Hijos e Hijas de Dios


Heredaremos todas las cosas, 31 de diciembre https://ift.tt/QeXhYv1 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Apocalipsis 21:7. Podremos gozarnos en el Señor si guardamos sus mandamientos. Si nuestra ciudadanía es ciertamente celestial, y si aspiramos a una herencia inmortal, una propiedad eterna, tendremos esa fe que obra por el amor y purifica el alma... Somos miembros de la familia celestial, hijos del Rey del cielo, herederos de Dios y coherederos con Cristo. Cuando él venga [Cristo] poseeremos la corona de vida que no se marchita.—The Youth’s Instructor, 25 de agosto de 1898. El Monarca del cielo desearía que poseyerais todo lo que puede ennoblecer, expandir y exaltar vuestro ser, y que disfrutarais de ellos, para prepararos con el propósito de morar con él eternamente, con una existencia que se mida con la vida de Dios. ¡Qué perspectivas encierra la vida venidera! ¡Cuántos encantos posee! ¡Cuán amplio, profundo e inconmensurable es el amor de Dios manifestado al hombre!—Testimonies for the Church 3:458. Los privilegios concedidos al hijo de Dios son ilimitados: vincularse con Jesucristo, quien, en todo el universo del cielo y de los mundos no caídos, es adorado por cada corazón, y sus alabanzas entonadas por cada lengua; ser hijo de Dios, llevar su nombre, llegar a ser un miembro de la familia real; alistarse bajo el estandarte del Príncipe Emmanuel, el Rey de reyes y Señor de señores.—The Youth’s Instructor, 20 de octubre de 1886. El Hijo de Dios era el heredero de todas las cosas, y a él se le prometieron el dominio y la gloria de los reinos de este mundo... Así como Cristo estuvo en el mundo, deben estarlo sus seguidores. Son los hijos de Dios, y coherederos con Cristo; y el reino y el señorío les pertenece.—Testimonies for the Church 1:286.

Exaltad a Jesús


Participantes de la gloria de Cristo, 31 de diciembre https://ift.tt/2VBxWJ0 He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará;... nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. Isaías 25:9. ¡Jesús viene! Pero no para escuchar los ayes de la humanidad ni para oír la confesión de los pecados del pecador culpable, ni para dirigirle palabras de perdón; porque el caso de cada uno ya habrá sido decidido para vida o para muerte. Los que hayan vivido en pecado continuarán siendo pecadores para siempre. Los que hayan confesado sus pecados a Jesús en el santuario, que lo hayan hecho su amigo y hayan amado su venida, tendrán el perdón escrito por todos sus pecados, y después de haber purificado sus almas “mediante la obediencia a la verdad”, permanecerán puros y santos para siempre. Jesús regresará como ascendió a los cielos, únicamente que vendrá con mayor esplendor. Regresa con la gloria de su Padre, y todos sus santos ángeles lo escoltan en su venida. En lugar de que una cruel corona de espinas hiera sus sienes santas, una corona de gloria indescriptible adornará su sagrada frente. Entonces no aparecerá como el varón de dolores, experimentado en quebranto; sino que su rostro refulgirá con un resplandor más brillante que el del sol de mediodía. No portará un sencillo manto sin costuras, sino un manto más blanco que la nieve, de brillantez deslumbradora. ¡Jesús viene! Pero no para reinar como un príncipe temporal. Levantará a los justos muertos, transformará a los santos vivos en seres de una inmortalidad gloriosa, y en compañía de ellos tomará el reino debajo de todo el cielo. Este reino nunca jamás terminará. Entonces los que hayan esperado pacientemente a Jesús serán transformados a su semejanza. Si un solo ángel del cielo hizo que los soldados de la guardia romana cayeran como muertos, ¿cómo podrán los seres humanos impíos y desapercibidos soportar sin perecer la presencia de Jesús que viene en la gloria de su Padre acompañado de diez mil millares de ángeles? ¡Cómo podrían los pecadores soportar este cuadro! Clamarán a las rocas y las montañas que caigan sobre ellos y los cubran del rostro de Aquel que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero... Esfuércense por obtener una preparación cabal para encontrarse con Jesús, para que cuando él aparezca ustedes puedan exclamar con gozo: “He aquí, este es nuestro Dios a quien hemos esperado, y él nos salvará”. Entonces la vida eterna os pertenecerá, y seréis participantes de la gloria de Cristo, para escuchar eternamente su gloriosa voz de aprobación y contemplar su amable persona.—The Youth’s Instructor, abril de 1854. Nadie que ame a Jesús de veras se sentirá triste a causa de su segunda venida. Y a medida que nos aproximamos a la venida del Hijo del hombre, los que verdaderamente amamos a Jesús miraremos adelante con gozosa esperanza, y nos esforzaremos por estar listos y contemplar a Aquel a quien aman nuestras almas y que murió para redimirnos.—Ibíd.

