Bible Gateway passage: Apocalipsis 1 - Reina-Valera 1960


Alza tus Ojos


Cristo tiene poder para nosotros, 12 de agosto https://ift.tt/KIU1Msv Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. Colosenses 2:10. Hemos de vivir bajo los rayos templados y suaves del Sol de Justicia. Nada sino su amorosa compasión, su gracia divina, su excelso poder, pueden capacitarnos para frustrar al implacable enemigo y dominar la oposición del corazón humano. ¿Cuál es nuestra fortaleza? El gozo del Señor. Dejemos que el amor enternecedor de Cristo colme el corazón y seamos suavizados y subyugados, preparados para recibir el poder que El tiene para nosotros. Agradezcamos a Dios todos los días por las bendiciones que nos da. Si el agente humano se humilla ante Dios, reconociendo cuán impropio es abrigar sentimientos de autosuficiencia, reconociendo su total incapacidad para hacer la obra que es necesario realizar a fin de que su alma sea purificada, desechando su propia justicia, Cristo grabará su propia imagen en su alma. Aplicará su mano a la tarea de crearlo de nuevo, y la continuará hasta que esté “completo en El”. Cristo nunca descuidará la obra que se ha dejado en sus manos. Inspirará al discípulo resuelto con un sentido de la perversidad, de la condición mancillada por el pecado, de la depravación del corazón sobre el cual El está trabajando. El verdadero penitente ha aprendido la vacuidad de la autosuficiencia. Mirando a Jesús, comparando su carácter defectuoso con el carácter perfecto del Salvador, puede decir: En mi mano nada traigo; Simplemente a tu cruz me aferro. Con Isaías declara: “Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras. Jehová Dios nuestro, otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre”. Isaías 26:12, 13. Contemplando a Cristo con el propósito de ser como El, el escudriñador de la verdad ve la perfección de los principios de la ley de Dios, y nada más que la perfección lo satisface. Ocultando su vida en la vida de Cristo, comprende que la santidad de la ley divina se revela en el carácter de Cristo, y cada vez se esfuerza más fervientemente por ser como El. En cualquier momento puede presentarse una guerra, puesto que el tentador ve que está perdiendo a uno de sus súbditos. Debe librarse una batalla con los atributos que Satanás ha estado fortaleciendo para su propio uso. El agente humano ve con qué tiene que luchar: un extraño poder que se opone a la idea de alcanzar la perfección que Cristo presenta. Pero con El hay poder salvador, que obtendrá la victoria por él en el conflicto. El Salvador lo fortalecerá y lo ayudará cuando se acerque suplicando gracia y eficiencia.—Manuscrito 89, del 12 de agosto de 1903, “Primero reconcíliate con tu hermano”.

Cada Día con Dios


Contemplemos la luz, 12 de agosto https://ift.tt/2zj9IEG Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración. Romanos 12:12. Dios requiere que ejerzamos ferviente piedad en toda circunstancia y en armonía con Jesucristo. Tratemos de trabajar en algún ramo de su obra porque este es el fruto de la verdadera piedad: Ganar almas para Jesús. Si se sienten con libertad para quejarse y murmurar acerca de padecimientos, de cosas que están en el pasado, cosas que no pueden solucionar, ni modificar ni alterar, estarán descuidando los deberes que en este mismo momento surgen en el camino. Miren a Jesús, el autor y consumador de su fe. Aparten su atención de los temas que los entristecen, porque si no lo hacen se convertirán en instrumentos en las manos del enemigo para aumentar el pesar y las tinieblas, de manera que la atmósfera que rodee las almas de ustedes sea ciertamente tenebrosa y repelente. Aunque les sobrevengan graves aflicciones, tienen que dirigir la mirada hacia lo alto, para ver la luz de Jesús... Si se dedican exclusivamente a meditar en sus propios pesares y tinieblas, y piensan que Dios los ha tratado mal, la religión de ustedes no será elevadora sino que deprimente. Cuando se encierran en sus propios pesares se convierten en una nube de tinieblas y quejas. La Hna. McCalpin [obró de otra manera ...] Perdió a su hijo que no estaba preparado para morir. Habló, con otros, en la reunión social [de testimonios]. Su corazón estaba muy triste, pero dijo que había sentido consuelo por las palabras pronunciadas por la Hna. White. Tuvimos una reunión social de testimonios muy buena y provechosa, y en cierto momento esta afligida hermana me habló de su hijo que había sido sepultado pocas semanas antes, que había muerto sin esperanza, y me habló también del pesar que experimentaba. Le aconsejé que se dejara de lamentar por e fallecido, porque nada sacaba con hacerlo; que ella como madre debía cuidar sabia y misericordiosamente a sus hijos vivos, y que no dedicara un so o momento a vanos lamentos, sino que ciñera los lomos de su entendimiento y fuera a trabajar para traer a sus hijos a Jesús, al mismo tiempo que se consagraba a Cristo para que pudiera crecer en la gracia y el conocimiento del Señor. Al trabajar en la obra del Señor nunca se enfriaría sino que se sentiría identificada con el Salvador en todos sus planes.—Manuscrito 83, del 12 de agosto de 1893, Extractos de su diario.

