La Fe por la Cual Vivo


Un sustituto glorioso, 8 de abril https://ift.tt/JESYqxI Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera que es colgado en madero). Gálatas 3:13. “Sin Cristo, la ley por sí sola significaba sólo condenación y muerte para el transgresor. No tiene ninguna cualidad salvadora, ningún poder para librar al transgresor de su castigo.... La transgresión de la ley de Dios exigió la muerte de Cristo para salvar al hombre y mantener al mismo tiempo la dignidad y amor de la ley. Cristo tomó sobre sí la condenación del pecado. Abrió su pecho al infortunio del hombre. El que no conoció pecado, se hizo pecado por nosotros.”—Manuscrito 58, 1900. “Como sustituto y fiador del hombre, la iniquidad de los hombres fue colocada sobre Jesús; fue contado como transgresor para poderlos redimir de la maldición de la ley.... El que cargó con los pecados soporta el castigo judicial por la iniquidad y se hace pecado por el hombre.”—The Story of Redemption, 225. “El pecado, tan odioso a su vista, fue cargado sobre él hasta que gimió bajo su peso. La desesperante agonía del Hijo de Dios fue mucho mayor que su dolor físico, que apenas sintió.”—The Signs of the Times, 25 de noviembre de 1889. “Ni el más culpable necesita temer que Dios no le perdonará, porque la eficacia del divino sacrificio nos libra de la penalidad de la ley. Por medio de Cristo, el pecador puede recuperar su amistad con Dios.”—The Review and Herald, 28 de noviembre de 1912. “El pecado del mundo entero descansó sobre Jesús, y la divinidad otorgó su más alto tesoro a la humanidad doliente en la persona de Jesús, para que el mundo entero obtuviese perdón por medio de la fe en el sustituto.”—Ibid.

Hijos e Hijas de Dios


Un entendimiento renovado, 8 de abril https://ift.tt/CYGDP6K No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2. ¿Quieren los hombres y las mujeres verificar cómo considera Dios a las criaturas que él ha hecho? El formó la mente del hombre. No podemos concebir un pensamiento noble que no proceda de él. Conoce todas las actividades misteriosas de la mente humana; pues, ¿no la hizo él? Dios ve que el pecado ha rebajado y degradado al hombre, pero lo considera con piedad y compasión; porque ve que Satanás lo tiene en su poder.—General Conference Bulletin, 33, 34 (13 de febrero de 1899). Toda verdadera reforma comienza con la purificación del alma. Es gracias al lavacro de la regeneración y a la renovación de la mente por medio del poder del Espíritu Santo, como se opera un cambio en la vida.—Manuscrito 95, 1903. Al contemplar a Cristo, nos transformamos. Si la mente se espacia en forma constante en las cosas temporales, éstas llegan a absorberlo todo y afectan al carácter, de modo que la gloria de Dios se pierde de vista y se olvida. Las oportunidades que están al alcance de ellos para llegar a ser versados en las cosas celestiales, se pasan por alto. Muere la vida espiritual. El Señor dice que tales obreros: “Son dados a ídolos; dejadlos”... Depended plenamente de Dios. Si obráis de otro modo, conviene que os detengáis. Deteneos donde estáis, y cambiad el orden de las cosas... Clamad a Dios con sinceridad, con hambre en el alma. Luchad con los instrumentos celestiales hasta que obtengáis la victoria. Poned todo vuestro ser en las manos del Señor, alma, cuerpo y espíritu, y resolved convertiros en su instrumento amante y consagrado, impulsado por su voluntad, dominado por su mente, saturado de su Espíritu... Entonces veréis claramente las cosas celestiales.—Manuscrito 24, 1891.

