Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
Es verdad y justicia, 4 de febrero https://ift.tt/5axrbc0 Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la verdad. Salmos 119:142. Dios envió la verdad a nuestro mundo con gloria, belleza y perfección inmaculadas, y la puso en contraste con el error. Ni los hombres ni los demonios podían descubrir una leve mancha en el carácter de Cristo; pero la revelación de la verdadera Luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo, estableció tal contraste con las tinieblas, que los hombres no quisieron recibir la luz... No hay enemistad natural entre los ángeles malignos y los hombres perversos; ambos son malos debido a la transgresión de la ley de Dios, y el mal siempre se coligará contra el bien. Los hombres y los ángeles caídos entran en una relación desesperada... La pureza y la santidad del carácter de Cristo conmovieron las peores pasiones del corazón humano... Su perfecta obediencia a los mandamientos de Dios era una reprensión constante para una generación sensual y perversa. Su carácter inmaculado arrojaba luz en medio de las tinieblas morales del mundo... Los que se han convertido en hijos de Dios no pueden evitar el entrar en conflicto con las huestes de la apostasía... Gracias a los méritos del Redentor, Dios acepta los esfuerzos de los pecadores para guardar su ley, la cual es santa, justa y buena. Los que verdaderamente se unen con Cristo, estarán haciendo la misma obra que hizo el Señor mientras estuvo en la tierra: se los encontrará magnificando la ley y engrandeciéndola... Cuando los abogados de la verdad revelan la eficacia de ésta en su vida y carácter, el reino de Satanás recibe un golpe.—The Youth’s Instructor, 11 de octubre de 1894.
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Exaltad a Jesús


El creador hizo planes para que fuéramos felices, exaltad a Jesús como el creador, 4 de febrero https://ift.tt/K9VpcNa Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Génesis 2:8. A pesar de todo lo que se ha dicho y escrito acerca de la dignidad del trabajo manual, prevalece el sentir de que es degradante. La opinión popular ha trastornado en muchas mentes el orden de las cosas, y los hombres han llegado a pensar que no es propio que el hombre que trabaje con sus manos ocupe un lugar entre caballeros. Los hombres trabajan arduamente para obtener dinero; y habiendo alcanzado riquezas, suponen que éstas harán caballeros a sus hijos. Pero muchos de los tales no preparan a sus hijos para un trabajo duro y útil como ellos fueron preparados. Sus hijos gastan el dinero ganado por el trabajo ajeno, sin comprender su valor. Así emplean mal un talento al que Dios quiso ver realizar mucho bien. Los propósitos del Señor no son los propósitos de los hombres. Dios no quería que éstos viviesen en la ociosidad. En el principio creó al hombre como caballero; pero aunque rico en todo lo que podía proveerle el Propietario del universo, Adán no había de quedar ocioso. Apenas fue creado, le fue dado su trabajo. Había de hallar empleo y felicidad en cultivar las cosas que Dios había creado; y en respuesta a su trabajo, sus necesidades iban a ser abundantemente suplidas con los frutos del jardín del Edén. Mientras nuestros primeros padres obedecieron a Dios, su trabajo en el huerto fue un placer; y la tierra les daba de su abundancia para sus necesidades. Pero, cuando el hombre se apartó de la obediencia, quedó condenado a luchar con la semilla sembrada por Satanás, y a ganar su pan con el sudor de su frente. Desde entonces debía batallar con sus afanes y penurias contra el poder al cual había cedido su voluntad. Era el propósito de Dios aliviar por el trabajo el mal introducido en el mundo por la desobediencia del hombre. El trabajo podía hacer ineficaces las tentaciones de Satanás y detener la marea del mal. Y aunque acompañado de ansiedad, cansancio y dolor, el trabajo es todavía una fuente de felicidad y desarrollo, y una salvaguardia contra la tentación. Su disciplina pone en jaque la complacencia propia, y fomenta la laboriosidad, pureza y firmeza. Llega a ser así parte del plan de Dios para restaurarnos de la caída.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 261-262. El Creador del hombre ordenó la maquinaria viviente de nuestros cuerpos. Cada una de sus funciones fue hecha sabia y admirablemente. Y el Señor se ha comprometido a mantener esta maquinaria humana en funcionamiento saludable si el agente humano obedece sus leyes y colabora con Dios. Cada norma que gobierna la maquinaria humana debe considerarse tan verdaderamente divina en origen, carácter e importancia, como la Palabra de Dios. Cada acción negligente, distraída, cualquier abuso impuesto a este maravilloso mecanismo del Señor al pasar por alto sus leyes específicas relativas a la habitación humana, es una violación de la ley divina. Podemos contemplar la obra de Dios y admirarla en el mundo natural, pero el cuerpo humano es la más maravillosa de todas.—Medical Ministry, 221.

Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
El creador hizo planes para que fuéramos felices, exaltad a Jesús como el creador, 4 de febrero https://ift.tt/K9VpcNa Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Génesis 2:8. A pesar de todo lo que se ha dicho y escrito acerca de la dignidad del trabajo manual, prevalece el sentir de que es degradante. La opinión popular ha trastornado en muchas mentes el orden de las cosas, y los hombres han llegado a pensar que no es propio que el hombre que trabaje con sus manos ocupe un lugar entre caballeros. Los hombres trabajan arduamente para obtener dinero; y habiendo alcanzado riquezas, suponen que éstas harán caballeros a sus hijos. Pero muchos de los tales no preparan a sus hijos para un trabajo duro y útil como ellos fueron preparados. Sus hijos gastan el dinero ganado por el trabajo ajeno, sin comprender su valor. Así emplean mal un talento al que Dios quiso ver realizar mucho bien. Los propósitos del Señor no son los propósitos de los hombres. Dios no quería que éstos viviesen en la ociosidad. En el principio creó al hombre como caballero; pero aunque rico en todo lo que podía proveerle el Propietario del universo, Adán no había de quedar ocioso. Apenas fue creado, le fue dado su trabajo. Había de hallar empleo y felicidad en cultivar las cosas que Dios había creado; y en respuesta a su trabajo, sus necesidades iban a ser abundantemente suplidas con los frutos del jardín del Edén. Mientras nuestros primeros padres obedecieron a Dios, su trabajo en el huerto fue un placer; y la tierra les daba de su abundancia para sus necesidades. Pero, cuando el hombre se apartó de la obediencia, quedó condenado a luchar con la semilla sembrada por Satanás, y a ganar su pan con el sudor de su frente. Desde entonces debía batallar con sus afanes y penurias contra el poder al cual había cedido su voluntad. Era el propósito de Dios aliviar por el trabajo el mal introducido en el mundo por la desobediencia del hombre. El trabajo podía hacer ineficaces las tentaciones de Satanás y detener la marea del mal. Y aunque acompañado de ansiedad, cansancio y dolor, el trabajo es todavía una fuente de felicidad y desarrollo, y una salvaguardia contra la tentación. Su disciplina pone en jaque la complacencia propia, y fomenta la laboriosidad, pureza y firmeza. Llega a ser así parte del plan de Dios para restaurarnos de la caída.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 261-262. El Creador del hombre ordenó la maquinaria viviente de nuestros cuerpos. Cada una de sus funciones fue hecha sabia y admirablemente. Y el Señor se ha comprometido a mantener esta maquinaria humana en funcionamiento saludable si el agente humano obedece sus leyes y colabora con Dios. Cada norma que gobierna la maquinaria humana debe considerarse tan verdaderamente divina en origen, carácter e importancia, como la Palabra de Dios. Cada acción negligente, distraída, cualquier abuso impuesto a este maravilloso mecanismo del Señor al pasar por alto sus leyes específicas relativas a la habitación humana, es una violación de la ley divina. Podemos contemplar la obra de Dios y admirarla en el mundo natural, pero el cuerpo humano es la más maravillosa de todas.—Medical Ministry, 221.
