo: “Estoy salvado”. Cuando se fomenta esta idea, cesan de existir los motivos para velar, para orar, para realizar fervientes esfuerzos a fin de avanzar hacia logros más elevados. Ninguna lengua santificada pronunciará esas palabras hasta que venga Cristo y entremos por las puertas de la ciudad de Dios. Entonces, con plena razón, podremos dar gloria a Dios y al Cordero por la liberación eterna... No puede jactarse de la victoria el que se reviste de la armadura, pues tiene todavía que pelear la batalla y ganar la victoria. El que soporte hasta el fin es el que será salvo.32Mensajes Selectos 1:368, 369.

Sabbath School


Comentarios Elena G.W https://ift.tt/B3q5MkS Para el creyente, Cristo es la resurrección y la vida. En nuestro Salvador, la vida que se había perdido por el pecado es restaurada; porque él tiene vida en sí mismo para vivificar a quienes él quiera. Está investido con el derecho de dar la inmortalidad. La vida que él depuso en la humanidad, la vuelve a tomar y la da a la humanidad. “Yo he venido —dijo— para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10… El mismo poder que resucitó a Cristo de los muertos resucitará a su iglesia y la glorificará con él, por encima de todos los principados y potestades, por encima de todo nombre que se nombra, no solamente en este mundo, sino también en el mundo venidero (El Deseado de todas las gentes, pp. 730, 731). Podemos regocijarnos en la esperanza. Nuestro Abogado está en el Santuario celestial intercediendo por nosotros. Por sus méritos tenemos perdón y paz. Murió para poder lavar nuestros pecados, revestirnos de su justicia, y hacemos idóneos para la sociedad del cielo, donde podremos morar para siempre en la luz… [C]uando Satanás quiera llenar vuestra mente de abatimiento, lobreguez y duda, resistid sus sugestiones. Habladle de la sangre de Jesús, que limpia de todo pecado. No podéis salvaros del poder del tentador; pero él tiembla y huye cuando se insiste en los méritos de aquella preciosa sangre. ¿No aceptaréis, pues, agradecidos, las bendiciones que Jesús concede? ¿No tomaréis la copa de la salvación que él ofrece, e invocaréis el nombre del Señor?… Si la bondad amante de Dios provocase más agradecimiento y alabanza, tendríamos más poder en la oración. Abundaríamos más y más en el amor de Dios, y él nos proporcionaría más dádivas por las cuales alabarle (Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 296, 297). La fe genuina es vida, y donde hay vida hay crecimiento. La vida que Jesús imparte está destinada a crecer cada vez más. Una fe viva significa un aumento de vigor, una confianza segura, mediante los cuales el alma se convierte en un poder vencedor. El que bebe del agua de la vida que Jesús ha dado, posee dentro de sí una fuente de agua que salta para vida eterna. Aunque quede separada de todas las fuentes creadas, es alimentada por el manantial oculto. Es una fuente perpetua, en comunicación inmediata con la inextinguible fuente de vida. El Señor es deshonrado cuando cualquiera que profesa su nombre adolece de vaciedad interior. Esto representa mal a Dios. Nada fuera de Cristo manifestado en el espíritu, la vida y el carácter puede revelar a Dios a un mundo que no lo conoce. El alma renovada en el conocimiento de Dios y de Jesucristo a quien él envió, demuestra la plenitud divina en una experiencia viva de crecimiento, aun la plenitud de Aquel que suple todas las cosas (That I May Know Him, p. 227; parcialmente en A fin de conocerle, p. 226).

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374