Cristo, el segundo Adán

Cristo, el segundo Adán, 3 de febrero 
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 1 Corintios 15:22. MGD 42.1 
La caída del hombre llenó todo el cielo de tristeza... El Hijo de Dios, el glorioso Soberano del cielo, se conmovió de compasión por la raza caída. Una infinita misericordia conmovió su corazón al evocar las desgracias de un mundo perdido. Pero el amor divino había concebido un plan mediante el cual el hombre podría ser redimido. La quebrantada ley de Dios exigía la vida del pecador. En todo el universo sólo existía uno que podía satisfacer sus exigencias en lugar del hombre. Puesto que la ley divina es tan sagrada como el mismo Dios, sólo uno igual a Dios podría expiar su transgresión. Ninguno sino Cristo podría salvar al hombre de la maldición de la ley, y colocarlo otra vez en armonía con el Cielo. Cristo cargaría con la culpa y la vergüenza del pecado, que era algo tan abominable a los ojos de Dios que iba a separar al Padre y su Hijo. Cristo descendería a la profundidad de la desgracia para rescatar la raza caída... MGD 42.2 
El plan de la salvación había sido concebido antes de la creación del mundo... Sin embargo, fue una lucha, aun para el mismo Rey del universo, entregar a su Hijo a la muerte por la raza culpable... ¡Oh, el misterio de la redención! ¡El amor de Dios hacia un mundo que no le amaba! ... A través de los siglos sin fin, las mentes inmortales, tratando de entender el misterio de ese incomprensible amor, se maravillarán y adorarán a Dios.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 48, 49. MGD 42.3 
A Cristo se lo llama el segundo Adán. Con toda su pureza y santidad, relacionado con Dios, y amado por él, comenzó allí donde había empezado el primer Adán... MGD 42.4 
Cristo fue tentado en forma cien veces más cruel que Adán, y en circunstancias mucho peores en todo sentido. El engañador se presentó como un ángel de luz, pero Cristo resistió sus tentaciones. Redimió la vergonzosa caída de Adán y salvó al mundo... Vivió la ley de Dios y la honró en este mundo de transgresiones, revelando al universo celestial, a Satanás y a los perdidos hijos de Adán, que por medio de su gracia la humanidad puede guardar la ley de Dios.—Meditaciones Matinales, 333. MGD 42.5 

Un Dios personal


Un Dios personal, 3 de febrero

Dios ... en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo ... el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. Hebreos 1:1-3. FV 42.1
“Dios es Espíritu; y sin embargo, es un ser personal, pues así se ha revelado a sí mismo.... FV 42.2
“Como ser personal, Dios se ha revelado a sí mismo en su Hijo. El esplendor de la gloria del Padre, ‘y la misma imagen de su sustancia,’ Jesús, como Salvador personal, vino al mundo. Como Salvador personal ascendió también al cielo. Como Salvador personal, intercede en las cortes celestiales.”—El Ministerio de Curación, 393, 398. FV 42.3
“La teoría de que Dios es una esencia que penetra toda la naturaleza, es aceptada por muchos de los que profesan creer las Escrituras; pero por muy bien vestida que vaya esta teoría, encierra el más peligroso engaño.... Si Dios es una esencia que penetra toda la naturaleza, entonces vive en todos los hombres; y para llegar a la santidad, el hombre no tiene más que desarrollar el poder que está en sí mismo. FV 42.4
“Estas teorías, llevadas hasta su conclusión lógica ... desechan la necesidad de la expiación y hacen del hombre el Salvador de sí mismo.... Los que las aceptan, corren gran peligro de ser inducidos finalmente a considerar toda la Biblia como una ficción.... La revelación que de sí mismo dejó Dios en su Palabra es para nuestro estudio. Debemos procurar entenderla.... Nadie debe permitirse entrar en especulaciones respecto a la naturaleza de Dios. Aquí el silencio es elocuencia. El Omnisciente está por encima de toda discusión.”—Ibid. 408-410. FV 42.5

