Ser Semejante a Jesús


Aspirar a la santidad, no meramente a la salud, 8 de octubre https://ift.tt/sVpwc6y Hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. Romanos 12:1. Si los que están relacionados con esta empresa [el Instituto de Salud, en Battle Creek] cesaran de mirar su trabajo desde un punto de vista altamente religioso, y descendieran de los elevados principios de la verdad presente para imitar en teoría y práctica los principios que rigen a las instituciones donde se trata a los enfermos sólo para recuperar la salud, la bendición especial de Dios no descansaría sobre nuestra institución más que sobre aquellas instituciones donde se enseñan y practican teorías corruptas. Vi que no puede realizarse una obra muy extensa en un corto tiempo, pues no sería un asunto fácil encontrar médicos a quienes Dios pueda aprobar y que trabajen juntos en forma armónica, desinteresada y celosamente por el bien de la humanidad sufriente. Siempre debe mantenerse en forma destacada que el gran propósito para ser alcanzado a través de este canal no es sólo la salud, sino la perfección, y el espíritu de santidad, lo que no puede ser alcanzado con cuerpos y mentes enfermas. Este propósito no puede asegurarse trabajando meramente desde el punto de vista mundanal. Dios suscitará hombres y los calificará para que se ocupen en la obra, no sólo como médicos del cuerpo, sino también del alma enferma de pecado; como padres espirituales para los jóvenes y los inexpertos... Es un gran error pensar que las personas que han abusado de sus facultades mentales y fuerzas físicas, o que han padecido algún quebrantamiento físico o nervioso, necesitan suspender sus actividades corporales con el fin de recuperar la salud. En casos aislados, puede ser necesario mantener reposo completo durante un tiempo definido; pero estos casos son raros. La mayoría de las veces el cambio sería demasiado drástico para que reportara algún beneficio. Los que sufren algún quebranto como resultado de un esfuerzo mental intenso necesitan reposar de su actividad intelectual agotadora. Sin embargo, hacerles creer que para ellos sería impropio o peligroso ejercer sus facultades mentales, los induciría a considerar su condición como peor de lo que realmente es. A las personas que han abusado de sus fuerzas físicas no se les debe aconsejar que abandonen completamente el trabajo corporal. Muchas veces privarlos totalmente del ejercicio contribuiría a estorbar la recuperación de su salud... La inactividad es la peor maldición que podría recaer sobre alguien que estuviera en una condición tal. Sus fuerzas llegan a estar tan inactivas, que les es imposible resistir la enfermedad y la languidez, que es lo que deben resistir para recobrar la salud.—Testimonies for the Church 1:554-556. Ver Consejos sobre la Salud, 196.

Reflejemos a Jesús


La oración diaria es esencial para el crecimiento en la gracia, 8 de octubre https://ift.tt/30roacW Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 2 Pedro 1:10. Si hemos de desarrollar un carácter que Dios pueda aceptar, debemos formar hábitos correctos en nuestra vida religiosa. La oración diaria es tan esencial para el crecimiento en la gracia, y aun para la vida espiritual en sí misma, como el alimento material lo es para el bienestar físico. Deberíamos acostumbrarnos a elevar con frecuencia los pensamientos a Dios en oración. Si la mente divaga, debemos traerla al mismo pensamiento; por medio del esfuerzo perseverante, el hábito finalmente lo hará fácil. No podemos ni por un momento separarnos de Cristo y estar seguros. Podemos contar con su presencia para asistirnos a cada paso, pero únicamente observando las condiciones que El mismo ha establecido. La religión debe ser el gran asunto de la vida. Todo lo demás debería subordinarse a esto. Todas nuestras facultades del alma, el cuerpo y el espíritu deben comprometerse en la batalla cristiana. Debemos mirar a Cristo en busca de fortaleza y gracia, y obtendremos la victoria tan ciertamente como Jesús murió por nosotros. Debemos acercarnos a la cruz de Cristo. La penitencia al pie de la cruz es la primera lección de paz que tenemos que aprender. El amor de Jesús, ¿quién puede comprenderlo? ¡Infinitamente más tierno y abnegado que el amor de una madre! Si queremos conocer el valor de un alma humana, debemos mirar a la cruz con fe viva, y así comenzar el estudio que será la ciencia y el cántico de los redimidos por toda la eternidad. El valor de nuestro tiempo y de nuestros talentos puede estimarse únicamente por la grandeza del rescate pagado por nuestra redención. ¡Qué ingratitud manifestamos hacia Dios cuando le robamos lo suyo al rehusarle nuestros afectos y nuestros servicio! ¿Es demasiado darnos nosotros mismos a El que lo ha sacrificado todo por nosotros? ¿Podemos escoger la amistad del mundo antes que los honores inmortales que ofrece Cristo: “Que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” Apocalipsis 3:21? Los que están... trabajando con el plan de la adición para obtener las gracias cristianas tienen la seguridad de que Dios obrará con el plan de la multiplicación para concederles los dones de su Espíritu. Pedro se dirige a los que han obtenido semejante fe preciosa: “Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús” 2 Pedro 1:2. Por gracia divina, todos los que lo desean pueden escalar los refulgentes peldaños desde la tierra al cielo, y finalmente, “cantando” y con “gozo perpetuo” entrar por las puertas en la ciudad.—The Review and Herald, 15 de noviembre de 1887.

