La Maravillosa Gracia de Dios


Suma y sustancia, 12 de noviembre https://ift.tt/37TQ0SM Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1 Pedro 5:10. Cuando la verdad es recibida, produce cambios radicales en la vida y en el carácter; porque la religión significa la morada de Cristo en el corazón, y donde él está, el alma prosigue realizando actividad espiritual, creciendo siempre en gracia, avanzando siempre hacia la perfección.—The Review and Herald, 24 de mayo de 1892. No es una verdadera evidencia de que tú seas cristiano el que tus emociones se conmuevan o tu espíritu se conmueva por la verdad; la pregunta es: ¿Estás creciendo en Cristo, tu cabeza viviente? ¿Se manifiesta en tu vida la gracia de Cristo? Dios da su gracia a los hombres para que ellos deseen más de su gracia. La gracia de Dios siempre obra en el corazón humano, y cuando se la recibe la evidencia de su recepción aparecerá en la vida y el carácter del que la recibe, pues se verá la vida espiritual que se desarrolla en lo interior. La gracia de Cristo en el corazón siempre promoverá la vida espiritual y se efectuará un avance espiritual... No vemos crecer las plantas en el suelo, y sin embargo estamos seguros de que crecen, y ¿no hemos de conocer en cuanto a nuestra fortaleza y crecimiento espirituales?—A Fin de Conocerle, 165. (Traducción revisada.) La suma y la sustancia de todo lo que se refiere a la gracia y a la experiencia cristianas están comprendidas en creer en Jesús, conocer a Dios y a su Hijo a quien ha enviado. Pero aquí es donde muchos fallan porque les falta fe en Dios. En lugar de desear ser puestos en comunión con Cristo en su condescendencia y humillación, están procurando siempre la supremacía del yo... ¡Oh, si lo amarais como él os ha amado, no rehuiríais la experiencia de los oscuros capítulos del sufrimiento del Hijo de Dios! ... Cuando contemplamos la humillación de Cristo, observando su abnegación y sacrificio propio, nos llenamos de asombro ante la manifestación del amor divino por el hombre culpable. Cuando tenemos que pasar por pruebas de naturaleza humillante por causa de Cristo, si tenemos la actitud de Cristo las sufriremos con humildad, sin resentirnos por la ofensa y sin resistir al mal.—The Review and Herald, 24 de mayo de 1892.

La Fe por la Cual Vivo


Lobos vestidos de ovejas, 12 de noviembre https://ift.tt/fye1OwL Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus concupiscencias. 2 Timoteo 4:3. “Maestros que enseñan falsedades surgirán por doquier para apartaros del camino angosto y de la puerta estrecha. Guardaos de ellos; aunque estén ocultos en los ropajes de ovejas, por dentro son lobos feroces. Da Jesús una prueba por la cual pueden distinguirse los maestros falsos de los verdaderos. ‘Por sus frutos los conoceréis,’ dice; ‘¿Cógense uvas de los espinos, o higos de los abrojos?’ “No nos dice que los probemos por sus suaves palabras ni sus exaltadas profesiones. Se les juzgará por la palabra de Dios. ‘¡A la ley y al testimonio. Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.’ ... ¿Qué mensaje traen estos maestros? ¿Os hace venerar y temer a Dios? ¿Os hace manifestar vuestro amor hacia él mediante la lealtad a sus mandamientos?”—El Discurso Maestro de Jesucristo, 120. “A esos falsos maestros, aparecidos en la iglesia y considerados por muchos de los hermanos en la fe como verdaderos, el apóstol los compara a ‘fuentes sin agua, y nubes traídas de torbellino de viento; para los cuales está guardada la oscuridad de las tinieblas para siempre.’”—Los Hechos de los Apóstoles, 384. “Toda alma ha de pasar por la prueba decisiva: ¿Obedecerá a Dios antes que a los hombres? La hora crítica está ya inminente. ¿Están asentadas nuestras plantas en la roca de la inmutable Palabra de Dios? ¿Estamos preparados para defender firmemente los mandamientos de Dios y la fe de Jesús?”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 652.