Es santa, justa y buena


Es santa, justa y buena, 3 de febrero

De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. Romanos 7:12. HHD 42.1
Como supremo Gobernante del universo, Dios ha establecido leyes para el gobierno no sólo de todos los seres vivientes, sino de todas las operaciones de la naturaleza. Todo, grande o chico, animado o inanimado, está sometido a leyes fijas que no pueden pasarse por alto. No hay excepciones a esta regla; porque nada que haya hecho la Mano divina ha sido olvidado por la Mente divina... Solamente al hombre, la obra culminante de su creación, le ha dado Dios conciencia para comprender los requerimientos sagrados de la ley divina, y un corazón capaz de amarla como santa, justa y buena; y del hombre se requiere pronta y perfecta obediencia.—The Signs of the Times, 15 de abril de 1886. HHD 42.2
Este prohíbe toda opresión de parte de los padres y toda desobediencia de parte de los hijos. El Señor abunda en bondad, misericordia y verdad. Su ley es santa, justa y buena, y debe ser acatada por padres e hijos. Los preceptos que han de regir la vida de padres e hijos proceden de un corazón rebosante de amor, y la rica bendición de Dios descansará sobre los padres que apliquen su ley en sus hogares y sobre los hijos que la acaten. Se ha de sentir la influencia combinada de la misericordia y la justicia. “La misericordia y la verdad se encontraron: la justicia y la paz se besaron”. Las familias así disciplinadas andarán en el camino del Señor, para obrar justicia y juicio.—El hogar adventista, 279 (1894). 

Creado a la imagen de Dios, exaltad a Jesús como el creador


Creado a la imagen de Dios, exaltad a Jesús como el creador, 3 de febrero

Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Génesis 1:26. EJ 42.1
La vida de Cristo se debe revelar en la humanidad. El ser humano constituyó la corona de la obra creadora de Dios, hecho a la misma imagen divina y diseñado para ser un complemento de Dios; pero Satanás se ha esforzado por borrar la imagen de Dios en el hombre y por imprimirle la suya propia. El ser humano es muy querido para Dios, porque fue formado a su propia imagen. Este hecho debería impresionar sobre nosotros la importancia de enseñar por precepto y ejemplo lo que significa el pecado de la degradación del cuerpo que fue formado para representar a Dios ante el mundo, sea por causa de la indulgencia del apetito, o por cualquier otra práctica pecaminosa... EJ 42.2
Para poder comprender el valor que Dios le da al hombre, necesitamos entender el plan de la redención: el costoso sacrificio hecho por nuestro Salvador para rescatar a la raza humana de la ruina eterna. Jesús murió para obtener nuevamente posesión de la perla de gran precio... La vida de los hijos de Dios es una vida de abnegación, de autosacrificio, una vida de humildad. Los que no participan de los sacrificios de Cristo no pueden abrigar la esperanza de compartir su gloria... Hemos de ser juzgados de acuerdo con la manera en que utilizamos el conocimiento de la verdad que nos ha sido presentado. EJ 42.3
El Señor dio a su Hijo unigénito para rescatarnos del pecado. Nosotros somos hechura suya, somos sus representantes en el mundo, y él espera que revelemos el verdadero valor del hombre mediante la pureza de nuestra vida, y los esfuerzos fervientes que realicemos para recuperar la perla de gran precio. Nuestro carácter debe ser modelado de acuerdo con la similitud divina, y se debe reformar mediante la fe que obra por el amor y purifica el alma. La gracia de Dios embellecerá, ennoblecerá y santificará el carácter. El siervo del Señor que trabaje con inteligencia tendrá éxito. Nuestro Salvador dijo: “Las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre”. Juan 14:12. EJ 42.4
¿Cuáles son estas “obras mayores”? Si nuestros labios han sido tocados con el carbón encendido del altar, revelaremos al mundo el amor maravilloso que Dios ha manifestado al dar a Jesús, su Hijo unigénito, al mundo, “para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”. EJ 42.5
El misterio de la encarnación de Cristo, el relato de sus sufrimientos, crucifixión, resurrección y ascensión, revelan a toda la humanidad el maravilloso amor de Dios. Esto le imparte poder a la verdad. Los atributos de Dios fueron dados a conocer mediante la vida y las obras de Cristo. El fue el representante del carácter divino.—The Review and Herald, 18 de junio de 1895. EJ 42.6
La creación de Dios no es sino un depósito de recursos dispuestos para que él los emplee instantáneamente a su voluntad.—Comentario Bíblico Adventista 1:1095. EJ 42.7

¡Maravillosa humillación!


