Listos para responder


Listos para responder, 6 de febrero

Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. 1 Pedro 3:15. MSV76 43.1
Se me ha mostrado que muchos de los que profesan conocer la verdad presente no saben lo que creen. No comprenden las evidencias de su fe. No tienen justo aprecio de la obra para el tiempo actual. Cuando venga el tiempo de prueba, habrá hombres que, si bien están predicando ahora a otros, al examinar sus creencias hallarán que hay muchas cosas de las cuales no pueden dar una razón satisfactoria. Hasta que no sean así probados, no conocerán su gran ignorancia. Y en la iglesia son muchos los que se figuran comprender lo que creen, y no se percatarán de su propia debilidad mientras no se levante una controversia. Cuando estén separados de los que sostienen la misma fe, y estén obligados a destacarse solos para explicar su creencia, se sorprenderán al ver cuán confusas son sus ideas de lo que habían aceptado como verdad... MSV76 43.2
Dios despertará a sus hijos; si otros medios fracasan, se levantarán herejías entre ellos, que los zarandearán, separando el tamo del trigo. El Señor invita a todos los que creen su Palabra a que despierten. Ha llegado una luz preciosa, apropiada para este tiempo... Los creyentes no han de confiar en suposiciones e ideas mal definidas de lo que constituye la verdad. Su fe debe estar firmemente basada en la Palabra de Dios, de manera que cuando llegue el tiempo de prueba, y sean llevados ante concilios para responder por su fe, puedan dar razón de la esperanza que hay en ellos, con mansedumbre y temor.8Joyas de los Testimonios 2:312, 313. MSV76 43.3
Los siervos de Cristo no deben preparar un discurso especial para presentarlo cuando sean llevados ante las autoridades por causa de su fe. Su preparación ha de ser hecha día tras día, atesorando en el corazón las preciosas verdades de la Palabra de Dios, alimentándose de las enseñanzas de Cristo, y fortaleciendo su fe por medio de la oración; entonces, cuando sean llevados ante los tribunales, el Espíritu Santo les hará recordar precisamente las verdades que alcanzarán los corazones de los que vinieren para oír.9Consejos sobre la Obra de la Escuela Sabática, 40. MSV76 43.4


Obedecer por principio


Obedecer por principio, 6 de febrero

Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 2 Pedro 1:10. SSJ 43.1
La vida eterna vale más que cualquier sacrificio, y Jesús dijo: “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”. Lucas 14:33. El que no hace nada sino que espera ser impulsado por algún ser sobrenatural, esperará en la inacción y oscuridad. Dios ha dado su palabra, y habla en un lenguaje inconfundible a su alma. ¿No es la palabra de su boca suficiente para mostrarle su deber, e instarlo a que lo haga? SSJ 43.2
Los que se humillan e investigan las Escrituras con oración, para conocer y hacer la voluntad de Dios, no tendrán dudas de sus obligaciones para con Dios. Porque “el que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios”. Juan 7:17. Si usted conoce el misterio de la piedad, debe seguir la sencilla palabra de verdad, lo sienta o no lo sienta; tenga emoción o no. Hay que rendir obediencia a partir de un sentido del principio, y debe practicarse lo correcto bajo todas las circunstancias. Éste es el carácter que es elegido de Dios para salvación. SSJ 43.3
En la Palabra de Dios se da la prueba de un cristiano genuino. Dice Jesús: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Juan 14:15. “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él... El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió”. Juan 14:21, 23, 24. SSJ 43.4
Aquí están las condiciones sobre las cuales cada alma será elegida para la vida eterna. Su obediencia a los mandamientos de Dios demostrará su derecho a la herencia con los santos en luz. Dios ha elegido una cierta excelencia de carácter, y cada uno que, por medio de la gracia de Cristo, alcance la norma de sus requerimientos, tendrá una entrada abundante al reino de la gloria.—Christian Education, 117, 118. SSJ 43.5


