Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
Pablo, ciego, pudo ver a Cristo, 30 de marzo https://ift.tt/LbBu4wN Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Hechos 9:17. A las puertas de Damasco, la visión del Crucificado cambió todo el curso de su vida [de Pablo]. El perseguidor se convirtió en discípulo, el maestro en alumno. Los días de oscuridad pasados en la soledad, en Damasco, fueron como años para su vida. Su estudio lo constituían las Escrituras del Antiguo Testamento, atesoradas en su memoria, y Cristo era su Maestro. También fue para él una escuela la soledad de la naturaleza. Fue al desierto de Arabia para estudiar las Escrituras y aprender de Dios. Limpió su alma de los prejuicios y las tradiciones que habían amoldado su vida y recibió instrucción de la Fuente de verdad. Su vida ulterior fue inspirada por el principio de la abnegación, el ministerio del amor. “Deudor soy—dijo—a los griegos y también a los bárbaros, a los sabios y también a los ignorantes”... Al par que poseía altas dotes intelectuales, Pablo revelaba en su vida el poder de una sabiduría aún más rara. Sus enseñanzas, ejemplificadas por su vida, revelan principios de la más profunda significación, que eran ignorados por los grandes espíritus de su tiempo. Poseía la más elevada de todas las sabidurías que da una pronta perspicacia y cordial simpatía, que relaciona al hombre con los hombres, y lo capacita para despertar la naturaleza mejor de sus semejantes e inspirarlos a vivir una vida más elevada... “Siendo vilipendiados—dijo—, bendecimos; siendo perseguidos, lo sufrimos; siendo infamados, rogamos”, “como pesarosos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, y sin embargo poseyendo todas las cosas”.—La Educación, 61-64.
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Exaltad a Jesús


En los brazos del padre, 30 de marzo Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Juan 20:17. https://ift.tt/jzULuIQ Desde antes que fueran echados los cimientos de la tierra, el Padre y el Hijo se habían unido en un pacto para redimir al hombre en caso de que fuese vencido por Satanás. Habían unido sus manos en un solemne compromiso de que Cristo sería fiador de la especie humana. Cristo había cumplido este compromiso. Cuando sobre la cruz exclamó: “Consumado es”, se dirigió al Padre. El pacto había sido llevado plenamente a cabo. Ahora declara: Padre, consumado es. He hecho tu voluntad, oh Dios mío. He completado la obra de la redención. Si tu justicia está satisfecha, “ aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo”. Juan 19:30; 17:24. Se oye entonces la voz de Dios proclamando que la justicia está satisfecha. Satanás está vencido. Los hijos de Cristo, que trabajan y luchan en la tierra, son “aceptos en el Amado”. Efesios 1:6. Delante de los ángeles celestiales y los representantes de los mundos que no cayeron, son declarados justificados. Donde él esté, allí estará su iglesia. “La misericordia y la verdad se encontraron: la justicia y la paz se besaron”. Salmos 85:10. Los brazos del Padre rodean a su Hijo, y se da la orden: “Adórenlo todos los ángeles de Dios”. Hebreos 1:6. Con gozo inefable, los principados y las potestades reconocen la supremacía del Príncipe de la vida. La hueste angélica se postra delante de él, mientras que el alegre clamor llena todos los atrios del cielo: “¡Digno es el Cordero que ha sido inmolado, de recibir el poder, y la riqueza, y la sabiduría, y la fortaleza, y la honra, y la gloria, y la bendición!” Apocalipsis 5:12. Los cantos de triunfo se mezclan con la música de las arpas angelicales, hasta que el cielo parece rebosar de gozo y alabanza. El amor ha vencido. Lo que estaba perdido se ha hallado. El cielo repercute con voces que en armoniosos acentos proclaman: “¡Bendición, y honra y gloria y dominio al que está sentado sobre el trono, y al Cordero, por los siglos de los siglos”. Apocalipsis 5:13. Desde aquella escena de gozo celestial, nos llega a la tierra el eco de las palabras admirables de Cristo: “Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios”. Juan 20:17. La familia del cielo y la familia de la tierra son una. Nuestro Señor ascendió para nuestro bien y para nuestro bien vive. “Por lo cual puede también salvar eternamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”. Hebreos 7:25.—El Deseado de Todas las Gentes, 774-775.