¡Maravillosa humillación! 3 de febrero

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 2 Corintios 8:9. ELC 42.1
Visitamos los antiguos palacios reales de Francia... Pensé en los reyes que una vez cruzaran por esos grandes atrios y adornaran esas galerías. ¿Dónde está ahora su grandeza humana? ... ELC 42.2
Luego recordamos a Jesús que vino a nuestro mundo con sus benditos propósitos de amor, despojándose a sí mismo de su ropaje real, su corona, y descendió del trono real vistiendo su divinidad con humanidad ... para transformarse en varón de dolores, experimentado en quebrantos. Lo vemos entre los pobres, bendiciendo a los afligidos, sanando a los enfermos, ... alcanzando con su divina piedad hasta las mismas profundidades de la miseria humana. Aun se compadeció de las tristezas y necesidades de los niñitos... ELC 42.3
Ángeles han sido enviados como mensajeros de misericordia a los angustiados, a los dolientes. Estos ángeles ... están cumpliendo misiones de amor, cuidado y misericordia para los dolientes de la humanidad. Pero hay un cuadro de humillación mayor que éste: el Señor, el Hijo del Padre Infinito, ... el Príncipe de los reyes de la tierra, el que nos amó, el que nos lavó de nuestros pecados en su propia sangre... ELC 42.4
¿Qué es la obra de los ángeles comparada con la humillación de Cristo? Su trono es desde la eternidad. El levantó cada arco y cada columna del gran templo de la naturaleza. Contempladlo, el principio de la creación de Dios, el que cuenta los astros, el que creó los mundos—entre los cuales esta tierra no es más que una manchita ... Las naciones delante de él no son más que “la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas” ... Contemplad al Señor, al glorioso Redentor, como un habitante más del mundo que creara, y sin embargo desconocido por los mismos a quienes manifestó tan grande interés para bendecirlos y salvarlos... ELC 42.5
¡Qué condescendencia hacia los hombres caídos de la tierra! ¡Qué maravilloso amor!—Manuscrito 75, 1886. 

Un tiempo especial de oportunidad espiritual


Un tiempo especial de oportunidad espiritual, 3 de febrero

“Pues habiendo conocido a Dios,... ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido... estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades”. Romanos 1:21, 29. CT 42.1
No obstante la iniquidad del mundo antediluviano, esa época no fue, como a menudo se ha supuesto, una era de ignorancia y barbarie. Los hombres tuvieron oportunidad de alcanzar un alto desarrollo moral e intelectual. Poseían gran fuerza física y mental, y sus ventajas para adquirir conocimientos religiosos y científicos eran incomparables. Es un error suponer que porque vivían muchos años, sus mentes alcanzaban tarde su madurez: sus facultades mentales se desarrollaban temprano y los que abrigaban el temor de Dios y vivían en armonía con su voluntad, continuaban aumentando en conocimiento y en sabiduría durante toda su vida... CT 42.2
Los antediluvianos no tenían libros ni anales escritos; pero con su gran vigor mental y físico disponían de una memoria poderosa, que les permitía comprender y retener lo que se les comunicaba, para transmitirlo después con toda precisión a sus descendientes... Lejos de ser una era de tinieblas religiosas, fue una edad de grandes luces. Todo el mundo tuvo la oportunidad de recibir instrucción de Adán... CT 42.3
El escepticismo no podía negar la existencia del Edén mientras estaba a la vista, con su entrada vedada por los ángeles custodios. El orden de la creación, el objeto del huerto, la historia de sus dos árboles tan estrechamente ligados al destino del hombre, eran hechos indiscutibles; y la existencia y suprema autoridad de Dios, la vigencia de su ley, eran verdades que nadie pudo poner en tela de juicio mientras Adán vivía. CT 42.4
A pesar de la iniquidad que prevalecía, había un número de hombres santos, ennoblecidos y elevados por la comunión con Dios, que vivían en compañerismo con el cielo. Eran hombres de poderoso intelecto, que habían realizado obras admirables. Tenían una santa y gran misión; a saber, desarrollar un carácter justo y enseñar una lección de piedad, no sólo a los hombres de su tiempo, sino también a las generaciones futuras. Sólo algunos de los más destacados se mencionan en las Escrituras; pero a través de todos los tiempos, Dios tuvo testigos fieles y adoradores sinceros.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 68-71. CT 42.5