La ley de Dios es la ley de amor


La ley de Dios es la ley de amor, 6 de febrero

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas... Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.Marcos 12:30, 31. RJ 43.1
El amor, la base de la creación y la redención, es la base de la verdadera educación. Esto se ha hecho bien claro en la ley que Dios ha dado como guía de la vida. El primer y grande mandamiento... Amarle a El, el infinito, el omnisciente, con toda la fuerza y la mente y el corazón, significa el mayor desarrollo de cada poder. Significa que en el ser total—el cuerpo, la mente, así como el alma—, la imagen de Dios ha de ser restaurada. RJ 43.2
Semejante al primero es el segundo mandamiento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. La ley de amor requiere la devoción del cuerpo, la mente y el alma al servicio de Dios y nuestros prójimos. Y este servicio, mientras que nos hace una bendición para otros, trae la mayor bendición sobre nosotros mismos. La ausencia del egoísmo yace en la base del auténtico desarrollo... RJ 43.3
Lucifer deseó ser en el cielo el primero en poder y autoridad; deseó ser Dios, tener el gobierno del cielo; y apuntando a este fin ganó a muchos de los ángeles para su lado. Cuando fue echado de las cortes de Dios con su ejército rebelde, la obra de rebelión y egoísmo continuó en la tierra. Por medio de la tentación a la autoindulgencia y a la ambición, Satanás logró la caída de nuestros primeros padres; y desde ese entonces hasta el presente la gratificación de la ambición humana y la indulgencia en esperanzas y deseos egoístas ha demostrado ser la ruina de la humanidad. RJ 43.4
Bajo la dirección de Dios, Adán había de permanecer como cabeza de la familia terrenal, para mantener los principios de la familia celestial. Esto habría traído paz y felicidad. Pero Satanás determinó oponerse a la ley de que nadie “vive para sí”. El deseó vivir para sí. Buscó hacerse el centro de influencia. Esto había incitado a la rebelión en el cielo, y la aceptación de ese principio por el hombre trajo el pecado al mundo. Cuando Adán pecó, el hombre se separó del centro ordenado por Dios. Un demonio se convirtió en el poder central en el mundo. Donde debiera haber estado el trono de Dios, Satanás ubicó su trono. El mundo rindió su homenaje como una ofrenda voluntaria a los pies del enemigo. RJ 43.5
La transgresión de la ley de Dios trajo lamentos y muerte en su estela. Por la desobediencia los poderes del hombre fueron pervertidos, y el egoísmo tomó el lugar del amor. Su naturaleza se debilitó tanto que le fue imposible resistir el poder del mal... Los hombres habían escogido un dirigente que los encadenó a su carro como cautivos... Cristo vino al mundo para mostrarles que había plantado para ellos el árbol de la vida, cuyas hojas son para la sanidad de las naciones.—The Review and Herald, 16 de enero de 1913. RJ 43.6


Huesos secos vivificados


Huesos secos vivificados, 6 de febrero

Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová. Ezequiel 37:14. RP 47.1
No es el agente humano el que inspira vida. El Señor Dios de Israel hará esa parte avivando la actividad en la naturaleza espiritualmente muerta. El aliento del Señor de los ejércitos debe entrar en los cuerpos muertos. En el juicio, cuando se descubran todos los secretos, se sabrá que la voz de Dios habló mediante el agente humano, despertó la conciencia aletargada, conmovió las facultades muertas e impulsó a los pecadores al arrepentimiento, a la contrición y al abandono de los pecados. Entonces se verá claramente que, mediante el agente humano, se impartió fe en Jesucristo al alma que estaba muerta en delitos y pecados y fue vivificada con vida espiritual. RP 47.2
Pero esta comparación de los huesos secos no sólo se aplica al mundo, sino también a los que han sido bendecidos con gran luz, pues éstos también son como los esqueletos del valle. Tienen la forma de hombres, la estructura del cuerpo, pero no tienen vida espiritual. Sin embargo, en la parábola los huesos secos no quedan solamente unidos con apariencia de hombres, pues no es suficiente que haya simetría entre los miembros y el organismo entero. El aliento de vida debe vivificar los cuerpos para que puedan levantarse y entrar en actividad. Esos huesos representan la casa de Israel, la iglesia de Dios, y la esperanza de la iglesia es la influencia vivificante del Espíritu Santo. El Señor tiene que impartir su aliento a los huesos secos para que puedan vivir. RP 47.3
El Espíritu de Dios, con su poder vivificante, debe estar en cada agente humano para que pueda entrar en acción cada músculo y tendón espiritual. Sin el Espíritu Santo, sin el aliento de Dios, hay embotamiento de conciencia, pérdida de vida espiritual. Muchos que carecen de vida espiritual tienen sus nombres en los registros de la iglesia; pero no están escritos en el libro de la vida del Cordero. Pueden figurar en la lista de miembros pero no están unidos al Señor. Quizá sean diligentes en el cumplimiento de determinados deberes, y ser considerados como seres vivientes; pero muchos están entre los que tienen “nombres de que” viven, y están muertos.—Comentario Bíblico Adventista 4:1187. RP 47.4