Recibiréis Poder


Poniendo a un lado el yo, 8 de octubre https://ift.tt/3YFKqZf Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Filipenses 3:7. Es mediante el pueblo de Dios como el abnegado amor de Jesús ha de ser manifestado; pero por el ejemplo actual de la iglesia, el carácter de Cristo ha sido tergiversado y se da un concepto falso de él al mundo. El amor propio excluye el amor de Jesús en el creyente, y por esto no hay en la iglesia mayor celo y más ferviente amor por quien nos amó primero. El yo es supremo en muchos corazones. Sus pensamientos, su tiempo y su dinero los usan para la gratificación propia, mientras las personas por las cuales Cristo murió están pereciendo. Por eso, el Señor no puede impartir a su iglesia la plenitud de las bendiciones. Honrarla de una manera notable ante el mundo sería poner el sello de aprobación a sus obras, confirmando la falsa representación de su carácter. Cuando su pueblo salga del mundo y abandone sus máximas, hábitos y prácticas, el Señor Jesús obrará con su iglesia; derramará una gran medida de su Espíritu sobre ella, y el mundo conocerá que el Padre la ama. ¿Continuará el pueblo de Dios tan aturdido con el egoísmo? Su bendición pende sobre ellos, pero no puede ser concedida en su plenitud, porque están corrompidos con el espíritu y las prácticas del mundo. Hay orgullo espiritual entre ellos; y si el Señor actuara como su corazón lo desea, los confirmaría en su estima y exaltación propias. ¿Continuará nuestro pueblo tergiversando a Cristo? ¿Será la gracia de Dios y la divina iluminación suprimida de la iglesia por causa de su tibieza? Así ocurrirá, a menos que se busque a Dios de una manera más cabal, que se renuncie al mundo y se humille ante Dios. El poder convertidor de Dios debe pasar por nuestras iglesias.—The Home Missionary, 1 de noviembre de 1890.

