Ser Semejante a Jesús


Dios no está contento con el desorden de mal gusto, 5 de julio https://ift.tt/wXrzIJO Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos... Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios. Éxodo 19:10, 17. Algunos piensan que para efectuar esa separación del mundo que la Palabra de Dios requiere, deben descuidar su manera de vestir. Hay una clase de hermanas que piensa que está practicando el principio de no conformidad con el mundo... al vestirse el día sábado con el mismo traje que llevan durante la semana, para estar en la asamblea de los santos y participar en el culto a Dios. Y algunos de los hombres que profesan ser cristianos contemplan bajo la misma luz la cuestión de la vestimenta. Se reúnen con el pueblo de Dios en el sábado con su ropa sucia y manchada, y hasta con roturas en ella, y la llevan con desaliño. Esta clase de personas, si tuvieran que encontrarse con amigos honrados por el mundo y si quisieran ser especialmente favorecidas por ellos, se esforzarían por presentarse con la mejor ropa que pudieran conseguir, porque esos amigos se sentirían ofendidos si aparecieran... despeinadas, con la ropa sucia y en desorden. Sin embargo, estas personas piensan que no importa en qué forma se vistan ni cuál sea la condición de su persona cuando se reúnen el sábado para adorar al gran Dios. Se congregan en su casa, que es como la cámara de audiencias del Altísimo, donde los ángeles celestiales ministran, con poquísimo respeto o reverencia, según lo indica su persona y vestimenta. Toda su apariencia revela el carácter de estos hombres y de estas mujeres. El tema favorito de esta clase de personas es el orgullo tal como se manifiesta en la vestimenta. Consideran como orgullo la decencia, el gusto y el orden. La conversación, las obras y los negocios de estas almas engañadas guardan una estrecha relación con la ropa que llevan. Son descuidadas, y a veces tienen una conversación rastreara en sus hogares, entre sus hermanos y ante el mundo. La ropa de una persona y la forma como se la lleva generalmente se consideran como un exponente de su personalidad. Los que son descuidados y desaliñados en su manera de vestir, difícilmente tienen una conversación elevada, y poseen sentimientos muy poco refinados. Algunas veces consideran como humildad la rudeza y la vulgaridad... Nuestro Dios es un Dios de orden y no le agrada la distracción, la suciedad ni el pecado.—Mensajes Selectos 2:540, 541.

Reflejemos a Jesús


La perfecta unidad dará el éxito, 5 de julio https://ift.tt/OhZxHlp Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:21. Insto a nuestros hermanos a dejar de criticar y de hablar mal, y a acudir a Dios en ferviente oración, pidiéndole que ayude a los que se equivocan. Unanse unos con otros y con Cristo. Estudien el capítulo diecisiete de Juan, y aprendan cómo orar y cómo vivir la oración de Cristo. El es el Consolador. El morará en sus corazones, haciendo que su gozo sea cumplido. Sus palabras serán para ellos como el Pan de Vida, y con la fuerza así obtenida serán capacitados para desarrollar caracteres que serán una honra para Dios. Un perfecto compañerismo cristiano existirá entre ellos. Se verá en sus vidas el fruto que siempre aparece como resultado de la obediencia a la verdad. Hagamos de la oración de Cristo la regla de nuestra vida, a fin de que podamos formar caracteres que revelen al mundo el poder de la gracia de Dios. Ha de haber menos charla acerca de pequeñas diferencias, y un estudio más diligente de lo que la oración de Cristo significa para quienes creen en su nombre. Hemos de orar por la unión, y entonces vivir de tal manera que Dios pueda responder nuestras oraciones. Es la perfecta unidad—una unidad tan estrecha como la unión que existe entre el Padre y el Hijo—, lo que dará éxito a los esfuerzos de los obreros de Dios.—Manuscrito 1, de 1903. La completa unión con Cristo y unos con otros es absolutamente necesaria para la perfección de los creyentes. La presencia de Cristo por la fe en los corazones de los creyentes es su poder, su vida. Produce unión con Cristo. “Tú en mí”. La unión con Dios por medio de Cristo hace perfecta a la iglesia.—Manuscrito 182, 1905. A quien busque servir a los demás con abnegación y sacrificio le serán dados los atributos de carácter que lo recomendarán ante Dios, y desarrollará sabiduría, verdadera paciencia, clemencia, bondad, compasión. Esto le da un lugar privilegiado en el reino de Dios.—Manuscrito 165, de 1898. Nada puede perfeccionar la perfecta unidad en la iglesia, sino el espíritu de una paciencia semejante a la de Cristo. Satanás puede sembrar discordia; sólo Cristo puede armonizar los elementos discordantes... Cuando como obreros individuales de la iglesia amamos a Dios por sobre todo y al prójimo como a uno mismo, entonces no habrá trabajosos esfuerzos para unirnos; habrá una unidad en Cristo, los oídos estarán cerrados a los informes, y nadie hará reproches contra su vecino. Los miembros de la iglesia apreciarán el amor y la unidad, y serán como una gran familia. Entonces portaremos ante el mundo las credenciales que darán testimonio de que Dios ha enviado a su Hijo al mundo. Cristo dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Juan 13:35.—Carta 29, 1889.