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Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Me hará saber más de Cristo, 4 de febrero https://ift.tt/46T7qOV El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Juan 16:14. Con estas palabras Cristo declara la obra culminante del Espíritu Santo. El Espíritu glorifica a Cristo convirtiéndolo en el supremo objeto de estima, y el Salvador llega a ser la delicia y el regocijo del elemento humano en cuyo corazón se obra esa transformación... El arrepentimiento frente a Dios y la fe en Jesucristo son los frutos del poder renovador de la gracia del Espíritu. El arrepentimiento representa el proceso por medio del cual el alma trata de reflejar la imagen de Cristo ante el mundo. Cristo les da el aliento de su propio espíritu, la vida de su propia vida. El Espíritu Santo despliega sus más altas energías para obrar en el corazón y la mente. La gracia de Dios amplía y multiplica sus facultades, y toda perfección de la naturaleza divina los auxilia en la obra de salvar almas. Por la cooperación con Cristo, son completos en él, y en su debilidad humana son habilitados para hacer las obras de la Omnipotencia. La obra de la vida de un cristiano debería ser vestirse de Cristo y asemejarse más perfectamente a él. Los hijos de Dios deben progresar en su obra de asemejarse a Cristo, nuestro modelo. Deben contemplar diariamente su gloria e incomparable excelencia. ¡Ah, si el bautismo del Espíritu Santo descendiera sobre vosotros, para que fuerais impregnados del Espíritu de Dios! Entonces, día tras día os iríais asemejando cada vez más a la imagen de Cristo, y cada acción de vuestra vida encerraría la pregunta: “¿Glorificará esto al Maestro?” Haciendo el bien paciente y constantemente, buscaréis la gloria y el honor, y recibiréis el don de la inmortalidad.
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Alza tus Ojos


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Hoy es el día de salvación, 4 de febrero https://ift.tt/StI0WCv En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. 2 Corintios 6:2. ¡Cuán agradecidos debiéramos estar de que todavía no sea demasiado tarde para corregir las equivocaciones! Es nuestro solemne deber revelar el amor a Dios no solamente en nuestras palabras sino también en hechos y en verdad. En este tiempo, Dios llama a obreros capaces, dispuestos a permanecer del lado del Obrero principal. Debemos tener la verdad en el corazón y amor por Cristo. “Si alguno quiere venir en pos de mí”, dice El, “niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Marcos 8:34. Cada uno tiene una obra individual que realizar en negarse a sí mismo y obrar su propia salvación con temor y temblor... Toda alma que se coloca del lado de Cristo será tentada con todo el poder de la influencia seductora de Satanás. La gracia de Dios puede renovar su corazón, fortificarlo para enfrentar la tentación, y darle el anhelo ferviente de tener el Espíritu Santo. Puede limpiarlo en la sangre del Cordero. Su alma y la de su familia valen más que todas las ganancias de este mundo. Necesita que la vida espiritual de la Palabra de Dios se renueve día a día en Ud. Necesita caminar humildemente con Dios... Pronto será vindicada la justicia de Dios delante del Universo. Su justicia requiere que el pecado sea castigado; pero su misericordia hace posible que éste sea perdonado mediante el arrepentimiento y la confesión. El perdón puede obtenerse solamente por medio de su Hijo unigénito; sólo Cristo puede expiar el pecado, y únicamente cuando el pecador se arrepiente y lo abandona. El hombre cortó su conexión con Dios y su alma quedó paralizada y débil por el veneno mortal del pecado. Pero hubo un tiempo cuando se proclamó en las cortes celestiales: ¡He encontrado la redención! Se dio una vida divina como rescate por el hombre; Uno igual al Padre llegó a ser el sustituto del ser humano. Tan ingeniosos son los planes que Satanás coloca para engañar y pervertir, que las mismas bendiciones que recibimos en la vida espiritual pueden transformarse en lazos. Mediante el mismo razonamiento falso por el cual engañó a Adán y Eva en el Jardín del Edén, Satanás trata de cambiar las bendiciones que Dios nos envía para nuestro bien, en trampas y en una maldición. Procura inducir a los hombres a usar los dones de Dios como armas en contra del Dador. Dios dio a su Hijo unigénito a la raza humana para que el hombre pudiera llegar a ser partícipe de la naturaleza divina mediante la aceptación del remedio provisto para el pecado y permitiendo que la gracia divina obre en su vida. El poder de la Divinidad obrando en la humanidad puede colocar al hombre en una relación correcta con Dios. El hombre caído que se aferra del poder divino puesto a su alcance puede llegar a ser uno con Dios. La vida eterna es una bendición que Cristo vino a dar al mundo.—Carta 38, del 4 de febrero de 1907, dirigida a un ex obrero que vacilaba durante la crisis del panteísmo en Battle Creek.
