Dios nos Cuida


La resurrección general de los justos, 24 de diciembre ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. Isaías 26:19. https://ift.tt/wRQSzG4 El Rey de reyes desciende en la nube, envuelto en llamas de fuego. El cielo se recoge como un libro que se enrolla, la tierra tiembla ante su presencia, y todo monte y toda isla se mueven de sus lugares... Entre las oscilaciones de la tierra, las llamaradas de los relámpagos y el fragor de los truenos, el Hijo de Dios llama a la vida a los santos dormidos. Dirige una mirada a las tumbas de los justos, y levantando luego las manos al cielo, exclama: “¡Despertaos, despertaos, despertaos, los que dormís en el polvo y levantaos!” Por toda la superficie de la tierra, los muertos oirán esa voz; y los que la oigan, vivirán. Y toda la tierra repercutirá bajo las pisadas de la multitud extraordinaria de todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos. De la prisión de la muerte sale revestida de gloria inmortal gritando: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”. 1 Corintios 15:55. Y los justos vivos unen sus voces a las de los santos resucitados en prolongada y alegre aclamación de victoria. Todos salen de sus tumbas de igual estatura que cuando fueron depositados en ellas... Pero todos se levantan con la lozanía y el vigor de la eterna juventud... La forma mortal y corruptible, desprovista de gracia, manchada en otro tiempo por el pecado, se vuelve perfecta, hermosa e inmortal. Todas las imperfecciones y deformidades quedan en la tumba... Los justos vivos son mudados “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos”. Vers. 52. A la voz de Dios fueron glorificados; ahora son hechos inmortales, y juntamente con los santos resucitados son arrebatados para recibir a Cristo, su Señor, en los aires. Los ángeles “juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. Mateo 24:31. Cuando los niñitos salen dotados de inmortalidad de sus lechos de polvo, inmediatamente vuelan hacia los brazos de sus madres. Amigos, a quienes la muerte tenía separados desde largo tiempo, se reúnen para no separarse más, y con cantos de alegría suben juntos a la ciudad de Dios.

Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
Cómo tener éxito, 24 de diciembre Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. 1 Crónicas 29:14. https://ift.tt/1c5JliH Espero que Dios les dé prosperidad. Si nos sometemos a su cuidado y buscamos su aprobación, tendremos buen éxito doquiera estemos y no importa qué hagamos. Sin la bendición de Dios, la mayor prosperidad dejará de ser éxito. Nuestra primera preocupación debiera ser tratar de conseguir que Dios sea nuestro amigo. “Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo”. Isaías 27:5. No nos habituemos a servirnos a nosotros mismos y a manifestar indiferencia por los requerimientos de Dios. Ustedes son propiedad suya. Tengan principios bien establecidos. Recuerden que Jesús los compró a un precio infinito. Mantengan puros los pensamientos, pues son del Señor. Dénselos a él. No podemos merecer nada de Dios. No podemos darle nada que no le pertenezca. ¿Retendremos lo que le pertenece? No le robemos a Dios dedicando al mundo su tiempo, sus talentos y su fuerza. Solicita sus afectos. Dénselos. Le pertenecen. Solicita cada momento de su tiempo. Dénselos. Le pertenecen. Requiere su inteligencia. Dénsela. Le pertenece. Recuerden las palabras del apóstol inspirado: “No sois vuestros. Porque habéis sido comprados por precio”. 1 Corintios 6:19, 20. Han sido comprados... aunque perezcan. El Señor quiere disponer de su propiedad. Cuando le hemos entregado a Dios el alma, el cuerpo y el espíritu, cuando hemos mantenido el apetito bajo el dominio de una conciencia iluminada, cuando hemos luchado contra cada concupiscencia con la conciencia de que cada órgano es propiedad de Dios, destinado a su servicio, cuando todos nuestros afectos están en armonía con el Señor, y que nuestra mira está puesta en las cosas “de arriba, no en las de la tierra”. Colosenses 3:2. Entonces le hemos dado al Señor lo que le pertenece. ¡Oh Dios, “todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos”... Por ningún motivo vivan para ustedes mismos. Siempre hay quienes necesitan la ayuda que ustedes pueden dar. Jesús se dio a sí mismo por nosotros. ¡Qué condescendencia! Sometamos al yo y seamos una bendición para los demás. Glorifiquen a Dios al elegir su camino y su voluntad. Será el sabio Consejero de ustedes, y un Amigo inmutable y siempre presente.—Carta 23, del 24 de diciembre de 1873, dirigida a Edson y Emma White.
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A Fin de Conocerle


Veremos su rostro, 24 de diciembre Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. Apocalipsis 22:4. https://ift.tt/zDHd7wP Ahora no podemos ver la gloria de Dios. Lo veremos cara a cara únicamente si ahora lo recibimos. Dios quiere que mantengamos los ojos fijos en él, para que perdamos de vista las cosas de este mundo. No tenemos que perder tiempo en lograr la preparación que nos permitirá ver el rostro de Dios. Debemos ser como Cristo aquí, y conocerlo como un Salvador actual y personal... Solo contemplando a Jesús, el Cordero de Dios, y siguiendo en sus pasos, podéis prepararos para encontraros con Dios. Seguidlo, y un día andaréis por las calles áureas de la ciudad de Dios, y veréis al que se despojó de su ropaje real y de su corona regia, y, vestido con la humanidad, vino a nuestro mundo y llevó nuestros pecados, para elevarnos y revelarnos su gloria y majestad. Lo veremos cara a cara si ahora nos dejamos modelar por él y preparar para ocupar un lugar en el reino de Dios. Los que consagran sus vidas al servicio de Dios vivirán con él durante los siglos interminables de la eternidad. “Dios mismo estará con ellos como su Dios”. Apocalipsis 21:3... Entregaron a Dios su mente en este mundo; le sirvieron con su corazón e intelecto, y ahora él puede colocar su nombre en sus frentes. “No habrá allí más noche... porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos”. Apocalipsis 22:5. No van a rogar por un lugar en el cielo, porque Cristo les dice: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. Mateo 25:34. Los toma como a sus hijos y les dice: Entrad en el gozo de vuestro Señor. En la frente de los vencedores se coloca la corona de inmortalidad. Las toman y las arrojan a los pies de Jesús, y pulsando sus áureas arpas, llenan el cielo con hermosos cantos de alabanza al Cordero. Entonces “verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes”.—The Youth’s Instructor, 20 de septiembre de 1896.

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374