Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
Cuidemos el templo de Dios, 3 de noviembre https://ift.tt/8AFdEBl Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 2 Corintios 6:16. Debemos obedecer las leyes de su reino, progresando todo lo que nos sea posible. Debemos cultivar diligentemente las facultades más elevadas de nuestro ser, recordando que somos propiedad de Dios, hechura de Dios. Se nos pide que mejoremos día a día. Aun en este mundo de pecado y dolor podemos, mediante el esfuerzo sincero y perseverante, levantarnos hacia la más alta eficiencia espiritual. “Vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios sois”. Debemos agradar a Dios en espíritu y en palabra, en cada aspecto de la edificación de nuestros caracteres. Y esto es posible. Enoc agradó a Dios, a pesar de vivir en una época de degeneración. Y en éste nuestro tiempo también hay Enocs. La morada humana, el edificio de Dios, su templo, requiere atención íntima y vigilante. Podemos exclamar con David: “Asombrosa y maravillosamente he sido formado”. La hechura de Dios debe preservarse para que pueda revelar al universo y a la raza apóstata que los hombres y las mujeres son templos del Dios viviente. La perfección de carácter que requiere Dios es la preparación del ser entero como templo para morada del Espíritu Santo. El Señor demanda el servicio de toda la maquinaria humana. Desea que los hombres y las mujeres sean todo lo que él ha hecho posible que lleguen a ser. No basta usar ciertas partes de la máquina. Todas ellas deben intervenir en la acción, o el servicio será deficiente.—Manuscrito 130, 1899.
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Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
Un intercesor, 3 de noviembre https://ift.tt/v9SoGyt Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Hebreos 4:14. Necesitamos proveernos del mismo espíritu que animaba al Señor Jesucristo. Cristo trabaja en nuestro favor; ¿trabajaremos nosotros por Cristo, en sus líneas? Niños, cultiven la paciencia y la fe y la esperanza. Que el Señor aumente el gozo de nuestra fe en este Intercesor eterno. No dejen que pase un solo día sin que comprendan la responsabilidad que tienen ante Dios frente al sacrificio de su Hijo unigénito. Jesús no recibe ninguna gloria de alguien que se transforma en un acusador de los hermanos. Que no pase ni un solo día sin que nos ocupemos de sanar y restaurar heridas viejas. Cultivemos el amor, y que de nuestros labios no escape ninguna palabra de malas sospechas. Cerremos esta puerta de inmediato, y mantengámosla cerrada; abramos la puerta desde donde Cristo preside, y mantengámosla abierta, porque conocemos el valor del sacrificio de Cristo y de su amor inalterable. Bebamos las aguas refrescantes de la vida que proceden de las fuentes del Líbano, pero rehusemos las aguas turbias del valle: los oscuros sentimientos de sospecha. Hay mucha veracidad en la causa, pero ¿echaremos a perder la fragancia de nuestro espíritu porque otros se visten de amargura? Dios no lo permita. Ni siquiera una décima parte de las malas sospechas es digna del tiempo que dedicamos a considerarla y a repetirla. Arranquen de sus palabras toda severidad; hablen con dulzura; mantengan inalterable su confianza en Jesús. Tenemos un Abogado viviente que intercede por nosotros. Entonces, en principio transformémonos también en abogados en favor de los que yerran. “Y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza”. Hebreos 10:21-23. El es un fiel sumo sacerdote en todas las cosas que pertenecen a Dios. Entonces, mientras él trabaja por nosotros, nosotros también trabajemos con igual interés y fervor para promover la unión entre unos y otros. Cristo oró para que nosotros participáramos de la misma naturaleza y unidad que existían entre él y el Padre. En todo lo que hagamos, esforcémonos por promover la confianza y el amor entre los hermanos, y de este modo contestaremos la oración de Jesucristo... No todas las posiciones e ideas que tienen acerca de sus hermanos son correctas... Coloquemos de lado todas estas imaginaciones y malas sospechas; mantengámonos estrechamente unidos con Cristo y pensemos en el rico ánimo que nos ha concedido, para que al mismo tiempo nosotros lo podamos compartir con los demás... Que la envidia y los celos se ahoguen en la corriente amorosa que procede de la fuente del amor de Dios. El pedido de ayuda de los que están próximos a perecer halla cabida inmediata en sus oídos. “Porque él librará al menesteroso que clamare, y al afligido que no tuviere quien le socorra”. Salmos 72:12.—Manuscrito 129, 1901.
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En los Lugares Celestiales