El Cristo Triunfante


El conflicto entre Cristo y Satanás ha terminado, 31 de diciembre https://ift.tt/z5VYf2s “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Apocalipsis 21:4. Los impíos reciben su recompensa en la tierra. “Serán estopa; y aquel día que vendrá, los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos”... Habiendo sido cargados sobre Satanás los pecados de los justos, tiene éste que sufrir no sólo por su propia rebelión, sino también por todos los pecados que hizo cometer al pueblo de Dios. La obra de destrucción de Satanás ha terminado para siempre... Mientras Dios es para los impíos un fuego devorador, es para su pueblo un sol y un escudo... El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo rastro de la maldición. Ningún infierno que arda eternamente recordará a los redimidos las terribles consecuencias del pecado. Sólo queda un recuerdo: nuestro Redentor llevará siempre las señales de su crucifixión. En su cabeza herida, en su costado, en sus manos y en sus pies se ven las únicas huellas de la obra cruel efectuada por el pecado... En la Biblia se llama la herencia de los bienaventurados una patria... El árbol de vida da su fruto cada mes, y las hojas del árbol son para el servicio de las naciones. Allí hay corrientes que manan eternamente, claras como el cristal, al lado de las cuales se mecen árboles que echan su sombra sobre los senderos preparados para los redimidos del Señor. En la ciudad de Dios “no habrá ya más noche”. Nadie necesitará ni deseará descanso. No habrá quien se canse haciendo la voluntad de Dios ni ofreciendo alabanzas a su nombre. Sentiremos siempre la frescura de la mañana, que nunca se agostará... Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los redimidos de Dios. Libres de las cadenas de la mortalidad, se lanzan en incansable vuelo hacia los lejanos mundos, mundos a los cuales el espectáculo de las miserias humanas causaba estremecimientos de dolor, y que entonaban cantos de alegría al tener noticia de un alma redimida. El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor.—El Conflicto de los Siglos, 731-738.

Dios nos Cuida


El mayor honor de nuestro salvador, 31 de diciembre https://ift.tt/4LP8lBn Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos. Zacarías 13:6. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra han pasado”. Apocalipsis 21:1 (VM). El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo rastro de maldición... Sólo queda un recuerdo: nuestro Redentor llevará siempre las señales de su crucifixión. En su cabeza herida, en su costado, en sus manos y en sus pies se ven las únicas huellas de la obra cruel efectuada por el pecado. El profeta, al contemplar a Cristo en su gloria, dice: “Su resplandor es como el fuego, y salen de su mano rayos de luz; y allí mismo está el escondedero de su poder”. Habacuc 3:4 (VM). En sus manos, y su costado heridos, de donde manó la corriente purpurina que reconcilió al hombre con Dios, allí está la gloria del Salvador, “allí mismo está el escondedero de su poder”... Y las marcas de su humillación son su mayor honor; a través de las edades eternas, las llagas del Calvario proclamarán su alabanza y declararán su poder. La cruz de Cristo será la ciencia y el canto de los redimidos durante toda la eternidad. En el Cristo glorificado contemplarán al Cristo crucificado. Nunca olvidarán que Aquel cuyo poder creó los mundos innumerables y los sostiene a través de la inmensidad del espacio, el Amado de Dios, la Majestad del cielo, Aquel a quien los querubines y los serafines resplandecientes se deleitan en adorar, se humilló para levantar al hombre caído; que llevó la culpa y el oprobio del pecado, y sintió el ocultamiento del rostro de su Padre, hasta que la maldición de un mundo perdido quebrantó su corazón y le arrancó la vida en la cruz del Calvario. El hecho de que el Hacedor de todos los mundos, el Arbitro de todos los destinos, dejase su gloria y se humillase por amor al hombre, despertará eternamente la admiración y la adoración del universo. Cuando las naciones de los salvos miren a su Redentor y vean la gloria eterna del Padre brillar en su rostro; cuando contemplen su trono, que es desde la eternidad hasta la eternidad, y sepan que su reino no tendrá fin, entonces prorrumpirán en un cántico de júbilo: “¡Digno, digno es el Cordero que fue inmolado, y nos ha redimido para Dios con su propia preciosísima sangre!”