Cuidad de la propiedad de Dios


Cuidad de la propiedad de Dios, 6 de febrero

El cual se dió a sí mismo por nuestros pecados, para librarnos de este presente siglo malo, conforme a la voluntad de Dios y Padre nuestro. Gálatas 1:4. NEV 45.1
Habéis costado mucho. “Glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. 1 Corintios 6:20. Aquello que podéis considerar como propio, es de Dios. Cuidad su propiedad. El os ha comprado a un precio infinito. Vuestra mente es suya. ¿Qué derecho tiene una persona de abusar de un cuerpo que no le pertenece, sino que es del Señor Jesucristo? ¿Qué satisfacción puede derivar nadie de disminuir gradualmente las potencias de un cuerpo y una mente, mediante la indulgencia egoísta hecha en cualquier forma? NEV 45.2
Dios ha dado a cada ser humano un cerebro. El desea que sea usado para gloria suya. Mediante él, el hombre está capacitado para colaborar con Dios en sus esfuerzos para salvar a sus prójimos que perecen. No tenemos demasiado poder intelectual o facultades de razonamiento. Debemos educar y capacitar cada facultad de la mente o el cuerpo—el mecanismo humano que Cristo ha comprado—a fin de que podamos hacer de él el mejor uso posible. Debemos hacer todo lo posible por fortalecer estas capacidades; porque a Dios le agrada que nosotros nos convirtamos en colaboradores suyos, cada vez más eficientes. NEV 45.3
En Exodo leemos que, cuando el Señor dirigió a los israelitas en la construcción de un tabernáculo en el desierto, él les dió a algunos hombres capacidades, talentos y habilidades especiales para proyectar, y luego los señaló para hacer trabajos determinados. El tratará con nosotros del mismo modo. ... Y aunque tengamos que comenzar de una manera muy humilde, él nos bendecirá y multiplicará nuestros talentos, como recompensa de nuestra fidelidad.—Manuscrito 8, 1904, pp. 5, 6. NEV 45.4
Cristo murió por vosotros, y vosotros debéis vivir como para Dios. Dejad que vuestra facultad de razonamiento, refinada, purificada y santificada, sea llevada a Dios. El Señor requiere la santificación de todo el ser. La mente, tanto como el cuerpo, en su totalidad, deben ser elevados y ennoblecidos. Dios sienta su derecho sobre la mente, el alma y el cuerpo.—Manuscrito 167, 1897. NEV 45.5
No está en la capacidad de aquellos que se nombran con el nombre de Jesús, darle a él más de lo que le pertenece. El ha comprado a cada instrumento humano a un precio infinito, y nosotros somos su propiedad, durante el tiempo y la eternidad.—Carta 51b, 1894. NEV 45.6


Dios con nosotros


Dios con nosotros, 6 de febrero

Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Mateo 1:23. MGD 45.1
Desde los días de la eternidad, el Señor Jesucristo era uno con el Padre; era “la imagen de Dios”, la imagen de su grandeza y majestad, “el resplandor de su gloria”. Vino a nuestro mundo para manifestar esa gloria. Vino a esta tierra oscurecida por el pecado para revelar la luz del amor de Dios, para ser “Dios con nosotros”... MGD 45.2
Nuestro pequeño mundo es un libro de texto para el universo. El maravilloso y misericordioso propósito de Dios, el misterio del amor redentor, es el tema en el cual “desean mirar los ángeles”, y será su estudio a través de los siglos sin fin. Tanto los redimidos como los seres que nunca cayeron hallarán en la cruz de Cristo su ciencia y su canción. Se verá que la gloria que resplandece en el rostro de Jesús es la gloria del amor abnegado. A la luz del Calvario, se verá que la ley del renunciamiento por amor es la ley de la vida para la tierra y el cielo; que el amor que “no busca lo suyo” tiene su fuente en el corazón de Dios... MGD 45.3
Jesús podría haber permanecido al lado del Padre. Podría haber conservado la gloria del cielo y el homenaje de los ángeles. Pero prefirió devolver el cetro a las manos del Padre, y bajar del trono del universo, a fin de traer luz a los que estaban en tinieblas, y vida a los que perecían... MGD 45.4
Este gran propósito había sido anunciado por medio de figuras y símbolos. La zarza ardiente, en la cual Cristo apareció a Moisés, revelaba a Dios... El Dios que es todo misericordia velaba su gloria en una figura muy humilde, a fin de que Moisés pudiese mirarla y sobrevivir. Así también en la columna de nube de día y la columna de fuego de noche, Dios se comunicaba con Israel, les revelaba su voluntad a los hombres, y les impartía su gracia. La gloria de Dios estaba suavizada, y velada su majestad, a fin de que la débil visión de los hombres finitos pudiese contemplarla. Así Cristo había de venir en “el cuerpo de nuestra bajeza” (Filipenses 3:21), “hecho semejante a los hombres”... Su gloria estaba velada, su grandeza y majestad ocultas, a fin de que pudiese acercarse a los hombres entristecidos y tentados.—El Deseado de Todas las Gentes, 11-15. MGD 45.5