En los Lugares Celestiales


Alabando a Dios ante el mundo, 30 de marzo https://ift.tt/LgwXFpv Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Hebreos 13:15. Necesitamos ofrecer alabanza y acción de gracias a Dios, no solamente en la congregación, sino en la vida del hogar. Las voces de su heredad refieran las obras del Señor. Hablen de su bondad, digan de su poder... Nos sentimos deprimidos, grandemente deprimidos, cuando vemos el mundo y su maldad. El mundo que se llama cristiano está envuelto en las tinieblas que cubren la tierra. Lloramos y nos lamentamos por las abominaciones que se hacen en la tierra. ¿Por qué toda esta maldad no estalla en una decidida violencia contra la justicia y la verdad? Es porque los cuatro ángeles están reteniendo los cuatro vientos, para que no soplen sobre la tierra. Pero las pasiones humanas están llegando al clímax, y el Espíritu del Señor se está retirando de la tierra. Si no fuera porque Dios ha ordenado a los agentes angélicos controlar a los agentes satánicos que están tratando de desatarse y de destruir, no habría esperanza. Pero los vientos han de ser contenidos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes... Entre las tinieblas morales debe brillar la luz en rayos claros y distintos... Pero cada alma tiene que volver su rostro hacia la luz para poder reflejarla. Necesitamos alabar a Dios mucho más de lo que lo hacemos. Debemos mostrar que tenemos motivos de regocijo. “Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9. ¿Estamos haciendo esto tan plenamente como debiéramos? ¿Estamos revelando en el hogar ese amor que honrará y glorificará a nuestro Redentor? Por más negras que sean las nubes que envuelven al mundo en este tiempo, más allá está la luz.—Manuscrito 120, 1898.

El Cristo Triunfante


El carácter interior se revela en las acciones, 30 de marzo https://ift.tt/h7Po2HI “Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” Génesis 39:7-9. En la providencia de Dios, José fue privado de su hogar feliz y de las enseñanzas y el ejemplo de un padre temeroso de Dios, y su suerte fue echada con una familia de oscuras raíces paganas. Allí su virtud fue severamente puesta a prueba. Siempre hay un período crítico en la vida de un joven cuando se separa de la influencia del hogar y de los sabios consejos e ingresa en nuevos escenarios y confronta nuevas pruebas... Dios estaba con José en su nuevo hogar. Él se mantuvo en la senda del deber, padeciendo el agravio sin practicar el error. Por esta razón contó con el amor y la protección de Dios, pues llevó sus principios religiosos por dondequiera que fue. ¡Qué diferencia hay entre el caso de José y el de los jóvenes que se aventuran en terreno del enemigo, exponiéndose a los fieros asaltos de Satanás! José padeció por causa de la justicia, en tanto que otros, porque se lo buscaron. José no ocultó su religión, ni su piedad viril a fin de evitar la persecución. El Señor prosperó a José, pero junto con su prosperidad vino también la adversidad más funesta. La esposa de su amo era una mujer licenciosa, cuyos pasos se apresuraban al infierno. ¿Habría José de ceder el áureo patrimonio moral de su carácter ante la presión seductora de una mujer corrompida? ¿Recordaría que el ojo del Señor estaba sobre él? Pocas tentaciones son más peligrosas y fatales para los jóvenes que la sensualidad, y ninguna, si la voluntad sucumbe a ella, demuestra ser más decididamente ruinosa para el alma y el cuerpo tanto para este tiempo como para la eternidad. El bienestar de su futuro eterno depende de la decisión de un momento. José dirigió con toda calma sus ojos hacia el cielo en procura de ayuda, se desprendió de su vestimenta externa, dejándola en manos de su tentadora, y mientras sus ojos se iluminaban con una firme resolución en lugar de la pasión impura, exclamó: “¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?”... La verdadera religión se proyecta a todos los pensamientos de la mente, penetra en los ocultos pensamientos del corazón, en los motivos de cada acción, en el objeto y dirección de los afectos, en la estructura total de nuestras vidas. “Tú eres un Dios que me ve”, ha de ser la contraseña, la protección de la vida... José era cristiano... Se ocupó de las dificultades de sus compañeros de prisión. Fue alegre porque era un caballero cristiano. Dios lo estaba preparando mediante esta disciplina para una posición de gran responsabilidad, honor y utilidad, y estuvo dispuesto a aprender; aceptó de buen grado las lecciones que el Señor quería enseñarle.—Carta 58, 1880.