Recibiréis Poder


Una fe dada por Dios, 5 de julio https://ift.tt/LY8tqS0 A otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 1 Corintios 12:9. La fe también es un don de Dios. La fe es el asentimiento de la comprensión humana a las palabras de Dios, lo que liga el corazón a su servicio. ¿Y de quién es la comprensión humana, si no es de Dios? ¿De quién es el corazón, si no es de Dios? Tener fe significa entregarle a Dios el intelecto y la energía que hemos recibido de él; por lo tanto, los que ejercitan la fe no merecen ningún crédito. Los que confían firmemente en un Padre celestial pueden creer en él con una confianza ilimitada; los que por la fe pueden mirar más allá de la tumba a las realidades eternas, deben confesar a su Hacedor: “Todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos”. 1 Crónicas 29:14. Ningún hombre tiene el derecho a considerarse propio. Y ninguna persona posee alguna cosa buena que pueda llamar propia. Todos los seres humanos y todas las cosas son propiedad del Señor. Todo cuanto el hombre recibe de la generosidad del cielo sigue siendo del Señor. Todo conocimiento que el ser humano obtenga de cualquier forma, que le ayude a ser un obrero inteligente en la causa de Dios, proviene del Señor, y debería ser impartido por el agente humano a otros a fin de que, a su vez, ellos puedan llegar a ser obreros valiosos. A quien se le hayan entregado dones excepcionales debería devolver a los depósitos del Señor lo recibido, dando libremente a otros el beneficio de sus bendiciones. De este modo será honrado y glorificado... Las capacidades otorgadas por el cielo no deben ser utilizadas para fines egoístas. Toda energía, toda dotación de capacidades son talentos que tienen que contribuir a la gloria de Dios usándolos en su servicio. Sus dones han de ser entregados a los cambistas, para que él pueda recibir lo suyo con usura. Los talentos que capacitan a un hombre para el servicio le son confiados para que él mismo pueda ser un obrero idóneo, y para enseñar a ser útiles a otros que en algún sentido son deficientes.—The Review and Herald, 1 de diciembre de 1904.

Nuestra Elevada Vocacion


¿Cómo está vuestra cuenta? 5 de julio https://ift.tt/A5XI4yP Mas ahora se requiere en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel. 1 Corintios 4:2. El dinero es una bendición cuando aquellos que lo utilizan consideran que son los mayordomos del Señor, que están manejando el capital del Señor, y que algún día deben rendir cuentas de su mayordomía.—Carta 17, 1872. ¿Confesáis a Cristo en la manera como gastáis los medios que él os ha confiado? ... Si Cristo recibiera lo que le pertenece en diezmos y ofrendas, no quedaría tanto para ser empleado en egoísmo, en baratijas y adornos. Ni se gastaría en vestidos, en excursiones de placer, en fiestas o en banquetes. Podemos confesar a Cristo al no realizar preparativos extraordinarios para las visitas; podemos negarlo haciendo una preparación más que común, que toma un tiempo que en verdad pertenece al Señor. ... Antes de iniciar una diversión para la gratificación del yo, preguntaos lo siguiente: ¿No es éste el tiempo que le pertenece a Dios, y su dinero, el que yo estoy gastando sin necesidad? Abrid vuestro libro de cuentas y ved cómo están vuestras cuentas con Dios, con vuestra casa y con el mundo. ¿Habéis confesado a Cristo diezmando fielmente la menta, el eneldo y el comino? Cuando le damos el diezmo al Señor, le estamos dando lo que le pertenece, y cometeríamos un robo si lo retuviéramos. ... ¿Revela vuestro libro de cuentas que habéis negociado fielmente con vuestro Dios? ¿Sois pobres? Entonces dad vuestro poco. ¿Habéis sido bendecidos con abundancia? Entonces aseguraos de apartar lo que el Señor registra como suyo. ... El descuido de confesar a Cristo en vuestros libros de cuentas, os priva del gran privilegio de tener vuestro nombre registrado en el libro de la vida del Cordero.—Manuscrito 13, 1896, pp. 1-3. Nuestro Padre celestial nos enseña mediante su propio ejemplo de benevolencia. Dios nos da constante y abundantemente. Toda bendición terrena procede de su mano. ¿Y qué acontecería si el Señor dejara de derramarnos sus dones? ¡Qué clamor de miseria, sufrimiento y necesidad subiría de la tierra! Diariamente necesitamos la indispensable corriente del amor y de la bondad de Jehová.—Manuscrito 153, 1903, pp. 70.