Hijos e Hijas de Dios


Nuevas alturas de fe, 12 de noviembre https://ift.tt/yuolQz8 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Salmos 42:1. Muchos jóvenes... se abaten por cada nube, y no tienen la facultad de perseverar. No crecen en gracia... Su corazón carnal debe ser transformado. Deben ver belleza en la santidad; entonces la anhelarán como el ciervo brama por las corrientes de las aguas... Si vuestros pasos están dirigidos por el Señor, queridos jóvenes, no debéis esperar que vuestra senda sea siempre de paz exterior y prosperidad. La senda que conduce hacia el día eterno no es la más fácil de recorrer, y algunas veces parecerá oscura y escabrosa. Pero tened la seguridad de que los brazos eternos de Dios os rodean para protegeros del pecado. Desea que ejercitéis una fe diligente en él, y que aprendáis a confiar en él tanto en las sombras como en la luz del sol... En sus esfuerzos por alcanzar el nido, el águila es abatida con frecuencia por las tempestades en los estrechos desfiladeros de las montañas. Las nubes, en masas negras y encolerizadas, se deslizan entre ella y las asoleadas alturas en que ha fijado su nido. Por un instante parece perpleja y zigzaguea aquí y allá, batiendo sus alas poderosas como para dispersar las densas nubes. Despierta los ecos de la montaña con sus gritos salvajes en sus vanos esfuerzos para encontrar un camino para salir de su prisión. Por último se lanza hacia arriba, en medio de la oscuridad, y emite un agudo chillido de triunfo, y un momento después surge en las alturas a la serena luz del sol. La oscuridad y la tempestad quedaron por debajo de ella, y la luz del cielo brilla a su alrededor. Alcanza su hogar amado en la altísima roca, y queda satisfecha. Pasando por en medio de la oscuridad, alcanzó la luz. Le costó esfuerzo lograrlo, pero su recompensa consiste en alcanzar el objeto que anhelaba.—The Youth’s Instructor, 12 de mayo de 1898.

Exaltad a Jesús


Vivimos en el gran día de la expiación, 12 de noviembre https://ift.tt/ldGOY2h A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. Levítico 23:27. Estamos viviendo ahora en el gran día de la expiación. Cuando en el servicio simbólico el sumo sacerdote hacía la propiciación por Israel, todos debían afligir sus almas arrepintiéndose de sus pecados y humillándose ante el Señor, si no querían verse separados del pueblo. De la misma manera, todos los que desean que sus nombres sean conservados en el libro de la vida, deben ahora, en los pocos días que les quedan de este tiempo de gracia, afligir sus almas ante Dios con verdadero arrepentimiento y dolor por sus pecados. Hay que escudriñar honda y sinceramente el corazón. Hay que deponer el espíritu liviano y frívolo al que se entregan tantos cristianos de profesión. Empeñada lucha espera a todos aquellos que quieran subyugar las malas inclinaciones que tratan de dominarlos. La obra de preparación es obra individual. No somos salvados en grupos. La pureza y la devoción de uno no suplirá la falta de estas cualidades en otro. Si bien todas las naciones deben pasar en juicio ante Dios, sin embargo él examinará el caso de cada individuo de un modo tan rígido y minucioso como si no hubiese otro en la tierra. Cada cual tiene que ser probado y encontrado sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante. Solemnes son las escenas relacionadas con la obra final de la expiación. Incalculables son los intereses que ésta envuelve. El juicio se lleva ahora adelante en el santuario celestial. Esta obra se viene realizando desde hace muchos años. Pronto—nadie sabe cuándo—les tocará ser juzgados a los vivos. En la augusta presencia de Dios nuestras vidas deben ser pasadas en revista. En éste más que en cualquier otro tiempo conviene que toda alma preste atención a la amonestación del Señor: “Velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo”. “Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a ti”. Marcos 13:33; Apocalipsis 3:3. Cuando quede concluida la obra del juicio investigador, quedará también decidida la suerte de todos para vida o para muerte. El tiempo de gracia terminará poco antes de que el Señor aparezca en las nubes del cielo. Al mirar hacia ese tiempo, Cristo declara en Apocalipsis: “¡El que es injusto, sea injusto aún; y el que es sucio, sea sucio aún; y el que es justo, sea justo aún; y el que es santo, sea aún santo! He aquí, yo vengo presto, y mi galardón está conmigo, para dar la recompensa a cada uno según sea su obra”. Apocalipsis 22:11-12.—el Conflicto de los Siglos, 544-545. En el servicio ritual típico el sumo sacerdote, hecha la propiciación por Israel, salía y bendecía a la congregación. Así también Cristo, una vez terminada su obra de mediador, aparecerá “sin pecado... para la salvación” (Hebreos 9:28), para bendecir con el don de la vida eterna a su pueblo que le espera.—Ibid. 539.