Dios nos Cuida


El eterno peso de gloria, 30 de marzo https://ift.tt/DxwYZGs Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. 2 Corintios 4:17. Se me mostró la gloria del cielo y los tesoros que esperan a los fieles. Todo era bello y esplendente. Los ángeles entonaron una hermosa canción, luego cesaron de cantar y tomando las coronas de sus frentes las depositaban a los pies del amante Jesús y con voces melodiosas cantaban: “Gloria, aleluya”. Me uní a sus cantos de alabanzas y honor al Cordero, y cada vez que abría los labios para alabarlo me embargaba una inexplicable sensación de la gloria que me rodeaba. Era un excelente y eterno peso de gloria. El ángel dijo: “El pequeño remanente que ama a Dios y guarda sus mandamientos y permanece fiel hasta el fin, disfrutará de esta gloria y estará para siempre en la presencia de Jesús y cantará con los santos ángeles”. Luego mis ojos se apartaron de la gloria y se me hizo contemplar el remanente sobre la tierra. El ángel les dijo:... “Preparaos, preparaos. Debéis adquirir una mayor preparación de la que ahora tenéis, porque el día del Señor se acerca con ira y gran enojo para poner la tierra en soledad y raer de ella a los pecadores. Sacrificad todo a Dios. Poned todo sobre su altar: el yo, las propiedades y todo lo que tenéis como un sacrificio vivo. Entrar en la gloria costará la entrega de todo. Haceos tesoros en el cielo... Debéis ser participantes de los sufrimientos de Cristo aquí si queréis ser participantes de su gloria en el más allá”. El cielo resultará muy barato aun si lo obtenemos por medio del sufrimiento. Debemos negarnos a nosotros mismos a lo largo del camino... y mantener siempre en vista su gloria. La obra de la salvación no es juego de niños, para tomarla cuando se quiere y abandonarla cuando nos plazca. Lo que ganará la victoria finalmente, será la firme determinación, el esfuerzo incansable. Es el que persevera hasta el fin el que será salvo. Son aquellos que pacientemente continúan haciendo el bien quienes tendrán la vida eterna y la recompensa inmortal.

Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
Las manos hacia el cielo, 30 de marzo Éxodo 17:8-16. https://ift.tt/4wOzWvB Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. 1 Timoteo 2:8. A causa de la desobediencia del pueblo de Israel y de su alejamiento de Dios, se le permitió frecuentar lugares apartados donde sufrió la adversidad: Se les permitió a sus enemigos hacerle la guerra y humillarlo para conducirlo a buscar a Dios en su tribulación y dolor... Cuando Israel fue atacado por los amalecitas, Moisés ordenó a Josué que peleara con sus enemigos.—Testimonies for the Church 2:106, 107. Moisés, Aarón y Hur se situaron en una colina que dominaba el campo de batalla. Con los brazos extendidos hacia el cielo, y con la vara de Dios en su diestra, Moisés oró por el éxito de los ejércitos de Israel. Mientras proseguía la batalla, se notó que siempre que sus manos estaban levantadas, Israel triunfaba; pero cuando las bajaba, el enemigo prevalecía. Cuando Moisés se fatigó, Aarón y Hur sostuvieron sus manos hasta que, al ponerse el sol, el enemigo huyó. Al sostener Aarón y Hur las manos de Moisés, mostraron al pueblo que su deber era apoyarlo en su ardua labor mientras recibía las palabras de Dios para transmitírselas a ellos. Y lo que hizo Moisés también fue muy significativo, pues les demostró que su destino estaba en las manos de Dios; mientras el pueblo confiara en el Señor, él combatiría por ellos y dominaría a sus enemigos; pero cuando no se apoyaran en él, cuando confiaran en su propia fortaleza, entonces serían aún más débiles que los que no tenían el conocimiento de Dios, y sus enemigos triunfarían sobre ellos. Como los hebreos triunfaban cuando Moisés elevaba las manos al cielo e intercedía por ellos, así también triunfará el Israel de Dios cuando mediante la fe se apoye en la fortaleza de su poderoso Ayudador. No obstante, el poder divino ha de combinarse con el esfuerzo humano. Moisés no creyó que Dios vencería a sus enemigos mientras Israel permaneciese inactivo. Mientras el gran jefe imploraba al Señor, Josué y sus valientes soldados estaban haciendo cuanto podían para rechazar a los enemigos de Israel y de Dios. Historia de los Patriarcas y Profetas, 305, 306.
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Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
Pon aceite en mi lámpara, 30 de marzo https://ift.tt/uI3yKAH No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. Zacarías 4:6. No debemos pensar que porque somos una luz pequeñita, no necesitamos preocuparnos si resplandecemos o no. El gran valor de nuestra luz reside en la persistencia con que resplandece en medio de las tinieblas morales del mundo, y en hacerlo no para complacernos y glorificarnos a nosotros mismos, sino para honrar a Dios con todo lo que tenemos. Si estamos sirviendo a Dios, y nuestra obra corresponde con las capacidades que Dios nos ha dado, eso es todo lo que él espera de nosotros... Sabemos que las lámparas que nos alumbran no tienen luz propia. No se pueden llenar por su propia cuenta. Por eso los santos enviados por Dios deben vaciar el dorado aceite en los tubos de oro. Y cuando se les aplica el fuego celestial, comienzan a arder y a resplandecer. Nuestros corazones no pueden dar luz mientras no estén vitalmente conectados con el cielo. Sólo eso los puede hacer arder constantemente con un amor santo y abnegado por Jesús, y por todos aquellos que han sido adquiridos por su sangre, y a menos que estemos recibiendo constantemente el dorado aceite, la llama se extinguirá. A menos que el amor de Dios sea un principio permanente en nuestros corazones, nuestra luz desaparecerá... Satanás y sus ángeles confederados señalan a los que profesan ser hijos de Dios, pero que debido a su disposición y a sus actos ponen de manifiesto que son semejantes a los apóstatas, y se burlan de Cristo. ¿Hasta cuándo crucificaremos de nuevo al Hijo de Dios, de manera que Dios se avergüence de llamarnos hijos? ¿No ha llegado acaso el tiempo de que dejemos a un lado las puerilidades?... El dorado aceite que los mensajeros celestiales vacían en los tubos de oro para llevarlos a la fuente de oro, es lo que produce una luz permanente, brillante y resplandeciente. El amor de Dios, comunicado continuamente al instrumento humano, hace de él una luz brillante y resplandeciente para el Señor. Entonces puede comunicar luz y verdad a todos los que están en las tinieblas del error y el pecado. El dorado aceite no es producto de la habilidad humana. Es el poder invisible de los mensajeros celestiales que están frente al trono de Dios, para ponerse en comunicación con todos los que están en tinieblas a fin de que puedan esparcir la luz del cielo. Este aceite dorado, símbolo del amor, fluye libremente en los corazones de los que están unidos a Dios por la fe.—Manuscrito 27, del 30 de marzo de 1897, “La iglesia es el depósito de la verdad”.
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Las manos hacia el cielo, 30 de marzo Éxodo 17:8-16. https://ift.tt/4wOzWvB Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. 1 Timoteo 2:8. A causa de la desobediencia del pueblo de Israel y de su alejamiento de Dios, se le permitió frecuentar lugares apartados donde sufrió la adversidad: Se les permitió a sus enemigos hacerle la guerra y humillarlo para conducirlo a buscar a Dios en su tribulación y dolor... Cuando Israel fue atacado por los amalecitas, Moisés ordenó a Josué que peleara con sus enemigos.—Testimonies for the Church 2:106, 107. Moisés, Aarón y Hur se situaron en una colina que dominaba el campo de batalla. Con los brazos extendidos hacia el cielo, y con la vara de Dios en su diestra, Moisés oró por el éxito de los ejércitos de Israel. Mientras proseguía la batalla, se notó que siempre que sus manos estaban levantadas, Israel triunfaba; pero cuando las bajaba, el enemigo prevalecía. Cuando Moisés se fatigó, Aarón y Hur sostuvieron sus manos hasta que, al ponerse el sol, el enemigo huyó. Al sostener Aarón y Hur las manos de Moisés, mostraron al pueblo que su deber era apoyarlo en su ardua labor mientras recibía las palabras de Dios para transmitírselas a ellos. Y lo que hizo Moisés también fue muy significativo, pues les demostró que su destino estaba en las manos de Dios; mientras el pueblo confiara en el Señor, él combatiría por ellos y dominaría a sus enemigos; pero cuando no se apoyaran en él, cuando confiaran en su propia fortaleza, entonces serían aún más débiles que los que no tenían el conocimiento de Dios, y sus enemigos triunfarían sobre ellos. Como los hebreos triunfaban cuando Moisés elevaba las manos al cielo e intercedía por ellos, así también triunfará el Israel de Dios cuando mediante la fe se apoye en la fortaleza de su poderoso Ayudador. No obstante, el poder divino ha de combinarse con el esfuerzo humano. Moisés no creyó que Dios vencería a sus enemigos mientras Israel permaneciese inactivo. Mientras el gran jefe imploraba al Señor, Josué y sus valientes soldados estaban haciendo cuanto podían para rechazar a los enemigos de Israel y de Dios. Historia de los Patriarcas y Profetas, 305, 306.