La Maravillosa Gracia de Dios


La función del espíritu, 5 de julio https://ift.tt/ekbO4WP Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. Juan 16:8. El Espíritu iba a ser dado como agente regenerador, y sin esto el sacrificio de Cristo habría sido inútil. El poder del mal se había estado fortaleciendo durante siglos, y la sumisión de los hombres a este cautiverio satánico era asombrosa. El pecado podía ser resistido y vencido únicamente por la poderosa intervención de la tercera persona de la Divinidad, que iba a venir no con energía modificada, sino en la plenitud del poder divino. El Espíritu es el que hace eficaz lo que ha sido realizado por el Redentor del mundo. Por el Espíritu es purificado el corazón. Por el Espíritu llega a ser el creyente partícipe de la naturaleza divina. Cristo ha dado su Espíritu como poder divino para vencer todas las tendencias hacia el mal, hereditarias y cultivadas, y para grabar su propio carácter en su iglesia.—El Deseado de Todas las Gentes, 625. Mientras nos entregamos como instrumentos para la operación del Espíritu Santo, la gracia de Dios trabajará en nosotros sojuzgando las viejas inclinaciones, venciendo las propensiones poderosas y formando nuevos hábitos.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 333. El Espíritu de Dios, recibido en el alma, vivifica todas sus facultades. Bajo la dirección del Espíritu Santo, la mente, consagrada sin reservas a Dios, se desarrolla armoniosamente, y queda fortalecida para comprender y cumplir lo que Dios requiere. El carácter débil y vacilante se vuelve fuerte y firme... Es el Espíritu el que hace resplandecer en las mentes entenebrecidas los brillantes rayos del Sol de justicia; el que hace arder el corazón de los hombres dentro de sí mismos con la recién despertada comprensión de las verdades de la eternidad; el que presenta a la mente la gran norma de justicia, y convence de pecado; el que inspira fe en el Único que puede salvar del pecado; el que obra para transformar el carácter retirando los afectos de los hombres de aquellas cosas que son temporales y perecederas, y fijándolos en la herencia eterna. El Espíritu crea de nuevo, refina y santifica a los seres humanos, preparándolos para ser miembros de la familia real, hijos del Rey celestial.—Obreros Evangélicos, 302-304.

En los Lugares Celestiales


“Vuestro culto racional” 5 de julio https://ift.tt/etFnSDo Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12:1. El apóstol ruega a sus hermanos que consagren sus cuerpos a Dios... Cuando llevamos una conducta que disminuye nuestro vigor mental y físico—en la comida, la bebida o en cualquiera de nuestros hábitos—deshonramos a Dios porque le robamos los servicios que reclama de nosotros. Cuando complacemos el apetito a expensas de la salud, o complacemos hábitos que disminuyen nuestra vitalidad y vigor mental, no podemos tener una elevada apreciación de la expiación y una estimación correcta de las cosas eternas. Cuando nuestras mentes están nubladas y parcialmente paralizadas por la enfermedad, somos vencidos fácilmente por las tentaciones de Satanás. La ingestión de comidas malsanas para complacer el apetito tiene una tendencia directa en desequilibrar la circulación de la sangre, en producir debilidad nerviosa, y el resultado es, entonces, gran falta de paciencia y del verdadero afecto elevado. La fuerza constitucional, tanto como el todo de las facultades morales y mentales, son debilitadas por la complacencia del apetito pervertido... Todos los tesoros del mundo se hunden en la insignificancia comparados con el valor de las facultades mentales y morales. Y el ejercicio pleno de esas facultades depende de la salud física. ¡Cuán importante es, pues, que sepamos cómo conservar la salud para que podamos cumplir con nuestro deber hacia Dios y los hombres según sus mandamientos! Las leyes de Dios son claras y distintas. Ninguna incertidumbre nubla una de ellas. Ninguna puede ser malentendida. Los que no pueden discernirlas están obnubilados por malos hábitos que debilitan su intelecto... Si queremos discernir las obligaciones de la ley de Dios proclamada en el Sinaí, debemos trabajar en armonía con las leyes naturales.—Carta 27, 1872.