¡Levántate, resplandece! 3 de noviembre https://ift.tt/Ld0WIjU Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz. y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Isaías 60:1. En un sentido especial los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como vigías y portaluces. A ellos les ha sido confiado el último mensaje de misericordia para un mundo que perece. Sobre ellos brilla la maravillosa luz de la Palabra de Dios. ¿Qué clase de personas, entonces, debieran ser? ... Es el propósito de Dios glorificarse a sí mismo en su pueblo ante el mundo. Anhela hacer de sus hijos canales a través de los cuales pueda derramar su abundante amor y misericordia... Aferrémonos a la ayuda del Señor, ... contra las poderosas potencias de las tinieblas. Satanás está obrando con intensidad de propósito para esclavizar y destruir las almas. Mantengamos una firme posición contra él. Aquel que esté consagrado enteramente al servicio de Dios será hecho fuerte para la batalla. Será fortalecido con “todo poder”. Aquel que siente su debilidad, y lucha con Dios como lo hizo Jacob, diciendo: “No te dejaré, si no me bendices” (Génesis 32:26), avanzará con la refrigerante unción del Espíritu Santo. Lo rodeará la atmósfera del cielo. Andará haciendo bienes. Su influencia será una fuerza positiva en favor de la religión de Cristo. Dios necesita portaluces que llenarán el mundo con la luz, la paz y el gozo que proceden de Cristo. Necesita hombres humildes, hombres conscientes de su propia debilidad, y que recuerden lo que el servicio de Dios exige de ellos: la corrección del habla y de la acción que manifiestan el poder de la gracia de Cristo. Los tales revelarán en sus vidas las virtudes del carácter de Cristo... El tiempo es precioso. El destino de las almas está en la balanza ... Tan vasto es el campo, tan amplio el plan, que todo corazón santificado será urgido a servir como un agente del poder divino.—The Review and Herald, 23 de noviembre de 1905.

El Cristo Triunfante


El testimonio de Jesús revela el eterno amor divino, 3 de noviembre https://ift.tt/9vJX4nH “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la presencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”. Apocalipsis 1:9. Es por medio de este “hermano, y copartícipe... en la tribulación” que Cristo revela a su pueblo el terrible conflicto que habrán de afrontar antes de la segunda venida del Señor. Antes que las escenas de esta agria lucha se abrieran ante sus ojos, se les advierte que otros creyentes también han bebido de la copa y participado de este bautismo. El que sostuvo a los primeros testigos de la verdad no olvidará a su pueblo en el conflicto final. Fue en tiempos de feroz persecución y en medio de densas tinieblas—cuando Satanás parecía triunfar sobre los fieles testigos de Dios—, que Juan, siendo ya un anciano, fue desterrado. Se lo separó de sus compañeros en la fe y de sus tareas en el evangelio, pero no se lo pudo separar de la presencia de Dios. Aquel desolado lugar donde se lo confinó fue para él la puerta del cielo. Él dice: “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor—el día santo que Dios había bendecido y apartado como su posesión—, y oí detrás de mí una voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves... Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre”... Cristo camina en medio de los candeleros dorados. De este modo simboliza su relación con las iglesias. El Señor está en comunión con su pueblo... Aunque es el Sumo Sacerdote y Mediador en el santuario que está en las alturas, camina por en medio de las iglesias en la tierra... Nuevamente, cuando el Espíritu Santo descansó en el profeta, éste pudo ver una puerta abierta en el cielo y oír una voz que lo invitaba a contemplar las cosas que habían de suceder pronto. Y dijo: “Y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina”. Había ángeles en derredor en actitud de espera y dispuestos a hacer la voluntad del que estaba en el trono. Juan también contempló el arco de la promesa de Dios, la señal del pacto establecido con Noé, que circuía el trono en las alturas como una promesa de la misericordia divina por cada uno de los que manifiestan su fe y su arrepentimiento. Este es un testimonio eterno para indicar que “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Declara así a todo el mundo que en medio de la lucha contra el mal. Dios nunca olvidará a su pueblo.—Manuscrito 100, 1893.