Cada Día con Dios


Pon aceite en mi lámpara, 30 de marzo https://ift.tt/uI3yKAH No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. Zacarías 4:6. No debemos pensar que porque somos una luz pequeñita, no necesitamos preocuparnos si resplandecemos o no. El gran valor de nuestra luz reside en la persistencia con que resplandece en medio de las tinieblas morales del mundo, y en hacerlo no para complacernos y glorificarnos a nosotros mismos, sino para honrar a Dios con todo lo que tenemos. Si estamos sirviendo a Dios, y nuestra obra corresponde con las capacidades que Dios nos ha dado, eso es todo lo que él espera de nosotros... Sabemos que las lámparas que nos alumbran no tienen luz propia. No se pueden llenar por su propia cuenta. Por eso los santos enviados por Dios deben vaciar el dorado aceite en los tubos de oro. Y cuando se les aplica el fuego celestial, comienzan a arder y a resplandecer. Nuestros corazones no pueden dar luz mientras no estén vitalmente conectados con el cielo. Sólo eso los puede hacer arder constantemente con un amor santo y abnegado por Jesús, y por todos aquellos que han sido adquiridos por su sangre, y a menos que estemos recibiendo constantemente el dorado aceite, la llama se extinguirá. A menos que el amor de Dios sea un principio permanente en nuestros corazones, nuestra luz desaparecerá... Satanás y sus ángeles confederados señalan a los que profesan ser hijos de Dios, pero que debido a su disposición y a sus actos ponen de manifiesto que son semejantes a los apóstatas, y se burlan de Cristo. ¿Hasta cuándo crucificaremos de nuevo al Hijo de Dios, de manera que Dios se avergüence de llamarnos hijos? ¿No ha llegado acaso el tiempo de que dejemos a un lado las puerilidades?... El dorado aceite que los mensajeros celestiales vacían en los tubos de oro para llevarlos a la fuente de oro, es lo que produce una luz permanente, brillante y resplandeciente. El amor de Dios, comunicado continuamente al instrumento humano, hace de él una luz brillante y resplandeciente para el Señor. Entonces puede comunicar luz y verdad a todos los que están en las tinieblas del error y el pecado. El dorado aceite no es producto de la habilidad humana. Es el poder invisible de los mensajeros celestiales que están frente al trono de Dios, para ponerse en comunicación con todos los que están en tinieblas a fin de que puedan esparcir la luz del cielo. Este aceite dorado, símbolo del amor, fluye libremente en los corazones de los que están unidos a Dios por la fe.—Manuscrito 27, del 30 de marzo de 1897, “La iglesia es el depósito de la verdad”.

Alza tus Ojos


Nuestro estudio aquí y en el más allá, 30 de marzo https://ift.tt/QmrD5wd Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Efesios 2:7. La desobediencia ha cerrado la puerta a una enorme cantidad de conocimientos que podrían haberse obtenido de la Palabra de Dios. En la eternidad comprenderemos lo que se habría abierto a nuestro entendimiento si hubiéramos recibido la iluminación que nos era posible obtener aquí. Y significa obediencia a todos los mandamientos de Dios. Se habría comprendido el plan del gobierno de Dios. El mundo celestial habría abierto sus cámaras de gracia y de gloria para la exploración. Los seres humanos habrían llegado a ser totalmente diferentes de lo que son ahora en la forma, en el habla y en el canto, porque se habrían ennoblecido al explorar las minas de la verdad. El misterio de la redención, el conocimiento de Dios y de Jesucristo en su carácter de mediador, la encarnación de Cristo nuestro Redentor, su sacrificio expiatorio, no habrían sido, como lo son ahora, asuntos imprecisos en nuestra mente. Habrían sido no solamente mejor comprendidos, sino también muchísimo más apreciados. Estos temas ocuparán los corazones, las mentes, y la lengua de los redimidos a través de las edades eternas, y delante de ellos se desplegarán nuevas comprensiones de los temas que Cristo anheló abrir ante sus discípulos pero que ellos no tuvieron la fe necesaria para buscar y captar. Durante toda la eternidad irán apareciendo nuevas perspectivas de la perfección y gloria de Cristo. Hombres de indudable piedad y talento pueden captar perspectivas de las realidades eternas, pero éstas no son comprendidas porque las cosas que son visibles eclipsan la gloria de lo invisible. Muchos evalúan la sabiduría del hombre como más elevada que la sabiduría del Maestro divino. Y de esa manera, el Libro de texto, que contiene el tesoro, es considerado como anticuado, al punto de que se lo evalúa como insípido y obsoleto. No es considerado así, sin embargo, por aquellos que han sido reanimados y vivificados por el Espíritu Santo. Ellos viven el inapreciable tesoro, y estarán dispuestos a vender todo a fin de comprar el campo que lo contiene... Muchos beben de las aguas decadentes y turbias del valle por haber olvidado la fuente del agua viva, el agua pura que desciende de las nieves del Líbano. Pero los que concentran su estudio en la Palabra de Dios, los que excavan en busca de los tesoros de la verdad, apreciarán los importantes principios que enseña, y los asimilarán. Como resultado de ello llegarán a estar imbuídos con el Espíritu de Cristo, y mediante la contemplación serán cambiados a su semejanza. Los que aprecian la Palabra la enseñarán como discípulos que han estado sentados a los pies de Jesús y se han acostumbrado a aprender de El, a fin de poder conocer a Aquel cuyo conocimiento correcto es vida eterna.—Manuscrito 45, del 30 de marzo de 1898, “El Tesoro escondido”.

