Hijos e Hijas de Dios

Ocultos en Cristo, 20 de octubre Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Colosenses 3:3. https://ift.tt/MngVHeN Una gran responsabilidad reposa sobre los que han sido bautizados en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esfuércense por comprender el significado de las palabras: “Habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”. En la nueva vida a que han entrado, se los señala para que representen la vida de Cristo. Cuando se hayan revestido del nuevo hombre, “el cual por el conocimiento es renovado conforme a la imagen del que lo crió”, “vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia; sufriéndoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos”. La vieja vida pecaminosa ha muerto; la nueva vida tomó su lugar con Cristo por el símbolo del bautismo. Practiquen las virtudes del carácter del Salvador. Que su palabra more en vosotros en toda sabiduría, “enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con salmos e himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor. Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por él”... Los pecados que se practicaban antes de la conversión deben abandonarse con el viejo hombre. Con el nuevo, Cristo Jesús, debemos vestirnos de “benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia”.—Carta 32, 1907.
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El Cristo Triunfante

Cuando el Espíritu Santo viene como consolador, 20 de octubre “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”. Juan 15:26. https://ift.tt/Yx4K6Ak No es justo que dediquemos tiempo, cerebro, hueso y músculo a colectar las cosas de la tierra y dejar fuera las de la eternidad; más bien debiéramos reunir gavillas para el granero del Señor... Dios desea que nos expandamos para crecer, como la simiente que se planta en el suelo, primero el brote, luego la espiga. y después el grano lleno en la espiga... Hay quienes se han preguntado, ¿qué debo hacer para recibir el Espíritu Santo? Pídele a Dios que examine tu alma como bajo la luz de un candil. No hagas nada por satisfacción egoísta... Supongamos que los profesos seguidores de Cristo son sus representantes en la tierra. ¿acaso no verían esto los mundanos y tomarían conocimiento de lo que habrían aprendido de Jesús? ¿No sería esto un poder? Queremos la religión de Cristo. Pero ella debe manifestar los frutos del amor, el gozo y la paz. El deseo del Maestro no es proporcionar un suministro escaso, sino llevar fruto en abundancia. (Juan 15:17-21) Se refiere a la oposición entre Cristo y el mundo y la consecuente persecución sobre Cristo y sus seguidores... Queremos conocer a Cristo quien sabe bien lo que es la vida eterna. En Juan 15 él se refiere a pruebas y conflictos. Se pregunta si podrá soportar el conflicto: luego señala a las realidades eternas y nos muestra que se han enviado miles de ángeles para ministrar en favor de quienes son herederos de la salvación. Aunque nos muestra los ejércitos que se han formado en su contra, también nos dice que no debemos desanimarnos, pues el Capitán de las huestes del cielo está con nosotros así como estuvo con el pueblo de Dios en los tiempos de Josué... Lo que deseamos saber es cómo pelear la batalla. La victoria no está en el ministro ni en el laico, sino en el Capitán de las huestes que libran la batalla por nosotros... No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de las tinieblas en las regiones celestes, y el Señor es con nosotros. No debemos considerar que la capacidad de hombres o mujeres traerá el éxito. Las personas pueden haber alcanzado todo lo que un ser humano pueda llegar a saber y, con todo, estar solos; porque sin Cristo no son nada. ¿Caminar humildemente delante del Señor? ¿Has acariciado algún pecado interior o tienes algún resentimiento contra alguien? ¿Estás buscando a Dios de todo corazón? Podemos separarnos de todo, menos del Espíritu de Dios. Deseamos la inspiración de la cruz, que nos hará caer indefensos, y el Señor nos levantará.—Manuscrito 27, 1891.
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Conflicto y Valor

¿Qué me falta? 20 de octubre Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Lucas 18:18. https://ift.tt/aWbKtM2 Al joven que preguntó a Jesús qué debía hacer para poder tener la vida eterna, se le contestó: “Guarda los mandamientos”.—Testimonies for the Church 4:219. El carácter de Dios está expresado en su ley; y para que estés en armonía con Dios, los principios de su ley deben ser la misma fuente de cada acción tuya... A las palabras: “Guarda los mandamientos”, el joven respondió: “¿Cuáles?”... Cristo estaba hablando de la ley dada desde el Sinaí. Mencionó varios mandamientos de la segunda tabla del Decálogo... El joven respondió sin vacilación: “Todo esto guardé desde mi juventud: ¿qué más me falta?” Su concepción de la ley era externa y superficial. Juzgado por una norma humana, él había conservado un carácter intachable. En alto grado, su vida externa había estado libre de culpa; ciertamente pensaba que su obediencia había sido sin defecto. Sin embargo, tenía un secreto temor de que no estuviera todo bien entre su alma y Dios. Esto fue lo que lo indujo a preguntar: “¿Qué más me falta?” “Si quieres ser perfecto—dícele Jesús—, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Y oyendo el mancebo esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones”. El que se ama a sí mismo es un transgresor de la ley. Jesús deseaba revelarle esto al joven, y le dio una prueba que pondría de manifiesto el egoísmo de su corazón. Le mostró la mancha de su carácter. El joven no deseaba mayor iluminación. Había acariciado un ídolo en el alma; el mundo era su dios. Profesaba haber guardado los mandamientos, pero carecía del principio que es el mismo espíritu y la vida de todos ellos. No tenía un verdadero amor a Dios o al hombre. Esto significaba la carencia de algo que lo calificaría para entrar en el reino de los cielos. En su amor a sí mismo y a las ganancias mundanales estaba en desacuerdo con los principios del cielo. Palabras de Vida del Gran Maestro, 373-375.
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Alza tus Ojos