Exaltad a Jesús


Se revelan tesoros de verdad, 8 de abril Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Mateo 5:6. https://ift.tt/hiXBH7a Todos los que reciban el mensaje del Evangelio en su corazón anhelarán proclamarlo. El amor de Cristo ha de expresarse. Aquellos que se han vestido de Cristo relatarán su experiencia, reproduciendo paso a paso la dirección del Espíritu Santo: su hambre y sed por el conocimiento de Dios y de Cristo Jesús, a quien él ha enviado; el resultado de escudriñar las Escrituras; sus oraciones, la agonía de su alma, y las palabras de Cristo a ellos dirigidas, “Tus pecados te son perdonados”. No es natural que alguien mantenga secretas estas cosas, y aquellos que están llenos del amor de Cristo no lo harán. Su deseo de que otros reciban las mismas bendiciones estará en proporción con el grado en que el Señor los haya hecho depositarios de la verdad sagrada. Y a medida que hagan conocer los ricos tesoros de la gracia de Dios, les será impartida cada vez más la gracia de Cristo. Tendrán el corazón de un niño en lo que se refiere a su sencillez y obediencia sin reservas. Sus almas suspirarán por la santidad, y cada vez les serán revelados más tesoros de verdad y de gracia para ser transmitidos al mundo. El gran tesoro de la verdad es la Palabra de Dios. La Palabra escrita, el libro de la naturaleza y el libro de la experiencia referente al trato de Dios con la vida humana: he aquí los tesoros de los cuales han de valerse los obreros de Dios. En la investigación de la verdad han de depender de Dios, y no de las inteligencias humanas de los grandes hombres cuya sabiduría es locura para Dios. Usando los medios que él mismo señaló, el Señor impartirá un conocimiento de sí mismo a todo el que lo busque. Si el que sigue a Cristo cree su Palabra y la práctica, no habrá ciencia en el mundo natural que no pueda entender y apreciar. No hay nada que no le proporcione los medios de impartir la verdad a otros. La ciencia natural es un tesoro de conocimiento del cual puede valerse todo estudiante de la escuela de Cristo. Mientras contemplamos la hermosura de la naturaleza, mientras estudiamos sus lecciones en el cultivo del suelo, en el crecimiento de los árboles, en todas las maravillas de la tierra, del mar y del cielo, obtendremos una nueva percepción de la verdad. Y los misterios relacionados con el trato de Dios con los hombres, las profundidades de su sabiduría y su juicio, tal como se ven en la vida humana, son también un depósito rico en tesoros. Pero es en la Palabra escrita donde el conocimiento de Dios se revela más claramente al hombre caído. Ella constituye el depósito de las inescrutables riquezas de Cristo... Las verdades de la redención son susceptibles de constante desarrollo y expansión. Aunque viejas, son siempre nuevas, y revelan constantemente una gloria mayor y un poder más grande al que busca la verdad.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 95-98.

El Cristo Triunfante


La nube protectora de Dios en el desierto, 7 de abril https://ift.tt/KIvubW8 “Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?” Éxodo 14:11. Una lección de gran importancia se desprende de la experiencia del pueblo de Israel al salir de Egipto. Más de un millón de personas habían sido desviadas del curso correcto, según muchos de ellos creían, hacia un valle bordeado por montañas. Delante de ellos estaba el Mar Rojo; detrás de ellos y persiguiéndolos con rapidez, avanzaban las huestes de Faraón. Al comienzo de su marcha los hijos de Israel fueron guiados por una nube. Ignorantes y supersticiosos a causa de los largos años de cautiverio en una tierra de magia y hechicería, el pueblo contemplaba extasiado aquella nube. Hubo quienes la contemplaron con temor; en tanto que otros leyeron en ella un augurio promisorio. Mientras el pueblo acampaba junto al mar, vislumbraron a la distancia los destellos de las armaduras y los carruajes del ejército de Faraón. El terror invadió sus corazones. Algunos clamaron al Señor, sin embargo un grupo mayoritario lanzó sobre Moisés una andanada de quejas... A Moisés le perturbaba mucho que su pueblo manifestara muy poca fe en Dios, a pesar de haber testificado repetidamente la manifestación del poder divino en favor de ellos... En verdad no había posibilidades de liberación a menos que Dios mismo se interpusiera entre ellos y el agresor, pero habiendo sido conducidos a esta situación en obediencia a la orientación divina, Moisés no abrigaba temor alguno por las consecuencias. Con una voz que transmitía calma, les aseguró: “No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros”... No fue una tarea fácil hacer que las huestes de Israel confiaran en el Señor. Carentes de disciplina y dominio propio, se tornaron violentos e irrazonables... Habían seguido aquella inefable columna de nube como un indicio divino que los invitaba a avanzar; pero ahora se preguntaban si acaso no había sido una anticipación de grandes calamidades, pues, ¿acaso no los había conducido por el flanco erróneo de la montaña hacia una encrucijada infranqueable?... Ahora, cuando los ejércitos egipcios se acercaban a Israel esperando hacer de ellos una presa fácil, la columna de nube se irguió en forma majestuosa, pasó por encima de los israelitas y descendió entre ellos y el ejército perseguidor. Una muralla de oscuridad se interpuso entre perseguidores y perseguidos. Los egipcios ya no podían ver el campamento hebreo y se vieron forzados a detenerse. Sin embargo, a medida que aquella oscuridad se intensificaba, la muralla de nube se tornaba resplandeciente para los hebreos, iluminando todo el campamento con un diáfano resplandor diurno. Aquello que había aterrorizado al pueblo antes, había llegado a ser su protección.—Manuscrito 6a, 1903.