El Cristo Triunfante


Jesús enfrentó la tentación con las escrituras, 5 de julio https://ift.tt/hiP1sID “El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Mateo 4:4. Aunque se presentó [Satanás] como ángel de luz, delataban su carácter estas primeras palabras: “Si eres Hijo de Dios”. En ellas se insinuaba la desconfianza. Si Jesús hubiese hecho lo que Satanás sugería, habría aceptado la duda. Si la confianza de Cristo en Dios podía ser quebrantada, Satanás sabía que obtendría la victoria en todo el conflicto. Esperaba que bajo el imperio de la desesperación y el hambre extrema, Cristo perdería la fe en su Padre, y obraría un milagro en su propio favor. No sin lucha pudo Jesús escuchar en silencio al supremo engañador. Pero el Hijo de Dios no había de probar su divinidad a Satanás. Jesús hizo frente a Satanás con las palabras de la Escritura. “Escrito está—dijo—: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. En toda tentación, el arma de su lucha fue la Palabra de Dios. Cuando Cristo dijo al tentador: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino con toda palabra que sale de la boca de Dios,” repitió las palabras que más de catorce siglos antes había dicho a Israel. Las mismas palabras se han escrito para nuestra admonición. Hemos de estar en comunión con Uno que da vida, Uno que mantiene en movimiento el corazón y regula los latidos del pulso. Dios le da el hálito de vida a cada miembro de su gran familia aquí en la tierra. El merece nuestra sincera reverencia y ferviente devoción. Cuando reflexionamos en lo que ha hecho por nosotros, ¿qué otra cosa podemos hacer sino amarlo? El Señor ha dado a su Hijo en propiciación por el pecado, para que podamos estar en terreno de ventaja con Dios. Si el mundo reconociera la apelación del Señor, no veríamos ni escucharíamos acerca de los pavorosos pecados que ahora son tan comunes; tampoco leeríamos acerca de los asesinatos, de la maldad, ni de la tiranía que narran los periódicos diariamente. Al igual que los antediluvianos, los habitantes del mundo casi han olvidado por completo a Dios y su ley.—Manuscrito 155, 1902. Cuando Satanás logra que su astucia fructifique en las mentes humanas, las influencias engañosas son recibidas como si procedieran del cielo. Si se da entrada a sus engaños, muchas almas serán entrampadas antes de percibir que tales cosas no proceden de Dios sino del enemigo de toda justicia... Satanás obra hoy con estratagemas engañosas para cautivar a los seres humanos mediante teorías falsas. La advertencia de que seamos cuidadosos a fin de no permitirle que se introduzca, llega a través del tiempo hasta nuestros días.—Manuscrito 37, 1903.

