Reflejemos a Jesús


“Tenemos... la palabra profética más segura”, 26 de julio https://ift.tt/wBioHKv Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas. 2 Pedro 1:16. El apóstol estaba bien preparado para hablar de los propósitos de Dios con respecto a la raza humana; porque durante el ministerio terrenal de Cristo había visto y oído muchas cosas relativas al reino celestial. “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas—recordó a los creyentes—, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo”. 2 Pedro 1:16-18. Por muy convincente que fuera esta evidencia de la certidumbre de la esperanza de los creyentes, había otra aún más convincente en el testimonio de la profecía, por medio de la cual la fe de todos podía ser confirmada y asegurada firmemente. “Tenemos también—declaró Pedro—la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. cap. 1:19-21. Mientras exaltaba “la palabra profética más segura” como una guía cierta en tiempos de peligro, el apóstol advirtió solemnemente a la iglesia contra la antorcha de la falsa profecía, que sería levantada por “falsos maestros”, que introducirían “encubiertamente herejías destructoras, y aun” negarían “al Señor”. cap. 2:1. A esos falsos maestros, que surgirían en la iglesia y serían considerados como verdaderos por muchos de los hermanos en la fe, el apóstol los compara a “fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre”. cap. 2:17. “Su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado”. cap. 2:20, 21. No todos, sin embargo, serían entrampados por los artificios del enemigo. Cuando el fin de todas las cosas terrenales estuviera cerca, habría fieles miembros capaces de discernir las señales de los tiempos. Aunque un gran número de profesos creyentes negarían su fe por medio de sus obras, habría un remanente que perseveraría hasta el fin... “Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz”. cap. 3:14.—Los Hechos de los Apóstoles, 441-443.

Recibiréis Poder


Colportores dotados para testificar, 26 de julio https://ift.tt/Fy14Ts9 Sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas. Hechos 20:19, 20. Por la luz que Dios me ha dado, descansa mucha responsabilidad sobre los colportores. Ellos deberían salir a su trabajo preparados para explicar las Escrituras, y no deberían decir o hacer nada que ate sus manos. Si ellos ponen su confianza en el Señor mientras viajan de un lugar a otro, los ángeles de Dios los rodearán; pondrán en sus labios palabras que traigan luz, esperanza y valor a muchas personas. Si no fuera por la obra de los colportores, muchos nunca oirían la verdad. De todos los dones que Dios ha dado al hombre, ninguno es más noble ni de una bendición mayor que el don del habla, si es santificado por el Espíritu Santo. Con la lengua convencemos y persuadimos; con ella ofrecemos oraciones y alabanza a Dios, y con ella transmitimos valiosos pensamientos acerca del amor del Redentor. Mediante esta obra el colportor puede esparcir semillas de verdad, iluminando muchas mentes con la luz de la Palabra de Dios. Sinceramente espero que ninguna mente reciba la impresión de que un ministro del evangelio se empequeñece cuando colporta. Escuchen el testimonio del apóstol Pablo: “Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo”. Hechos 20:18-21. El elocuente Pablo, a quien Dios se manifestó en forma notable, iba de casa en casa, con toda humildad de corazón, y con muchas lágrimas y pruebas.—The Home Missionary, 1 de noviembre de 1896.