El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
El conflicto entre Cristo y Satanás ha terminado, 31 de diciembre https://ift.tt/z5VYf2s “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Apocalipsis 21:4. Los impíos reciben su recompensa en la tierra. “Serán estopa; y aquel día que vendrá, los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos”... Habiendo sido cargados sobre Satanás los pecados de los justos, tiene éste que sufrir no sólo por su propia rebelión, sino también por todos los pecados que hizo cometer al pueblo de Dios. La obra de destrucción de Satanás ha terminado para siempre... Mientras Dios es para los impíos un fuego devorador, es para su pueblo un sol y un escudo... El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo rastro de la maldición. Ningún infierno que arda eternamente recordará a los redimidos las terribles consecuencias del pecado. Sólo queda un recuerdo: nuestro Redentor llevará siempre las señales de su crucifixión. En su cabeza herida, en su costado, en sus manos y en sus pies se ven las únicas huellas de la obra cruel efectuada por el pecado... En la Biblia se llama la herencia de los bienaventurados una patria... El árbol de vida da su fruto cada mes, y las hojas del árbol son para el servicio de las naciones. Allí hay corrientes que manan eternamente, claras como el cristal, al lado de las cuales se mecen árboles que echan su sombra sobre los senderos preparados para los redimidos del Señor. En la ciudad de Dios “no habrá ya más noche”. Nadie necesitará ni deseará descanso. No habrá quien se canse haciendo la voluntad de Dios ni ofreciendo alabanzas a su nombre. Sentiremos siempre la frescura de la mañana, que nunca se agostará... Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los redimidos de Dios. Libres de las cadenas de la mortalidad, se lanzan en incansable vuelo hacia los lejanos mundos, mundos a los cuales el espectáculo de las miserias humanas causaba estremecimientos de dolor, y que entonaban cantos de alegría al tener noticia de un alma redimida. El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor.—El Conflicto de los Siglos, 731-738.
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Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
El mayor honor de nuestro salvador, 31 de diciembre https://ift.tt/4LP8lBn Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos. Zacarías 13:6. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra han pasado”. Apocalipsis 21:1 (VM). El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo rastro de maldición... Sólo queda un recuerdo: nuestro Redentor llevará siempre las señales de su crucifixión. En su cabeza herida, en su costado, en sus manos y en sus pies se ven las únicas huellas de la obra cruel efectuada por el pecado. El profeta, al contemplar a Cristo en su gloria, dice: “Su resplandor es como el fuego, y salen de su mano rayos de luz; y allí mismo está el escondedero de su poder”. Habacuc 3:4 (VM). En sus manos, y su costado heridos, de donde manó la corriente purpurina que reconcilió al hombre con Dios, allí está la gloria del Salvador, “allí mismo está el escondedero de su poder”... Y las marcas de su humillación son su mayor honor; a través de las edades eternas, las llagas del Calvario proclamarán su alabanza y declararán su poder. La cruz de Cristo será la ciencia y el canto de los redimidos durante toda la eternidad. En el Cristo glorificado contemplarán al Cristo crucificado. Nunca olvidarán que Aquel cuyo poder creó los mundos innumerables y los sostiene a través de la inmensidad del espacio, el Amado de Dios, la Majestad del cielo, Aquel a quien los querubines y los serafines resplandecientes se deleitan en adorar, se humilló para levantar al hombre caído; que llevó la culpa y el oprobio del pecado, y sintió el ocultamiento del rostro de su Padre, hasta que la maldición de un mundo perdido quebrantó su corazón y le arrancó la vida en la cruz del Calvario. El hecho de que el Hacedor de todos los mundos, el Arbitro de todos los destinos, dejase su gloria y se humillase por amor al hombre, despertará eternamente la admiración y la adoración del universo. Cuando las naciones de los salvos miren a su Redentor y vean la gloria eterna del Padre brillar en su rostro; cuando contemplen su trono, que es desde la eternidad hasta la eternidad, y sepan que su reino no tendrá fin, entonces prorrumpirán en un cántico de júbilo: “¡Digno, digno es el Cordero que fue inmolado, y nos ha redimido para Dios con su propia preciosísima sangre!”
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Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
El plan de Dios para mí, 31 de diciembre https://ift.tt/NAxdvYC Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder? Isaías 14:27. El mensaje de esperanza y misericordia debe ser proclamado hasta los últimos confines de la tierra. Todo aquel que quiera puede extender la mano, asirse de la fortaleza de Dios, reconciliarse con él y obtener paz. Ya no deben quedar los paganos envueltos en oscuridad de medianoche. La lobreguez debe desaparecer ante los brillantes rayos del Sol de justicia. Cristo ha tomado toda medida necesaria para que su iglesia sea un cuerpo transformado, iluminado por la Luz del mundo, en posesión de la gloria de Emanuel. Él se propone que todo cristiano esté rodeado de una atmósfera espiritual de luz y de paz. Desea que revelemos su gozo en nuestra vida... Cristo viene con poder y grande gloria... Entonces los redimidos de entre los hombres recibirán la herencia que se les prometió. Así obtendrá un cumplimiento literal el propósito de Dios para con Israel. El hombre no puede impedir que se cumpla la voluntad de Dios. Aun en medio de las manifestaciones del mal, los propósitos de Dios han estado avanzando constantemente hacia su realización.—La Historia de Profetas y Reyes, 531, 532. Dios mira el interior de la diminuta semilla que él mismo formó, y ve en ella la hermosa flor, el arbusto o el altivo y copudo árbol. Así también ve las posibilidades de cada ser humano. Estamos en este mundo con algún fin. Dios nos ha comunicado su plan para nuestra vida y desea que alcancemos el más alto nivel de desarrollo... Desea que la juventud desarrolle todas sus facultades, y que las ponga en ejercicio activo... Para ello consideren a Cristo como el modelo según el cual deben formarse. La santa ambición que Cristo manifestó en su vida debe moverlos a ellos también, es a saber, la de dejar mejor el mundo por haber vivido en él. Esta es la obra a la cual han sido llamados.—El Ministerio de Curación, 309, 310. Debéis ahora... relacionaros con la sociedad y la vida en una forma que responda al propósito que tuvo Dios al crearos.—Mensajes para los Jóvenes, 33, 34. ESTE LIBRO TERMINO DE IMPRIMIRSE EN LOS TALLE RES GRAFICOS DE LA ASOCIACION CASA EDITORA SUDAMERICANA, AVDA. SAN MARTIN 4555, FLORIDA FNGBM, PROVINCIA DE BUENOS AIRES, REPUBLICA ARGENTINA, EL 15 DE OCTUBRE DE 1970.
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Conflicto y Valor