Reflejemos a Jesús


Reflejemos a Jesús
La oración diaria es esencial para el crecimiento en la gracia, 8 de octubre https://ift.tt/30roacW Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 2 Pedro 1:10. Si hemos de desarrollar un carácter que Dios pueda aceptar, debemos formar hábitos correctos en nuestra vida religiosa. La oración diaria es tan esencial para el crecimiento en la gracia, y aun para la vida espiritual en sí misma, como el alimento material lo es para el bienestar físico. Deberíamos acostumbrarnos a elevar con frecuencia los pensamientos a Dios en oración. Si la mente divaga, debemos traerla al mismo pensamiento; por medio del esfuerzo perseverante, el hábito finalmente lo hará fácil. No podemos ni por un momento separarnos de Cristo y estar seguros. Podemos contar con su presencia para asistirnos a cada paso, pero únicamente observando las condiciones que El mismo ha establecido. La religión debe ser el gran asunto de la vida. Todo lo demás debería subordinarse a esto. Todas nuestras facultades del alma, el cuerpo y el espíritu deben comprometerse en la batalla cristiana. Debemos mirar a Cristo en busca de fortaleza y gracia, y obtendremos la victoria tan ciertamente como Jesús murió por nosotros. Debemos acercarnos a la cruz de Cristo. La penitencia al pie de la cruz es la primera lección de paz que tenemos que aprender. El amor de Jesús, ¿quién puede comprenderlo? ¡Infinitamente más tierno y abnegado que el amor de una madre! Si queremos conocer el valor de un alma humana, debemos mirar a la cruz con fe viva, y así comenzar el estudio que será la ciencia y el cántico de los redimidos por toda la eternidad. El valor de nuestro tiempo y de nuestros talentos puede estimarse únicamente por la grandeza del rescate pagado por nuestra redención. ¡Qué ingratitud manifestamos hacia Dios cuando le robamos lo suyo al rehusarle nuestros afectos y nuestros servicio! ¿Es demasiado darnos nosotros mismos a El que lo ha sacrificado todo por nosotros? ¿Podemos escoger la amistad del mundo antes que los honores inmortales que ofrece Cristo: “Que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” Apocalipsis 3:21? Los que están... trabajando con el plan de la adición para obtener las gracias cristianas tienen la seguridad de que Dios obrará con el plan de la multiplicación para concederles los dones de su Espíritu. Pedro se dirige a los que han obtenido semejante fe preciosa: “Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús” 2 Pedro 1:2. Por gracia divina, todos los que lo desean pueden escalar los refulgentes peldaños desde la tierra al cielo, y finalmente, “cantando” y con “gozo perpetuo” entrar por las puertas en la ciudad.—The Review and Herald, 15 de noviembre de 1887.
¡Visita Reflejemos a Jesús!

Recibiréis Poder


Recibiréis Poder
Poniendo a un lado el yo, 8 de octubre https://ift.tt/0SimW1R Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Filipenses 3:7. Es mediante el pueblo de Dios como el abnegado amor de Jesús ha de ser manifestado; pero por el ejemplo actual de la iglesia, el carácter de Cristo ha sido tergiversado y se da un concepto falso de él al mundo. El amor propio excluye el amor de Jesús en el creyente, y por esto no hay en la iglesia mayor celo y más ferviente amor por quien nos amó primero. El yo es supremo en muchos corazones. Sus pensamientos, su tiempo y su dinero los usan para la gratificación propia, mientras las personas por las cuales Cristo murió están pereciendo. Por eso, el Señor no puede impartir a su iglesia la plenitud de las bendiciones. Honrarla de una manera notable ante el mundo sería poner el sello de aprobación a sus obras, confirmando la falsa representación de su carácter. Cuando su pueblo salga del mundo y abandone sus máximas, hábitos y prácticas, el Señor Jesús obrará con su iglesia; derramará una gran medida de su Espíritu sobre ella, y el mundo conocerá que el Padre la ama. ¿Continuará el pueblo de Dios tan aturdido con el egoísmo? Su bendición pende sobre ellos, pero no puede ser concedida en su plenitud, porque están corrompidos con el espíritu y las prácticas del mundo. Hay orgullo espiritual entre ellos; y si el Señor actuara como su corazón lo desea, los confirmaría en su estima y exaltación propias. ¿Continuará nuestro pueblo tergiversando a Cristo? ¿Será la gracia de Dios y la divina iluminación suprimida de la iglesia por causa de su tibieza? Así ocurrirá, a menos que se busque a Dios de una manera más cabal, que se renuncie al mundo y se humille ante Dios. El poder convertidor de Dios debe pasar por nuestras iglesias.—The Home Missionary, 1 de noviembre de 1890.
¡Visita Recibiréis Poder!

Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
El propósito más elevado, 8 de octubre https://ift.tt/DiW6aNu Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 1 Juan 1:7. La unión es fuerza, y el Señor desea que esta verdad siempre sea revelada en todos los miembros del cuerpo de Cristo. Todos deben estar unidos en amor, en humildad, en mansedumbre de mente; organizarse como una sociedad de creyentes con el propósito de combinar y difundir su influencia; deben trabajar como Cristo trabajó. Siempre han de manifestar cortesía y respeto mutuos. Todo talento tiene su lugar y debe mantenerse bajo el control del Espíritu Santo. La iglesia es la sociedad cristiana formada por los miembros que la componen, para que cada uno goce de la ayuda de todas las gracias y talentos de los demás miembros, y también de la operación de Dios en su favor, de acuerdo con los diversos dones y habilidades que Dios les concedió. La iglesia está unida en los sagrados vínculos del compañerismo a fin de que cada miembro se beneficie de la influencia de los demás. Todos deben unirse al pacto de amor y armonía que existe. Los principios y las gracias cristianas de toda la sociedad de creyentes han de comunicar fortaleza y poder en una acción armoniosa. Cada creyente debe beneficiarse y progresar por la influencia refinadora y transformadora de las variadas capacidades de otros miembros, para que las cosas que falten en uno puedan ser más abundantemente desplegadas en otro. Todos los miembros deben acercarse el uno al otro, para que la iglesia llegue a ser un espectáculo ante el mundo, ante los ángeles y ante los hombres. El compromiso que caracteriza el pacto de los miembros de la iglesia es que cada uno camine en los pasos de Cristo, que cada uno tome sobre sí el yugo de Cristo y aprenda de Aquel que es manso y humilde de corazón. Haciendo esto, “hallaréis—dice el amado Salvador—descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:29-30. Los que llevan el yugo de Cristo marcharán unidos; cultivarán la simpatía y la tolerancia, y con santa imitación lucharán por mostrar a los demás la tierna simpatía y el amor que ellos mismos necesitan grandemente. El que es débil y carece de experiencia, aunque sea débil puede ser fortalecido por el que tiene más esperanza y por los que poseen una experiencia madura. Aunque sea el menor de todos es una piedra que debe brillar en el edificio. Es un miembro vital del cuerpo organizado, unido a Cristo, la cabeza viviente, y por medio de Cristo está identificado a tal punto con todas las excelencias del carácter del Señor, que éste no se avergüenza de llamarlo hermano... Una iglesia separada y distinta del mundo es, en la estima del cielo, el objeto de más valor en toda la tierra... La iglesia debe ser lo que Dios ordenó que fuera: un representante de la familia de Dios en otro mundo.—Mensajes Selectos 3:15-17.
¡Visita Exaltad a Jesús!

En los Lugares Celestiales


En los Lugares Celestiales
Una sola hermandad, 8 de octubre https://ift.tt/kS9Wn8X ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado. Apocalipsis 15:4. Cristo quiere que comprendamos que nuestros intereses son uno. Un divino Salvador murió por todos, para que todos puedan encontrar en él su divina procedencia. En Cristo Jesús somos uno. Con la enunciación de un nombre: “Padre nuestro” somos elevados a la misma jerarquía. Venimos a ser miembros de la familia real, hijos del Rey celestial. Sus principios de verdad ligan corazón con corazón, sean ellos ricos o pobres, excelsos o humildes. Cuando el Espíritu Santo conmueva las mentes humanas, todas las mezquinas lamentaciones y acusaciones entre el hombre y su prójimo serán desechadas. Los brillantes rayos del Sol de Justicia resplandecerán en los ámbitos de la mente y el corazón. En nuestro culto a Dios no habrá más distinción entre el rico y el pobre, entre el blanco y el negro. Todo prejuicio será disipado. Cuando nos allegamos a Dios integramos una sola hermandad. Somos peregrinos y extranjeros aquí, destinados a una patria mejor, la celestial. Allí todo orgullo, toda acusación, toda vana ilusión tendrán para siempre un fin. Todo encubrimiento será descubierto y podremos verlo “tal como él es”. Allí nuestros cantos alcanzarán el tema inspirador, y la alabanza y la gratitud se elevarán hacia Dios.—The Review and Herald, 24 de octubre de 1899. Nuestra casa de oración podrá ser humilde pero no por eso será menos conocida por Dios. Si adoramos en espíritu y en verdad y en la hermosura de la santidad, ella será para nosotros la misma puerta del cielo. Cuando se repiten las asombrosas lecciones de las obras de Dios y cuando la gratitud del corazón se expresa en oración y canto, ángeles del cielo inician una melodía y se unen en alabanza y agradecimiento a Dios. Estas prácticas rechazan el poder de Satanás.—Ibid.
¡Visita En los Lugares Celestiales!