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Alza tus Ojos
Nuestro estudio aquí y en el más allá, 30 de marzo https://ift.tt/QmrD5wd Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Efesios 2:7. La desobediencia ha cerrado la puerta a una enorme cantidad de conocimientos que podrían haberse obtenido de la Palabra de Dios. En la eternidad comprenderemos lo que se habría abierto a nuestro entendimiento si hubiéramos recibido la iluminación que nos era posible obtener aquí. Y significa obediencia a todos los mandamientos de Dios. Se habría comprendido el plan del gobierno de Dios. El mundo celestial habría abierto sus cámaras de gracia y de gloria para la exploración. Los seres humanos habrían llegado a ser totalmente diferentes de lo que son ahora en la forma, en el habla y en el canto, porque se habrían ennoblecido al explorar las minas de la verdad. El misterio de la redención, el conocimiento de Dios y de Jesucristo en su carácter de mediador, la encarnación de Cristo nuestro Redentor, su sacrificio expiatorio, no habrían sido, como lo son ahora, asuntos imprecisos en nuestra mente. Habrían sido no solamente mejor comprendidos, sino también muchísimo más apreciados. Estos temas ocuparán los corazones, las mentes, y la lengua de los redimidos a través de las edades eternas, y delante de ellos se desplegarán nuevas comprensiones de los temas que Cristo anheló abrir ante sus discípulos pero que ellos no tuvieron la fe necesaria para buscar y captar. Durante toda la eternidad irán apareciendo nuevas perspectivas de la perfección y gloria de Cristo. Hombres de indudable piedad y talento pueden captar perspectivas de las realidades eternas, pero éstas no son comprendidas porque las cosas que son visibles eclipsan la gloria de lo invisible. Muchos evalúan la sabiduría del hombre como más elevada que la sabiduría del Maestro divino. Y de esa manera, el Libro de texto, que contiene el tesoro, es considerado como anticuado, al punto de que se lo evalúa como insípido y obsoleto. No es considerado así, sin embargo, por aquellos que han sido reanimados y vivificados por el Espíritu Santo. Ellos viven el inapreciable tesoro, y estarán dispuestos a vender todo a fin de comprar el campo que lo contiene... Muchos beben de las aguas decadentes y turbias del valle por haber olvidado la fuente del agua viva, el agua pura que desciende de las nieves del Líbano. Pero los que concentran su estudio en la Palabra de Dios, los que excavan en busca de los tesoros de la verdad, apreciarán los importantes principios que enseña, y los asimilarán. Como resultado de ello llegarán a estar imbuídos con el Espíritu de Cristo, y mediante la contemplación serán cambiados a su semejanza. Los que aprecian la Palabra la enseñarán como discípulos que han estado sentados a los pies de Jesús y se han acostumbrado a aprender de El, a fin de poder conocer a Aquel cuyo conocimiento correcto es vida eterna.—Manuscrito 45, del 30 de marzo de 1898, “El Tesoro escondido”.
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A Fin de Conocerle


Cómo gozar del cielo, 30 de marzo https://ift.tt/KFTt6aA Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. 2 Pedro 1:4. El designio de Dios al darnos ricas promesas es presentado por el apóstol Pedro, para que, seamos “participantes de la naturaleza divina...” Nuestras apetencias terrenales y mundanales deben ser transformadas a semejanza de las divinas y celestiales. El cielo no sería cielo para usted ni para mí si nuestros gustos, meditaciones y nuestro temperamento no fueran como los de Cristo. Las puras y celestiales mansiones que Cristo ha ido a preparar para sus hijos son tales que solo los redimidos pueden apreciarlas habiendo sido hechos idóneos para ellas por la obra interna de la gracia en su corazón. Podría describirle las bienaventuranzas del cielo, las coronas preparadas para los vencedores, el lino blanco que es la justicia de Cristo, las palmas de victoria y las arpas de oro. Pero solamente esto no haría del cielo un lugar de bendición para ninguno de nosotros. Sin ninguna de esas cosas, si tenemos caracteres puros y santos, estaríamos felices porque tendríamos a Jesús y su amor. La pureza, la inocencia y la conformidad con el carácter de Cristo harán que el cielo sea deseable. Todas las facultades se fortalecerán en forma de un todo armonioso. La bendición perfecta solo puede morar en el corazón donde Cristo reina supremo. Cristo vino a nuestro mundo para morir, el Justo por los injustos... para que pudiera elevar y ennoblecer a hombres y mujeres y estampar sobre ellos su divina imagen.—Carta 4, 1885. No necesitamos retener una sola tendencia pecaminosa... Al participar de la naturaleza divina, las malas tendencias, hereditarias y cultivadas, son eliminadas del carácter y somos convertidos en un poder viviente para el bien.—The Review and Herald, 24 de abril de 1900.

