Hijos e Hijas de Dios


Sin Cristo nada valemos, 11 de octubre https://ift.tt/BUmOIxG El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Juan 15:6. El [Judas]... no fue transformado y convertido en una rama viva por su unión con la Vid verdadera. Este vástago seco no se adhirió a la Vid hasta transformarse en una rama viva y fructífera. Puso de manifiesto que era un injerto que no llevaba fruto, un injerto que no se unió fibra a fibra, vena a vena, con la Vid, participando de su vida. El sarmiento separado y seco puede llegar a unirse a la cepa sólo al participar de la vida y el alimento de la Vid viviente, al ser injertado en la vid, y al ser puesto en la relación más estrecha posible con ella... El vástago se afirma bien de la vid que le da la vida, hasta que ésta se transforma en la suya propia, y produce frutos semejantes a los de la vid.—The Review and Herald, 16 de noviembre de 1897. “Yo soy la vid—dijo Cristo—, vosotros los pámpanos”. Aquí se nos presenta la relación más íntima que sea dable concebir. Injértese la rama sin hojas en la cepa floreciente, y se convierte en un sarmiento vivo que saca savia y nutrición de la vid. El sarmiento se aferra fibra tras fibra, vena tras vena, hasta que brota, florece y lleva fruto. La rama sin savia representa al pecador. Cuando está unida a Cristo, el alma se une al alma, lo débil y lo finito a lo santo e infinito, y el hombre llega a ser uno con Cristo.—Joyas de los Testimonios 2:232. La rama aparentemente seca, al unirse a la vid viviente, llega a formar parte de ella... El alma, muerta en sus delitos y pecados, debe experimentar un proceso similar... Así como el injerto recibe vida cuando se une a la vid, el pecador participa de la naturaleza divina cuando se relaciona con Dios. Cuando estamos así unidos, las palabras de Cristo moran en nosotros, y no somos ya impulsados por sentimientos espasmódicos, sino por principios vivos y permanentes.—Joyas de los Testimonios 1:515, 516.

El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
La ley de Dios finalmente es vindicada, 11 de octubre “Dame entendimiento y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón”. Salmos 119:34. https://ift.tt/pEjO8nF Cuando Cristo ascendió a los cielos y abrió ante las inteligencias celestiales la escena del conflicto y se vieron los fieros ataques que Lucifer lanzó en su contra para impedirle realizar su obra en la tierra, se pudieron distinguir bajo una luz verdadera todas las prevaricaciones e imputaciones de quien fuera un encumbrado querubín. Se pudo ver que su pretendido carácter inmaculado era una farsa. Se pudo discernir todo el esquema que había montado para alcanzar la supremacía... Cuando se puso fin al problema, todos los seres que no habían caído expresaron su indignación ante la rebelión. A una voz proclamaron que Dios es justo, misericordioso, abnegado y bondadoso. Su ley había sido vindicada. Desde un principio el propósito de Satanás había sido separar a la familia humana de Dios. Y en cada época había llevado adelante este mismo propósito. La misma metodología de engaño, la misma lógica que había empleado para embaucar a la santa pareja en Edén, la utilizaría en las edades venideras. Su plan de trabajo siempre incluyó el engaño. Satanás se manifiesta como un ser religioso. Tiene una sinagoga a la que concurren sus adoradores... Él controla todas las clases... Constantemente, Satanás trabaja entre las personas de todas las edades. Bajo ciertas circunstancias adopta un manto de piedad, pureza y santidad. A menudo se presenta como ángel de luz. Ha cubierto los ojos de los hombres y las mujeres para que no puedan ver debajo de la superficie ni disciernan sus propósitos reales. Dios es omnipotente, omnisciente, inmutable. Siempre sigue un camino recto. Su ley es verdad inmutable, eterna. Sus preceptos están en consonancia con sus atributos. Pero Satanás los hace aparecer bajo una falsa luz. Al pervertirlos trata de dar a los seres humanos una impresión desfavorable del Dador de la ley. Mediante su rebelión ha tratado de hacer aparecer a Dios como un ser injusto y tiránico. Sin embargo, la vida, el juicio y la muerte de Jesús han desenmascarado la hipocresía de Satanás. Cristo tomó sobre sí la naturaleza humana y por su vida perfecta demostró la falsedad de las afirmaciones de Satanás quien constantemente acusa a todos los que intentan obedecer la ley de Dios. Y la sangre que Cristo derramó en la cruz es un testimonio incontrovertible y eterno que indica que la ley de Dios es tan inmutable como su carácter. La crucifixión de Cristo fue un asesinato instigado por Satanás y llevado a cabo por quienes se habían separado de Dios. En el día del juicio, cuando la muerte de Cristo en la cruz sea vista por todos con toda claridad, toda voz se acallará. Y cada uno comprenderá que Satanás es un rebelde.—Manuscrito 1, 1902.
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Alza tus Ojos