Alza tus Ojos


Alza tus Ojos
Pongámonos del lado de Cristo, 3 de noviembre https://ift.tt/dY46S85 Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Santiago 1:3, 4. Para los ángeles, el camino que siguen los seres humanos parece extrañamente inconsecuente. Ven claramente cómo la degradación se revela por la incredulidad y la indulgencia en el apetito. Ven cuán incansablemente trabaja Satanás para destruir la imagen de Dios en el hombre. Se preguntan por qué seres que dependen de su Creador para cada inspiración, actúan en forma tan irrazonable e inconsistente; por qué eligen el bando de aquel que crucificó a Cristo y llenó el mundo de luchas, envidias y celos... Cristo es el Señor, Justicia nuestra. Pongámonos del lado de Cristo ahora, en este momento. Nadie se avergüence de reconocer a Cristo como su Salvador, su consejero, su guía y su extraordinario galardón. ¿Significa esto sacrificar algo? ¿Es un honor formar parte del ejército de Satanás? Los que toman esta decisión no ganan nada. Sólo les espera la muerte, la muerte eterna. Recuerden los que son tentados a escoger el mundo, los que se esfuerzan por recibir el reconocimiento del mundo, que a menos que escojan a Cristo aquí, no serán reconocidos por el Cielo. Tentados, ¿a quién han elegido como conductor? Acudan a Cristo tal como son, débiles, desvalidos y condenados a morir. Entréguense completamente a su misericordia. No hay ninguna dificultad interna o externa que no pueda ser vencida con su fuerza. Algunos tienen temperamentos irascibles; pero Aquel que calmó el borrascoso mar de Galilea puede decir al corazón, si se arrepiente, “calla, enmudece”. No hay naturaleza que Cristo no pueda dominar, temperamento tan tormentoso que no pueda sojuzgar, si el corazón se ha rendido a su cuidado. Nadie que haya entregado su alma a Cristo necesita desalentarse. Tenemos un Salvador todopoderoso. Mirando a Cristo, autor y consumador de nuestra fe, podemos decir: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza”. Salmos 46:1-3... En la vida futura comprenderemos cosas que aquí nos confunden grandemente. Nos daremos cuenta de la gran fuerza de nuestro adversario, y de cómo los ángeles de Dios fueron comisionados para guardarnos mientras seguíamos el consejo de la Palabra de Dios. Cristo nos dice que nuestro mar no siempre será tranquilo. Tendremos tribulación. Esto es parte de nuestra educación, necesaria para la formación de un carácter fuerte y equilibrado.—Manuscrito 130, del 3 de noviembre de 1903, “Cristo calma la tempestad”.
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Pongámonos del lado de Cristo, 3 de noviembre https://ift.tt/dY46S85 Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Santiago 1:3, 4. Para los ángeles, el camino que siguen los seres humanos parece extrañamente inconsecuente. Ven claramente cómo la degradación se revela por la incredulidad y la indulgencia en el apetito. Ven cuán incansablemente trabaja Satanás para destruir la imagen de Dios en el hombre. Se preguntan por qué seres que dependen de su Creador para cada inspiración, actúan en forma tan irrazonable e inconsistente; por qué eligen el bando de aquel que crucificó a Cristo y llenó el mundo de luchas, envidias y celos... Cristo es el Señor, Justicia nuestra. Pongámonos del lado de Cristo ahora, en este momento. Nadie se avergüence de reconocer a Cristo como su Salvador, su consejero, su guía y su extraordinario galardón. ¿Significa esto sacrificar algo? ¿Es un honor formar parte del ejército de Satanás? Los que toman esta decisión no ganan nada. Sólo les espera la muerte, la muerte eterna. Recuerden los que son tentados a escoger el mundo, los que se esfuerzan por recibir el reconocimiento del mundo, que a menos que escojan a Cristo aquí, no serán reconocidos por el Cielo. Tentados, ¿a quién han elegido como conductor? Acudan a Cristo tal como son, débiles, desvalidos y condenados a morir. Entréguense completamente a su misericordia. No hay ninguna dificultad interna o externa que no pueda ser vencida con su fuerza. Algunos tienen temperamentos irascibles; pero Aquel que calmó el borrascoso mar de Galilea puede decir al corazón, si se arrepiente, “calla, enmudece”. No hay naturaleza que Cristo no pueda dominar, temperamento tan tormentoso que no pueda sojuzgar, si el corazón se ha rendido a su cuidado. Nadie que haya entregado su alma a Cristo necesita desalentarse. Tenemos un Salvador todopoderoso. Mirando a Cristo, autor y consumador de nuestra fe, podemos decir: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza”. Salmos 46:1-3... En la vida futura comprenderemos cosas que aquí nos confunden grandemente. Nos daremos cuenta de la gran fuerza de nuestro adversario, y de cómo los ángeles de Dios fueron comisionados para guardarnos mientras seguíamos el consejo de la Palabra de Dios. Cristo nos dice que nuestro mar no siempre será tranquilo. Tendremos tribulación. Esto es parte de nuestra educación, necesaria para la formación de un carácter fuerte y equilibrado.—Manuscrito 130, del 3 de noviembre de 1903, “Cristo calma la tempestad”.