El plan de Dios para mí, 31 de diciembre https://ift.tt/NAxdvYC Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder? Isaías 14:27. El mensaje de esperanza y misericordia debe ser proclamado hasta los últimos confines de la tierra. Todo aquel que quiera puede extender la mano, asirse de la fortaleza de Dios, reconciliarse con él y obtener paz. Ya no deben quedar los paganos envueltos en oscuridad de medianoche. La lobreguez debe desaparecer ante los brillantes rayos del Sol de justicia. Cristo ha tomado toda medida necesaria para que su iglesia sea un cuerpo transformado, iluminado por la Luz del mundo, en posesión de la gloria de Emanuel. Él se propone que todo cristiano esté rodeado de una atmósfera espiritual de luz y de paz. Desea que revelemos su gozo en nuestra vida... Cristo viene con poder y grande gloria... Entonces los redimidos de entre los hombres recibirán la herencia que se les prometió. Así obtendrá un cumplimiento literal el propósito de Dios para con Israel. El hombre no puede impedir que se cumpla la voluntad de Dios. Aun en medio de las manifestaciones del mal, los propósitos de Dios han estado avanzando constantemente hacia su realización.—La Historia de Profetas y Reyes, 531, 532. Dios mira el interior de la diminuta semilla que él mismo formó, y ve en ella la hermosa flor, el arbusto o el altivo y copudo árbol. Así también ve las posibilidades de cada ser humano. Estamos en este mundo con algún fin. Dios nos ha comunicado su plan para nuestra vida y desea que alcancemos el más alto nivel de desarrollo... Desea que la juventud desarrolle todas sus facultades, y que las ponga en ejercicio activo... Para ello consideren a Cristo como el modelo según el cual deben formarse. La santa ambición que Cristo manifestó en su vida debe moverlos a ellos también, es a saber, la de dejar mejor el mundo por haber vivido en él. Esta es la obra a la cual han sido llamados.—El Ministerio de Curación, 309, 310. Debéis ahora... relacionaros con la sociedad y la vida en una forma que responda al propósito que tuvo Dios al crearos.—Mensajes para los Jóvenes, 33, 34. ESTE LIBRO TERMINO DE IMPRIMIRSE EN LOS TALLE RES GRAFICOS DE LA ASOCIACION CASA EDITORA SUDAMERICANA, AVDA. SAN MARTIN 4555, FLORIDA FNGBM, PROVINCIA DE BUENOS AIRES, REPUBLICA ARGENTINA, EL 15 DE OCTUBRE DE 1970.

