Enfrentamos una crisis


Enfrentamos una crisis, 1 de marzo

¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. Joel 1:15. MSV76 66.1
Al unir un eslabón con otro en la cadena de los acontecimientos, desde la eternidad pasada a la eternidad futura, las profecías que el gran YO SOY dio en su Palabra nos dicen dónde estamos hoy en la procesión de los siglos y lo que puede esperarse en el tiempo futuro. Todo lo que la profecía predijo como habiendo de acontecer hasta el momento actual, se lee cumplido en las páginas de la historia, y podemos tener la seguridad de que todo lo que falta por cumplir se realizará en su orden. MSV76 66.2
Hoy las señales de los tiempos declaran que estamos en el umbral de acontecimientos grandes y solemnes. En nuestro mundo, todo está en agitación. Ante nuestros ojos se cumple la profecía por la cual el Salvador anunció los acontecimientos que habían de preceder su venida: “Y oiréis guerras, y rumores de guerras... Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares”. Mateo 24:6, 7. MSV76 66.3
El momento actual es de interés abrumador para todos los que viven. Los gobernantes y los estadistas, los hombres que ocupan puestos de confianza y autoridad, los hombres y mujeres pensadores de todas las clases, tienen la atención fija en los acontecimientos que se producen en derredor nuestro. Observan la intensidad que se apodera de todo elemento terrenal, y reconocen que algo grande y decisivo está por acontecer, que el mundo se encuentra en vísperas de una crisis estupenda. MSV76 66.4
La Biblia, y tan sólo la Biblia, presenta una visión correcta de estas cosas. En ella se revelan las grandes escenas finales de la historia de nuestro mundo... cuya aproximación hace temblar la tierra y desfallecer de temor los corazones de los hombres.1La Historia de Profetas y Reyes, 393, 394. MSV76 66.5
Hoy los hombres y las naciones son probados por la plomada que está en la mano de Aquel que no comete error. Por su propia elección, cada uno decide su destino, y Dios lo rige todo para cumplir sus propósitos.2La Historia de Profetas y Reyes, 393. MSV76 66.6
Los cristianos deben prepararse para lo que pronto ha de estallar sobre el mundo como sorpresa abrumadora, y deben hacerlo estudiando diligentemente la Palabra de Dios y esforzándose por conformar su vida con sus preceptos.3La Historia de Profetas y Reyes, 461. MSV76 66.7

Tiempo para estudiar el Apocalipsis


Tiempo para estudiar el Apocalipsis, 1 de marzo

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y que guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca. Apocalipsis 1:3. SSJ 67.1
Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se relacionan con los últimos días requieren en forma especial nuestro estudio. El último libro del Nuevo Testamento está lleno de verdades que necesitamos entender. Satanás ha cegado la mente de muchos, de manera que se han regocijado de encontrar alguna excusa para no estudiar el Apocalipsis. SSJ 67.2
Debería haber un estudio más profundo y diligente de este libro [el Apocalipsis], una presentación más fervorosa de las verdades que contiene, verdades que le interesan a todos los que están viviendo en estos últimos días. Todos los que se están preparando para encontrar a su Señor deberían hacer de este libro el tema de estudio y oración fervientes. Es exactamente lo que significa su nombre: una revelación de los acontecimientos más importantes que van a suceder en los últimos días de la historia de esta tierra. Juan, por causa de su fiel confianza en la palabra de Dios y en el testimonio de Jesucristo, fue desterrado a la isla de Patmos, pero este destierro no lo separó de Cristo. El Señor visitó a su fiel siervo en su destierro, y le dio instrucciones concernientes a lo que iba a venir sobre el mundo. SSJ 67.3
Esta instrucción es de la mayor importancia para nosotros, porque estamos viviendo en los últimos días de la historia de este mundo. Pronto entraremos en el cumplimiento de los acontecimientos que Cristo le mostró a Juan que iban a suceder. Al presentar estas solemnes verdades, los mensajeros del Señor deben darse cuenta de que están manejando temas de interés eterno, y deben buscar el bautismo del Espíritu Santo, para que puedan hablar, no sus propias palabras, sino las palabras que les da Dios... SSJ 67.4
Los peligros de los últimos días están sobre nosotros, y en nuestro trabajo hemos de amonestar a la gente acerca del peligro en que está. No se dejen sin tratar las solemnes escenas que la profecía ha revelado. Somos los mensajeros de Dios y no tenemos tiempo que perder. Los que son colaboradores con nuestro Señor Jesucristo mostrarán un profundo interés en las verdades que se encuentran en este libro. Con la pluma y con la voz se esforzarán para aclarar y explicar las cosas maravillosas que Cristo vino a revelar del cielo.—The Signs of the Times, 4 de julio de 1906. SSJ 67.5