Nuestra Elevada Vocacion


“Santos, siempre más santos”, 26 de julio https://ift.tt/3FcIWo4 Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación. 1 Tesalonicenses 4:3. Nuestra santificación es el objeto que Dios busca en todo su trato con nosotros. Nos ha elegido desde la eternidad para que fuéramos santos. Cristo se dió a sí mismo para lograr nuestra redención, para que mediante la fe en su poder para salvar del pecado pudiéramos ser hechos completos en él. Como cristianos hemos prometido cumplir la responsabilidad que nos ha encomendado, y mostrar al mundo que estamos en una estrecha relación con Dios. Así Cristo puede ser representado y honrado mediante las buenas palabras y las obras de sus discípulos. Dios espera de nosotros una perfecta obediencia a su ley. Esta ley es el eco de su voz que nos dice: Santos, sí, siempre más santos. Desead la plenitud de la gracia de Cristo, sí, anhelad—sentid hambre y sed—la justicia. La promesa es: “Y os hartaréis”. Que vuestro corazón se llene del anhelo de su justicia. ... Dios ha declarado llanamente que espera que seamos perfectos, y debido a que espera esto, él ha hecho provisión para que seamos participantes de la naturaleza divina. Únicamente así tendremos éxito en la lucha por la vida eterna. Se concede poder mediante Cristo. “Mas a todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en su nombre”. Juan 1:12. El pueblo de Dios debe reflejar ante el mundo los brillantes rayos de su gloria. Pero a fin de hacer esto, deben colocarse donde estos rayos puedan iluminarlos. Deben cooperar con Dios. El corazón debe ser limpiado de todo lo que conduce al mal. La Palabra de Dios debe estudiarse con un sincero deseo de obtener de ella poder espiritual. El Pan del cielo debe comerse y asimilarse hasta que llegue a ser una parte de la vida. Así obtenemos la vida eterna. Así se contesta la oración de Cristo: “Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad”. Juan 17:17. “Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación”. ¿Es vuestra voluntad que vuestros deseos e inclinaciones sean puestos en armonía con la mente divina?—The Review and Herald, 28 de enero de 1904.

La Maravillosa Gracia de Dios


El pecado que Dios no puede perdonar, 26 de julio https://ift.tt/G6JAPN3 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. Mateo 12:31. Cualquiera que sea el pecado, si el alma se arrepiente y cree, la culpa queda lavada en la sangre de Cristo; pero el que rechaza la obra del Espíritu Santo se coloca donde el arrepentimiento y la fe no pueden alcanzarle. Es por el Espíritu Santo como obra Dios en el corazón; cuando los hombres rechazan voluntariamente al Espíritu y declaran que es de Satanás, cortan el conducto por el cual Dios puede comunicarse con ellos. Cuando se rechaza finalmente al Espíritu, no hay nada más que Dios pueda hacer para el alma... No es Dios quien ciega los ojos de los hombres y endurece su corazón. El les manda luz para corregir sus errores, y conducirlos por sendas seguras; es por el rechazamiento de esta luz como los ojos se ciegan y el corazón se endurece. Con frecuencia, esto se realiza gradual y casi imperceptiblemente. Viene luz al alma por la Palabra de Dios, por sus siervos, o por la intervención directa de su Espíritu; pero cuando un rayo de luz es despreciado, se produce un embotamiento parcial de las percepciones espirituales, y se discierne menos claramente la segunda revelación de la luz. Así aumentan las tinieblas, hasta que anochece en el alma... No es necesario que elijamos deliberadamente el servicio del reino de las tinieblas para pasar bajo su dominio. Basta que descuidemos de aliarnos con el reino de la luz... La manifestación más común del pecado contra el Espíritu Santo consiste en despreciar persistentemente la invitación del Cielo a arrepentirse. Cada paso dado hacia el rechazamiento de Cristo, es un paso hacia el rechazamiento de la salvación y hacia el pecado contra el Espíritu Santo.—El Deseado de Todas las Gentes, 288-292. Cuando el alma se entrega a Cristo, un nuevo poder se posesiona del nuevo corazón. Se realiza un cambio que ningún hombre puede realizar por su cuenta. Es una obra sobrenatural, que introduce un elemento sobrenatural en la naturaleza humana. El alma que se entrega a Cristo, llega a ser una fortaleza suya.—Ibid. 291.