En los Lugares Celestiales


Una obra para cada uno, 12 de noviembre https://ift.tt/EP80lLf ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Mateo 18:12. Las parábolas de la moneda y de la oveja perdidas enseñan lecciones muy preciosas. Se refieren al hombre perdido y al hombre rescatado. Muchos, muchos más serían recuperados si se trabajara por ellos como lo presentan estas parábolas... Miembros de la iglesia, pedid a Dios que os dé la preocupación de abrir las Escrituras a otros y de hacer trabajo misionero por los que necesitan ayuda. Algunos serán rescatados en una forma, y otros en otra, pero la obra siempre debe ser realizada tal como el Señor lo indique... Que las publicaciones que contienen la verdad de la Biblia sean esparcidas como las hojas del otoño. Exaltadlo a él, el Salvador de las almas, levantadlo cada vez más alto ante la gente... Captad el espíritu del gran Artífice maestro. Aprended del Amigo de los pecadores cómo ministrar a las almas enfermas de pecado. Recordad que en las vidas de sus seguidores han de verse la misma devoción, el mismo sometimiento a la obra de Dios ante todo reclamo social, ante todo afecto terreno, que se vieron en la vida de Jesús. Las demandas de Dios siempre se han de considerar supremas.—The Review and Herald, 29 de abril de 1909. Tenéis vecinos. ¿Les daréis el mensaje? Tal vez nunca os impusieron las manos de la ordenación, pero con humildad podéis llevar el mensaje. Podéis testificar que Dios ha ordenado que todos aquellos por quienes Cristo murió tendrán vida eterna si creen en él.—Manuscrito 2, 1905. Que nadie permanezca ocioso porque no puede hacer la misma clase de obra que hacen los siervos de Dios más experimentados... Esta obra puede ser llevada a cabo sólo por la participación activa de toda la iglesia bajo la dirección y con el poder de Dios.—Pacific Union Recorder, 24 de marzo de 1904.

Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
Vivimos en el gran día de la expiación, 12 de noviembre https://ift.tt/ldGOY2h A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. Levítico 23:27. Estamos viviendo ahora en el gran día de la expiación. Cuando en el servicio simbólico el sumo sacerdote hacía la propiciación por Israel, todos debían afligir sus almas arrepintiéndose de sus pecados y humillándose ante el Señor, si no querían verse separados del pueblo. De la misma manera, todos los que desean que sus nombres sean conservados en el libro de la vida, deben ahora, en los pocos días que les quedan de este tiempo de gracia, afligir sus almas ante Dios con verdadero arrepentimiento y dolor por sus pecados. Hay que escudriñar honda y sinceramente el corazón. Hay que deponer el espíritu liviano y frívolo al que se entregan tantos cristianos de profesión. Empeñada lucha espera a todos aquellos que quieran subyugar las malas inclinaciones que tratan de dominarlos. La obra de preparación es obra individual. No somos salvados en grupos. La pureza y la devoción de uno no suplirá la falta de estas cualidades en otro. Si bien todas las naciones deben pasar en juicio ante Dios, sin embargo él examinará el caso de cada individuo de un modo tan rígido y minucioso como si no hubiese otro en la tierra. Cada cual tiene que ser probado y encontrado sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante. Solemnes son las escenas relacionadas con la obra final de la expiación. Incalculables son los intereses que ésta envuelve. El juicio se lleva ahora adelante en el santuario celestial. Esta obra se viene realizando desde hace muchos años. Pronto—nadie sabe cuándo—les tocará ser juzgados a los vivos. En la augusta presencia de Dios nuestras vidas deben ser pasadas en revista. En éste más que en cualquier otro tiempo conviene que toda alma preste atención a la amonestación del Señor: “Velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo”. “Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a ti”. Marcos 13:33; Apocalipsis 3:3. Cuando quede concluida la obra del juicio investigador, quedará también decidida la suerte de todos para vida o para muerte. El tiempo de gracia terminará poco antes de que el Señor aparezca en las nubes del cielo. Al mirar hacia ese tiempo, Cristo declara en Apocalipsis: “¡El que es injusto, sea injusto aún; y el que es sucio, sea sucio aún; y el que es justo, sea justo aún; y el que es santo, sea aún santo! He aquí, yo vengo presto, y mi galardón está conmigo, para dar la recompensa a cada uno según sea su obra”. Apocalipsis 22:11-12.—el Conflicto de los Siglos, 544-545. En el servicio ritual típico el sumo sacerdote, hecha la propiciación por Israel, salía y bendecía a la congregación. Así también Cristo, una vez terminada su obra de mediador, aparecerá “sin pecado... para la salvación” (Hebreos 9:28), para bendecir con el don de la vida eterna a su pueblo que le espera.—Ibid. 539.
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En los Lugares Celestiales


En los Lugares Celestiales
Una obra para cada uno, 12 de noviembre https://ift.tt/EP80lLf ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Mateo 18:12. Las parábolas de la moneda y de la oveja perdidas enseñan lecciones muy preciosas. Se refieren al hombre perdido y al hombre rescatado. Muchos, muchos más serían recuperados si se trabajara por ellos como lo presentan estas parábolas... Miembros de la iglesia, pedid a Dios que os dé la preocupación de abrir las Escrituras a otros y de hacer trabajo misionero por los que necesitan ayuda. Algunos serán rescatados en una forma, y otros en otra, pero la obra siempre debe ser realizada tal como el Señor lo indique... Que las publicaciones que contienen la verdad de la Biblia sean esparcidas como las hojas del otoño. Exaltadlo a él, el Salvador de las almas, levantadlo cada vez más alto ante la gente... Captad el espíritu del gran Artífice maestro. Aprended del Amigo de los pecadores cómo ministrar a las almas enfermas de pecado. Recordad que en las vidas de sus seguidores han de verse la misma devoción, el mismo sometimiento a la obra de Dios ante todo reclamo social, ante todo afecto terreno, que se vieron en la vida de Jesús. Las demandas de Dios siempre se han de considerar supremas.—The Review and Herald, 29 de abril de 1909. Tenéis vecinos. ¿Les daréis el mensaje? Tal vez nunca os impusieron las manos de la ordenación, pero con humildad podéis llevar el mensaje. Podéis testificar que Dios ha ordenado que todos aquellos por quienes Cristo murió tendrán vida eterna si creen en él.—Manuscrito 2, 1905. Que nadie permanezca ocioso porque no puede hacer la misma clase de obra que hacen los siervos de Dios más experimentados... Esta obra puede ser llevada a cabo sólo por la participación activa de toda la iglesia bajo la dirección y con el poder de Dios.—Pacific Union Recorder, 24 de marzo de 1904.
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El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
Se deben exaltar los principios de la reforma, 12 de noviembre https://ift.tt/VX9Du7q “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de éstas”. Apocalipsis 1:19. El principio que se nos ha llamado a sostener en este tiempo es el mismo que ha sido mantenido por los adherentes del evangelio en los días de la gran Reforma. Cuando los príncipes se reunieron en ocasión de la Dieta de Spira en 1529, parecía que la esperanza del mundo estaba por ser aplastada. En esta asamblea se presentó el decreto del emperador, restringiendo la libertad religiosa y prohibiendo toda otra diseminación de las doctrinas de la Reforma... Los grandes problemas del mundo dependían de la acción de unos pocos héroes de la fe. Los que habían aceptado las verdades de la Reforma se congregaron y su unánime decisión fue: “Permítasenos objetar el decreto. En asuntos de conciencia, la mayoría no cuenta”. Confeccionaron su protesta y la sometieron a los poderes congregados... En este último conflicto, Dios ha comprometido en nuestras manos el estandarte de la verdad y la libertad religiosa que estos reformadores sostuvieron en alto. Los que fueron bendecidos con el conocimiento de su Palabra son responsables por este gran don. Debemos recibir la Palabra de Dios como autoridad suprema. Debemos aceptar su verdad como algo personal. Y seremos capaces de apreciar estas verdades sólo cuando las investiguemos por nosotros mismos, por medio del estudio personal de la Palabra de Dios... Las iglesias protestantes, habiendo aceptado doctrinas que la Palabra de Dios condena, las enaltecerán e impondrán sobre la conciencia de la gente, así como la autoridad papal presionó sus dogmas sobre los abogados de la verdad en los tiempos de Lutero. Nuevamente, se ha de librar la misma batalla y cada alma será convocada para decidir de qué lado de la controversia ha de estar. Aquellos que no estén dispuestos a ver la verdad y recibirla, porque involucra una cruz, abrirán las puertas a las tentaciones de Satanás. Él los guiará, así como lo hizo con Eva en el Edén, a creer en una mentira. La verdad por la cual podrían haber sido santificados será puesta a un lado para aceptar un engaño agradable presentado por el destructor de las almas. Con frecuencia descubrimos que las verdades más preciosas parecieran estar muy cerca de ciertos errores que son fatales. El descanso que Cristo prometió a quienes deseen aprender de él es visto como cercano a la indiferencia y la quietud del cuerpo y multitudes pasan por alto el hecho de que este descanso se encuentra únicamente llevando el yugo de Cristo y soportando su carga, poseyendo su humildad y mansedumbre.—Manuscrito 100, 1893.
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Alza tus Ojos