La justificación por la fe, nuestra única esperanza


La justificación por la fe, nuestra única esperanza, 1 de marzo

Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 1 Juan 2:1, 2. RJ 66.1
Cuando el pecador penitente, contrito delante de Dios, comprende el sacrificio de Cristo en su favor y acepta ese sacrificio como su única esperanza en esta vida y en la vida futura, sus pecados son perdonados. Esto es justificación por la fe. Cada alma creyente debe conformar enteramente su voluntad a la de Dios y mantenerse en un estado de arrepentimiento y contrición, ejerciendo fe en los méritos expiatorios del Redentor y avanzando de fortaleza en fortaleza, de gloria en gloria. RJ 66.2
El perdón y la justificación son una y la misma cosa. Mediante la fe, el creyente pasa de la posición de un rebelde, un hijo del pecado y de Satanás, a la posición de un leal súbdito de Jesucristo, no en virtud de una bondad inherente, sino porque Cristo lo recibe como hijo suyo por adopción. El pecador recibe el perdón de sus pecados, porque estos pecados son cargados por su Sustituto y Garante. El Señor le dice a su Padre celestial: “Este es mi hijo. Suspendo la sentencia de condenación de muerte que pesa sobre él, dándole mi póliza de seguro de vida—vida eterna—en virtud de que yo he tomado su lugar y he sufrido por sus pecados. Ciertamente, él es mi hijo amado”. De esa manera el hombre, perdonado y cubierto con las hermosas vestiduras de la justicia de Cristo, comparece sin tacha delante de Dios. RJ 66.3
El pecador puede errar, pero no es desechado sin misericordia. Su única esperanza, sin embargo, es el arrepentimiento para con Dios y la fe en el Señor Jesucristo. Es prerrogativa del Padre perdonar nuestras transgresiones y nuestros pecados, porque Cristo ha tomado sobre sí nuestra culpa y ha suspendido la sentencia que pendía sobre nosotros, imputándonos su propia justicia. Su sacrificio satisface plenamente los requerimientos de la justicia. RJ 66.4
La justificación es lo opuesto a la condenación. La ilimitada misericordia de Dios se ejerce sobre los que son totalmente indignos. El perdona transgresiones y pecados por amor a Jesús, quien se ha convertido en la propiciación por nuestros pecados. Mediante la fe en Cristo, el transgresor culpable entra en el favor de Dios y en la firme esperanza de la vida eterna.—Fe y Obras, 108, 109. RJ 66.5
La justicia de Cristo hace que el pecador penitente sea aceptable ante Dios y obra su justificación. No importa cuán pecadora haya sido su vida, si cree en Jesús como su Salvador personal, se halla delante de Dios vestido con el manto inmaculado de la justicia imputada de Cristo.—The Signs of the Times, 4 de julio de 1892. RJ 66.6