La Fe por la Cual Vivo


El fin se acerca, 27 de julio https://ift.tt/XWgRlwp Redimiendo el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5:16. “En la mañana del 23 de octubre de 1879, a eso de las dos, el Espíritu del Señor descansó sobre mí, y contemplé escenas del juicio venidero.... “Parecía haber llegado el gran día de la ejecución del juicio de Dios. Diez mil veces diez millares estaban congregados delante de un gran trono, sobre el cual estaba sentado un personaje de majestuosa apariencia. Delante de él había varios libros y sobre las tapas de cada uno de ellos estaba escrito en letras de oro semejantes a llamas de fuego ‘El libro mayor del cielo.’ Uno de estos libros, que contenía los nombres de los que aseveran creer en la verdad, fue abierto entonces.... A medida que se nombraba una tras otra a estas personas, y se mencionaban sus buenas acciones, sus rostros se iluminaban con un gozo santo que se reflejaba en toda dirección.... “Se abrió otro libro en el cual estaban anotados los pecados de los que profesan la verdad. Bajo el encabezamiento del egoísmo venían todos los demás pecados.... “Mientras el Ser santo que estaba sobre el trono hojeaba lentamente las páginas del libro mayor, y sus ojos se posaban un momento sobre las personas, su mirada parecía penetrar como fuego hasta sus mismas almas, y en ese momento, toda palabra y acción de sus vidas pasaba delante de sus mentes tan claramente como si hubiesen sido escritas ante su visión en letras de fuego.”—Joyas de los Testimonios 1:521, 522.

Hijos e Hijas de Dios


Dar al pecado el nombre que le corresponde, 26 de julio https://ift.tt/mYhwrlA Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, da gloria a Jehová el Dios de Israel, y dale alabanza, y declárame ahora lo que has hecho; no me lo encubras. Josué 7:19. La historia de Acán nos enseña la solemne lección de que por el pecado de un hombre el dasagrado de Dios puede descansar sobre un pueblo o una nación, hasta que se descubre y castiga la transgresión. El pecado es corruptor por naturaleza. Un hombre infectado por esta lepra mortal puede comunicar la mancha a miles... Muchos no se atreven a condenar la iniquidad, no sea que debido a ello sacrifiquen su puesto o su popularidad. Y algunos consideran que no es caritativo reprender el pecado. El siervo de Dios... está bajo la solemne obligación de presentar la Palabra del Señor, sin temor o favoritismo. Debe dar al pecado el nombre que le corresponde... El amor a Dios nunca debe inducirnos a empequeñecer el pecado; nunca debe encubrir ni excusar un mal inconfesado. Acán aprendió demasiado tarde que la ley de Dios, lo mismo que su Autor, es inmutable. Tiene que ver con todos nuestros actos, pensamientos y sentimientos. Nos sigue, y alcanza cada impulso secreto. Al abandonarse al pecado, los hombres llegan a considerar livianamente la ley de Dios. Muchos ocultan las transgresiones de sus semejantes, y se consuelan diciéndose que Dios no será estricto para señalar la iniquidad. Pero su ley es la gran norma de la rectitud, y con ella será comparado todo acto de la vida en ese día cuando Dios traerá toda obra a juicio, y todo acto secreto, sea bueno o malo. La pureza de corazón, producirá pureza de vida. Todas las excusas en favor del pecado son vanas. ¿Quién podrá defender al pecador si Dios da testimonio contra él?—The Signs of the Times, 21 de abril de 1881.

