No olvidéis


No olvidéis, 17 de febrero

Acordaos de la mujer de Lot. Lucas 17:32. CV 54.1
Una de las personas fugitivas se atrevió a mirar hacia atrás, hacia la ciudad condenada, y se convirtió en monumento del juicio de Dios. Si Lot mismo no hubiese vacilado en obedecer a la advertencia del ángel, y si hubiese huido con prontitud hacia las montañas, sin una palabra de súplica ni de protesta, su esposa también habría podido escapar. La influencia del ejemplo de él la habría salvado del pecado que selló su condenación. Pero la vacilación y la tardanza de él la indujeron a ella a considerar livianamente la amonestación divina. Mientras su cuerpo estaba en la llanura, su corazón se asía de Sodoma, y con Sodoma pereció. Se rebeló contra Dios porque sus juicios arrastraban a sus hijos y sus bienes a la ruina. Aunque fue muy favorecida al ser llamada a que saliera de la ciudad impía, creyó que se la trataba duramente, porque tenía que dejar para ser destruidas las riquezas que habían acumulado con el trabajo de muchos años. En vez de aceptar la salvación con gratitud, miró hacia atrás presuntuosamente deseando la vida de los que habían despreciado la advertencia divina. Su pecado mostró que no era digna de la vida, por cuya conservación sentía tan poca gratitud. CV 54.2
Debiéramos guardarnos de tratar tan ligeramente las benignas medidas que Dios toma para nuestra salvación. Hay cristianos que dicen: “No me interesa ser salvo, si mi esposa y mis hijos no se salvan conmigo”. Les parece que sin la presencia de los que le son tan queridos, el cielo no sería el cielo para ellos. Pero, al albergar tales sentimientos, ¿tienen un concepto justo de su propia relación con Dios, en vista de su gran bondad y misericordia hacia ellos? ¿Han olvidado que están obligados por los lazos más fuertes del amor, del honor y de la fidelidad a servir a su Creador y Salvador? Las invitaciones de la misericordia se dirigen a todos; y porque nuestros amigos rechazan el implorante amor del Salvador, ¿hemos de apartarnos también nosotros? La redención del alma es preciosa. Cristo pagó un precio infinito por nuestra salvación, y porque otros la desechen, ninguna persona que aprecie el valor de este gran sacrificio, o el valor del alma, despreciará la misericordia de Dios. Historia de los Patriarcas y Profetas, 158, 159.* CV 54.3

Dedica tiempo a ser santo


Dedica tiempo a ser santo, 17 de febrero

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Romanos 15:4. CDCD 54.1
Decimos a cada alma: Estudien su Biblia como no la han estudiado nunca antes... Surja lo positivo de la verdad de los labios humanos, bajo la dirección del Espíritu Santo. Ruego a todos que velen y oren para que no caigan en tentación. CDCD 54.2
La obra que estamos realizando en el mundo significa mucho para todos nosotros. Hoy ocurre lo mismo que sucedió en los días de Noé, cuando se dio la invitación para que todos los que quisieran entraran en el arca. No sabemos cuán pronto se dará el último mensaje de amonestación y nuestros casos estarán decididos para la eternidad. Pero el Señor es misericordioso y extiende la invitación: “Venid, que ya todo está preparado”. Lucas 14:17. CDCD 54.3
Se esperaba que todos los habitantes del tiempo de Noé entraran en el arca antes que se cerraran las puertas. Después que éstas se clausuraron, los que entraron fueron probados duramente, pues estuvieron en el arca una semana entera antes que comenzara a llover. ¡Oh qué terribles fueron las burlas, y cómo desafiaron a Dios los que no quisieron entrar! Pero cuando terminó esa semana, la lluvia comenzó a caer suavemente. Esto era algo nuevo para ellos. La lluvia continuó hasta que cada ser viviente fue arrasado de sobre la faz de la tierra. Pero una familia -la que entró en el arca—se salvó. CDCD 54.4
Nosotros necesitamos prepararnos ahora para cuando comiencen a desarrollarse las escenas finales de la historia terrenal. Escudriñe cada cual diligentemente su propio corazón y conviértase, para que sus pecados puedan ser perdonados. El mundo se opone cada vez más, y en forma más decidida, a Dios y a su verdad. Todos los que quieran hacer la voluntad de Dios lograrán obtener conocimiento, y su experiencia será valiosa. Debemos prepararnos ahora para hacer una gran obra en muy corto tiempo. Debemos tener una experiencia individual y, si queremos acudir al Señor humildemente, lo encontraremos, obrará con nosotros y nos revelará su salvación.—Carta 84, del 17 de febrero de 1906, dirigida al pastor E. W. Farnsworth y Sra., obreros en Battle Creek, Míchigan. CDCD 54.5