A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
Cómo gozar del cielo, 30 de marzo https://ift.tt/KFTt6aA Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. 2 Pedro 1:4. El designio de Dios al darnos ricas promesas es presentado por el apóstol Pedro, para que, seamos “participantes de la naturaleza divina...” Nuestras apetencias terrenales y mundanales deben ser transformadas a semejanza de las divinas y celestiales. El cielo no sería cielo para usted ni para mí si nuestros gustos, meditaciones y nuestro temperamento no fueran como los de Cristo. Las puras y celestiales mansiones que Cristo ha ido a preparar para sus hijos son tales que solo los redimidos pueden apreciarlas habiendo sido hechos idóneos para ellas por la obra interna de la gracia en su corazón. Podría describirle las bienaventuranzas del cielo, las coronas preparadas para los vencedores, el lino blanco que es la justicia de Cristo, las palmas de victoria y las arpas de oro. Pero solamente esto no haría del cielo un lugar de bendición para ninguno de nosotros. Sin ninguna de esas cosas, si tenemos caracteres puros y santos, estaríamos felices porque tendríamos a Jesús y su amor. La pureza, la inocencia y la conformidad con el carácter de Cristo harán que el cielo sea deseable. Todas las facultades se fortalecerán en forma de un todo armonioso. La bendición perfecta solo puede morar en el corazón donde Cristo reina supremo. Cristo vino a nuestro mundo para morir, el Justo por los injustos... para que pudiera elevar y ennoblecer a hombres y mujeres y estampar sobre ellos su divina imagen.—Carta 4, 1885. No necesitamos retener una sola tendencia pecaminosa... Al participar de la naturaleza divina, las malas tendencias, hereditarias y cultivadas, son eliminadas del carácter y somos convertidos en un poder viviente para el bien.—The Review and Herald, 24 de abril de 1900.
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¡Maranata: El Senor Viene!


Una experiencia profunda y viviente, 30 de marzo https://ift.tt/9owxqEL ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron. Hebreos 2:3. Vi que no debemos retrasar la venida del Señor. Dijo el ángel: “Preparaos, preparaos, para lo que va a venir sobre la tierra. Correspondan vuestras obras a vuestra fe”. Vi que el ánimo debe apoyarse en Dios, que debemos ejercer nuestra influencia en favor de Dios y su verdad. No podemos honrar al Señor mientras seamos negligentes e indiferentes. No podemos glorificarle cuando estamos descorazonados. Debemos tener fervor para asegurar nuestra propia salvación, y para salvar a otros. Debemos conceder suma importancia a esto, y considerar secundario todo lo demás. Vi la belleza del cielo. Oí a los ángeles cantar sus himnos arrobadores, tributando alabanza, honra y gloria a Jesús. Pude entonces percibir vagamente el prodigioso amor del Hijo de Dios. El abandonó toda la gloria, toda la honra que se le tributaba en el cielo, y se interesó de tal manera en nuestra salvación que, con paciencia y mansedumbre, soportó toda injuria y escarnio que los hombres quisieron imponerle. Fue herido, azotado y afligido; se lo extendió sobre la cruz del Calvario, y sufrió la muerte más atroz para salvarnos de la muerte; para que pudiésemos ser lavados en su sangre, y resucitar para vivir con él en las mansiones que está preparando, donde disfrutaremos la luz y la gloria del cielo, y oiremos cantar a los ángeles y cantaremos con ellos. Vi que todo el cielo se interesaba en nuestra salvación; y ¿habremos de ser nosotros indiferentes? ¿Seremos negligentes como si fuese asunto de poca monta el que seamos salvos o perdidos? ¿Despreciaremos el sacrificio que fue hecho por nosotros? ... Se nos ha dado un libro para que guíe nuestros pies a través de los peligros de este oscuro mundo hasta el cielo. Sus páginas nos dicen cómo podemos escapar de la ira de Dios, y también nos hablan de los sufrimientos de Cristo por nosotros, y del gran sacrificio que hizo para que pudiéramos ser salvos y disfrutar de la presencia de Dios para siempre. Una forma de piedad no salvará a nadie. Todos deben tener una experiencia profunda y viva. Esto es lo único que los salvará en el tiempo de angustia.61Joyas de los Testimonios 1:24-26.