El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
La resurrección de Cristo establece la supremacía de Dios, 8 de octubre https://ift.tt/il36twJ “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria”. Salmos 24:7. Todo el cielo contemplaba el conflicto... Aquí en la tierra Satanás aviva la enemistad que subyace en la mente del hombre para resistir la salvación que fue traída a un costo infinito. [Cristo] era la luz del mundo y el mundo no lo conoció. Creó este mundo y el mundo no lo reconoció. Pero cuando lo persiguieron, la Majestad del cielo debió ir de un lugar a otro. Y el cielo observó esto. Y fue rechazado y despreciado; padeció la burla y la ignominia; pero siendo ultrajado no devolvió dicha afrenta. Sin embargo, Satanás no dejó de perseguirlo hasta que Cristo fue colgado en la cruz del Calvario. Todo el cielo y los mundos creados por Dios, contemplaron este conflicto; ¿podría Cristo llevar hasta el fin su plan de salvar a las almas perdidas en el abismo del pecado? El gran rebelde fue desarraigado de las mentes de todos cuantos contemplaron la resurrección de Cristo. Entonces se demostró que la ley de Dios es inmutable y que su jurisdicción se extiende a todos los habitantes del cielo y la tierra y a todas las inteligencias creadas. Cristo estuvo con sus discípulos por cuarenta días y cuarenta noches... Entonces fue arrebatado al cielo y la multitud de cautivos fue con él y una hueste celestial lo rodeaba y a medida que se aproximaban a la ciudad de Dios, el ángel que lo acompañaba, dijo: “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas. Y alzaos, vosotras puertas eternas, y entrará el Rey de gloria”. Ahora este Salvador es nuestro intercesor que ofrece una expiación por nosotros delante del Padre... Este precioso Salvador viene otra vez... Y cuando él venga por segunda vez, no tendrá sobre su frente una corona de espinas, ni habrá un manto de púrpura que cubra su forma divina. No se escucharán las voces que digan: Crucifícale, Crucifícale, sino una exclamación de las huestes angélicas y de quienes lo esperan para recibirlo, que dirán: Digno, digno es el Cordero que fue inmolado. El divino Conquistador en vez de una corona de espinas, cubrirá sus sienes con una corona de gloria; en lugar de aquel viejo manto real con que lo vistieron para burlarse, vestirá un inmaculado manto de purísimo blanco. Y sus manos que fueron horadadas por los crueles clavos, resplandecerán como el oro... Los justos muertos saldrán de sus sepulcros y los que viven y han permanecido, serán arrebatados junto con ellos para encontrar al Señor en el aire y así estar para siempre con el Señor. Y escucharán la voz de Jesús que será a sus oídos más dulce que cualquier melodía que haya escuchado mortal alguno. “El conflicto ha terminado. Venid, benditos de mi Padre y entrad en el reino que ha preparado para vosotros desde la fundación del mundo”.—Manuscrito 11, 1886.
¡Visita El Cristo Triunfante!

Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Esforzándonos por la santificación, 8 de octubre https://ift.tt/HCUS3D2 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. Apocalipsis 3:18-19. Nuestra conciencia debe ser purificada de obras muertas a fin de servir al Dios viviente. La santificación significa amor perfecto, obediencia perfecta, conformidad plena con la voluntad de Dios. Si nuestras vidas están en armonía con la vida de Dios, si nuestras vidas son semejantes a la vida de Cristo mediante la santificación de la mente, el alma y el cuerpo, nuestro ejemplo tendrá una influencia poderosa sobre el mundo. No somos perfectos, pero es nuestro privilegio separarnos de los enredos con el yo y el pecado, y avanzar hacia la perfección... Al alcance de todo aquel que tiene fe verdadera hay grandes posibilidades, logros elevados y santos. ¿No ungiremos nuestros ojos con el colirio celestial a fin de poder discernir las cosas maravillosas colocadas delante de nosotros? ¿Por qué no avanzamos hacia adelante y hacia arriba, con fervorosa perseverancia, cumpliendo esta oración del Señor, a fin de alcanzar la norma de la santidad?... Al Señor no le agrada vernos espiritualmente débiles. “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”. 2 Corintios 4:6. Tenemos que enfrentar conflictos y pruebas pero no necesitamos fracasar ni desanimarnos... Dios es honrado sólo cuando los que profesan creer en él son amoldados a su imagen. Debemos representar ante el mundo la belleza de la santidad, porque nunca entraremos a través de las puertas de la ciudad de Dios hasta que perfeccionemos un carácter como el de Cristo. Si nosotros, con confianza en Dios, nos esforzamos por lograr la santificación, la recibiremos. Entonces, como testigos de Cristo, daremos a conocer lo que la gracia de Dios ha producido en nosotros. Lo que puede causarnos más desasosiego es la falta de certidumbre. La aceptación de las bendiciones de Dios trae justicia y paz. El fruto de la justicia es quietud y seguridad para siempre. Debemos tener la sencillez y sinceridad de Dios. Debemos tener esa sabiduría que desciende de lo alto. Nuestra experiencia cristiana debe ser reanimada por medio de la piedad e impulsada por la vida divina.
¡Visita Dios nos Cuida!

Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
Sembrador de contienda, 8 de octubre https://ift.tt/NX28bAf Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo. Mateo 20:26, 27. Con Judas se introdujo entre los discípulos un elemento de antagonismo... Lo que lo dominaba era la esperanza de un beneficio egoísta en el reino mundano que él esperaba que Cristo estableciese. Aunque reconocía el poder divino del amor de Cristo, Judas no se entregó a su supremacía. Siguió fomentando su criterio y sus opiniones propias, su tendencia a criticar y condenar. Los motivos y las acciones de Cristo, que a menudo estaban muy por encima de su comprensión, excitaban su duda y desaprobación, e insinuaba sus ambiciones y dudas a los discípulos. Muchas de las disputas por la supremacía, gran parte del descontento con los métodos de Cristo, tenían su origen en Judas.—La Educación 87. Introducía controversias y sentimientos engañosos, repitiendo los argumentos presentados por los escribas y fariseos contra los asertos de Cristo... Introducía pasajes de la Escritura que no tenían relación con las verdades que Cristo presentaba. Estos pasajes, separados de su contexto, dejaban perplejos a los discípulos... Sin embargo, Judas hacía todo esto de una manera que parecía concienzuda. Y mientras los discípulos buscaban pruebas que confirmasen las palabras del gran Maestro, Judas los conducía casi imperceptiblemente por otro camino... En todo lo que Cristo decía a sus discípulos, había algo con lo cual Judas no estaba de acuerdo en su corazón... Sin embargo, Judas no se oponía abiertamente ni parecía poner en duda las lecciones del Salvador. No murmuró abiertamente hasta la fiesta celebrada en la casa de Simón. Cuando María ungió los pies del Salvador, Judas manifestó su disposición codiciosa. Bajo el reproche de Jesús, su espíritu se transformó en hiel. El orgullo herido y el deseo de venganza quebrantaron las barreras, y la codicia durante tanto tiempo alimentada le dominó. Así sucederá a todo aquel que persista en mantener trato con el pecado. Cuando no se resisten y vencen los elementos de la depravación, responden ellos a la tentación de Satanás y el alma es llevada cautiva a su voluntad. El Deseado de Todas las Gentes, 666, 667.
¡Visita Conflicto y Valor!