Conflicto y Valor


Profeta reluctante, 12 de agosto https://ift.tt/8rzpUNk Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Jonás 1:2. A pesar de lo impía que Nínive había llegado a ser, no estaba completamente entregada al mal. El que “vio a todos los hijos de los hombres”. Salmos 33:13... percibió que en aquella ciudad muchos procuraban algo mejor y superior... Dios se les reveló en forma inequívoca, para inducirlos, si era posible, a arrepentirse. El instrumento escogido para esta obra fue el profeta Jonás... Si el profeta hubiese obedecido sin vacilación, se habría ahorrado muchas experiencias amargas, y habría recibido abundantes bendiciones. Sin embargo, el Señor no abandonó a Jonás en su hora de desesperación. Mediante una serie de pruebas y providencias extrañas, debía revivir la confianza del profeta en Dios y en su poder infinito para salvar... Una vez más se encargó al siervo de Dios que fuera a dar la advertencia a Nínive... Al entrar Jonás en la ciudad, comenzó en seguida a pregonarle el mensaje: “De aquí a cuarenta días Nínive será destruida”. Iba de una calle a la otra, dejando oír la nota de advertencia. El mensaje no fue dado en vano. El clamor que se elevó en las calles de la ciudad impía se transmitió de unos labios a otros, hasta que todos los habitantes hubieron oído el anunció sorprendente. El Espíritu de Dios hizo penetrar el mensaje en todos los corazones, e indujo a multitudes a temblar por sus pecados, y a arrepentirse en profunda humillación... Su condenación fue evitada; el Dios de Israel fue exaltado y honrado en todo el mundo pagano, y su ley fue reverenciada. Nínive no debía caer hasta muchos años más tarde, presa de las naciones circundantes, porque se olvidó de Dios y manifestó un orgullo jactancioso... Esto constituye una lección para los mensajeros que Dios envía hoy, cuando las ciudades de las naciones necesitan tan ciertamente conocer los atributos y propósitos del verdadero Dios, como los ninivitas de antaño... La única ciudad que subsistirá es aquella cuyo artífice y constructor es Dios... El Señor Jesús invita a los hombres a luchar con ambición santificada para obtener la herencia inmortal. La Historia de Profetas y Reyes, 198, 199, 201, 202, 204, 205.