A Fin de Conocerle


¡Por fin en el hogar! 31 de diciembre https://ift.tt/8sIz5vx Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo. Juan 17:24. El amor de Dios es inconmensurable e incomparable. Es infinito... Cuando contemplamos la dignidad y la gloria de Cristo, vemos cuán grande fue ese amor que motivó el sacrificio hecho en la cruz del Calvario para la redención del mundo perdido... ¡El misterio de la piedad: Dios manifestado en la carne! Este misterio se ahonda a medida que procuramos comprenderlo. Es incomprensible, y sin embargo los seres humanos permiten que cosas mundanas interfieran con las débiles vislumbres que los mortales pueden tener de Jesús y de su amor incomparable... ¿Cómo podemos sentir entusiasmo por las cosas terrenas comunes, y no quedar conmovidos por el cuadro de la cruz del Calvario, el amor que se manifestó en la muerte del amado Hijo de Dios, para que las almas que perecen no sigan aherrojadas por el pecado, la maldición de la ley? Toda esta humillación y angustia las soportó para atraer a los errabundos, culpables y desagradecidos de vuelta a la casa del Padre. ¡El hogar de los salvados! ¡No podemos perderlo! Si me salvo en el reino de Dios, discerniré constantemente nuevas profundidades en el plan de salvación. Todos los santos redimidos verán y apreciarán como nunca antes el amor del Padre y del Hijo, y las lenguas inmortales expresarán cantos de alabanza. Él nos ama, y dio su vida por nosotros. Cantaremos a las riquezas del amor redentor con nuestros cuerpos glorificados, con nuestras facultades acrecentadas, con nuestros corazones puros y con nuestros labios incontaminados. En el cielo no habrá dolientes, no habrá escépticos que convencer de la realidad de las cosas eternas, no habrá prejuicios para desarraigar, sino que todo será susceptible a ese amor que sobrepasa todo conocimiento. Hay un reposo para el pueblo de Dios, gracias a Dios, donde Jesús conducirá a los redimidos a los verdes prados, junto a las aguas vivas que alegran la ciudad de Dios.—Carta 27, 1890.

¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Lo que reserva la eternidad a los redimidos, 31 de diciembre https://ift.tt/Cu159Mo Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación. Salmos 91:16. Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los redimidos de Dios. Libres de las cadenas de la mortalidad, se lanzan en incansable vuelo hacia los lejanos mundos; mundos a los cuales el espectáculo de las miserias humanas causaba estremecimientos de dolor, y que entonaban cantos de alegría al tener noticia de un alma redimida. Con indescriptible dicha los hijos de la tierra participan del gozo y la sabiduría de los seres que no cayeron. Comparten los tesoros de conocimientos e inteligencia adquiridos durante siglos y siglos en la contemplación de las obras de Dios. Con visión clara consideran la magnificencia de la creación: soles y estrellas y sistemas planetarios que en el orden asignado circuyen el trono de la Divinidad. El nombre del Creador se encuentra escrito en todas las cosas, desde las más pequeñas hasta las más grandes, y todas ostentan la riqueza de su poder. Y a medida que los años de la eternidad transcurran, traerán consigo revelaciones más ricas y aún más gloriosas respecto de Dios y de Cristo... Así como el conocimiento es progresivo, así también el amor, la reverencia y la dicha irán en aumento. Cuanto más sepan los hombres acerca de Dios, tanto más admirarán su carácter. A medida que Jesús les descubra la riqueza de la redención y los hechos asombrosos del gran conflicto con Satanás, los corazones de los redimidos se estremecerán con gratitud siempre ferviente, y con arrebatadora alegría tocarán sus arpas de oro; y miríadas de miríadas y millares de millares de voces se unirán para engrosar el potente coro de alabanza. “Y a toda cosa creada que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, las oí decir: ¡Bendición, y honra y gloria y dominio al que está sentado sobre el trono, y al Cordero, por los siglos de los siglos!” Apocalipsis 5:13 (VM). El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor.85Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 736, 737.
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¡Maranata: El Senor Viene!


Lo que reserva la eternidad a los redimidos, 31 de diciembre https://ift.tt/Cu159Mo Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación. Salmos 91:16. Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los redimidos de Dios. Libres de las cadenas de la mortalidad, se lanzan en incansable vuelo hacia los lejanos mundos; mundos a los cuales el espectáculo de las miserias humanas causaba estremecimientos de dolor, y que entonaban cantos de alegría al tener noticia de un alma redimida. Con indescriptible dicha los hijos de la tierra participan del gozo y la sabiduría de los seres que no cayeron. Comparten los tesoros de conocimientos e inteligencia adquiridos durante siglos y siglos en la contemplación de las obras de Dios. Con visión clara consideran la magnificencia de la creación: soles y estrellas y sistemas planetarios que en el orden asignado circuyen el trono de la Divinidad. El nombre del Creador se encuentra escrito en todas las cosas, desde las más pequeñas hasta las más grandes, y todas ostentan la riqueza de su poder. Y a medida que los años de la eternidad transcurran, traerán consigo revelaciones más ricas y aún más gloriosas respecto de Dios y de Cristo... Así como el conocimiento es progresivo, así también el amor, la reverencia y la dicha irán en aumento. Cuanto más sepan los hombres acerca de Dios, tanto más admirarán su carácter. A medida que Jesús les descubra la riqueza de la redención y los hechos asombrosos del gran conflicto con Satanás, los corazones de los redimidos se estremecerán con gratitud siempre ferviente, y con arrebatadora alegría tocarán sus arpas de oro; y miríadas de miríadas y millares de millares de voces se unirán para engrosar el potente coro de alabanza. “Y a toda cosa creada que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, las oí decir: ¡Bendición, y honra y gloria y dominio al que está sentado sobre el trono, y al Cordero, por los siglos de los siglos!” Apocalipsis 5:13 (VM). El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor.85Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 736, 737.