Los negocios de nuestro padre, 12 de noviembre https://ift.tt/BXvLlZK Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. Mateo 4:24. La vida de Cristo fue de constante sacrificio propio. Su obra no estaba limitada a algún lugar o tiempo. Estaba ligada sólo por el amor y la simpatía que Jesús sentía por las almas por las cuales pronto daría su vida. Su compasión no conocía límites. Realizó su obra de sanamiento y enseñanza en tan grande escala, que no había edificio en Palestina lo suficientemente grande para albergar las multitudes que lo rodeaban. En cada ciudad y pueblo por donde pasaba se encontraba su hospital. En las laderas de las colinas de Galilea, en las grandes vías públicas, en la costa del mar, en las sinagogas, en todo lugar donde había corazones prestos a escuchar su mensaje, Cristo sanaba a las personas y les señalaba al Padre Celestial. Al atardecer, luego de la jornada de labor, hablaba con los que durante el día trabajaban por una pitanza para sostener a sus familias. Si sólo comprendiéramos cuán diligentemente trabajó Cristo para sembrar la semilla del Evangelio, no limitaríamos nuestros esfuerzos a la asistencia a los cultos del sábado. Trabajaríamos incansablemente repartiendo el Pan de Vida a las almas moribundas... Captemos el espíritu del gran Maestro. Aprendamos del Amigo de los pecadores cómo ayudar a las almas enfermas de pecado. Su corazón siempre se conmovía con la angustia humana. ¿Por qué somos tan fríos e indiferentes? ¿Por qué nuestros corazones son tan poco impresionables? Cristo se colocó sobre el altar del servicio como un sacrificio vivo. ¿Por qué somos tan reacios a entregarnos a la obra a la cual El consagró su vida? Algo debe hacerse para curar la terrible indiferencia que se ha adueñado de nosotros. Doblemos nuestras cabezas en humillación al ver cuánto menos hicimos de los que podríamos haber hecho para sembrar las semillas de la verdad. Cuando nos convirtamos, cambiarán nuestros deseos de gozar de tranquilidad y elegancia. Cristo conformó sus deseos y anhelos estrictamente a su misión, la misión que llevaba la insignia del cielo. El subordinó todo a la gran tarea que vino a realizar a este mundo en favor de la raza caída. Cuando en su juventud su madre lo encontró en la escuela de los rabinos y le preguntó “hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia”, les contestó: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” Lucas 2:48, 49.—Manuscrito 147, del 12 de noviembre de 1902, “Un llamado a hacer mayores esfuerzos”.