Dios nos Cuida


El eterno compromiso de Dios, 12 de agosto https://ift.tt/tMSyvp1 Se acordó para siempre de su pacto; de la palabra que mandó para mil generaciones. Salmos 105:8. Dios respalda toda promesa que ha hecho. Con la Biblia en la mano, decid: “He hecho como tú dijiste. Presento tu promesa: ‘Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá’”... Mateo 7:7. El arco iris que rodea el trono nos asegura que Dios es fiel; que en él no hay mudanza ni sombra de variación. Hemos pecado contra él y no merecemos su favor; sin embargo, él mismo pone en nuestros labios la más admirable de las súplicas: “Por amor de tu nombre no nos deseches, ni deshonres tu glorioso trono; acuérdate, no invalides tu pacto con nosotros”. Jeremías 14:21. El se ha comprometido a prestar oído a nuestro clamor cuando acudimos a él y confesamos nuestra indignidad y pecado. El honor de su trono nos garantiza el cumplimiento de su palabra. A todo aquel que se ofrece a sí mismo al Señor para servir, sin reservarse nada, se le da poder para lograr resultados inconmensurables. El Señor Dios se ha obligado por un eterno compromiso a suplir poder y gracia a todo aquel que sea santificado por medio de la obediencia a la verdad. Nehemías se acercó a la presencia del Rey de reyes, y ganó para sí un poder que puede desviar los corazones como se desvían las aguas de los ríos. Véase Nehemías 1 y 2. La facultad de orar como oró Nehemías en el momento de su necesidad es un recurso del cual dispone el cristiano en circunstancias en que otras formas de oración pueden resultar imposibles. Los que trabajan en las tareas de la vida, apremiados y casi abrumados de perplejidad, pueden elevar a Dios una petición para ser guiados divinamente... En momentos de dificultad o peligro repentino, el corazón puede clamar por ayuda a Aquel que se ha comprometido a acudir en auxilio de sus fieles creyentes cuando quiera que le invoquen. En toda circunstancia y condición, el alma cargada de pesar y cuidados, o fieramente asaltada por la tentación, puede hallar seguridad, apoyo y socorro en el amor y el poder inagotables de un Dios que guarda su pacto.

El Cristo Triunfante


El agua viva procede de Jesús, 12 de agosto https://ift.tt/faXV9oE “Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber”. Juan 4:7. Consideremos cómo el desenlace de ciertas circunstancias puede iluminar con la verdad la mente de otras personas. Recordemos el caso de la mujer de Samaria la cual vino, según su costumbre, a buscar agua. Encontró a un extraño sentado en el brocal del pozo, que le pidió de beber. Comenzó, entonces, una conversación. Jesús le dijo: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.... Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Al pensar en la fatigosa y repetitiva tarea en que se veía envuelta cotidianamente y considerando la ventaja de tener a su alcance el agua, evitándose todas estas dificultades, la mujer le respondió: “Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla”. No percibió que Jesús le estaba presentando un aspecto de elevadísimo interés para el alma: el agua de vida. Las palabras de Cristo eran el agua viva. Muy pronto ella llegó a interesarse tanto que dejó su cántaro de agua y yendo a la ciudad corrió la voz entre sus coterráneos, diciendo: “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?” La mujer había venido a buscar agua y oyó hablar del agua de vida. Se había convencido de pecado y creyó en Cristo. De este modo es como se vacía el aceite santo, representado por los mensajeros santos en la figura de los dos olivos y, luego, va al depósito y de allí a los conductos de los candeleros. El proceso de vaciamiento continúa, pues se recibe el aceite y se comunica a otros. Se pronuncian palabras, se sienten las influencias inconscientes que rodean al alma, aunque no hay palabras que se pronuncian adrede. Con frecuencia una palabra que se pronuncia puede asemejarse a la semilla que se siembra... El Señor ha hecho amplia provisión para que las gracias celestiales sean suplidas en abundancia para todos; para que la verdad como es en Jesús se coloque en primer lugar en el corazón y siempre esté en el templo del alma. Entonces habrá verdadera devoción a Dios y todo verdadero creyente llegará a ser un pescador de hombres. Ha de orar por sabiduría y andará en armonía con la oración: “Vosotros sois la luz del mundo”. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.—Carta 48, 1897.