Sabbath School


Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/YmLcaIr El servicio de canto fue hecho parte regular del culto religioso, y David compuso salmos, no solo para el uso de los sacerdotes en el servicio del Santuario, sino también para que los cantara el pueblo mientras iba al altar nacional para las fiestas anuales. La influencia así ejercida fue muy abarcante, y contribuyó a liberar la nación de las garras de la idolatría. Muchos de los pueblos vecinos, al ver la prosperidad de Israel, fueron inducidos a pensar favorablemente en el Dios de Israel, que había hecho tan grandes cosas para su pueblo (Historia de los patriarcas y profetas, p. 768). Cuando el arca del pacto fue traída a la ciudad de David, y se cantó un salmo de gozo y triunfo, “dijo todo el pueblo, Amén: y alabó a Jehová” Salmo 106:48; 1 Crónicas 16:36. Esta ferviente respuesta era evidencia de que comprendían la palabra hablada, y participaban en el culto de Dios. Hay demasiado formalismo en nuestros servicios religiosos. El Señor quiere que sus ministros prediquen la palabra vivificada por su Espíritu Santo; y los hermanos que oyen no deben permanecer sentados en indiferencia soñolienta, o mirar vagamente en el vacío, sin responder a lo dicho… Debiera haber iglesias despiertas y activas para animar y sostener a los ministros de Cristo, y para ayudarles en la obra de salvar almas. Donde la iglesia ande en la luz, habrá siempre alegres y cordiales respuestas, y palabras de alabanza gozosa… Aprendamos el canto de los ángeles ahora, para que podamos cantarlo cuando nos unamos a sus resplandecientes filas. Digamos con el salmista: “Alabaré a Jehová en mi vida: Cantaré salmos a mi Dios mientras viviere”. “Alábente los pueblos, oh Dios; alábente los pueblos todos”. Salmo 146:2; 67:3 (_Testimonios para la iglesia,_t. 5, p. 298). Así como los israelitas cuando andaban por el desierto alegraron su camino con la música del canto sagrado, Dios invita a sus hijos a alegrar por el mismo medio su vida de peregrinaje. Hay pocos medios más eficaces para grabar sus palabras en la memoria que el de repetirlas mediante el canto. Y esa clase de canto tiene un poder maravilloso. Tiene poder para subyugar naturalezas rudas e incultas, para avivar el pensamiento y despertar simpatía, para promover la armonía en la acción, y desvanecer la melancolía y los presentimientos que destruyen el valor y debilitan el esfuerzo… Como parte del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oración. En realidad, más de un canto es una oración… Al conducirnos nuestro Redentor al umbral de lo infinito, inundado con la gloria de Dios, podremos comprender los temas de alabanza y acción de gracias del coro celestial que rodea el trono, y al despertarse el eco del canto de los ángeles en nuestros hogares terrenales, los corazones estarán más cerca del coro celestial. La comunión con el cielo inicia en la tierra. Aquí aprendemos la clave de su alabanza (La educación, pp. 151, 152).