Fragancia celestial


Fragancia celestial, 1 de marzo

No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Juan 15:16. RP 71.1
Para producir muchos frutos, hay que aprovechar al máximo todo privilegio y oportunidad para desarrollar una mente cada vez más espiritual. El que desea recibir diariamente la ayuda divina debe deponer toda vulgaridad, orgullo y mundanalidad. El que quiera crecer espiritualmente, con el poder del Espíritu Santo debe utilizar todos los recursos que el evangelio le proporciona para ganar en piedad e influencia. Es por medio de las invisibles agencias sobrenaturales como se produce el proceso de desarrollo desde la semilla hasta que el grano madura. RP 71.2
Antes de la traición y la crucifixión, Jesús consoló a sus discípulos con la promesa del Espíritu Santo; y en la doctrina acerca de este agente de influencia divina, qué riquezas les fueron reveladas, porque esta bendición traería en su estela todas las otras bendiciones. El Espíritu Santo imparte su aliento a los que humildemente confían en Cristo como el autor y el consumador de la fe, para que los frutos que produzcan sean para vida eterna. Habrá fragancia en su influencia, y el nombre de Jesús será música en los oídos, y melodía en su corazón. RP 71.3
Aunque no sean capaces de explicar el misterio de esta experiencia, los creyentes tendrán para otros sabor de vida que vivifica. Si las nubes los circundan saben que, al clamar al Señor, las tinieblas serán disipadas, y volverán el sosiego y el gozo al templo de su ser. Conocen lo que es tener la revelación del amor perdonador de Dios, una experiencia de paz que está más allá de toda comprensión, que inspira a alabar y, en agradecida adoración, a elevar todo el ser al que los amó y con su sangre los lavó del pecado. Tienen paz mediante Cristo Jesús y gozo en el Santo Espíritu. Al estar en Cristo permanecen abrazados al seno del amor infinito, que los llena de sumisión a su voluntad y les permite atesorar el cielo en sus corazones. Cristianos con estas virtudes producirán muchos frutos para la gloria de Dios e interpretarán correctamente el carácter divino, cuyos atributos serán manifestados al mundo.—The Signs of the Times, 3 de abril de 1893. RP 71.4

Cristo es la escalera que conduce al cielo


Cristo es la escalera que conduce al cielo, 1 de marzo

Y soñó, y he aquí una escala que estaba apoyada en tierra, y su cabeza tocaba en el cielo: y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Génesis 28:12. NEV 68.1
Consideremos esta escalera que le fué presentada a Jacob. ... El pecado de Adán suprimió toda relación entre el cielo y la tierra. Hasta el momento cuando el hombre transgredió la ley de Dios, había habido libre comunión entre la tierra y el cielo. Estaban comunicados por un sendero que la Deidad podía recorrer. Pero la transgresión de la ley de Dios interrumpió este sendero, y el hombre quedó separado de Dios. ... NEV 68.2
Todo eslabón que relacionaba a la tierra con el cielo, y al hombre con el Dios infinito, parecía que estaba roto. El hombre debía acudir al cielo, pero ¿cómo podía lograrlo? ¡Pero regocíjese el mundo! El Hijo de Dios, el que es sin pecado, el que es perfecto en obediencia, se constituyó en el canal a través del cual podía renovarse la comunicación perdida, el camino a través del cual el paraíso perdido podría volver a ganarse. El ser humano puede guardar los mandamientos de Dios a través de Cristo, el sustituto y la garantía del hombre. Puede volver a ser obediente, y Dios lo aceptará. NEV 68.3
Cristo es la escalera. “El que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”. Juan 10:9. ... NEV 68.4
La escalera es el medio de comunicación entre Dios y el hombre. El Evangelio le fué predicado a Jacob mediante la escalera mística. Así como la escalera se extendía desde la tierra y alcanzaba hasta los altos cielos, y la gloria de Dios se veía por encima de la escalera, así Cristo, en su naturaleza divina, alcanzó la inmensidad y fué uno con el Padre. Como la escalera, que aunque su tope penetraba en el cielo tenía su base afirmada en la tierra, así también Cristo, aunque es Dios, vistió su divinidad con humanidad y vivió en el mundo “en la condición como hombre”. Filipenses 2:8. La escalera habría sido inútil si su base no hubiera estado sobre la tierra, o si su tope no hubiera llegado hasta el cielo. NEV 68.5
Dios apareció en gloria por encima de la escalera, mirando hacia abajo, con compasión, al pecador y errabundo Jacob, dirigiéndole palabras de ánimo. Es a través de Cristo que el Padre contempla al hombre pecador. ... NEV 68.6
Los eslabones rotos han sido reparados. Se ha establecido un camino, a lo largo del cual los hombres cansados y angustiados pueden pasar. Pueden entrar al cielo y encontrar reposo.—Manuscrito 13, 1884, pp. 14, 15. NEV 68.7