El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
La nube protectora de Dios en el desierto, 7 de abril https://ift.tt/KIvubW8 “Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?” Éxodo 14:11. Una lección de gran importancia se desprende de la experiencia del pueblo de Israel al salir de Egipto. Más de un millón de personas habían sido desviadas del curso correcto, según muchos de ellos creían, hacia un valle bordeado por montañas. Delante de ellos estaba el Mar Rojo; detrás de ellos y persiguiéndolos con rapidez, avanzaban las huestes de Faraón. Al comienzo de su marcha los hijos de Israel fueron guiados por una nube. Ignorantes y supersticiosos a causa de los largos años de cautiverio en una tierra de magia y hechicería, el pueblo contemplaba extasiado aquella nube. Hubo quienes la contemplaron con temor; en tanto que otros leyeron en ella un augurio promisorio. Mientras el pueblo acampaba junto al mar, vislumbraron a la distancia los destellos de las armaduras y los carruajes del ejército de Faraón. El terror invadió sus corazones. Algunos clamaron al Señor, sin embargo un grupo mayoritario lanzó sobre Moisés una andanada de quejas... A Moisés le perturbaba mucho que su pueblo manifestara muy poca fe en Dios, a pesar de haber testificado repetidamente la manifestación del poder divino en favor de ellos... En verdad no había posibilidades de liberación a menos que Dios mismo se interpusiera entre ellos y el agresor, pero habiendo sido conducidos a esta situación en obediencia a la orientación divina, Moisés no abrigaba temor alguno por las consecuencias. Con una voz que transmitía calma, les aseguró: “No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros”... No fue una tarea fácil hacer que las huestes de Israel confiaran en el Señor. Carentes de disciplina y dominio propio, se tornaron violentos e irrazonables... Habían seguido aquella inefable columna de nube como un indicio divino que los invitaba a avanzar; pero ahora se preguntaban si acaso no había sido una anticipación de grandes calamidades, pues, ¿acaso no los había conducido por el flanco erróneo de la montaña hacia una encrucijada infranqueable?... Ahora, cuando los ejércitos egipcios se acercaban a Israel esperando hacer de ellos una presa fácil, la columna de nube se irguió en forma majestuosa, pasó por encima de los israelitas y descendió entre ellos y el ejército perseguidor. Una muralla de oscuridad se interpuso entre perseguidores y perseguidos. Los egipcios ya no podían ver el campamento hebreo y se vieron forzados a detenerse. Sin embargo, a medida que aquella oscuridad se intensificaba, la muralla de nube se tornaba resplandeciente para los hebreos, iluminando todo el campamento con un diáfano resplandor diurno. Aquello que había aterrorizado al pueblo antes, había llegado a ser su protección.—Manuscrito 6a, 1903.
¡Visita El Cristo Triunfante!

Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Por encima de la niebla de la duda, 8 de abril https://ift.tt/B0m6j1l Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón. Salmos 31:24. Aun los cristianos de larga experiencia, son asaltados a menudo con las más terribles dudas y desánimos... No debéis considerar que, a causa de vuestras tentaciones, vuestro caso es desesperado... Confiad en Dios, esperad en él y descansad en sus promesas. Cuando el diablo viene con sus dudas e incredulidades, cerrad la puerta de vuestro corazón. Cerrad vuestros ojos para no espaciaros en sus sombras infernales. Alzad vuestra vista a donde podáis contemplar las cosas que son eternas, y encontraréis fuerzas para cada hora. La prueba de vuestra fe es mucho más preciosa que el oro... Os hace valientes para pelear la batalla del Señor... Satanás se relaciona con todo aquel que desea relacionarse con él. Si puede posesionarse de aquellos que han tenido cierta experiencia en religión, los convierte en sus agentes más efectivos para llegar hasta otros hombres, y rodear sus almas con la incredulidad. No podéis permitiros abrigar dudas en vuestra mente. No halaguéis al diablo hablando de las terribles cargas que estáis llevando. Cada vez que lo hacéis así, Satanás se ríe porque su alma puede controlaros y porque habéis perdido de vista a Jesucristo, vuestro Redentor... Debemos manifestar a Aquel que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Es mediante la fe viva como podemos descansar en esa luz. Es mediante la fe viva como cada día podemos regocijarnos en esa luz. No debemos hablar de nuestras dudas y pruebas, porque se hacen más grandes cada vez que hablamos de ellas. Cada vez que hablamos de ellas, Satanás gana la victoria; pero cuando decimos: “Encomendaré el cuidado de mi alma a él, como a un testigo fiel”, testificamos entonces de que nos hemos entregado a Cristo sin ninguna reserva, y entonces Dios nos concede luz, y nos regocijamos en él. El alma que ama a Dios, se eleva por encima de la niebla de la duda; gana una experiencia brillante, amplia, profunda y viva, y se hace humilde y semejante a Cristo. Su alma es confiada a Dios, escondida con Cristo en Dios.
¡Visita Dios nos Cuida!

Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
Dos contra uno, 8 de abril Números 12. https://ift.tt/W7TILji ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? Números 12:8, úp. [María] ocupaba el segundo puesto después de Moisés Y Aarón en los afectos del pueblo y los honores otorgados por el Cielo. Pero el mismo mal que causó la primera discordia en el cielo, brotó en el corazón de esta mujer de Israel, y no faltó quien simpatizara con ella en su desafecto... Si Aarón se hubiese mantenido firme de parte de lo recto, habría impedido el mal; pero en vez de mostrarle a María lo pecaminoso de su conducta, simpatizó con ella, prestó oídos a sus quejas, y así llegó a participar de sus celos.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 401, 403. Ni María ni Aarón fueron consultados en el nombramiento de los setenta ancianos, y esto despertó sus celos contra Moisés. Durante la visita de Jetro, mientras los israelitas iban hacia el Sinaí, la pronta aceptación por Moisés de los consejos de su suegro hizo temer a Aarón y María que la influencia que ejercía sobre el gran caudillo superase a la propia. En la organización del consejo de los ancianos creyeron que tanto su posición como su autoridad habían sido menospreciados... “Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿no ha hablado también por nosotros? Creyéndose igualmente favorecidos por Dios, pensaron que tenían derecho a la misma posición y autoridad que Moisés... Dios había escogido a Moisés y le había investido de su Espíritu; y por su murmuración María y Aarón se habían hecho culpables de deslealtad no sólo hacia el que fuera designado como su jefe sino también hacia Dios mismo... El que impuso a ciertos hombres la pesada carga de ser dirigentes y maestros de su pueblo, hará a éste responsable de la manera en que trate a sus siervos. Hemos de honrar a quienes Dios honró. El castigo que cayó sobre María debe servir de reprensión para todos los que, cediendo a los celos, murmuren contra aquellos sobre quienes Dios puso la pesada carga de su obra.—Ibid. 401, 404, 406.
¡Visita Conflicto y Valor!

Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
Instrucciones para los testigos, 8 de abril https://ift.tt/K5SDoqx Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:18-20. Los que habitan en el país y tienen un conocimiento de la verdad y de las bendiciones que trae ese conocimiento, debieran recordar las necesidades de los que están trabajando en nuevos territorios, donde la tarea es dura y las facilidades escasas... La instrucción que se da en el capítulo diez de Mateo nos muestra cómo considera el Señor a los que van a trabajar para él en nuevos territorios. Lean ese capítulo. Estudien lo que dijo Cristo con respecto a los peligros que tendrían que enfrentar los mensajeros y las dificultades que tendrían que soportar. “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos—les dijo a sus discípulos-; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas”. Mateo 10:16. Hoy los que trabajan en territorios nuevos encuentran muchas pruebas y dificultades. Necesitan la ayuda y la simpatía de los hermanos del país de origen, donde las facilidades para trabajar son más abundantes y los medios para hacerlo se consiguen más fácilmente. Las últimas palabras de Cristo a sus discípulos muestran la importancia que tiene la obra de diseminar la verdad. Justamente antes de su ascensión les dio esta orden: “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Cristo no limitó su tarea a un solo lugar. De su obra leemos...: “Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado. Y predicaba en las sinagogas de Galilea”. Lucas 4:43, 44. Qué bueno sería que todos los que tienen la luz de la verdad siguieran el ejemplo dado por Cristo, y no emplearan el tiempo, los talentos y los medios que Dios les ha dado en sólo uno o dos lugares, cuando la luz de la verdad debe ir a todo el mundo. La maravillosa manifestación de la gracia revelada en el mensaje evangélico debe ir a todo lugar.—Carta 92, del 8 de abril de 1902, dirigida a “Mis hermanos que ocupan puestos de responsabilidad en la obra médico misionera.
¡Visita Cada Día con Dios!

¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
¡Tocad la alarma! 8 de abril https://ift.tt/RwKoXYM Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Joel 2:1. Ahora debemos concentrar nuestra atención en las cosas que conciernen a nuestro bienestar eterno. No podemos dar a las cosas celestiales el segundo lugar... Los juicios de Dios están en la tierra. Dirigen una solemne amonestación diciendo: “También vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”. Mateo 24:44. Hay muchos, muchos en nuestras iglesias que saben poco del verdadero significado de la verdad para este tiempo. Yo los exhorto a no descuidar el cumplimiento de las señales de los tiempos, que dicen tan claramente que el fin está cerca. ¡Oh, cuántos que no han procurado la salvación de su alma emitirán pronto esta amarga queja: “Pasó la siega, terminó el verano, y mi alma no está salvada”! Estamos viviendo durante las escenas finales de la historia de esta tierra. La profecía se cumple rápidamente. El tiempo de prueba está pasando velozmente. No tenemos tiempo que perder, ni un solo momento. Nadie debe encontrarnos durmiendo en nuestro puesto. Nadie debe decir en su corazón o por medio de sus obras: “Mi Señor tarda en venir”. Resuene en fervientes palabras de amonestación el mensaje del pronto retorno de Cristo. Persuadamos a hombres y mujeres por doquier que se arrepientan y huyan de la ira venidera. Instémoslos a prepararse inmediatamente... Salgan predicadores y miembros laicos a los campos maduros. Hallarán su mies doquiera proclamen las olvidadas verdades de la Biblia. Hallarán a los que han de aceptar la verdad y han de dedicar sus vidas a ganar almas para Cristo. El Señor viene pronto, y debemos estar preparados para salir a su encuentro en paz. Resolvamos hacer todo lo que podamos para impartir luz a los que nos rodean. No debemos estar tristes, sino gozosos, y debemos tener al Señor Jesús siempre delante de nosotros... Debemos estar listos y esperar su venida. ¡Cuán glorioso será verle y recibir la bienvenida como sus redimidos! Hemos esperado mucho, pero nuestra fe no debe menguar. Si sólo podemos ver al Rey en su hermosura, seremos benditos para siempre. Siento que debo gritar: “¡Al hogar!” Se acerca el tiempo cuando Cristo vendrá con poder y gran gloria para llevar a sus redimidos a su eterno hogar.23The Review and Herald, 14-7-1903.
¡Visita ¡Maranata: El Senor Viene!!

¡Maranata: El Senor Viene!