Alza tus Ojos


Alza tus Ojos
Los negocios de nuestro padre, 12 de noviembre https://ift.tt/BXvLlZK Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. Mateo 4:24. La vida de Cristo fue de constante sacrificio propio. Su obra no estaba limitada a algún lugar o tiempo. Estaba ligada sólo por el amor y la simpatía que Jesús sentía por las almas por las cuales pronto daría su vida. Su compasión no conocía límites. Realizó su obra de sanamiento y enseñanza en tan grande escala, que no había edificio en Palestina lo suficientemente grande para albergar las multitudes que lo rodeaban. En cada ciudad y pueblo por donde pasaba se encontraba su hospital. En las laderas de las colinas de Galilea, en las grandes vías públicas, en la costa del mar, en las sinagogas, en todo lugar donde había corazones prestos a escuchar su mensaje, Cristo sanaba a las personas y les señalaba al Padre Celestial. Al atardecer, luego de la jornada de labor, hablaba con los que durante el día trabajaban por una pitanza para sostener a sus familias. Si sólo comprendiéramos cuán diligentemente trabajó Cristo para sembrar la semilla del Evangelio, no limitaríamos nuestros esfuerzos a la asistencia a los cultos del sábado. Trabajaríamos incansablemente repartiendo el Pan de Vida a las almas moribundas... Captemos el espíritu del gran Maestro. Aprendamos del Amigo de los pecadores cómo ayudar a las almas enfermas de pecado. Su corazón siempre se conmovía con la angustia humana. ¿Por qué somos tan fríos e indiferentes? ¿Por qué nuestros corazones son tan poco impresionables? Cristo se colocó sobre el altar del servicio como un sacrificio vivo. ¿Por qué somos tan reacios a entregarnos a la obra a la cual El consagró su vida? Algo debe hacerse para curar la terrible indiferencia que se ha adueñado de nosotros. Doblemos nuestras cabezas en humillación al ver cuánto menos hicimos de los que podríamos haber hecho para sembrar las semillas de la verdad. Cuando nos convirtamos, cambiarán nuestros deseos de gozar de tranquilidad y elegancia. Cristo conformó sus deseos y anhelos estrictamente a su misión, la misión que llevaba la insignia del cielo. El subordinó todo a la gran tarea que vino a realizar a este mundo en favor de la raza caída. Cuando en su juventud su madre lo encontró en la escuela de los rabinos y le preguntó “hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia”, les contestó: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” Lucas 2:48, 49.—Manuscrito 147, del 12 de noviembre de 1902, “Un llamado a hacer mayores esfuerzos”.
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¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Lo que ojo no vio, ni oído oyó, 12 de noviembre https://ift.tt/80szyFK Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. 1 Corintios 2:9. Los que verdaderamente aman a Dios, desearán mejorar los talentos recibidos a fin de que puedan ser una bendición para otros. Y pronto las puertas del cielo se abrirán para admitirlos, y los labios del Rey de gloria pronunciarán la bendición que será para sus oídos como la más hermosa música: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. Mateo 25:34. Así se les dará la bienvenida a los redimidos a las mansiones que Jesús les está preparando. Allí sus compañeros no serán los viles de la tierra, sino los que por la ayuda divina han formado caracteres perfectos. Toda tendencia pecaminosa, toda imperfección ha sido eliminada por la sangre de Cristo; y se les imparte la excelencia y brillantez de su gloria, que excede por lejos al fulgor del sol en su esplendor meridiano. Y la belleza moral, la perfección de su carácter [de Cristo], resplandece a través de ellos, con una excelencia que sobrepasa ese esplendor exterior. Están sin culpa ante el gran trono blanco, compartiendo la dignidad y los privilegios de los ángeles.27En Lugares Celestiales, 369. “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Teniendo en vista esta gloriosa herencia, “¿qué recompensa dará el hombre por su alma?” Mateo 16:26. Quizás sea pobre; pero posee una riqueza y dignidad que el mundo jámas podrá otorgar.28The Southern Work, 31-3-1908. Morar para siempre en este hogar de los bienaventurados; llevar en el alma, el cuerpo y el espíritu, no los obscuros estigmas del pecado y la maldición, sino la perfecta semejanza de nuestro Creador, y a través de los siglos sin fin progresar en sabiduría, conocimiento y santidad, explorando siempre nuevos campos del pensamiento, hallando siempre nuevos prodigios y nuevas glorias, creciendo siempre en capacidad de conocer, disfrutar y amar, sabiendo que quedan todavía delante de nosotros gozo, amor y sabiduría infinitos, tal es el fin hacia el cual dirige la esperanza el cristiano, el fin para el cual nos prepara la educación cristiana.29Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 45.
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Sabbath School