Alza tus Ojos
Se prueba el carácter, 11 de octubre https://ift.tt/SNb6kFB Nubes y oscuridad alrededor de él; justicia y juicio son el cimiento de su trono. Salmos 97:2. Dios probará el carácter en cada punto. El tiene corazón de Padre y mucha paciencia con sus hijos. En su trato con el pueblo de Israel les suplicó con misericordia y amor. Pacientemente expuso sus pecados ante ellos, y con clemencia esperó que vieran y reconocieran sus errores. Cuando se arrepintieron y confesaron sus pecados, El los perdonó; y aunque la ofensa se repitió frecuentemente no pronunció palabras de burla, ni expresó resentimiento. Cristo claramente afirmó que aunque alguien peque reiteradamente ha de ser perdonado, si se arrepiente, aun si pecare setenta veces siete... El habla es un talento [que nos ha sido dado] en administración, y Dios multiplicará cada inversión que se haga en su amor y en su temor. Elevará y sostendrá a quienes lo necesiten... Recuerden que el silencio es elocuencia. Explayarse libremente según ha sido la costumbre [de algunos] separa el alma de Dios, y trae aparejada condenación. Haya más oración y menos conversación sobre los errores de los demás. Por medio de mucha oración, sea el yo enteramente consagrado a Dios. Entonces trabajen con todas las facultades y poderes que Dios ha concedido para ayudarse mutuamente a alcanzar una norma más elevada. Trabajen conjuntamente con los ángeles ministradores, y obtendrán una experiencia que será del más alto valor... Es menester que el poder transformador de Dios se vea sobre la lengua, refrenando las palabras que no deberían pronunciarse. Entonces el Espíritu Santo será revelado uniendo, no separando... Todos los que deseen estar entre los que permanecerán delante de Dios sin culpa deben comenzar sin retraso la obra práctica de vencer. El Señor permite que nos sobrevengan pruebas con el fin de que podamos ser purificados de la mundanalidad, del egoísmo, de la aspereza de carácter tan diferente del de Cristo. El desea crear en todo corazón un anhelo profundo y ferviente de ser limpiado de toda mancha de pecado, de modo que podamos salir más puros, mas santos y más felices de cada tribulación que El permite. Nuestras almas se oscurecen por el egoísmo, pero si tan sólo miramos a Jesús el yo morirá. Se producirán cambios en el hablar y en el obrar. Si somos pacientes bajo la prueba crucial, saldremos reflejando la imagen del Maestro. “Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía”. Salmos 37:6. “Justicia y juicio son el cimiento de su trono”. Salmos 97:2.—Manuscrito 61, del 11 de octubre de 1900, sin título.
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A Fin de Conocerle


La prueba de nuestros actos, 11 de octubre https://ift.tt/yFhIlP5 Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados. Proverbios 16:3. Seamos agradecidos porque tenemos el privilegio de encomendar nuestras obras a Dios. Debemos recordar que no somos piezas de un mecanismo inanimado, sino seres inteligentes, capaces de elegir el bien y rehusar el mal, con una clara conciencia y un propósito puro. Debemos apuntar a la consecuencia en todas nuestras obras. Debemos encomendar a Dios nuestro camino, probándolo mediante sus preceptos escudriñadores. “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”. Salmos 37:5. No podemos encomendar nuestro camino a Dios si hacemos las obras de injusticia. “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado”. Salmos 66:18. Cuando encomendamos nuestro camino al Señor, debemos escudriñar minuciosamente el corazón, arrojando fuera todo mal, para que Cristo pueda llenarlo con su justicia. Debemos buscar al Señor en oración, arrepintiéndonos de nuestros pecados desde el mismo comienzo de nuestras peticiones. La ley de Dios es la prueba de nuestras acciones. Sus ojos ven todo acto, escudriñan cada rincón de la mente, detectan todo engaño y toda hipocresía. Todas las cosas están desnudas y abiertas ante la vista de Dios. Pero él recibirá a todos los que acudan a él con corazones arrepentidos y una verdadera intención de abandonar todo mal. En todas nuestras transacciones comerciales, en cada palabra y acto, debemos mantener un propósito puro y una clara conciencia. Debemos encomendar nuestras obras a Dios y luego dejarlas en sus manos. Nuestra obra debe hacerse con la integridad más estricta. No debemos estimar nada que no podamos llevar a las cortes celestiales. Al hacer nuestro trabajo, pidamos la ayuda de Dios, comprendiendo que esto es lo único que puede mantener nuestra obra libre de egoísmo.—Carta 406, 1906.

¡Maranata: El Senor Viene!