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Hoy es el día de salvación, 4 de febrero https://ift.tt/StI0WCv En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. 2 Corintios 6:2. ¡Cuán agradecidos debiéramos estar de que todavía no sea demasiado tarde para corregir las equivocaciones! Es nuestro solemne deber revelar el amor a Dios no solamente en nuestras palabras sino también en hechos y en verdad. En este tiempo, Dios llama a obreros capaces, dispuestos a permanecer del lado del Obrero principal. Debemos tener la verdad en el corazón y amor por Cristo. “Si alguno quiere venir en pos de mí”, dice El, “niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Marcos 8:34. Cada uno tiene una obra individual que realizar en negarse a sí mismo y obrar su propia salvación con temor y temblor... Toda alma que se coloca del lado de Cristo será tentada con todo el poder de la influencia seductora de Satanás. La gracia de Dios puede renovar su corazón, fortificarlo para enfrentar la tentación, y darle el anhelo ferviente de tener el Espíritu Santo. Puede limpiarlo en la sangre del Cordero. Su alma y la de su familia valen más que todas las ganancias de este mundo. Necesita que la vida espiritual de la Palabra de Dios se renueve día a día en Ud. Necesita caminar humildemente con Dios... Pronto será vindicada la justicia de Dios delante del Universo. Su justicia requiere que el pecado sea castigado; pero su misericordia hace posible que éste sea perdonado mediante el arrepentimiento y la confesión. El perdón puede obtenerse solamente por medio de su Hijo unigénito; sólo Cristo puede expiar el pecado, y únicamente cuando el pecador se arrepiente y lo abandona. El hombre cortó su conexión con Dios y su alma quedó paralizada y débil por el veneno mortal del pecado. Pero hubo un tiempo cuando se proclamó en las cortes celestiales: ¡He encontrado la redención! Se dio una vida divina como rescate por el hombre; Uno igual al Padre llegó a ser el sustituto del ser humano. Tan ingeniosos son los planes que Satanás coloca para engañar y pervertir, que las mismas bendiciones que recibimos en la vida espiritual pueden transformarse en lazos. Mediante el mismo razonamiento falso por el cual engañó a Adán y Eva en el Jardín del Edén, Satanás trata de cambiar las bendiciones que Dios nos envía para nuestro bien, en trampas y en una maldición. Procura inducir a los hombres a usar los dones de Dios como armas en contra del Dador. Dios dio a su Hijo unigénito a la raza humana para que el hombre pudiera llegar a ser partícipe de la naturaleza divina mediante la aceptación del remedio provisto para el pecado y permitiendo que la gracia divina obre en su vida. El poder de la Divinidad obrando en la humanidad puede colocar al hombre en una relación correcta con Dios. El hombre caído que se aferra del poder divino puesto a su alcance puede llegar a ser uno con Dios. La vida eterna es una bendición que Cristo vino a dar al mundo.—Carta 38, del 4 de febrero de 1907, dirigida a un ex obrero que vacilaba durante la crisis del panteísmo en Battle Creek.

¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
¿Soportaréis la prueba? 4 de febrero https://ift.tt/qzDNyJU Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Deuteronomio 8:2. Dios probará a los suyos... Si el mensaje [la proclamación hecha durante 1844] hubiese sido de corta duración, como muchos de nosotros suponíamos, no habría habido tiempo para desarrollar el carácter. Muchos actuaron por sentimientos, no por principios y fe, y este mensaje solemne y temible los conmovió. Obró sobre sus sentimientos y excitó sus temores, pero no realizó la obra que Dios quería que realizase... Dios conduce a su pueblo paso a paso. Coloca a sus seguidores en diferentes situaciones a fin de que se manifieste lo que hay en el corazón. Algunos soportan ciertas pruebas, pero fracasan en otras. A medida que se avanza en este proceso, el corazón es probado un poco más severamente. Si los que profesan ser hijos de Dios, encuentran que su corazón se opone a esta obra directa, deben convencerse de que tienen que hacer algo para vencer... Algunos están dispuestos a aceptar un punto; pero cuando Dios los prueba en otro, lo rehuyen y retroceden, porque hiere directamente algún ídolo suyo. Así tienen oportunidad de ver lo que hay en su corazón que los aísla de Jesús. Hay algo que aprecian más que la verdad y su corazón no está preparado para recibir a Jesús. Los individuos son probados durante cierto tiempo para ver si quieren sacrificar sus ídolos... Los que resisten en cada punto, que soportan cada prueba y vencen, a cualquier precio que sea, han escuchado el consejo del Testigo Fiel y recibirán la lluvia tardía, y estarán preparados para la traslación.5Joyas de los Testimonios 1:65, 66. Dios prueba a su pueblo en este mundo. Este es el lugar en que debemos prepararnos para comparecer ante su presencia. Aquí, en este mundo, en estos últimos días, la gente va a demostrar qué poder afecta su corazón y dirige sus acciones. Si es el poder de la verdad divina, los conducirá a buenas obras. Elevará al que lo recibe, y lo hará de corazón noble y generoso, como su divino Señor... Jóvenes y ancianos, Dios os está probando. Estáis decidiendo vuestro destino eterno.6Testimonies for the Church 1:186-189.
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Sabbath School


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Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/dr5musj El hombre caído es el cautivo legítimo de Satanás. La misión de Cristo consistió en rescatarlo del poder de su gran adversario. El hombre se inclina por naturaleza a seguir las sugestiones de Satanás, y no puede resistir con éxito a un enemigo tan terrible, a menos que Cristo, el poderoso Vencedor, more en él, guíe sus deseos y le fortalezca. Solo Dios puede limitar el poder de Satanás… Satanás conoce mejor que los hijos de Dios el poder que ellos pueden tener sobre él cuando su fuerza está en Cristo. Cuando el más débil creyente en la verdad solicita humildemente ayuda al poderoso Vencedor, confiando firmemente en Cristo, puede repeler con éxito a Satanás y toda su hueste. Satanás llamará en su ayuda legiones de sus ángeles para oponerse a los progresos hasta de un alma, y si posible fuese, la arrebataría de las manos de Cristo… Pero si el que está en peligro persevera, y en su impotencia se aferra a los méritos de la sangre de Cristo, nuestro Salvador escucha la ferviente oración de fe, y envía refuerzos de ángeles poderosos en fortaleza para que lo libren. Satanás no puede soportar que se recurra a su poderoso rival, porque teme y tiembla ante su fuerza y majestad. Al sonido de la oración ferviente, toda la hueste de Satanás tiembla (La maravillosa gracia de Dios, p. 257). Mediante el poder que Cristo da, podemos ser “más que vencedores”. Pero nosotros no podemos crear este poder. Podemos recibirlo solamente mediante el Espíritu de Dios. Necesitamos discernir profundamente la naturaleza de Cristo y los misterios de su amor “que excede a todo conocimiento”. Efesios 3:19. Debemos vivir en los cálidos y cordiales rayos del Sol de Justicia. Solo la amante compasión de Cristo, su divina gracia, su poder omnipotente pueden capacitarnos para desbaratar al implacable enemigo y someter nuestros propios corazones rebeldes. ¿Cuál es nuestra fuerza? El gozo del Señor. Que el amor de Cristo llene nuestros corazones y estaremos preparados para recibir el poder que él tiene para nosotros. Agradezcamos a Dios cada día por las bendiciones que nos da. Si el agente humano se humillara delante de Dios, … reconociendo su extremada incompetencia en hacer el trabajo que es necesario hacer para que su alma sea purificada; si echara lejos su propia justicia, Cristo moraría en su corazón. Pondría su mano en la obra de crearlo de nuevo, y seguiría la obra hasta que el hombre sea completo en él (En los lugares celestiales, p. 66).
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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374