La mayor atracción del cielo


La mayor atracción del cielo, 1 de marzo

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:16. MGD 68.1
Después de haber hablado de Cristo como del intercesor que puede “compadecerse de nuestras flaquezas”, el apóstol dice: “Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia”... El trono de la gracia representa el reino de la gracia; pues la existencia de un trono envuelve la existencia de un reino.—El Conflicto de los Siglos, 395. MGD 68.2
Lo que Dios nos indica y concede es ilimitado. El trono de la gracia es en sí mismo la atracción más elevada, porque está ocupado por Uno que nos permite llamarle Padre. Pero Dios no consideró completo el principio de la salvación mientras sólo estaba investido de su amor. Por su propia voluntad, puso en su altar a un Abogado revestido de nuestra naturaleza. Como intercesor nuestro, su obra consiste en presentarnos a Dios como sus hijos e hijas. Cristo intercede en favor de los que le han recibido. En virtud de sus propios méritos, les da poder para llegar a ser miembros de la familia real, hijos del Rey celestial. Y el Padre demuestra su infinito amor a Cristo, quien pagó nuestro rescate con su sangre, recibiendo y dando la bienvenida a los amigos de Cristo como amigos suyos. Está satisfecho con la expiación hecha. Ha sido glorificado por la encarnación, la vida, la muerte y la mediación de su Hijo. MGD 68.3
Tan pronto como un hijo de Dios se acerca al propiciatorio, llega a ser cliente del gran Abogado. Cuando pronuncia su primera expresión de penitencia y súplica de perdón, Cristo acepta su caso y lo hace suyo, presentando la súplica ante su Padre como su propia súplica. MGD 68.4
A medida que Cristo intercede en nuestro favor, el Padre abre los tesoros de su gracia para que nos los apropiemos, para que los disfrutemos y los comuniquemos a otros. Pedid en mi nombre—dice Cristo—, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros; pues el mismo Padre os ama, porque vosotros me amasteis. Haced uso de mi nombre. Esto dará eficacia a vuestras oraciones, y el Padre os dará las riquezas de su gracia; por lo tanto, “pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido”. Juan 16:24.—Testimonies for the Church 6:363, 364. MGD 68.5

La rebelión


La rebelión, 1 de marzo

Mas vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar su rostro de vosotros para no oír. Isaías 59:2. FV 68.1
“El mal se insinuó con Lucifer, el cual se rebeló contra el gobierno de Dios. Antes de su caída, era el querubín cubridor, notable por su excelencia. Dios lo hizo bueno y hermoso y muy semejante a la Deidad misma.”—The S.D.A. Bible Commentary 4:1163. FV 68.2
“Nada se enseña con mayor claridad en las Sagradas Escrituras que el hecho de que Dios no fue en nada responsable de la introducción del pecado en el mundo, y de que ninguna suspensión arbitraria de la gracia de Dios, ni ningún error en el gobierno divino hayan dado lugar a la rebelión. El pecado es un intruso, y no hay razón que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso e inexplicable; excusarlo equivaldría a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa en su favor o señalar la causa de su existencia, dejaría de ser pecado.”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 546, 547. FV 68.3
“Poco a poco Lucifer llegó a albergar el deseo de ensalzarse.... Aunque toda su gloria procedía de Dios, este poderoso ángel llegó a considerarla como perteneciente a sí mismo. Descontento con el puesto que ocupaba, a pesar de ser el ángel que recibía más honores entre las huestes celestiales, se aventuró a codiciar el homenaje que sólo debe darse al Creador. En vez de procurar el ensalzamiento de Dios como supremo en el afecto y la lealtad de todos los seres creados, trató de obtener para sí mismo el servicio y la lealtad de ellos.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 13, 14. FV 68.4