Exaltad a Jesús


La transformación mediante Cristo, 12 de agosto https://ift.tt/84cJrxt De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17. Se realiza un gran cambio en el carácter de la persona que acepta a Cristo; porque “si alguno está en Cristo, nueva criatura es”. Cuando vemos que los que profesan ser cristianos manifiestan en sus palabras y acciones los antiguos deseos carnales, podemos saber que no están en Cristo y que el poder transformador de su gracia no ha tocado sus almas, ni ha modelado sus caracteres, ni ha limpiado la corrupción de sus corazones... Los que poseen un conocimiento experimental de la gracia de Cristo comprenderán la obligación que tienen de ser los representantes de su poder ante el mundo. Se llegarán a dar cuenta que Aquel que no conoció pecado fue hecho pecado por ellos, para que ellos llegaran a ser la justicia de Dios en él. La comprensión de este hecho nos capacitará para obtener conceptos correctos acerca de la obra de nuestro Redentor. Los verdaderos creyentes comprenderán que mientras estaban separados de él a causa de la impenitencia y el pecado, él no los olvidó, sino que intercedió por ellos, para que pudieran gozar de los beneficios de la salvación que había comprado para ellos al precio de un sacrificio infinito. Ellos saben que al aceptar a Cristo deben abandonar el mundo y mantenerse separados, y no tocar lo inmundo, para que puedan ser hijos de Dios. Deben amar supremamente a Cristo. Es imposible que las mentes finitas hagan una evaluación justa del amor de Dios hacia sus criaturas caídas. Siempre corremos el riesgo de olvidarnos de este gran amor, porque nos olvidamos de meditar en él y nos dejamos absorber por las cosas de este mundo. Al colocar nuestros afectos en las cosas de aquí abajo le permitimos a nuestros corazones que se dividan, y se separen así de la verdadera Fuente de felicidad. Cristo debería ser el tema de nuestros pensamientos, el objeto de nuestros afectos más tiernos. Deberíamos permitir que nuestras mentes se concentren en las preciosas características de nuestro Señor; deberíamos contemplar las ricas promesas de su Palabra; deberíamos meditar en las glorias del cielo. No nos satisfagamos con sólo mirar ocasionalmente a nuestro Redentor, sino que hagamos que nuestras mentes permanezcan con Dios mediante una confianza continua en su Palabra. Deberíamos investigar diligentemente las Escrituras para que podamos obtener una comprensión cabal de lo que Cristo espera de nosotros y para que obtengamos conceptos correctos de la verdad. Nuestras voluntades deben ser subyugadas, y puestas en armonía con la voluntad de Dios. Se ha permitido que una luz preciosa brille en nuestro camino, y los ángeles celestiales están a nuestro alrededor interesados en nuestro bienestar... El amor que Cristo nos ha manifestado mediante su vida de humillación y abnegación, por su muerte en el Calvario, debería arrancar cánticos de gratitud de nuestros labios. La esperanza de su pronta venida debería colmarnos de santo gozo.—The Signs of the Times, 8 de diciembre de 1890.

Hijos e Hijas de Dios


No nos gloriemos en los hombres, 13 de agosto https://ift.tt/JMOhpLY El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. Así que, ninguno se gloríe en los hombres. 1 Corintios 3:20, 21. Estamos viviendo en una época licenciosa, y los hombres y la juventud pecan con toda desvergüenza. A menos que nuestra juventud sea sagradamente guardada, a menos que esté fortificada en firmes principios, a menos que se manifieste gran cuidado en la elección de sus amistades y de las publicaciones que alimentan su mente, quedarán expuestos frente a una sociedad cuya moral es tan corrompida como lo era la de los habitantes de Sodoma... Nuestra juventud tendrá que hacer frente a tentaciones por todas partes, y debe estar tan educada, que dependa de un poder superior, de una enseñanza superiora la que pueden dar los mortales. En todas partes hay personas que desprecian a nuestro Señor; los tales se refieren habitualmente al cristianismo en forma despreciativa... Los que no tienen poder moral, no pueden defender la verdad; no tienen valor para decir: “A menos que tal conversación cese, no puedo permanecer en vuestra presencia. Jesús, el Redentor del mundo, es mi Salvador; en él se concentra mi esperanza de vida eterna”. Pero ésta es exactamente la forma en que se los puede reducir al silencio. Si discutís con ellos, tendrán argumentos para haceros frente, y nada de lo que podáis decir los impresionará; pero si vivís para Cristo, si sois firmes a vuestra lealtad al Dios del cielo, podéis hacer por ellos lo que los argumentos no podrán hacer, y los convenceréis de la falacia de sus doctrinas por el poder de la piedad.—The Signs of the Times, 21 de abril de 1890.