Dios nos Cuida


Un hogar que Dios pueda bendecir, 5 de julio https://ift.tt/7ukAWiC Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio. Génesis 18:19. Un hombre es a la vista de Dios lo que es en su familia. La vida de Abrahán, el amigo de Dios, estuvo señalada por el estricto cumplimiento de la palabra de Jehová. Cultivaba la religión del hogar. El temor de Dios llenaba su casa. El era el sacerdote de su hogar. Consideraba su familia como un depósito sagrado. Su casa constaba de más de mil miembros, y los dirigía a todos, padres e hijos, hacia el Soberano divino. No soportaba que hubiese opresión paterna por un lado, ni desobediencia filial por el otro. Mediante la influencia combinada del amor y la justicia, gobernó su casa en el temor de Dios y el Señor dio testimonio de su lealtad. El “mandará... a su casa”. No había descuido pecaminoso en poner freno a las malas propensiones de sus hijos, ni favoritismo indulgente, necio y débil, o renuncia a la convicción del deber a causa de un afecto mal entendido. Abrahán no sólo daba la instrucción apropiada, sino que mantenía la autoridad de las leyes justas y correctas. Cuán pocos hay en nuestros días que siguen este ejemplo. De parte de demasiados padres hay un sentimentalismo ciego y egoísta, que se manifiesta dejando a los hijos con sus juicios deformados y pasiones indisciplinadas, bajo el dominio de su propia voluntad. Esta es la peor crueldad que se le puede hacer a la juventud y un gran mal para el mundo. La indulgencia de los padres causa desorden en las familias y en la sociedad. Reafirma en la juventud el deseo de seguir las inclinaciones, en vez de someterse a los requerimientos divinos. Padres e hijos por igual pertenecen a Dios y deben someterse a su gobierno. Abrahán gobernó su casa mediante el afecto y la autoridad combinadas. La palabra de Dios nos ha dado reglas para que nos sirvan de guía. Estas reglas forman la norma de la que no debemos desviarnos para seguir su camino. La voluntad del Señor debe ser suprema. La pregunta que debemos hacer no es: ¿Qué han hecho otros? ¿Qué pensarán mis familiares? o, ¿Qué dirán si sigo este camino? sino, ¿Qué ha dicho Dios? Ni padres ni hijos pueden verdaderamente prosperar en camino alguno que no sea el camino del Señor.

Conflicto y Valor


¿Cuál será nuestro epitafio? 5 de julio https://ift.tt/Llatunp 1 Reyes 3:1; 11:1-8. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor. 2 Corintios 6:17. Salomón se había congratulado de que su sabiduría y el poder de su ejemplo desviarían a sus esposas de la idolatría al culto del verdadero Dios, y que las alianzas así contraídas atraerían a las naciones de en derredor a la órbita de Israel. ¡Vana esperanza! El error cometido por Salomón al considerarse bastante fuerte para resistir la influencia de asociaciones paganas fue fatal. Lo fue también el engaño que le indujo a esperar que no obstante haber despreciado él la ley de Dios, otros podrían ser inducidos a reverenciar y obedecer sus sagrados preceptos.—La Historia de Profetas y Reyes, 38. Como el rey de Israel, muchos siguen sus deseos carnales y realizan casamientos no santificados. Al igual que Salomón en su elevada posición, muchos, en su esfera limitada, se inician en la vida como en una mañana igualmente clara y promisoria. Sin embargo, mediante un paso en falso irrevocable, dado en el casamiento, pierden sus almas y arrastran a otros a la ruina con ellos. Como las esposas de Salomón desviaron su corazón de Dios a la idolatría, así los compañeros frívolos, que no tienen profundidad de principios, desvían los corazones de los que una vez eran nobles y fieles a la vanidad, a placeres corruptores, y al vicio descarado.—The S.D.A. Bible Commentary 2:1031. Que el triste recuerdo de la apostasía de Salomón sirva de advertencia a cada alma para que evite el mismo precipicio... El rey más grande que alguna vez empuñara un cetro, de quien se había dicho que era el amado de Dios, mediante afectos equivocados se contaminó y fue miserablemente abandonado por su Dios. El gobernante más poderoso de la tierra había fracasado en gobernar sus propias pasiones. Salomón pudo salvarse “así como por fuego”, sin embargo su arrepentimiento no pudo quitar los lugares altos, ni demoler las piedras, que permanecían como evidencias de sus crímenes. Deshonró a Dios, prefiriendo ser gobernado por la concupiscencia antes que ser participante de la naturaleza divina. ¿Qué legado dejó la vida de Salomón a aquellos que citarían su ejemplo para justificar sus propias malas acciones? Debemos dejar una herencia de bien o de mal. ¿Serán nuestras vidas y nuestro ejemplo una bendición o una maldición? ¿Mirará la gente nuestras tumbas y dirá: “Me arruinó”, o “Me salvó”?—Ibid.