La Biblia infunde nueva vida


La Biblia infunde nueva vida, 3 de febrero

Siendo renacidos... por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 1 Pedro 1:23. DNC 42.1
En la Biblia se revela la voluntad de Dios. Las verdades de la Palabra de Dios son la expresión del Altísimo. El que convierte esas verdades en parte de su vida llega a ser en todo sentido una nueva criatura. No recibe nuevas facultades mentales; en cambio, desaparecen las tinieblas que debido a la ignorancia y el pecado entenebrecían su entendimiento. “Te daré un corazón nuevo” quiere decir: “Te daré una mente nueva”. Al cambio de corazón acompaña siempre una clara convicción del deber cristiano, y la comprensión de la verdad. El que con oración da atención estricta a las Escrituras tendrá conceptos claros y juicios sanos, como si al volverse hacia Dios hubiera alcanzado un plano superior de inteligencia. DNC 42.2
La Biblia contiene los principios que cimentan la verdadera grandeza, la verdadera prosperidad, se trate del individuo o del país. La nación que permite la libre circulación de las Escrituras brinda oportunidades para que la mente de la gente se desarrolle y amplíe. La lectura de las Escrituras hace brillar la luz en medio de las tinieblas. Cuando se escudriña la Palabra de Dios, se encuentran verdades vivificadoras. En la vida de aquellos que siguen sus enseñanzas habrá una corriente invisible de felicidad que beneficiará a todos aquellos con quienes lleguen a relacionarse. DNC 42.3
Millares de personas han sacado agua de esas cisternas de vida, sin embargo el caudal no ha disminuido. Millares han tomado al Señor como ejemplo, y al contemplarlo han sido transformados a su imagen. Su espíritu arde en su interior cuando hablan de su carácter y revelan lo que Cristo hizo por ellos y cuánto significan para él... Miles más pueden entregarse a la tarea de escudriñar los misterios de la salvación... Cada nueva búsqueda revelará algo de más profundo interés que lo que hasta entonces se había descubierto.* DNC 42.4

Al séptimo día


Al séptimo día, 3 de febrero

Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra. Génesis 7:10. CV 40.1
Durante siete días después que Noé y su familia hubieron entrado en el arca, no aparecieron señales de la inminente tempestad. Durante ese tiempo se probó su fe. Fue un momento de triunfo para el mundo exterior. La aparente tardanza confirmaba la creencia de que el mensaje de Noé era un error y que el diluvio no ocurriría. A pesar de las solemnes escenas que habían presenciado... continuaron las burlas y orgías, y hasta se mofaron los hombres de las manifiestas señales del poder de Dios. Se reunieron en multitudes alrededor del arca para ridiculizar a sus ocupantes con una audacia violenta que no se habían atrevido a manifestar antes.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 86, 87. CV 40.2
Al fin de los siete días comenzaron a juntarse nubes. Esto era algo nuevo para la gente que nunca había visto nubes... Pronto la lluvia comenzó a caer. Todavía la gente trató de pensar que esto no era nada alarmante... Por un tiempo el suelo absorbió la lluvia; pero pronto comenzó a subir el agua, y cada día el nivel estaba más alto. Por la mañana cuando la gente veía que la lluvia seguía cayendo, se miraba con desesperación, y cada noche repetía: “¡Aún llueve!”.—The Signs of the Times, 10 de abril de 1901. CV 40.3
La gente presenció primeramente la destrucción de las obras de sus manos. Sus espléndidos edificios, sus bellos jardines y alamedas donde habían colocado sus ídolos, fueron destruidos por los rayos, y sus escombros fueron diseminados... CV 40.4
El terror de los hombres y los animales era indescriptible. Por encima del rugido de la tempestad podían escucharse los lamentos de un pueblo que había despreciado la autoridad de Dios... En aquella terrible hora vieron que la transgresión de la ley de Dios había ocasionado su ruina. Pero, si bien por temor al castigo reconocían su pecado, no sentían verdadero arrepentimiento ni verdadera repugnancia hacia el mal. Habrían vuelto a su desafío contra el cielo, si se les hubiese librado del castigo. Así también cuando los juicios de Dios caigan sobre la tierra antes del diluvio de fuego, los impíos sabrán exactamente en qué consiste su pecado: en haber menospreciado su santa ley. Sin embargo, su arrepentimiento no será más genuino que el de los pecadores del mundo antiguo. Historia de los Patriarcas y Profetas, 87, 88.* CV 40.5

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374