Comentarios Elena G.W https://ift.tt/vyGTX8t La pregunta que el intérprete de la ley formuló a Cristo era de vital importancia. Los fariseos que lo habían incitado a hacer esta pregunta esperaban que el Señor Jesús la respondiera de tal manera que ellos encontraran algo en contra de él, algo por lo cual pudieran acusarlo y condenarlo ante el pueblo. El dominio propio de Cristo, la sabiduría y autoridad con la que hablaba era algo que no podían entender. Cuando el intérprete de la ley formuló esta pregunta, Cristo sabía que la sugerencia provenía de sus más acérrimos enemigos, los que estaban tendiendo una trampa para atraparlo en sus palabras. El Señor Jesús contestó la pregunta colocando la carga sobre el intérprete de la ley, de modo que respondiera su propia pregunta ante la multitud. “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás”. Lucas 10:26-28. La obediencia a los mandamientos de Dios es el precio de la vida eterna (Alza tus ojos, p. 221). Hay muchas lecciones importantes que aprender. Recordemos que no hay motivo alguno en el corazón del hombre que Dios no vea claramente. Los motivos de cada uno son pesados tan cuidadosamente como si el destino de cada ser humano dependiera únicamente de ese resultado. Necesitamos conectamos con el poder divino a fin de recibir mayor luz y una comprensión mejor de cómo razonar de causa a efecto. Necesitamos cultivar la capacidad de entendimiento, mediante nuestra participación de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Considere cada uno de nosotros en forma cuidadosa esta solemne verdad: Dios en el cielo es fiel y no hay designio, no importa cuán intrincado sea; ni motivo, no importa cuán cuidadosamente se lo haya ocultado, que él no comprenda claramente (Alza tus ojos, p. 51). No permitáis que nada aparte vuestra atención de la pregunta: “¿Haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?” Lucas 10:25. Esta es una cuestión de vida o muerte, que cada uno de nosotros debe definir para la eternidad. Ocúpese la mente con la importancia de la solemne verdad que poseemos… Dios desea que los hombres y mujeres piensen juiciosa y sinceramente. Han de ascender a un grado cada vez más alto, dominando un horizonte cada vez más amplio. Contemplando a Jesús, han de ser transformados a su semejanza. Han de pasar su tiempo en la búsqueda de las profundas y eternas verdades del cielo… Y cuando aprenden de Dios, sus motivos y simpatías se hacen firmes e inmutables, pues las impresiones hechas por el Omnisapiente son sustanciales y duraderas. El agua viviente que da Cristo no es como un manantial superficial que mana durante un corto tiempo y después se seca. El agua viviente fluye para vida eterna (Mensajes selectos, t. 1, pp. 202, 203).

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374