Exaltad a Jesús


Cristo lo es todo para los que lo reciben, 26 de julio https://ift.tt/MdL5GFQ Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Juan 10:27. La transformación del carácter humano hace que el yugo de Cristo sea fácil y ligera su carga. Si así lo quieren, todos pueden llegar a ser uno con Cristo tanto en su obediencia como en su servicio. Ordenar es prerrogativa de Dios; es deber del hombre obedecer. No se hace ninguna imposición sobre el alma. El honor del deber es algo que el Hijo de Dios le confiere a la persona que es heredera del cielo. Deberá trabajar para Dios rindiéndole un servicio interesado, leal, gozoso, y honorable. En la obediencia de todos sus mandamientos se revela un espíritu de amor hacia Dios. Cristo vivió y trabajó en esa misma atmósfera de amor. Cada palabra, cada acción es una obra para Dios. Aquí se combinan la fe en Dios y la fe en el hombre. Cristo jamás hubiera dado su vida por la raza humana si no hubiera tenido fe en las almas por las cuales murió. Sabía que un gran número respondería al amor que había expresado para la humanidad. No todo corazón reacciona positivamente, pero todo el que así lo desee puede responder a ese amor que no tiene paralelo. “Mis ovejas oyen mi voz”, dijo Cristo. El corazón que suspira por Dios reconocerá la voz del Señor. Dios no puede hacer nada en favor del alma que no responde a la gracia que le ha ofrecido ni al amor que le ha prodigado. El espera la reacción de las almas. El asunto descansa enteramente sobre ellos. El los invita a acudir a la fiesta de bodas; él prepara delante de ellos un banquete que satisfará todo anhelo. Su palabra está llena de sustancia y de grosura. Entonces el Señor derramará su Espíritu como en el día del pentecostés... Para cada alma la comunión con Dios es algo personal y directo. El corazón que se coloca bajo la dirección del Espíritu Santo arderá dentro del pecho con el amor de Dios. Entonces las personas se vuelven como niños confiados. Cristo no anda en busca de méritos personales. Oh, si todos quisieran acudir a él tales como son, y permitirle que él los prepare para recibirlos como suyos. El Señor desea únicamente que lo reciban a él y aprendan a llevar su yugo y a levantar sus cargas, para que el cielo pueda observar que son colaboradores de Dios. Por qué no podrá cada alma que necesita ayuda y reposo acudir al portador de cargas, para recibir luz y vida. Cristo no podía evitar ser una fuente de luz. Su misma obra consistía en brillar. Dijo él: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10. En mí no hay ninguna clase de tinieblas. La luz significa revelación, y la luz debe brillar en medio de la oscuridad moral. Cristo lo es todo para los que lo reciben. Es su consolador, su seguridad, su salud. No hay ninguna luz aparte de Cristo. No necesita haber una nube entre el alma y Jesús... Su gran corazón de amor está anheloso de inundar el alma con los rayos brillantes de su justicia.—Carta 153a, 1897.

Alza tus Ojos


La obediencia es el precio, 26 de julio https://ift.tt/pzAKC7J Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Lucas 10:27. La pregunta que el intérprete de la ley formuló a Cristo era de vital importancia. Los fariseos que lo habían incitado a hacer esta pregunta esperaban que el Señor Jesús la respondiera de tal manera que ellos encontraran algo en contra de El, algo por lo cual pudieran acusarlo y condenarlo ante el pueblo. El dominio propio de Cristo, la sabiduría y autoridad con la que hablaba era algo que no podían entender. Cuando el intérprete de la ley formuló esta pregunta, Cristo sabía que la sugerencia provenía de sus más acérrimos enemigos, los que estaban tendiendo una trampa para atraparlo en sus palabras. El Señor Jesús contestó la pregunta colocando la carga sobre el intérprete de la ley, de modo que respondiera su propia pregunta ante la multitud. “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás”. Lucas 10:26-28. La obediencia a los mandamientos de Dios es el precio de la vida eterna. Hay una obra muy extensa e importante que cumplir en la humanidad caída. Esta es la verdadera interpretación de la conversión genuina. La ley del Señor es perfecta, que convierte el alma. La respuesta a esta pregunta, según fue dada por el intérprete de la ley, comprende el deber total del hombre que está buscando la vida eterna. El doctor de la ley no fue capaz de evadir una pregunta tan directa y significativamente expresada como la que tenía que ver con las condiciones de la vida eterna. Comprendió sus implicancias, y la necesidad de responder a las demandas de la ley con el amor supremo a Dios, y al prójimo como a sí mismo. Sabía que no había hecho ni una cosa ni la otra, y la convicción de su negligencia en obedecer los primeros cuatro mandamientos y los últimos seis, especificados claramente en las palabras de los oráculos santos de Dios, fue grabada por el Espíritu Santo en su corazón. Se vio a sí mismo pesado en la balanza del santuario y hallado falto. No servía a Dios por encima de todo porque no lo había amado por encima de todo, con todo su corazón, con toda su alma, con todas sus fuerzas y con toda su mente. Decididamente carente de este requerimiento de la ley de Jehová, fracasó indiscutiblemente en amar a su prójimo como a sí mismo. Así, ante la multitud, El mismo presentó en concisas palabras las condiciones del Evangelio para que cada miembro de la familia humana, que está delante de Dios hoy, obtenga la vida eterna... Estas condiciones son invariables, sempiternas... Es menester sembrar las semillas del Evangelio. De la práctica de la verdad depende la salvación de cada alma humana.—Manuscrito 45, del 26 de julio de 1900, “¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?”.

