DEVOCIONES MATUTINAS DE ELLEN WHITE PARA EL 12 DE FEBRERO

“Cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio”.

“Cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio”.
Mediante Moisés, Jehová había dicho: “No aborrecerás a tu hermano en tu corazón... No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo”.22 Las verdades que Cristo presentaba eran las mismas que habían enseñado los profetas, pero se habían oscurecido a causa de la dureza de los corazones y del amor al pecado. {DMJ 51.2}
Las palabras del Salvador revelaban a sus oyentes que, al condenar a otros como transgresores, ellos eran igualmente culpables, porque abrigaban malicia y odio. {DMJ 51.3}
Al otro lado del mar, frente al lugar en que estaban congregados, se extendía la tierra de Basán, una región solitaria cuyos empinados desfiladeros y colinas boscosas eran desde mucho tiempo antes el escondite favorito de toda clase de criminales. La gente recordaba vívidamente las noticias de robos y asesinatos cometidos allí, y muchos denunciaban severamente a esos malhechores. Al mismo tiempo ellos mismos eran arrebatados y contenciosos; albergaban el odio más ciego hacia sus opresores romanos y se creían autorizados para aborrecer y despreciar a todos los demás pueblos, aun a sus compatriotas que no se conformaban a sus ideas en todas las cosas. En todo esto violaban la ley que ordena: “No matarás”. {DMJ 51.4}
El espíritu de odio y de venganza tuvo origen en Satanás, y lo llevó a dar muerte al Hijo de Dios. Quienquiera que abrigue malicia u odio, abriga el mismo espíritu; y su fruto será la muerte. En el pensamiento vengativo yace latente la mala acción, así como la planta yace en la semilla. “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él”.23 {DMJ 51.5}
“Cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio”. En la dádiva de su Hijo para nuestra redención, Dios demostró cuánto valor atribuye a toda alma humana, y a nadie autoriza para hablar desdeñosamente de su semejante. Veremos defectos y debilidades en los que nos rodean, pero Dios reclama cada alma como su propiedad, por derecho de creación, y dos veces suya por haberla comprado con la sangre preciosa de Cristo. Todos fueron creados a su imagen, y debemos tratar aun a los más degradados con respeto y ternura. Dios nos hará responsables hasta de una sola palabra despectiva hacia un alma por la cual Cristo dio su vida. {DMJ 51.6}
“¿Quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?” “¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio Señor está en pie, o cae”.24 {DMJ 52.1}
“Cualquiera que le diga [a su hermano]: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”. En el Antiguo Testamento la palabra fatuo se usa para describir a un apóstata o al que se entregó a la iniquidad. Dice Jesús que quienquiera que condene a su hermano como apóstata, o como despreciador de Dios, muestra que él mismo merece semejante condenación. {DMJ 52.2}
El mismo Cristo, cuando contendía con Satanás sobre el cuerpo de Moisés, “no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él”. Si lo hubiera hecho, le habría dado una ventaja a Satanás, porque las acusaciones son armas del diablo. En las Sagradas Escrituras se lo llama “el acusador de nuestros hermanos”. Jesús no empleó ninguno de los métodos de Satanás. Le respondió con las palabras: “El Señor te reprenda”.25 {DMJ 52.3}
Su ejemplo es para nosotros. Cuando nos vemos en conflicto con los enemigos de Cristo, no debemos hablar con espíritu de desquite, ni deben nuestras palabras asemejarse a una acusación burlona. El que vive como vocero de Dios no debe decir palabras que aun la Majestad de los cielos se negó a usar cuando contendía con Satanás. Debemos dejar a Dios la obra de juzgar y condenar. {DMJ 52.4}

NOTAS DE ELENA: Jueves 11 de febrero: “Estoy con vosotros todos los días”

Jueves 11 de febrero: “Estoy con vosotros todos los días”



“Emanuel, Dios con nosotros”. Esto lo es todo para nosotros. ¡Qué ancho fundamento coloca para nuestra fe! ¡Qué esperanza llena de inmortalidad pone ante el alma creyente! ¡Dios con nosotros en Cristo Jesús para acompañamos en cada etapa del viaje al cielo! ¡El Espíritu Santo con nosotros como Consolador y Guía en nuestras perplejidades, para aliviar nuestras tristezas y escudamos de la tentación! “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!” (Hijos e hijas de Dios, p. 297).
Tenemos que aprender individualmente esta lección de confianza especial en nuestro Salvador. Debemos confiar en nuestro Padre celestial, así como un niño confía en sus padres terrenales, y hemos de creer que obra para nuestro bien en todas las cosas... Yo puedo confiar en mi Salvador; me salva hoy, y mientras estoy luchando para vencer las tentaciones del enemigo, me dará gracia para triunfar (En lugares celestiales, p. 118).
Cristo no dijo a sus discípulos que su trabajo sería fácil. Les mostró la vasta confederación del mal puesta en orden de batalla contra ellos. Tendrían que luchar “contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires” (Efesios 6:12). Pero no se los dejaría luchar solos. Les aseguró que él estaría con ellos; y que si ellos avanzaban con fe, estarían bajo el escudo de la omnipotencia. Les ordenó que fuesen valientes y fuertes; porque Uno más poderoso que los ángeles estaría en sus filas: el General de los ejércitos del cielo. Hizo amplia provisión para la prosecución de su obra, y asumió él mismo la responsabilidad de su éxito. Mientras obedecieran su palabra y trabajasen en comunión con él, no podrían fracasar. Id a todas las naciones, les ordenó, id a las partes más alejadas del globo habitable, y estad seguros de que aún allí mi presencia estará con vosotros. Trabajad con fe y confianza; porque yo no os olvidaré nunca. Estaré siempre con vosotros, ayudándoos a realizar y cumplir vuestro deber, guiándoos, alentándoos, santificándoos, sosteniéndoos y dándoos éxito en hablar palabras que llamen la atención de otros al cielo (Los hechos de los apóstoles, p. 24).

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374