Conflicto y Valor


Sembrador de contienda, 8 de octubre https://ift.tt/NX28bAf Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo. Mateo 20:26, 27. Con Judas se introdujo entre los discípulos un elemento de antagonismo... Lo que lo dominaba era la esperanza de un beneficio egoísta en el reino mundano que él esperaba que Cristo estableciese. Aunque reconocía el poder divino del amor de Cristo, Judas no se entregó a su supremacía. Siguió fomentando su criterio y sus opiniones propias, su tendencia a criticar y condenar. Los motivos y las acciones de Cristo, que a menudo estaban muy por encima de su comprensión, excitaban su duda y desaprobación, e insinuaba sus ambiciones y dudas a los discípulos. Muchas de las disputas por la supremacía, gran parte del descontento con los métodos de Cristo, tenían su origen en Judas.—La Educación 87. Introducía controversias y sentimientos engañosos, repitiendo los argumentos presentados por los escribas y fariseos contra los asertos de Cristo... Introducía pasajes de la Escritura que no tenían relación con las verdades que Cristo presentaba. Estos pasajes, separados de su contexto, dejaban perplejos a los discípulos... Sin embargo, Judas hacía todo esto de una manera que parecía concienzuda. Y mientras los discípulos buscaban pruebas que confirmasen las palabras del gran Maestro, Judas los conducía casi imperceptiblemente por otro camino... En todo lo que Cristo decía a sus discípulos, había algo con lo cual Judas no estaba de acuerdo en su corazón... Sin embargo, Judas no se oponía abiertamente ni parecía poner en duda las lecciones del Salvador. No murmuró abiertamente hasta la fiesta celebrada en la casa de Simón. Cuando María ungió los pies del Salvador, Judas manifestó su disposición codiciosa. Bajo el reproche de Jesús, su espíritu se transformó en hiel. El orgullo herido y el deseo de venganza quebrantaron las barreras, y la codicia durante tanto tiempo alimentada le dominó. Así sucederá a todo aquel que persista en mantener trato con el pecado. Cuando no se resisten y vencen los elementos de la depravación, responden ellos a la tentación de Satanás y el alma es llevada cautiva a su voluntad. El Deseado de Todas las Gentes, 666, 667.

Cada Día con Dios


Poned la mira en el cielo, 8 de octubre https://ift.tt/w6KkQLy Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Colosenses 3:2-4. Debemos tener un concepto más amplio del Salvador, como “Señor y Cristo”. “Todo poder” se le ha dado para que a su vez lo dé a los que creen en su nombre. Apenas reconocemos su derecho a nuestro homenaje y obediencia, y a nuestra creciente fe en él... “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. Colosenses 3:12-16... Sométase a la disciplina de Cristo. Déjese conducir por su Palabra. Preste atención a esta instrucción suya: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:29. Insto a las iglesias en todas partes que hagan una obra cabal, teniendo en vista la eternidad, mediante la confesión y el abandono del pecado. “Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder”. 2 Pedro 1:3. ¿Qué significa esto? “Mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (Ibid). “Nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria”. 2 Corintios 3:18. Sólo Dios y Cristo saben cuánto costaron las almas de los hombres. Por causa de nosotros el Hijo de Dios se hizo pobre, para que mediante su pobreza pudiéramos ser enriquecidos con los tesoros eternos. Su amor no tiene parangón.—Carta 318, del 8 de octubre de 1907, dirigida al pastor 0. A. Olsen, presidente de la Unión Australasiana.

Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
Poned la mira en el cielo, 8 de octubre https://ift.tt/w6KkQLy Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Colosenses 3:2-4. Debemos tener un concepto más amplio del Salvador, como “Señor y Cristo”. “Todo poder” se le ha dado para que a su vez lo dé a los que creen en su nombre. Apenas reconocemos su derecho a nuestro homenaje y obediencia, y a nuestra creciente fe en él... “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. Colosenses 3:12-16... Sométase a la disciplina de Cristo. Déjese conducir por su Palabra. Preste atención a esta instrucción suya: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:29. Insto a las iglesias en todas partes que hagan una obra cabal, teniendo en vista la eternidad, mediante la confesión y el abandono del pecado. “Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder”. 2 Pedro 1:3. ¿Qué significa esto? “Mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (Ibid). “Nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria”. 2 Corintios 3:18. Sólo Dios y Cristo saben cuánto costaron las almas de los hombres. Por causa de nosotros el Hijo de Dios se hizo pobre, para que mediante su pobreza pudiéramos ser enriquecidos con los tesoros eternos. Su amor no tiene parangón.—Carta 318, del 8 de octubre de 1907, dirigida al pastor 0. A. Olsen, presidente de la Unión Australasiana.
¡Visita Cada Día con Dios!