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Una experiencia profunda y viviente, 30 de marzo https://ift.tt/9owxqEL ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron. Hebreos 2:3. Vi que no debemos retrasar la venida del Señor. Dijo el ángel: “Preparaos, preparaos, para lo que va a venir sobre la tierra. Correspondan vuestras obras a vuestra fe”. Vi que el ánimo debe apoyarse en Dios, que debemos ejercer nuestra influencia en favor de Dios y su verdad. No podemos honrar al Señor mientras seamos negligentes e indiferentes. No podemos glorificarle cuando estamos descorazonados. Debemos tener fervor para asegurar nuestra propia salvación, y para salvar a otros. Debemos conceder suma importancia a esto, y considerar secundario todo lo demás. Vi la belleza del cielo. Oí a los ángeles cantar sus himnos arrobadores, tributando alabanza, honra y gloria a Jesús. Pude entonces percibir vagamente el prodigioso amor del Hijo de Dios. El abandonó toda la gloria, toda la honra que se le tributaba en el cielo, y se interesó de tal manera en nuestra salvación que, con paciencia y mansedumbre, soportó toda injuria y escarnio que los hombres quisieron imponerle. Fue herido, azotado y afligido; se lo extendió sobre la cruz del Calvario, y sufrió la muerte más atroz para salvarnos de la muerte; para que pudiésemos ser lavados en su sangre, y resucitar para vivir con él en las mansiones que está preparando, donde disfrutaremos la luz y la gloria del cielo, y oiremos cantar a los ángeles y cantaremos con ellos. Vi que todo el cielo se interesaba en nuestra salvación; y ¿habremos de ser nosotros indiferentes? ¿Seremos negligentes como si fuese asunto de poca monta el que seamos salvos o perdidos? ¿Despreciaremos el sacrificio que fue hecho por nosotros? ... Se nos ha dado un libro para que guíe nuestros pies a través de los peligros de este oscuro mundo hasta el cielo. Sus páginas nos dicen cómo podemos escapar de la ira de Dios, y también nos hablan de los sufrimientos de Cristo por nosotros, y del gran sacrificio que hizo para que pudiéramos ser salvos y disfrutar de la presencia de Dios para siempre. Una forma de piedad no salvará a nadie. Todos deben tener una experiencia profunda y viva. Esto es lo único que los salvará en el tiempo de angustia.61Joyas de los Testimonios 1:24-26.
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Sabbath School


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Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/0Y4Eq8o @seguidores @destacar Después de la caída de nuestros primeros padres, Cristo declaró que a fin de salvar al hombre de la penalidad del pecado, él vendría al mundo para vencer a Satanás en el propio campo de batalla del enemigo. La controversia que comenzó en el cielo habría de continuar en la tierra. En este conflicto se iban a decidir muchas cosas. Vastos intereses estaban en juego. Ante los habitantes del universo celestial habrían de responderse las preguntas: “¿Es imperfecta la ley de Dios, necesita arreglos o anulación, o es inmutable? ¿Necesita el gobierno de Dios un cambio, o es estable?”… La seriedad del conflicto por el que Cristo pasó fue proporcional a la dimensión de los intereses involucrados en su éxito o fracaso… Satanás buscaba vencer a Cristo, a fin de que él pudiera continuar reinando en este mundo como el gobernante supremo… El Padre, el Hijo y Lucifer han dejado aclarada su auténtica relación mutua. Dios ha dado evidencias indiscutibles de su justicia y su amor (Reflejemos a Jesús, 13 de febrero, p. 50). Jesús nos contempla a cada instante. Las nubes que se interponen entre el alma y el Sol de Justicia son permitidas por la providencia de Dios para fortalecer nuestra fe, a fin de que se aferre a las grandes esperanzas, a las seguras promesas que brillan sin ser empañadas a través de las tinieblas de cada tormenta. La fe debe aumentar a través de los conflictos y el sufrimiento. Debemos aprender individualmente a sufrir y a ser fuertes, y a no abatirnos por la debilidad… Cuando pasamos por pruebas y aflicciones, no significa que tengamos una evidencia de que Jesús no nos ama y bendice. El misericordioso Cordero de Dios identifica sus intereses con los de sus hijos que sufren. Él los guarda en todo momento. Conoce todas sus aflicciones; conoce cada sugestión que hace Satanás, cada duda que tortura el alma… Defiende el caso del que es tentado, del que yerra, y del que carece de fe. Se esfuerza por elevarlos a un compañerismo con él. Su obra consiste en santificar a su pueblo, en limpiarlo, ennoblecerlo y purificarlo, y llenar sus corazones de paz. Así los está preparando para la gloria, el honor y la vida eterna; para una herencia más rica y más perdurable que la de cualquier príncipe terrenal (Nuestra elevada vocación, 17 de noviembre, p. 329). Están por sobrevenir dificultades muy grandes al mundo, y los instrumentos de Satanás están agitando intensamente los poderes infernales para que produzcan sufrimiento, desastre y ruina. Su obra consiste en acarrear toda la desdicha posible sobre los seres humanos. La tierra es el escenario de su acción, pero es mantenido bajo control. No puede ir más lejos de lo que el Señor le permite… Jesús vive para interceder por nosotros. Mientras las tinieblas se cierran sobre el mundo, nuestra vida está segura únicamente cuando se oculta con Cristo en Dios. ¡Precioso Salvador! Solamente en él deben concentrarse nuestras esperanzas de vida eterna… La fe ha de atravesar la nube más oscura (That I May Know Him, p. 284, parcialmente en A fin de conocerle, 5 de octubre, p. 282).
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Sábado Especial 30 Marzo 2024 - Pr. Richard Gates y Pr. David Gates


Sábado Especial 30 Marzo 2024 - Pr. Richard Gates y Pr. David Gates
https://youtu.be/YPjYty7C8PY
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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374