La Fe por la Cual Vivo


Comiendo para la salud y la felicidad, 12 de agosto https://ift.tt/HU6yWzE Si pues coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo a gloria de Dios. 1 Corintios 10:31. “Este principio debe ser el fundamento de cada acto, pensamiento y motivo: la consagración del ser entero, tanto físico como mental al dominio del Espíritu de Dios.”—Testimonies for the Church 3:84. “Si la costumbre de complacer el apetito dominaba de tal manera a la especie que, a fin de romper su poder, el divino Hijo de Dios tuvo que ayunar casi seis semanas en favor del hombre, ¡qué obra confronta al cristiano para poder vencer como Cristo venció! El poder de la tentación a complacer el apetito pervertido puede medirse únicamente por la angustia indecible de Cristo en aquel largo ayuno en el desierto.”—Joyas de los Testimonios 1:499, 500. “Así como nuestros primeros padres perdieron el Edén por la complacencia del apetito, nuestra única esperanza de reconquistar el Edén consiste en la firme negación del apetito y la pasión.”—Ibid. 506. “Dios ha provisto al hombre de abundantes medios para satisfacer un apetito sano. Ha derramado delante de él los productos de la tierra: una abundante variedad de alimentos agradables al paladar y nutritivos para el organismo. Nuestro amante Padre celestial dice que podemos comer de ellos libremente. Las frutas, los cereales y vegetales preparados en forma sencilla, libres de especias y grasas, constituyen, con la leche o la crema, una dieta muy saludable. Imparten fortaleza al cuerpo y dan un vigor mental que no se obtiene por medio de una dieta estimulante.”—Counsels on Health, 114, 115.

La Maravillosa Gracia de Dios


Transformados por la contemplación, 13 de agosto https://ift.tt/Wh19NY8 Nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18. La obra de transformación de la impiedad a la santidad es continua. Día tras día Dios obra la santificación del hombre, y éste debe cooperar con él, haciendo esfuerzos perseverantes a fin de cultivar hábitos correctos. Debe añadir gracia sobre gracia; y mientras el hombre trabaja según el plan de adición, Dios obra para él según el plan de multiplicación. Nuestro Salvador está siempre listo para oír y contestar la oración de un corazón contrito, y multiplica para los fieles su gracia y paz. Gozosamente derrama sobre ellos las bendiciones que necesitan en sus luchas contra los males que los acosan.—Los Hechos de los Apóstoles, 424, 425. Juan y Judas representan a los que profesan ser seguidores de Cristo. Ambos discípulos tuvieron las mismas oportunidades de estudiar y seguir al Modelo divino. Ambos estuvieron íntimamente relacionados con Jesús y tuvieron el privilegio de escuchar sus enseñanzas. Cada uno poseía graves defectos de carácter. Y ambos tuvieron acceso a la gracia divina que transforma el carácter. Pero mientras uno en humildad aprendía de Jesús, el otro reveló que no era un hacedor de la palabra, sino solamente un oidor. El uno, destruyendo diariamente el yo y venciendo al pecado, fue santificado por medio de la verdad; el otro, resistiendo al poder transformador de la gracia y dando rienda suelta a sus deseos egoístas, fue reducido a servidumbre por Satanás. Semejante transformación de carácter como la observada en la vida de Juan, es siempre resultado de la comunión con Cristo. Pueden existir defectos notables en el carácter de una persona, pero cuando llega a ser un verdadero discípulo de Cristo, el poder de la gracia divina le transforma y santifica. Contemplando como por un espejo la gloria del Señor, es transformado de gloria en gloria, hasta que llega a asemejarse a Aquel a quien adora... Dios puede ser honrado por los que profesan creer en él únicamente cuando se asemejan a su imagen y son dirigidos por su Espíritu.—Los Hechos de los Apóstoles, 446, 447.