El juicio y la segunda venida, 11 de octubre https://ift.tt/NygLiXE Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino. 2 Timoteo 4:1. Cristo desea que todos comprendan los eventos relacionados con su segunda aparición. Las escenas del juicio se desarrollarán en la presencia de todos los mundos; puesto que en dicho juicio será vindicado el gobierno de Dios, y su ley será presentada como “santa, justa y buena”. Se decidirá entonces todo caso, y a todos se les aplicará su sentencia. El pecado no parecerá atractivo entonces, sino que se verá en toda su deforme magnitud. Todos verán qué tipo de relación mantienen con Dios y con sus semejantes.34The Review and Herald, 20-9-1898. No hay lenguaje humano que pueda describir las escenas de la segunda venida del Hijo del hombre en las nubes de los cielos. Vendrá con su propia gloria, con la gloria de su Padre y la de los santos ángeles. Vendrá revestido del ropaje de luz que ha llevado desde los días de la eternidad. Los ángeles lo acompañarán. Miles de millones lo escoltarán por el camino. Se oirá el sonido de la trompeta que llama a los muertos dormidos de sus sepulcros. La voz de Cristo penetrará la tumba y entrará en los oídos de los muertos “y todos los que están en los sepulcros... saldrán”. Juan 5:28, 29. “Y serán reunidas delante de él todas las naciones”. Mateo 25:32. El mismo que murió por los hombres los juzgará en el día final, porque el Padre “todo el juicio dio al Hijo... y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre”. Juan 5:22, 27. Qué día será ese cuando los que rechazaron a Cristo vean a Aquel a quien traspasaron sus pecados.35The Review and Herald, 5-9-1899. En ocasión de su segunda venida, la convicción se apoderará de todo corazón. Los que se apartaron de él para inclinarse hacia las cosas triviales de esta tierra, en procura de intereses egoístas y honor mundano, reconocerán su error en el día de su segunda venida. Estos son los mencionados por el Revelador como “todos los linajes de la tierra”, “harán lamentación por él”. Apocalipsis 1:7... Estas palabras se aplican no solamente a los hombres que lo traspasaron cuando pendía de la cruz del Calvario, sino a todos los que hoy lo están traspasando con su lenguaje pecaminoso y su mal proceder.36The Signs of the Times, 28-1-1903.

Sabbath School


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Comentarios Elena G.W https://ift.tt/nrPBD4i Dios había elegido a Israel. Lo había llamado para conservar entre los hombres el conocimiento de su ley, así como los símbolos y las profecías que señalaban al Salvador. Deseaba que fuese como fuente de salvación para el mundo. Como Abraham en la tierra donde peregrinó, José en Egipto y Daniel en la corte de Babilonia, había de ser el pueblo hebreo entre las naciones. Debía revelar a Dios ante los hombres. En el llamamiento dirigido a Abraham, el Señor había dicho: “Bendecirte he… y serás bendición… y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. Génesis 12:2, 3. La misma enseñanza fue repetida por los profetas (El Deseado de todas las gentes, p. 27). “Vosotros sois la luz del mundo”, declara Cristo. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5:14, 16. En estos últimos días la obra de Dios en la tierra ha de reflejar la luz que trajo Cristo al mundo. Esta luz ha de disipar las densas tinieblas de los siglos. Hombres y mujeres que están en las tinieblas del paganismo deben ser alcanzados por quienes estaban antes en una condición similar de ignorancia, pero que recibieron el conocimiento de la verdad de la Palabra de Dios. Estas naciones paganas aceptarán ávidamente la instrucción que se les ha de dar en el conocimiento de Dios. Muy preciosa es para Dios su obra en la tierra. Cristo y los ángeles celestiales están velando sobre ella en todo momento. A medida que nos acerquemos a la venida de Cristo, más obra misionera debemos hacer. El mensaje del poder renovador de la gracia de Dios será proclamado a todo país y clima, hasta que la verdad circunde el mundo. Entre los que serán sellados habrá quienes vendrán de toda nación, tribu, lengua y pueblo. De todo país se reunirán hombres y mujeres que estarán delante del trono de Dios y del Cordero exclamando: “La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero”. Apocalipsis 7:10. Pero antes que esta obra sea realizada, debemos experimentar aquí en nuestro propio país la obra del Espíritu Santo en nuestros corazones (Consejos para los maestros, pp. 517, 518). Si la iglesia de Cristo cumpliera el propósito del Señor, se derramaría luz sobre todos los que moran en las tinieblas y en regiones de sombra de muerte. En vez de agruparse y rehuir la responsabilidad y el peso de la cruz, los miembros de la iglesia deberían dispersarse por todos los países para irradiar la luz de Cristo y trabajar como él por la salvación de las almas. Así este “evangelio del reino” sería pronto llevado a todo el mundo… La cruz del Calvario debe levantarse en alto delante de la gente para que absorba sus espíritus y concentre sus pensamientos. Entonces todas las facultades espirituales se vivificarán con el poder divino que viene directamente de Dios. Se concentrarán entonces las energías en una actividad genuina por el Maestro. Los que obren enviarán al mundo rayos de luz, como agentes vivos que iluminen la tierra (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 38-40).
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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374