A Fin de Conocerle


El huerto de Dios, 26 de julio https://ift.tt/hlcDFeC Porque toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre. 1 Pedro 1:24, 25. Si nuestra mente está abierta a las impresiones del Espíritu de Dios, podemos aprender lecciones de las cosas sencillas y hermosas de la naturaleza. Me siento oprimida en las atestadas ciudades, en las que el ojo no puede ver otra cosa sino casas. Las flores son maestros constantes. Los arbustos y las flores se apoderan de los elementos de la tierra y el aire para producir hermosos retoños y flores para nuestra felicidad; pero son predicadores de Dios, y debemos considerar las lecciones que nos enseñan. Así es como Dios nos ha dado las preciosas promesas en su Palabra. Las Escrituras están abiertas para nosotros como el huerto de Dios, y sus promesas son flores fragantes que crecen en todo ese huerto. Dios nos llama especialmente la atención a las que son apropiadas para nosotros. En estas promesas podemos discernir el carácter de Dios, y leer su amor por nosotros. Son el terreno sobre el cual descansa nuestra fe, el sostén y fortaleza de nuestra fe y esperanza. Y mediante ellas nuestra alma debe deleitarse en Dios y respirar en la fragancia del cielo. Mediante las preciosas promesas descorre el velo del futuro y nos da atisbos de las cosas que ha preparado para los que le aman. No deberíamos considerarlas con descuido o indiferencia, sino que así como examinamos las preciosas flores, ... que deleitan nuestros sentidos con su hermosura y fragancia, también deberíamos tomar las promesas de Dios, una a una, y examinarlas estrechamente por todos lados, para apoderarnos de su riqueza y ser aliviados, consolados y fortalecidos por ellas. Dios ha provisto para todos el consuelo que el alma necesita.—The Review and Herald, 11 de octubre de 1887.