Nuestra Elevada Vocacion


Orden y limpieza, 12 de agosto https://ift.tt/eEDOLBc Así que, amados, pues tenemos tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios. 2 Corintios 7:1. Es de la mayor importancia que los observadores del sábado vivan su fe en todo sentido. Deberían ser puntuales y ordenados, y obrar íntegramente en todos sus negocios. ... Nadie debiera tener tanto temor de parecerse al mundo que sea inducido a ser descuidado en su casa, dejando las cosas en desorden y suciedad. No es un signo de orgullo ser pulcros en el vestido, limpios en la persona, ordenados y de buen gusto en los arreglos del hogar, ... y alrededor de las casas. Estas apariencias exteriores hablan del carácter diligente de aquellos que viven en la casa, y no sólo de esto sino del carácter religioso de sus ocupantes. Es imposible que sea un buen cristiano una persona descuidada y desordenada. Sus vidas en las cosas temporales y religiosas son tan desordenadas como sus vestidos, sus casas, sus personas y sus pensamientos. Hay orden en el cielo. Hay reglas y disposiciones que gobiernan a todas las huestes celestiales. Todos se mueven en orden. Allí todo está limpio y en perfecta armonía. Y todo aquel que sea contado digno de entrar en el cielo tendrá que estar cabalmente disciplinado y sin mancha o arruga de ninguna clase. Las personas incultas ahora tienen manchas y arrugas sobre ellas. Apresúrense a comenzar la obra de limpiarse a sí mismos de toda contaminación de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor del Señor. Dios ama la pureza, la limpieza, el orden y la santidad. Dios requiere que en su pueblo, a quienes faltan estas cualidades, las busquen y no descansen hasta que las hayan obtenido. Deben iniciar la obra de reforma y elevar sus vidas, para que en conversación y en comportamiento, en sus actos y sus vidas, sean una continua recomendación de su fe y tengan un poder de tal manera ganador y compelente sobre los incrédulos, que se vean inducidos a reconocer que son los hijos de Dios.—Manuscrito 3, 1861, pp. 13-15. La verdad como está en Jesús, no degradará, sino que elevará a quien la recibe, purificará su vida, refinará su gusto y santificará sus juicios.—Carta 2, 1861, pp. 4.

Recibiréis Poder


La razón de los dones: definir la verdad, 12 de agosto https://ift.tt/sSzgcRU Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión. Daniel 9:23. Después que pasó la fecha de 1844, investigamos la verdad como buscando un tesoro. Me reuní con los hermanos, y estudiamos y oramos fervientemente. A menudo permanecíamos juntos hasta tarde, y algunas veces durante toda la noche, orando por la iluminación celestial y estudiando la Palabra. Una y otra vez nos reuníamos para estudiar la Biblia, a fin de conocer su significado y estar preparados para enseñarla con poder. Cuando en el estudio llegábamos al punto de decir: “No podemos ir más lejos”, el Espíritu del Señor venía sobre mí. Era arrebatada en visión y se me daba una clara explicación de los pasajes que habíamos estado estudiando, e instrucciones acerca de cómo deberíamos trabajar y enseñar con eficacia. De este modo recibíamos la luz que nos ayudaba a entender los textos con respecto a Cristo, su misión y su sacerdocio. Claramente se me presentaba la línea de la verdad que se extiende desde aquel tiempo hasta cuando entremos en la ciudad de Dios, y entonces compartía con los demás las instrucciones que el Señor me había dado. Durante todo ese tiempo, no podía entender el razonamiento de los hermanos. Mi mente, por así decirlo, estaba sellada y no podía comprender el significado de las Escrituras que estábamos estudiando. Esta fue una de las mayores tristezas de mi vida. Estuve en esa condición hasta que todos los puntos principales de nuestra fe se aclararon en nuestras mentes, en armonía con la Palabra de Dios. Los hermanos sabían que, al no recibir una visión, no podrían entender estos temas, y es por eso que después aceptaban las revelaciones recibidas como luz enviada directamente del cielo. Surgieron muchos errores, y aunque yo era poco más que una niña, fui enviada por el Señor de un lugar a otro para reprender a quienes se aferraban a las doctrinas falsas. Había quienes estaban en peligro de caer en el fanatismo, y se me pidió que en el nombre del Señor les diera una advertencia del cielo.—The Review and Herald, 25 de mayo de 1905.