Conexión viviente con el Dios viviente


Conexión viviente con el Dios viviente, 17 de febrero

Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 1 Corintios 3:9. ATO 60.1
Debemos tener una dependencia viviente del Dios viviente. Cuando hay una conexión vital con el Dios vivo, Cristo mora en el corazón mediante una fe viva, y el instrumento humano obra en armonía con la vida de Cristo. El cambiará nuestra vida y carácter de tal manera que hablemos las palabras de Cristo y revelemos su carácter. Y si nos sobrevienen pruebas, no manifestaremos un espíritu rebelde. Estas se nos presentarán cuando veamos opresión y aspereza, y cuando se coloquen sobre nosotros cargas que consideramos injustas y nos sintamos tentados a permitir que se manifieste el yo. ATO 60.2
Dejamos que el yo se yerga, cuando lo que debemos hacer es colocar las pruebas en el lugar que les corresponde. ¿Y cuál es ese lugar? Cristo dice a todo el que se siente cargado y cansado: “Venid a mí”. ¿Para qué? “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. A pesar de lo abrumador del conflicto a través del cual tengamos que pasar, si aceptamos la verdad de origen celestial, habrá mansedumbre y humildad en todo lo que hagamos. Ocúltense en Cristo Jesús. Nuestra vida y carácter deben estar escondidos con Cristo en Dios, por lo tanto no debemos permitirnos que cualquier impulso instintivo controle nuestras palabras o acciones, sino que debemos mantener siempre delante de nosotros el ejemplo del Salvador y hacer exactamente lo que Jesús habría hecho bajo circunstancias similares. No debemos ser vengativos. ATO 60.3
Necesitamos comprender claramente la obra que está delante de nosotros. Es una obra de misericordia, una obra de amor, una obra semejante a la de Cristo... El dice que un hombre pudiente partió lejos y a cada uno dio su tarea. El instrumento humano debe cooperar con el divino. A cada uno se le ha dado una obra y ésta es la de Cristo. No es la obra del hombre. Este no debe sentir que todo lo que tiene que hacer es atenderse a sí mismo. No, hay un campo más amplio. Debe ocuparse “hasta que yo vuelva”. ¿Ocuparse en qué? En ser obrero juntamente con Dios. Por lo tanto, es de la mayor importancia que comprendamos claramente qué significa ser obreros juntamente con Dios. ATO 60.4
Debemos estar imbuidos del Espíritu de Cristo. No debemos trabajar con Dios simplemente sobre la base de nuestro intelecto o educación. No podemos comprar la gracia de Dios con el dinero; tampoco podemos comprarla con la elocuencia, ni con el poder de nuestro intelecto; todo es de Dios... Debemos trabajar usando la mayor sabiduría y sentido de responsabilidad que tengamos, permitiendo que nuestra luz brille a través de nosotros sobre los que nos rodean, y al hacerlo estaremos haciendo la obra de Dios.—Manuscrito 11, del 17 de febrero de 1894Isaías 58.* ATO 60.5

Los hijos de Dios


Los hijos de Dios, 17 de febrero
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Juan 1:12. AFC 55.1
¿Cómo trataron los hombres a Cristo cuando vino?... “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”. Vers. 11. Así es hoy. Se repite esta historia, y se repetirá vez tras vez antes de que venga el Señor en las nubes del cielo. Los engaños de Satanás estarán sobre los que moran en la tierra... AFC 55.2
“Mas a todos los que le recibieron... les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”... Después de preparar acabadamente a este mundo como morada del hombre, Dios lo contempló y se regocijó, lo declaró bueno en gran manera. Así aceptará y se regocijará en la reforma realizada por los que, habiendo recibido a Cristo como a su Salvador, han obtenido poder para convertirse en hijos de Dios... AFC 55.3
El primer capítulo de Colosenses nos muestra la altura que podemos alcanzar. Podemos estar “llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual”, caminando “como es digno del Señor”, “llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”. Colosenses 1:9-14. AFC 55.4
¿No hay suficiente dolor en esta tierra afligida por el pecado y que lleva su maldición, para movernos a consagrarnos a la obra de proclamar el mensaje de que “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”? Juan 3:16.—Carta 117, 1903. 
https://m.egwwritings.org/es/book/1714.396

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374