Expresión de su maravilloso amor


Expresión de su maravilloso amor, 6 de febrero

Mirad cual amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce a él. 1 Juan 3:1. FV 45.1
“¡Qué amor, qué amor incomparable, que nosotros, pecadores y extranjeros, podamos ser llevados de nuevo a Dios, y adoptados en su familia! ... FV 45.2
“Todo el amor paterno que se haya transmitido de generación a generación por medio de los corazones humanos, todos los manantiales de ternura que se hayan abierto en las almas de los hombres, son tan sólo como una gota del ilimitado océano, cuando se comparan con el amor infinito e inagotable de Dios. La lengua no lo puede expresar, la pluma no lo puede describir. Podéis meditar en él cada día de vuestra vida; podéis escudriñar las Escrituras diligentemente a fin de comprenderlo; podéis dedicar toda facultad y capacidad que Dios os ha dado al esfuerzo de comprender el amor y la compasión del Padre celestial; y, sin embargo, queda infinitamente más allá. Podéis estudiar este amor durante siglos, sin comprender nunca plenamente la longura y la anchura, la profundidad y la altura del amor de Dios al dar a su Hijo a fin de que muriese por el mundo. La eternidad misma no lo revelará nunca plenamente. Sin embargo, cuando estudiemos la Biblia, y meditemos en la vida de Cristo y el plan de redención, estos grandes temas se revelarán más y más a nuestro entendimiento.”—Testimonios Selectos 4:254, 255. FV 45.3
“Fué en la tierra donde el amor de Dios se reveló por Cristo. Es en la tierra donde sus hijos han de reflejar su amor mediante vidas inmaculadas. Así los pecadores serán guiados a la cruz para contemplar al Cordero de Dios.”—Los Hechos de los Apóstoles, 242. FV 45.4


¿Cómo caminó Enoc?


¿Cómo caminó Enoc? 6 de febrero

“Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley”. Salmos 119:18. CT 45.1
De estar abiertos vuestros ojos, no solamente veríais ángeles buenos que tratan de impresionar los corazones, sino también ángeles malignos que intentan dejar sin efecto el mensaje de verdad que Dios ha enviado. CT 45.2
Mientras estemos en este mundo no estaremos seguros a menos que nuestras peticiones se eleven constantemente al Dios del cielo para que nos mantenga limpios de la corrupción que reina en la tierra. Nuestro Salvador nos ha dicho cómo serán los últimos días. Reinará la iniquidad, pero las almas que estén abiertas a la influencia del Espíritu de Dios recibirán fuerzas para resistir la corrupción de esta era degenerada. CT 45.3
Enoc caminó con Dios trescientos años antes de ser trasladado al cielo y la condición del mundo no era entonces mucho más favorable para lograr la perfección del carácter cristiano que en estos días. ¿Cómo caminó Enoc con Dios? Educó su mente y su corazón para sentir que siempre estaba en la presencia de Dios, y cuando lo invadía la incertidumbre elevaba su oración solicitando la protección divina. Rehusó seguir cualquier curso de acción que agraviara a Dios. Mantuvo al Señor constantemente ante sí. Bien podía orar: “Enséñame tu camino, para no errar. ¿Qué quieres de mí? ¿Qué he de hacer para honrarte, oh Dios mío?” CT 45.4
Desearemos orar con David: “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley”. Hay muchos que cierran sus ojos por temor de contemplar la verdad. No quieren ver los defectos de su vida y de sus caracteres y se perturban si se les menciona algo relativo a la ley de Dios. En esta actitud revelan que han establecido una norma humana para ellos y que su voluntad no es la voluntad de Dios. No queremos que seáis engañados por Satanás, el primer y gran adversario de la ley de Dios. Deseamos que tengáis en mente que la ley de Dios es la única norma por la que seremos juzgados... CT 45.5
En el principio, Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Pero el pecado casi ha borrado la imagen moral de Dios implantada en el hombre. Jesús vino a nuestro mundo para darnos un ejemplo viviente para que sepamos cómo vivir y cómo mantenernos en la senda del Señor. Él era la imagen del Padre. El carácter hermoso e inmaculado del Señor ha sido puesto ante nosotros como un ejemplo que debemos imitar. Debemos estudiar, imitar y seguir a Jesucristo. De este modo nuestros caracteres serán transformados según la hermosura y belleza del carácter del Señor. Al hacerlo estaremos delante de Dios por medio de la fe, recuperando por medio del conflicto con los poderes de las tinieblas el dominio propio y el amor de Dios que Adán perdió.—Manuscrito 6a, 1886. CT 45.6