A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
Abnegación diaria, 3 de noviembre https://ift.tt/5Yrja84 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12:1. ¿Por qué no han de aprender los jóvenes una lección del caso de Adán? Su fracaso en soportar la prueba más pequeña que Dios le dio fue seguido por una terrible retribución. Y a pesar de eso, Satanás tiene un poder tan grande para encantar la mente que, aun teniendo esta poderosa amonestación delante de nosotros, muchos hablan de liberalidad y de no insistir tanto respecto al cumplimiento de los requerimientos de Dios. Es una ofrenda muy pequeña la que podemos ofrecer, en el mejor de los casos, a nuestro Padre celestial. En vista de que somos responsables delante de Dios, todos estamos decididamente obligados a poner nuestros apetitos y pasiones bajo el dominio de la voluntad inteligente. El gusto ha influido más que ninguna otra cosa en la perversión del entendimiento y en el oscurecimiento del cielo espiritual. Satanás anubla el intelecto de muchos mediante la indulgencia en el apetito, y luego convierte a esos intemperantes en objetos especiales de tentación para alejarlos aún más del camino de la obediencia y la santidad. Los que han recibido talentos especiales perderán la vida eterna a menos que vean la necesidad de negarse a sí mismos diariamente. Muchos no tienen ni la mitad del vigor que podrían poseer, porque padecen de enfermedades producidas por la complacencia del apetito y de hábitos degradantes. Cuánta claridad de percepción podrían tener los jóvenes si obedecieran estrictamente las leyes de la salud, como Daniel y sus tres compañeros. ¡Qué libertad del dolor gozarían, y con cuánto mayor facilidad realizarían sus deberes! ¡Cuánto mayor sería su fervor espiritual! ¡Y cuánto más bien harían a otros, por precepto y ejemplo! ... Dios puede daros abundantemente toda gracia. No tenemos derecho de reclamar las promesas de Dios hasta que cumplamos con las condiciones reveladas en su Palabra.—Manuscrito 6, 1878.
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A Fin de Conocerle


Abnegación diaria, 3 de noviembre https://ift.tt/5Yrja84 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12:1. ¿Por qué no han de aprender los jóvenes una lección del caso de Adán? Su fracaso en soportar la prueba más pequeña que Dios le dio fue seguido por una terrible retribución. Y a pesar de eso, Satanás tiene un poder tan grande para encantar la mente que, aun teniendo esta poderosa amonestación delante de nosotros, muchos hablan de liberalidad y de no insistir tanto respecto al cumplimiento de los requerimientos de Dios. Es una ofrenda muy pequeña la que podemos ofrecer, en el mejor de los casos, a nuestro Padre celestial. En vista de que somos responsables delante de Dios, todos estamos decididamente obligados a poner nuestros apetitos y pasiones bajo el dominio de la voluntad inteligente. El gusto ha influido más que ninguna otra cosa en la perversión del entendimiento y en el oscurecimiento del cielo espiritual. Satanás anubla el intelecto de muchos mediante la indulgencia en el apetito, y luego convierte a esos intemperantes en objetos especiales de tentación para alejarlos aún más del camino de la obediencia y la santidad. Los que han recibido talentos especiales perderán la vida eterna a menos que vean la necesidad de negarse a sí mismos diariamente. Muchos no tienen ni la mitad del vigor que podrían poseer, porque padecen de enfermedades producidas por la complacencia del apetito y de hábitos degradantes. Cuánta claridad de percepción podrían tener los jóvenes si obedecieran estrictamente las leyes de la salud, como Daniel y sus tres compañeros. ¡Qué libertad del dolor gozarían, y con cuánto mayor facilidad realizarían sus deberes! ¡Cuánto mayor sería su fervor espiritual! ¡Y cuánto más bien harían a otros, por precepto y ejemplo! ... Dios puede daros abundantemente toda gracia. No tenemos derecho de reclamar las promesas de Dios hasta que cumplamos con las condiciones reveladas en su Palabra.—Manuscrito 6, 1878.

¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Bienvenidos a la ciudad de Dios, 3 de noviembre https://ift.tt/9R4FOdo Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:23. Con amor inexpresable, Jesús admite a sus fieles “en el gozo de su Señor”. El Salvador se regocija al ver en el reino de gloria las almas que fueron salvadas por su agonía y humillación. Y los redimidos participarán de este gozo, al contemplar entre los bienvenidos a aquellos a quienes ganaron para Cristo por sus oraciones, sus trabajos y sacrificios de amor. Al reunirse en torno del gran trono blanco, indecible alegría llenará sus corazones cuando noten a aquellos a quienes han conquistado para Cristo, y vean que uno ganó a otros, y éstos a otros más, para ser todos llevados al puerto de descanso donde depositarán sus coronas a los pies de Jesús y lo alabarán durante los siglos sin fin de la eternidad. Cuando se da la bienvenida a los redimidos en la ciudad de Dios, un grito triunfante de admiración llena los aires. Los dos Adanes están a punto de encontrarse. El Hijo de Dios está en pie con los brazos extendidos para recibir al padre de nuestra raza; al ser que él creó, que pecó contra su Hacedor, y por cuyo pecado el Salvador lleva las señales de la crucifixión. Al distinguir Adán las cruentas señales de los clavos, no se echa en los brazos de su Señor, sino que se prosterna humildemente a sus pies, exclamando: “¡Digno, digno es el Cordero que fue inmolado!” El Salvador lo levanta con ternura, y lo invita a contemplar nuevamente la morada edénica de la cual ha estado desterrado por tanto tiempo. Después de su expulsión del Edén, la vida de Adán en la tierra estuvo llena de pesar. Cada hoja marchita, cada víctima ofrecida en sacrificio, cada ajamiento en el hermoso aspecto de la naturaleza, cada mancha en la pureza del hombre, le volvían a recordar su pecado... Con paciencia y humildad soportó, por cerca de mil años, el castigo de su transgresión. Se arrepintió sinceramente de su pecado y confió en los méritos del Salvador prometido, y murió con la esperanza de la resurrección. El Hijo de Dios reparó la culpa y caída del hombre, y ahora, merced a la obra de propiciación, Adán es restablecido a su primitiva soberanía.5Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 705, 706.
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Bienvenidos a la ciudad de Dios, 3 de noviembre https://ift.tt/9R4FOdo Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:23. Con amor inexpresable, Jesús admite a sus fieles “en el gozo de su Señor”. El Salvador se regocija al ver en el reino de gloria las almas que fueron salvadas por su agonía y humillación. Y los redimidos participarán de este gozo, al contemplar entre los bienvenidos a aquellos a quienes ganaron para Cristo por sus oraciones, sus trabajos y sacrificios de amor. Al reunirse en torno del gran trono blanco, indecible alegría llenará sus corazones cuando noten a aquellos a quienes han conquistado para Cristo, y vean que uno ganó a otros, y éstos a otros más, para ser todos llevados al puerto de descanso donde depositarán sus coronas a los pies de Jesús y lo alabarán durante los siglos sin fin de la eternidad. Cuando se da la bienvenida a los redimidos en la ciudad de Dios, un grito triunfante de admiración llena los aires. Los dos Adanes están a punto de encontrarse. El Hijo de Dios está en pie con los brazos extendidos para recibir al padre de nuestra raza; al ser que él creó, que pecó contra su Hacedor, y por cuyo pecado el Salvador lleva las señales de la crucifixión. Al distinguir Adán las cruentas señales de los clavos, no se echa en los brazos de su Señor, sino que se prosterna humildemente a sus pies, exclamando: “¡Digno, digno es el Cordero que fue inmolado!” El Salvador lo levanta con ternura, y lo invita a contemplar nuevamente la morada edénica de la cual ha estado desterrado por tanto tiempo. Después de su expulsión del Edén, la vida de Adán en la tierra estuvo llena de pesar. Cada hoja marchita, cada víctima ofrecida en sacrificio, cada ajamiento en el hermoso aspecto de la naturaleza, cada mancha en la pureza del hombre, le volvían a recordar su pecado... Con paciencia y humildad soportó, por cerca de mil años, el castigo de su transgresión. Se arrepintió sinceramente de su pecado y confió en los méritos del Salvador prometido, y murió con la esperanza de la resurrección. El Hijo de Dios reparó la culpa y caída del hombre, y ahora, merced a la obra de propiciación, Adán es restablecido a su primitiva soberanía.5Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 705, 706.

Daniel Spencer - La guerra de los 5entidos - Santuario


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Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática Mensajes para los jóvenes, “Trabajar con fe,” pp. 138, 139; https://ift.tt/8403lbe Alza tus ojos, 6 de junio, “Levántate y resplandece”, p. 169. https://ift.tt/lvjeSD2
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Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374