Reflejemos a Jesús


El mundo necesita los principios del sano vivir, 12 de agosto https://ift.tt/W0UGqLb Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Marcos 16:18. Al enseñar los principios que rigen la salud, téngase presente el gran objeto de la reforma, que es obtener el mayor desenvolvimiento del cuerpo, la mente y el espíritu. Demuéstrese que las leyes de la naturaleza, por ser leyes de Dios, fueron establecidas para nuestro bien; que la obediencia a ellas favorece la felicidad en esta vida, y contribuye a preparar para la vida futura. Indúzcase a la gente a que estudie la manifestación del amor de Dios y de su sabiduría en las obras de la naturaleza. Indúzcasela a que estudie el maravilloso organismo del cuerpo humano y las leyes que lo rigen. Los que disciernen las pruebas del amor de Dios, que entienden algo de la sabiduría y el buen propósito de sus leyes, así como de los resultados de la obediencia, llegarán a considerar sus deberes y obligaciones desde un punto de vista muy diferente. En vez de ver en la observancia de las leyes de la salud un sacrificio y un renunciamiento, la tendrán por lo que es en realidad: un inapreciable beneficio. Todo obrero evangélico debe comprender que la enseñanza de los principios que rigen la salud forma parte de la tarea que se le ha señalado. Esta obra es muy necesaria y el mundo la espera. En todas partes hay tendencia a reemplazar el esfuerzo individual por la obra de las organizaciones. La sabiduría humana tiende a la consolidación, a la centralización, a crear grandes iglesias e instituciones. Muchos dejan a las instituciones y organizaciones la tarea de practicar la beneficencia; se eximen del contacto con el mundo, y sus corazones se enfrían. Se absorben en sí mismos y se incapacitan para recibir impresiones. El amor a Dios y a los hombres desaparece de su alma. Cristo encomienda a sus discípulos una obra individual, que no se puede delegar. La atención a los enfermos y a los pobres y la predicación del Evangelio a los perdidos, no deben dejarse al cuidado de juntas u organizaciones de caridad. El Evangelio exige responsabilidad y esfuerzo individuales, sacrificio personal. “Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar—manda Cristo—, para que se llene mi casa”Lucas 14:23. Jesús relaciona a los hombres con aquellos a quienes quieren servir. Dice [acerca del deber cristiano]: “¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras?” Isaías 58:7. “Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”. Por medio del trato directo y de la obra personal, se han de comunicar las bendiciones del Evangelio.—El Ministerio de Curación, 105, 106.