Cristo, nuestro sacrificio y garantía


Cristo, nuestro sacrificio y garantía, 5 de febrero

Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 1 Pedro 2:24. ELC 44.1
Si estuvieras encarcelado por algún crimen que hubieras cometido, habiéndose pronunciado una sentencia de muerte contra ti, y viniere un amigo que te dijera: “Yo tomaré tu lugar y tú quedarás libre”, ¿no se llenaría tu corazón de gratitud por un amor tan abnegado? Cristo ha hecho infinitamente más que eso por nosotros. Estábamos perdidos; pesaba sobre nosotros la sentencia de muerte; y Cristo murió por nosotros y nos dio la libertad. Él dijo: “Llevaré sobre mí la culpa del pecador para que tenga otra oportunidad. Pondré a su alcance el poder que lo capacite para vencer en la lucha contra el mal”.—Manuscrito 11, 1885. ELC 44.2
Imaginémonos, si es posible, la naturaleza y el grado de los sufrimientos de Cristo. Este sufrimiento en la humanidad debía prevenir el derramamiento de la ira de Dios sobre todos aquellos por los cuales Cristo murió. Sí, para la iglesia este gran sacrificio será eficaz a través de la eternidad. ¿Podemos calcular en cifras la suma de sus transgresiones? Imposible. Entonces, ¿quién podrá aproximarse a una concepción de lo que Cristo soportó cuando tuvo que actuar como garantía por su iglesia, el único que podía padecer el castigo en favor del pecador sin ser consumido debido a su inocencia? ... En el sacrificio del unigénito Hijo de Dios se demuestra la tremenda gloria de la justicia y santidad divinas.—Manuscrito 6, 1897. ELC 44.3
Al empeñar su propia vida Cristo se hizo responsable por cada hombre y mujer de la tierra. Él está en la presencia de Dios diciendo: “Padre, yo tomo sobre mí la culpa de esa alma. Si ella tuviera que llevarla, eso significaría la muerte para ella. Si se arrepiente será perdonada. Mi sangre la limpiará de todo pecado. Yo di mi vida por los pecados del mundo”.—Manuscrito 127, 1899. ELC 44.4

Amar como Cristo amó


Amar como Cristo amó, 7 de febrero

En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Juan 13:35. DNC 46.1
Si deseamos ser verdaderas luces en el mundo, debemos manifestar el espíritu bondadoso y compasivo de Cristo. Para amar como Cristo amó debemos poner en práctica el dominio propio. Tenemos que revelar abnegación en todo momento y lugar. Debemos emplear palabras amables y tener una expresión agradable. Todo esto no cuesta nada al dador, y sin embargo al pasar deja una deliciosa fragancia. No es posible estimar la influencia benéfica que esas acciones ejercen. Son una bendición no solamente para el favorecido, sino también para el dador; porque se reflejan sobre este último. El amor genuino es un valioso atributo de origen celestial, que se vuelve más fragante a medida que se entrega a los demás... DNC 46.2
Dios desea que sus hijos recuerden que, para glorificarle, deben depositar su afecto en aquellos que más lo necesitan. No se debe descuidar a ninguna persona con quien nos relacionemos. No debemos manifestar egoísmo ante nuestros semejantes por palabra, acción ni con nuestra mirada, sean éstos ricos o pobres, humildes o poderosos. El amor que dirige palabras bondadosas a unos pocos, pero trata a otros con frialdad e indiferencia, no es amor, sino egoísmo. Nunca obrará para el bien de las almas o la gloria de Dios. No debemos concentrar nuestro amor en uno o dos objetos del mismo. DNC 46.3
Los que reciben el resplandor de la justicia de Cristo, pero se niegan a transmitirlo a la vida de los demás, pronto perderán los dulces y esplendorosos rayos de la gracia celestial, que reservaban egoístamente para prodigarlos sobre unos pocos... No se debe permitir que el yo reúna unos pocos escogidos junto a sí, sin dejar nada para los que necesitan más ayuda que nadie. No debemos reservar nuestro amor para un grupo especial. Quebremos el frasco, y el aroma saturará toda la casa.* 


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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374