Alza tus Ojos


Vigilancia eterna, 5 de julio https://ift.tt/l40UHN6 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. 1 Pedro 5:8. Cristo estableció las condiciones de un servicio aceptable. “El que ame su vida, la perderá”, dijo; “y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Si algunos me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará”. Juan 12:25, 26. Es el método de servicio de Cristo el que vale a los ojos de Dios. El servicio de aquellos que lo practican a la manera del mundo es inútil, puesto que todo es para sí mismos. El egoísmo de la naturaleza humana toma el control. No sirven según el ejemplo que les ha dejado Cristo. Estudiemos la vida y muerte de Cristo. Hagamos todo lo posible, según nuestras fuerzas, para ejecutar el plan de Dios. ¿Qué lengua puede expresar, qué pluma revelar los maravillosos resultados de mirar a Jesús y vivir su vida? Qué pocos de los que declaran ser cristianos tienen algún derecho real a ese nombre sagrado. Satanás observa ansiosamente para hallar desprevenidos a los cristianos. ¡Oh, si los seguidores de Cristo recordaran que la eterna vigilancia es el precio de la vida eterna! Muchos poseen una fe adormecida. A menos que sean fortalecidos, reanimados, instados a obrar, sus almas se perderán. El yo debe morir y Cristo debe reinar en el corazón como supremo y único. Los pensamientos deben estar sujetos a El. Entonces la vida será una honra para su nombre. El alma recibirá poder de lo alto para resistir los engañosos ardides de Satanás. ¿Se han olvidado los adventistas del séptimo día de la advertencia dada en el sexto capítulo de Efesios? Estamos comprometidos en una lucha contra las huestes de las tinieblas. A menos que sigamos de cerca a nuestro Guía, Satanás obtendrá la victoria sobre nosotros. “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”. Efesios 6:13-17.—Carta 140, del 5 de julio de 1903, dirigida a “Mis estimados hermanos”.

A Fin de Conocerle


Iluminados por la palabra, 5 de julio https://ift.tt/MI06ePs La exposición de tus palabras, alumbra; hace entender a los simples. Salmos 119:130. La luz y la comprensión impartidas por la Palabra de Dios no tienen únicamente, o principalmente, el propósito de promover la cultura intelectual. Los oráculos sagrados fueron dados a los hombres con una finalidad más elevada que la mera obtención de un bien terreno o temporal. Así vemos revelado el gran plan de redención, el medio ideado para liberar a la humanidad del poder de Satanás. Vemos a Cristo, el Capitán de nuestra salvación, enfrentando al príncipe de las tinieblas en batalla abierta y obteniendo la victoria por nosotros. Aprendemos también que, mediante esta victoria, se nos abrió una puerta de esperanza, una fuente de poder, y que como soldados fieles podemos pelear nuestras propias batallas con el astuto enemigo, y vencer en el nombre de Jesús. Cada alma debe hacer frente a los poderes de las tinieblas. Los jóvenes y los ancianos serán atacados, y todos deben comprender cuál es la naturaleza del gran conflicto entre Cristo y Satanás, y deben comprender que atañe a ellos mismos. No basta poseer un conocimiento intelectual de la verdad. ... La palabra debe penetrar en nuestro corazón. Debe arraigarse en nosotros mediante el poder del Espíritu Santo. La voluntad debe ser puesta en armonía con sus requerimientos. No sólo el intelecto sino el corazón y la conciencia deben concurrir en la aceptación de la verdad. La Palabra de Dios da entendimiento a las gentes sencillas, a los que no han aprendido la sabiduría del mundo. El Espíritu Santo hace comprender las verdades salvadoras de las Escrituras a todos los que desean conocer y realizar la voluntad de Dios. Necesitamos sobre todo otro conocimiento, el conocimiento proporcionado por la Palabra de Dios. Necesitamos saber qué debemos hacer en este tiempo para escapar de las trampas satánicas y ganar la corona de gloria.—The Review and Herald, 25 de septiembre de 1883.

¡Maranata: El Senor Viene!