Sabbath School


https://ift.tt/ZuAWmfR Comentarios Elena G.W Hay maldad en nuestro mundo, pero no todo el sufrimiento es el resultado de una conducta pervertida. Se nos presenta a Job claramente como un hombre a quien el Señor permitió que Satanás afligiera. El enemigo lo despojo de todo lo que poseía; se rompieron sus vínculos familiares; perdió a sus hijos. Durante un tiempo el cuerpo se le cubrió de llagas repugnantes, y sufrió muchísimo. Sus amigos vinieron para consolarlo, pero trataron de convencerlo de que era responsable de sus aflicciones por su proceder pecaminoso. Sin embargo, él se defendió y negó la acusación declarando: “Consoladores molestosos sois todos vosotros”. Al intentar hacerlo culpable delante de Dios y merecedor de su castigo, lo sometieron a una penosa prueba y describieron erróneamente el carácter de Dios. Con todo, Job no se apartó de su lealtad, y Dios recompensó a su fiel siervo (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 3, p. 1159). Hemos bebido la misma copa de aflicción, pero estaba mezclada con gozo y descanso y paz en Jesús. Él hace todas las cosas bien. Nuestro Padre celestial no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres. Este mundo es el escenario de nuestras pruebas, nuestros pesares y dolores. Estamos aquí para pasar la prueba a que Dios nos somete. El fuego debe ser avivado hasta que consuma la escoria y nosotros salgamos como oro purificado en el horno de la aflicción. Saldrá luz de estas tinieblas que a veces a Ud. le parecen incomprensibles. “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”. Job 1:21. Sea este el lenguaje de su corazón. La nube de misericordia se cierne sobre su cabeza aun en la hora más oscura. Los beneficios de Dios para nosotros son tan numerosos como las gotas de lluvia que caen de las nubes a la tierra reseca para regarla y refrescarla. La misericordia de Dios está sobre usted… Si pudieran ser abiertos sus ojos, vería a su Padre celestial inclinado sobre Ud. con amor, y si pudiera escuchar su voz, sería en tonos de compasión hacia Ud. que está postrado por el sufrimiento y la aflicción. Sosténgase en su fortaleza; hay descanso para usted, que está fatigado (In Heavenly Places, p. 272; parcialmente en Cada día con Dios, p. 346). Ejerce su poder en todos los lugares y bajo mil formas: en las desgracias y calamidades de mar y tierra, en las grandes conflagraciones, en los tremendos huracanes y en las terribles tempestades de granizo, en las inundaciones, en los ciclones, en las mareas extraordinarias y en los terremotos. Destruye las mieses casi maduras siguiéndose la hambruna y la angustia; propaga por el aire emanaciones mefíticas y miles de seres perecen en la pestilencia. Estas plagas irán menudeando más y más y se harán más y más desastrosas. El poder y la malignidad de Satanás y de su hueste podrían alarmarnos con razón, si no fuera por el apoyo y salvación que podemos encontrar en el poder superior de nuestro Redentor. Los que siguen a Cristo están siempre seguros bajo su protección. Ángeles de gran poder son enviados del cielo para ampararlos. El maligno no puede forzar la guardia con que Dios tiene rodeado a su pueblo (The Faith I Live By, p. 328; parcialmente en La fe por la cual vivo, p. 330).

¡Maranata: El Senor Viene!


El comienzo del fin, 26 de julio https://ift.tt/8IaxYwy Esto dice el Señor Dios: Mirad que viene la desgracia, la desgracia final. El fin llega, llega el fin; se ha despertado contra ti, helo aquí que viene. (Ezequiel 7:5, 6, versión Ausejo). Terrible será la crisis a que llegará el mundo. Unidos los poderes de la tierra para hacer la guerra a los mandamientos de Dios, decretarán que todos los hombres, “pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos” (Apocalipsis 13:16), se conformen a las costumbres de la iglesia y observen el falso día de reposo. Todos los que se nieguen a someterse serán castigados por la autoridad civil, y finalmente se decretará que son dignos de muerte. Por otra parte, la ley de Dios que impone el día de reposo del Creador exige obediencia y amenaza con la ira de Dios a los que violen sus preceptos. Dilucidado así el asunto, cualquiera que pisotee la ley de Dios para obedecer una ordenanza humana, recibe la marca de la bestia; acepta el signo de sumisión al poder al cual prefiere obedecer en lugar de obeceder a Dios... El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se trazará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no le sirven. Mientras la observancia del falso día de reposo (domingo), en obediencia a la ley del estado y en oposición al cuarto mandamiento, sea una declaración de obediencia a un poder que está en oposición a Dios, la observancia del verdadero día de reposo (sábado), en obediencia a la ley de Dios, será señal evidente de la lealtad al Creador. Mientras que una clase de personas, al aceptar el signo de la sumisión a los poderes del mundo, recibe la marca de la bestia, la otra, por haber escogido el signo de obediencia a la autoridad divina, recibirá el sello de Dios. Hasta ahora se ha solido considerar a los predicadores de las verdades del mensaje del tercer ángel como meros alarmistas... Pero a medida que se va agitando más ampliamente la cuestión de la observancia obligatoria del domingo, se ve acercarse la realización del acontecimiento hasta ahora tenido por inverosímil, y el tercer mensaje producirá un efecto que no habría podido producir antes.91Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 662-664.

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374