Venid todos los cansados


Venid todos los cansados, 1 de marzo

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28. HHD 69.1
La dulce voz de la misericordia llega hoy a vuestros oídos. Hoy estáis recibiendo la invitación celestial. Hoy todo en el cielo dice: Venid. Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven.—The Review and Herald, 17 de agosto de 1869. HHD 69.2
Venid, porque todo está listo ahora. Todo el que quiera, que venga y beba del agua de la vida de balde. Ahora necesitamos sencillez infantil. Necesitamos que todo lo semejante al orgullo, la vanidad y la insensatez desaparezca. Estamos frente al juicio. Los hombres y las mujeres necesitarán apoyarse en una fortaleza superior a toda ayuda humana. Deben afirmarse del brazo poderoso de Jehová. Estamos frente al día cuando las obras de los hombres serán probadas; y deseamos que vosotros estéis listos. Os instamos en el nombre del Maestro a prepararos. Os llamamos para que os apartéis del orgullo del mundo, la soberbia, la vanidad y la insensatez de la vida. Jesús os ama. Jesús tiene compasión de vosotros. Se ha enviado a la hueste angélica para que os ayude. Y ahora, cuando todo el cielo está interesado en vosotros, ¿no os interesaréis en vosotros mismos?—The Review and Herald, 17 de agosto de 1869. HHD 69.3
Algunos temen confiar plenamente en la Palabra del Señor como si eso fuera presunción. Oran para que el Señor les enseñe y temen aferrarse a la palabra de la promesa de Dios y creer que han sido enseñados por él. Mientras comparezcamos ante nuestro Padre celestial con humildad y con un espíritu capaz de recibir enseñanza, dispuestos y ansiosos de aprender, ¿por qué habríamos de dudar del cumplimiento de la propia promesa de Dios?—The S.D.A. Bible Commentary 3:1155. HHD 69.4

Cristo tomó sobre sí la naturaleza humana


Cristo tomó sobre sí la naturaleza humana, 1 de marzo

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14. EJ 68.1
Como alguien que conoce el tema que trata, Juan le atribuye todo el poder a Cristo y habla de su grandeza y majestad. Proyecta los preciosos rayos de la verdad divina como si fueran la luz del sol. Presenta a Cristo como el único Mediador entre Dios y la humanidad. EJ 68.2
La doctrina de la encarnación de Cristo es un misterio: “El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades”. Colosenses 1:26. Es el misterio grande y profundo de la piedad. “Aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”. Cristo tomó sobre sí la naturaleza humana, una naturaleza inferior a la suya que era celestial. Nada demuestra como esto la incomprensible condescendencia de Dios. “De tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito”. Juan trata este admirable tema con tal sencillez que todos pueden comprender las ideas que presenta y ser iluminados. EJ 68.3
Cristo no tomó la naturaleza humana como un disfraz; la adoptó de veras. En realidad poseyó una naturaleza humana. “Por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo”. Era el hijo de María; era descendiente de David, de acuerdo con la genealogía humana. Se declaró que era un hombre, Jesucristo-Hombre. Pablo escribe de él: “Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo”. Hebreos 3:3. EJ 68.4
Pero aunque la Palabra de Dios se refiere a la humanidad de Cristo mientras estuvo en la tierra, también habla decididamente acerca de su preexistencia. La Palabra (Verbo) existía como un ser divino, como el mismo eterno Hijo de Dios, en unión con su Padre y siendo uno con él. Desde la eternidad se constituyó en el Mediador del pacto, la Persona en quien serían benditas todas las naciones de la tierra, tanto judíos como gentiles, si tan sólo lo aceptaban. “El Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”. Desde antes que fueran creados los hombres o los ángeles, el Verbo (Palabra) era con Dios, y era Dios... EJ 68.5
Desde el principio Dios y Cristo sabían acerca de la apostasía de Satanás y de la caída de Adán que se produciría como resultado del engañoso poder del apóstata. El plan de salvación se concibió con el fin de redimir a la raza caída, y darle una nueva oportunidad. Cristo fue destinado como un Mediador de la creación de Dios, establecido desde los tiempos eternos para ser nuestro sustituto y nuestra garantía. Desde antes que el mundo fuera creado se decidió que la divinidad de Cristo debía ser velada con la humanidad. Cristo dijo: “Me has preparado un cuerpo”. Pero no vino en forma humana sino hasta que el tiempo se hubo cumplido. Entonces vino a nuestro mundo, como un bebé en Belén.—The Review and Herald, 5 de abril de 1906. EJ 68.6

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374