Perseguidos por católicos y protestantes, 5 de julio https://ift.tt/GMVab4X Seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Mateo 10:22. No debemos pensar que no podremos soportar la persecución. Tendremos que pasar por tiempos terribles.16The Review and Herald, 29-4-1890. Las persecuciones que sufrieron los protestantes de parte del romanismo, y por las cuales la religión de Jesucristo casi llegó a ser aniquilada, serán sobrepasadas cuando se unan el protestantismo y el papado.17Manuscrito 30, 1889. El pueblo de Dios que guarda los mandamientos, en lo sucesivo será puesto en la situación más angustiosa, pero todos los que han andado en la luz y la han difundido comprenderán que Dios interviene en su favor. Cuando todas las cosas parezcan más apremiantes, el Señor revelará su poder a sus fieles. Cuando la nación en favor de la cual Dios ha obrado de una manera tan maravillosa y a la cual ha protegido con el escudo de la Omnipotencia, abandone los principios protestantes y por medio de su legislatura dé protección y apoyo al romanismo para limitar la libertad religiosa, entonces Dios actuará con su propio poder en favor de su pueblo fiel. Se ejercerá la tiranía de Roma, pero Cristo será nuestro refugio.18Testimonios para los Ministros, 207. Cuando las iglesias principales de los Estados Unidos, uniéndose en puntos comunes de doctrina, influyan sobre el estado para que imponga los decretos y las instituciones de ellas, entonces la América protestante habrá formado una imagen de la jerarquía romana, y la inflicción de pena civiles contra los disidentes será el resultado inevitable.19Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 498. Las Escrituras enseñan que el papado reconquistará su perdida supremacía, y que volverán a encenderse los fuegos de la persecución mediante las concesiones contemporizadoras del así llamado mundo protestante. En este tiempo de peligro podremos resistir únicamente en la medida en que tengamos la verdad y el poder de Dios... Las perspectivas de tener que enfrentar el peligro y las dificultades personales, no necesitan desanimarnos, sino que deberían avivar el vigor y las esperanzas del pueblo de Dios, porque el tiempo de peligro constituye la oportunidad de Dios para proporcionar una clara manifestación de su poder.20Mensajes Selectos 2:421, 422, 425.

Sabbath School


Comentarios Elena G.W https://ift.tt/jpPySLV Aunque puedan ser muy evidentes para los demás, no siempre podemos ver los malos rasgos de nuestro carácter. Sin embargo, el tiempo y las circunstancias, con toda seguridad, sacarán a la luz el oro o descubrirán el vil metal de nuestro carácter. Los hombres no nos conocen hasta que el crisol de Dios nos pone a prueba. Cada pensamiento bajo, cada mala acción, revela algún defecto del carácter. Los rasgos ásperos deben ser desbastados por el bisel y el martillo del gran taller de Dios, y la gracia de Dios debe pulirnos antes de que podamos ocupar un lugar en el glorioso templo (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 532, 533). Hoy muchos piensan que cuando comienzan su vida cristiana se encontrarán libres de toda necesidad y de toda dificultad. Pero todo aquel que toma su cruz y sigue a Cristo tiene un Refidim en su camino. La vida no está hecha de verdes prados ni de aguas de reposo. El desaliento nos alcanza; llegan las privaciones; se producen incidentes que nos ponen en dificultad. A medida que avanzamos en el sendero angosto haciendo, según creemos, lo mejor, encontramos pruebas dolorosas que nos asedian… Acusados por la conciencia, razonamos que si hubiéramos caminado con Dios nunca hubiésemos sufrido de este modo… Desde antaño el Señor condujo a su pueblo a Refidim, y puede escoger conducirnos a nosotros allí con el propósito de probar nuestra fidelidad y lealtad hacia él. En su misericordia, Dios no siempre nos coloca en los lugares más fáciles; pues si lo hiciera, por nuestra autosuficiencia olvidaríamos que el Señor es nuestro ayudador en tiempo de necesidad. Desea manifestarse en medio de nuestras emergencias y revelarnos la abundante ayuda que hay a nuestra disposición, independientemente de lo que nos rodea; y él permite los desengaños y las pruebas para que percibamos nuestra impotencia y aprendamos a pedir ayuda al Señor, como un niño que cuando está hambriento y sediento se dirige a su padre terrenal (Signs of the Times, 10 de septiembre 1896; parcialmente en Cristo triunfante, p. 114). Hay espinas en toda senda. Todos los que siguen la dirección del Señor deben esperar sinsabores, aflicciones y privaciones. Pero un espíritu de verdadero heroísmo les ayudará a vencer todo esto. Muchos magnifican enormemente las dificultades aparentes y luego empiezan a compadecerse de sí mismos y dar lugar al desaliento. Los tales… necesitan disciplinarse en el esfuerzo y vencer todos estos sentimientos infantiles… Cada uno debiera tener un blanco, un objetivo en la vida… Los propósitos meritorios deben mantenerse constantemente en vista y cada pensamiento y acción tender a su realización (La fe por la cual vivo, p. 318).

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374