Promesa de poder para vencer, 20 de octubre Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3. https://ift.tt/CGoEuJa Entre las cosas que pueden estar a nuestro alcance no hay nada que se compare con la Palabra de Dios como instructora. Si mantenemos una estrecha relación con Dios, si le entregamos lo que es suyo -nuestra mente, nuestro corazón y todo lo que tenemos-, realmente encontraremos la paz y la felicidad que no se pueden obtener en ninguna otra parte. ¿De qué sirve vivir en este mundo dependiendo de la aprobación y las diversiones que podemos encontrar aquí? ¿Nos brindan felicidad? No; sólo nos ocasionan desasosiego y descontento, y al mismo tiempo estamos perdiendo el tesoro más precioso, las bendiciones más abundantes que Dios puede darnos. Necesitamos comprender mucho más el valor de nuestras almas. Necesitamos saber qué debemos hacer para realizar las obras de Dios: “Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado”. Juan 6:29. El puede ser para nosotros todo lo que deseamos. Jesús proclamó en el último gran día de la fiesta: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Juan 7:37), y nuevamente lo oímos decir: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:28-30. ¿Han intentado ustedes hacer eso alguna vez? Muchos lo han hecho, y ellos saben que las palabras de Cristo son ciertas y verdaderas, y cuando los problemas vinieron como inundación, ellos acudieron a Jesús y fueron consolados y fortalecidos. Cristo ha prometido que, si nos unimos a El, hallaremos paz, consuelo y esperanza, y sabremos por experiencia que sus palabras son una realidad. El desea que todos se salven. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. Juan 3:16, 17... Jesucristo sabía que la humanidad no tenía poder en sí misma para resistir la tentación del enemigo de las almas, y por consiguiente vistió su divinidad de humanidad, dejó su trono real y alto mando y vino a este mundo marchito y desfigurado por la maldición, y se humilló a sí mismo, con el fin de dejarnos ejemplo... No descendió a este mundo para asistir a las carreras de caballos, ni para ir al teatro, sino que vino manso y humilde, y nos invita a que aprendamos de El, el Rey de Gloria. Al hacerlo obtendremos el poder moral que nos quiere conceder, por el cual abandonó las cortes celestiales.—Manuscrito 16, del 20 de octubre de 1895, sin título; aparentemente es un sermón predicado en el congreso anual de Armadale, Australia.
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¡Maranata: El Senor Viene!

Misterios de la resurrección, 20 de octubre Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí. Job 19:25-27. https://ift.tt/2vqWoRi Nuestra identidad personal es preservada en la resurrección, si bien no saldrán de la tumba las mismas partículas de materia. La obra asombrosa de Dios es misterio para el hombre. El espíritu, el carácter del hombre, retorna a Dios donde se lo preserva. En la resurrección cada hombre tendrá su propio carácter. A su debido tiempo Dios llamará a los muertos, dándoles otra vez el aliento de vida, y ordenará a los huesos secos que vivan. Surgirá la misma forma, pero libre de enfermedad y todo defecto. Volverá a vivir llevando sus mismos rasgos individuales, de tal manera que los amigos se reconocerán. No hay ley de Dios en la naturaleza que indique que el Señor va a volver a reunir las mismas partículas de materia que compusieron el cuerpo antes de la muerte. Dios dará a los justos muertos un cuerpo conforme a su beneplácito. Pablo ilustra este hecho con la semilla sembrada en el campo. La semilla plantada muere, pero allí surge una nueva semilla. La sustancia natural del grano que muere nunca más vuelve a surgir como antes, pero Dios le da el cuerpo que él quiere. El cuerpo humano se compondrá entonces del material más escogido, por cuanto es una nueva creación, un nuevo nacimiento. Se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual.55The S.D.A. Bible Commentary 6:1093. [El creyente] puede morir, como Cristo murió, pero la vida del Salvador está en él. Su vida está escondida con Cristo en Dios. “Yo he venido para que tengan vida” dijo Jesús, “y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10. El desarrolla el gran proceso mediante el cual los creyentes son hechos uno con él en la vida presente, para que sean uno con él a través de la eternidad... En el día final los resucitará como partes de sí mismo... Cristo llegó a ser uno con nosotros a fin de que nosotros lleguemos a ser uno con él en divinidad.56The Review and Herald, 18-6-1901.
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Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374