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Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/YmLcaIr El servicio de canto fue hecho parte regular del culto religioso, y David compuso salmos, no solo para el uso de los sacerdotes en el servicio del Santuario, sino también para que los cantara el pueblo mientras iba al altar nacional para las fiestas anuales. La influencia así ejercida fue muy abarcante, y contribuyó a liberar la nación de las garras de la idolatría. Muchos de los pueblos vecinos, al ver la prosperidad de Israel, fueron inducidos a pensar favorablemente en el Dios de Israel, que había hecho tan grandes cosas para su pueblo (Historia de los patriarcas y profetas, p. 768). Cuando el arca del pacto fue traída a la ciudad de David, y se cantó un salmo de gozo y triunfo, “dijo todo el pueblo, Amén: y alabó a Jehová” Salmo 106:48; 1 Crónicas 16:36. Esta ferviente respuesta era evidencia de que comprendían la palabra hablada, y participaban en el culto de Dios. Hay demasiado formalismo en nuestros servicios religiosos. El Señor quiere que sus ministros prediquen la palabra vivificada por su Espíritu Santo; y los hermanos que oyen no deben permanecer sentados en indiferencia soñolienta, o mirar vagamente en el vacío, sin responder a lo dicho… Debiera haber iglesias despiertas y activas para animar y sostener a los ministros de Cristo, y para ayudarles en la obra de salvar almas. Donde la iglesia ande en la luz, habrá siempre alegres y cordiales respuestas, y palabras de alabanza gozosa… Aprendamos el canto de los ángeles ahora, para que podamos cantarlo cuando nos unamos a sus resplandecientes filas. Digamos con el salmista: “Alabaré a Jehová en mi vida: Cantaré salmos a mi Dios mientras viviere”. “Alábente los pueblos, oh Dios; alábente los pueblos todos”. Salmo 146:2; 67:3 (_Testimonios para la iglesia,_t. 5, p. 298). Así como los israelitas cuando andaban por el desierto alegraron su camino con la música del canto sagrado, Dios invita a sus hijos a alegrar por el mismo medio su vida de peregrinaje. Hay pocos medios más eficaces para grabar sus palabras en la memoria que el de repetirlas mediante el canto. Y esa clase de canto tiene un poder maravilloso. Tiene poder para subyugar naturalezas rudas e incultas, para avivar el pensamiento y despertar simpatía, para promover la armonía en la acción, y desvanecer la melancolía y los presentimientos que destruyen el valor y debilitan el esfuerzo… Como parte del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oración. En realidad, más de un canto es una oración… Al conducirnos nuestro Redentor al umbral de lo infinito, inundado con la gloria de Dios, podremos comprender los temas de alabanza y acción de gracias del coro celestial que rodea el trono, y al despertarse el eco del canto de los ángeles en nuestros hogares terrenales, los corazones estarán más cerca del coro celestial. La comunión con el cielo inicia en la tierra. Aquí aprendemos la clave de su alabanza (La educación, pp. 151, 152).
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Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/YmLcaIr El servicio de canto fue hecho parte regular del culto religioso, y David compuso salmos, no solo para el uso de los sacerdotes en el servicio del Santuario, sino también para que los cantara el pueblo mientras iba al altar nacional para las fiestas anuales. La influencia así ejercida fue muy abarcante, y contribuyó a liberar la nación de las garras de la idolatría. Muchos de los pueblos vecinos, al ver la prosperidad de Israel, fueron inducidos a pensar favorablemente en el Dios de Israel, que había hecho tan grandes cosas para su pueblo (Historia de los patriarcas y profetas, p. 768). Cuando el arca del pacto fue traída a la ciudad de David, y se cantó un salmo de gozo y triunfo, “dijo todo el pueblo, Amén: y alabó a Jehová” Salmo 106:48; 1 Crónicas 16:36. Esta ferviente respuesta era evidencia de que comprendían la palabra hablada, y participaban en el culto de Dios. Hay demasiado formalismo en nuestros servicios religiosos. El Señor quiere que sus ministros prediquen la palabra vivificada por su Espíritu Santo; y los hermanos que oyen no deben permanecer sentados en indiferencia soñolienta, o mirar vagamente en el vacío, sin responder a lo dicho… Debiera haber iglesias despiertas y activas para animar y sostener a los ministros de Cristo, y para ayudarles en la obra de salvar almas. Donde la iglesia ande en la luz, habrá siempre alegres y cordiales respuestas, y palabras de alabanza gozosa… Aprendamos el canto de los ángeles ahora, para que podamos cantarlo cuando nos unamos a sus resplandecientes filas. Digamos con el salmista: “Alabaré a Jehová en mi vida: Cantaré salmos a mi Dios mientras viviere”. “Alábente los pueblos, oh Dios; alábente los pueblos todos”. Salmo 146:2; 67:3 (_Testimonios para la iglesia,_t. 5, p. 298). Así como los israelitas cuando andaban por el desierto alegraron su camino con la música del canto sagrado, Dios invita a sus hijos a alegrar por el mismo medio su vida de peregrinaje. Hay pocos medios más eficaces para grabar sus palabras en la memoria que el de repetirlas mediante el canto. Y esa clase de canto tiene un poder maravilloso. Tiene poder para subyugar naturalezas rudas e incultas, para avivar el pensamiento y despertar simpatía, para promover la armonía en la acción, y desvanecer la melancolía y los presentimientos que destruyen el valor y debilitan el esfuerzo… Como parte del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oración. En realidad, más de un canto es una oración… Al conducirnos nuestro Redentor al umbral de lo infinito, inundado con la gloria de Dios, podremos comprender los temas de alabanza y acción de gracias del coro celestial que rodea el trono, y al despertarse el eco del canto de los ángeles en nuestros hogares terrenales, los corazones estarán más cerca del coro celestial. La comunión con el cielo inicia en la tierra. Aquí aprendemos la clave de su alabanza (La educación, pp. 151, 152).

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374