Ser Semejante a Jesús


Apreciar la belleza natural y sosegada de la Tierra, 12 de agosto https://ift.tt/CPIEMS3 ¿Quién repartió conducto al turbión, y camino a los relámpagos y truenos, haciendo llover sobre la tierra deshabitada, sobre el desierto, donde no hay hombre, para saciar la tierra desierta e inculta, y para hacer brotar la tierna hierba? Job 38:25-27. Aquel que estableció los fundamentos de la tierra, que adornó los cielos y colocó las estrellas en su orden; Aquel que ha revestido la tierra con una alfombra viviente y la ha embellecido con preciosas flores de toda tonalidad y variedad, quiere que sus hijos aprecien sus obras y se deleiten en la sencilla y serena belleza con la cual ha adornado el hogar terrenal de ellos. Cristo procuró desviar la atención de sus discípulos de lo artificial hacia lo natural: “Si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?” Mateo 6:30. ¿Por qué nuestro Padre celestial no alfombró la tierra de marrón o de gris? Escogió el color que da más descanso, el que es mejor para los sentidos. ¡Cómo alegra el corazón y vivifica el cansado espíritu contemplar la tierra vestida con su atavío de viviente verdor! El aire estaría lleno de polvo sin esa cobertura, y la tierra parecería un desierto. Cada brizna de hierba, cada capullo que se abre y cada lozana flor es una prueba del amor de Dios, y debiera enseñarnos una lección de fe y confianza en él. Cristo llama nuestra atención a su belleza natural, y nos asegura que el vestido más hermoso del rey más grande que jamás haya empuñado un cetro, no fue igual al ropaje de la flor más humilde...—Comentario Bíblico Adventista 5:1062. Quiero presentarles a Cristo y a él crucificado. Denle los mejores afectos de su corazón. Denle su intelecto, porque le pertenece. Denle sus talentos de medios y de influencia; sólo les fueron prestados a ustedes para que los desarrollen. Jesús puso a un lado sus vestiduras reales, descendió de su hogar eterno, vistió su divinidad con la humanidad, y por amor a nosotros se hizo pobre, para que nosotros, por medio de su pobreza, podamos ser hechos ricos. ¿Ricos en dinero? ¿En tierras? ¿En acciones bancarias? No; para que podamos conseguir riquezas eternas. No hay salvación excepto la que viene a través de Cristo. Vino a la tierra para elevar al caído. Con su brazo humano rodea a toda la raza, al tiempo que con su brazo divino se aferra el trono del Infinito, conectando así a los humanos finitos con el Dios infinito, y uniendo la tierra y el cielo.—The Review and Herald, 27 de octubre de 1885.

La Educación


Comentarios Elena G.W Cada día con Dios, 27 de mayo, “Regocijaos en el Señor”, p. 154; https://ift.tt/2YcHhDv La educación, “La escuela del más allá” pp. 301–309. https://ift.tt/eS0bvqs

¡Maranata: El Senor Viene!


Santificación espuria, 12 de agosto https://ift.tt/giNM6vH El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 1 Juan 2:4, 5. La santificación, tal cual la entiende ahora el mundo religioso en general, lleva en sí misma un germen de orgullo espiritual y de menosprecio de la ley de Dios que nos la presenta como del todo ajena a la religión de la Biblia. Sus defensores enseñan que la santificación es una obra instantánea, por la cual, mediante la fe solamente, alcanzan perfecta santidad. “Tan sólo creed—dicen—y la bendición es vuestra”. Según ellos, no se necesita mayor esfuerzo de parte del que recibe la bendición. Al mismo tiempo niegan la autoridad de la ley de Dios y afirman que están dispensados de la obligación de guardar los mandamientos. Pero, ¿será acaso posible que los hombres sean santos y concuerden con la voluntad y el modo de ser de Dios, sin ponerse en armonía con los principios que expresan su naturaleza y voluntad?... El deseo de llevar una religión fácil, que no exija luchas, ni desprendimiento, ni ruptura con las locuras del mundo, ha hecho popular la doctrina de la fe, y de la fe sola; pero, ¿qué dice la Palabra de Dios? El apóstol Santiago dice: “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?... ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? Santiago 2:14, 20... El testimonio de la Palabra de Dios se opone a esta doctrina seductora de la fe sin obras. No es fe pretender el favor del Cielo sin cumplir las condiciones necesarias para que la gracia sea concedida. Es presunción, pues la fe verdadera se funda en las promesas y disposiciones de las Sagradas Escrituras. Nadie se engañe a sí mismo creyendo que puede volverse santo mientras viole premeditadamente uno de los preceptos divinos. Un pecado cometido deliberadamente acalla la voz atestiguadora del Espíritu y separa al alma de Dios... Aunque Juan habla mucho del amor en sus epístolas, no vacila en poner de manifiesto el verdadero carácter de esa clase de personas que pretenden ser santificadas y seguir transgrediendo la ley de Dios. “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado”. 1 Juan 2:4, 5.23Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 525, 526.

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
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“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374