¡Tocad la alarma! 8 de abril https://ift.tt/RwKoXYM Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Joel 2:1. Ahora debemos concentrar nuestra atención en las cosas que conciernen a nuestro bienestar eterno. No podemos dar a las cosas celestiales el segundo lugar... Los juicios de Dios están en la tierra. Dirigen una solemne amonestación diciendo: “También vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”. Mateo 24:44. Hay muchos, muchos en nuestras iglesias que saben poco del verdadero significado de la verdad para este tiempo. Yo los exhorto a no descuidar el cumplimiento de las señales de los tiempos, que dicen tan claramente que el fin está cerca. ¡Oh, cuántos que no han procurado la salvación de su alma emitirán pronto esta amarga queja: “Pasó la siega, terminó el verano, y mi alma no está salvada”! Estamos viviendo durante las escenas finales de la historia de esta tierra. La profecía se cumple rápidamente. El tiempo de prueba está pasando velozmente. No tenemos tiempo que perder, ni un solo momento. Nadie debe encontrarnos durmiendo en nuestro puesto. Nadie debe decir en su corazón o por medio de sus obras: “Mi Señor tarda en venir”. Resuene en fervientes palabras de amonestación el mensaje del pronto retorno de Cristo. Persuadamos a hombres y mujeres por doquier que se arrepientan y huyan de la ira venidera. Instémoslos a prepararse inmediatamente... Salgan predicadores y miembros laicos a los campos maduros. Hallarán su mies doquiera proclamen las olvidadas verdades de la Biblia. Hallarán a los que han de aceptar la verdad y han de dedicar sus vidas a ganar almas para Cristo. El Señor viene pronto, y debemos estar preparados para salir a su encuentro en paz. Resolvamos hacer todo lo que podamos para impartir luz a los que nos rodean. No debemos estar tristes, sino gozosos, y debemos tener al Señor Jesús siempre delante de nosotros... Debemos estar listos y esperar su venida. ¡Cuán glorioso será verle y recibir la bienvenida como sus redimidos! Hemos esperado mucho, pero nuestra fe no debe menguar. Si sólo podemos ver al Rey en su hermosura, seremos benditos para siempre. Siento que debo gritar: “¡Al hogar!” Se acerca el tiempo cuando Cristo vendrá con poder y gran gloria para llevar a sus redimidos a su eterno hogar.23The Review and Herald, 14-7-1903.

Sabbath School


Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/RznSLob @seguidores @destacar La ruina de Jerusalén sería símbolo de la ruina final que abrumará al mundo. Las profecías que se cumplieron en parte en la destrucción de Jerusalén, se aplican más directamente a los días finales. Estamos ahora en el umbral de acontecimientos grandes y solemnes. Nos espera una crisis como jamás ha presenciado el mundo. Tal como a los primeros discípulos, nos resulta dulce la segura promesa de que el reino de Dios se levanta sobre todo. El programa de los acontecimientos venideros está en manos de nuestro Hacedor. La Majestad del cielo tiene a su cargo el destino de las naciones, así como también lo que atañe a la iglesia. El Instructor divino dice a todo instrumento en el desarrollo de sus planes, como dijo a Ciro: “Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste”. Isaías 45:5 (El discurso maestro de Jesucristo, p. 102). En la visión del profeta Ezequiel se veía como una mano debajo de las alas de los querubines. Era para enseñar a sus siervos que el poder divino es lo que les da éxito. Aquellos a quienes Dios emplea como mensajeros suyos no deben pensar que su obra depende de ellos. No se deja a los seres finitos la tarea de asumir esta carga de responsabilidad. El que no duerme, sino que obra incesantemente por el cumplimiento de sus propósitos, hará progresar su causa. Estorbará los planes de los impíos y confundirá los proyectos de quienes intenten perjudicar a su pueblo. El que es el Rey, Jehová de los ejércitos, está sentado entre los querubines, y en medio de la guerra y el tumulto de las naciones guarda aún a sus hijos. El que gobierna en los cielos es nuestro Salvador. Mide cada aflicción, vigila el fuego del horno que debe probar a cada alma. Cuando las fortificaciones de los reyes caigan derribadas, cuando las flechas de la ira atraviesen los corazones de sus enemigos, su pueblo permanecerá seguro en sus manos (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 102, 103). Al penetrar con su vista a través de largos siglos de tinieblas y superstición, el anciano desterrado vio a multitudes sufrir el martirio por causa de su amor hacia la verdad. Pero también vio que Aquel que sostuvo a sus primeros testigos, no olvidaría a sus fieles seguidores durante los siglos de persecución que debían venir antes del fin del tiempo. “No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer —declara el Señor— He aquí, el diablo ha de enviar algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación… Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”. Apocalipsis 2:10. Y para todos los fieles que están luchando contra el mal, Juan oyó hacer las promesas: “Al que venciere, daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”. “El que venciere, será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles”. Apocalipsis 2:7; 3:5 (Los hechos de los apóstoles, p. 470).

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374