1. SEMINARIO SALUD Y FELICIDAD - LA SALUD - INTRODUCCIÓN - Dr. Steven A. Dence


https://youtu.be/GfbkX_XkdAE

1. SEMINARIO SALUD Y FELICIDAD - LA SALUD - INTRODUCCIÓN - Dr. Steven A. Dence


1. SEMINARIO SALUD Y FELICIDAD - LA SALUD - INTRODUCCIÓN - Dr. Steven A. Dence
https://youtu.be/GfbkX_XkdAE
¡Visita 1. SEMINARIO SALUD Y FELICIDAD - LA SALUD - INTRODUCCIÓN - Dr. Steven A. Dence!

Sabbath School


Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/fG7KbYS Dios mantiene hacia su pueblo la relación de un padre, y nos pide, como Padre, nuestro servicio fiel. Consideremos la vida de Cristo. Como cabeza de la humanidad, sirviendo a su Padre, es un ejemplo de lo que cada hijo debe y puede ser. La obediencia que Cristo rindió es la que Dios requiere de los seres humanos hoy día. Él sirvió a su Padre con amor, con buena voluntad y libertad. “Me complazco en hacer tu voluntad, oh Dios mío —declara él—; y tu ley está en medio de mi corazón”. Salmo 40:8. Cristo no consideró demasiado grande ningún sacrificio ni demasiado dura ninguna labor, a fin de realizar la obra que él vino a hacer. A la edad de doce años: “¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me conviene estar?” Lucas 2:49. Había oído el llamamiento y había emprendido la obra. Dijo él: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra”. John 4:34. Así hemos de servir a Dios (Palabras de vida del gran Maestro, p. 225). La encarnación de Cristo es un misterio. La unión de la divinidad con la humanidad ciertamente es un misterio, oculto con Dios, “misterio escondido desde los siglos”. Fue guardado en silencio eterno por Jehová, y primero fue revelado en el Edén mediante la profecía de que la Simiente de la mujer aplastaría la cabeza de la serpiente, y que esta la heriría en el calcañar. Presentar al mundo este misterio que Dios mantuvo en silencio durante siglos eternos, antes de que el mundo fuera creado, antes de que el hombre fuera creado, era la parte que Cristo debía cumplir en la obra que él emprendió cuando vino a esta tierra. Y este maravilloso misterio, la encarnación de Cristo y la expiación que él hizo, debe ser declarado a cada hijo y a cada hija de Adán… Los sufrimientos de Cristo satisficieron perfectamente las demandas de la ley de Dios (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 6, p. 1082). La Divinidad se conmovió de piedad por la humanidad, y el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se dieron a sí mismos a la obra de formar un plan de redención. Con el fin de llevar a cabo plenamente ese plan, se decidió que Cristo, el Hijo unigénito de Dios, se entregara a sí mismo como ofrenda por el pecado. ¿Con qué se podría medir la profundidad de este amor? Dios quería hacer que resultara imposible para el hombre decir que hubiera podido hacer más. Con Cristo, dio todos los recursos del cielo, para que nada faltara en el plan de la elevación de los seres humanos. Este es amor, y su contemplación debiera llenar el alma con gratitud inexpresable. ¡Oh, cuánto amor, cuánto amor incomparable! La contemplación de este amor limpiará el alma del egoísmo. Hará que el discípulo se niegue a sí mismo, tome su cruz y siga al Redentor (Consejos sobre la salud, pp. 219, 220).

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374