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Iglesia Adventista del Séptimo Día · Zacatecoluca


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Ser Semejante a Jesús


Ser Semejante a Jesús
Nuestro pensar queda afectado por nuestra comida, 27 de octubre He aquí yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad. Jeremías 33:6. https://ift.tt/znKSJlc Los principios del sano vivir tienen una gran importancia para nosotros como individuos y como pueblo. Cuando me llegó el mensaje de la reforma pro salud, yo era débil y predispuesta a frecuentes desmayos. Suplicaba al Señor que me ayudara, y él me presentó el vasto plan de la reforma pro salud. Me mostró que los que guardan sus mandamientos deben entrar en una relación sagrada con él, y por medio de la temperancia en el comer y el beber, guardar su cuerpo y su mente en las condiciones más favorables para servirle... No prescribimos un régimen definido, pero decimos que en los países donde abundan las frutas, los cereales y las nueces [frutos secos: nueces, almendras, avellanas, etc.], la carne no es el alimento adecuado para el pueblo de Dios. Se me ha indicado que la carne propende a animalizar la naturaleza, a despojar a los hombres y a las mujeres del amor y la simpatía que debieran sentir por cada cual, y hace predominar las pasiones bajas sobre las facultades más elevadas del ser. Si el comer carne fue alguna vez saludable, no lo es ahora. Los cánceres, los tumores y las enfermedades pulmonares se deben mayormente a la costumbre de comer carne. No hacemos del consumo de la carne una condición para la admisión de los miembros; pero debiéramos considerar la influencia que ejercen sobre otros los creyentes profesos que usan carne. Como mensajeros de Dios, ¿no diremos al pueblo: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” 1 Corintios 10:31? ¿No daremos un testimonio decidido contra la complacencia del apetito pervertido? ¿Quiere cualquiera de los que son ministros del evangelio, y que proclaman la verdad más solemne que haya sido dada a los mortales, dar el ejemplo de volver a las ollas de Egipto? ¿Quieren los que son sostenidos por el diezmo de la tesorería de Dios permitir que la gula envenene la corriente vital que fluye por sus venas? ¿Harán caso omiso de la luz y las amonestaciones que Dios les ha dado? La salud del cuerpo debe considerarse como esencial para el crecimiento en la gracia y la adquisición de un carácter templado. Si no se cuida debidamente el estómago, será trabada la formación de un carácter moral íntegro. El cerebro y los nervios están en relación íntima con el estómago. De los errores practicados en el comer y beber resultan pensamientos y hechos erróneos.—Joyas de los Testimonios 3:359, 360.
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Reflejemos a Jesús


Reflejemos a Jesús
Conocer a Dios es vital en el desarrollo del carácter, 27 de octubre No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar; en entenderme y conocerme. Jeremías 9:23, 24. https://ift.tt/FxVubem Una vez recibida la fe del Evangelio, la siguiente tarea del creyente consiste en añadir virtud a su carácter y así limpiar el corazón y preparar la mente para la recepción del conocimiento de Dios. Este conocimiento es el fundamento de toda verdadera educación y de todo verdadero servicio. Es la única auténtica salvaguardia contra la tentación; y solamente eso puede asemejarnos al carácter de Dios. Por medio del conocimiento de Dios y de su Hijo Jesucristo, se imparte al creyente “todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad”. 2 Pedro 1:3. Ningún buen don se niega al que sinceramente desea obtener la justicia de Dios. “Y esta es la vida eterna—dijo Cristo—: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”Juan 17:3. Y el profeta Jeremías declaró:... “Yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”. Jeremías 9:24. Difícilmente puede la mente humana entender la anchura, la profundidad y la altura de las cimas espirituales a que llega el que obtiene este conocimiento. Nadie necesita dejar de alcanzar, en su esfera, la perfección de un carácter cristiano. Por medio del sacrificio de Cristo se ha hecho provisión para que el creyente reciba todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad. Dios nos invita a que alcancemos la norma de la perfección y nos pone como ejemplo el carácter de Cristo. En su humanidad, perfeccionada por una vida de constante resistencia al mal, el Salvador demostró que al cooperar con la Divinidad, los seres humanos pueden alcanzar en esta vida la perfección del carácter. Esta es la seguridad que Dios nos da de que nosotros también podemos obtener una victoria completa. Delante del creyente se extiende la maravillosa posibilidad de llegar a ser semejantes a Cristo, obedientes a todos los principios de la ley... La santidad que según la Palabra de Dios debe manifestar antes de ser salvo, es el resultado de la obra de la gracia divina, a medida que se somete a la disciplina y a las influencias refrenadoras del Espíritu de verdad. La obediencia del hombre sólo puede ser perfecta gracias al incienso de la justicia de Cristo, que satura de fragancia divina cada acto de obediencia. La parte que le toca a cada cristiano consiste en perseverar en la lucha para vencer toda debilidad de carácter. Debe orar constantemente al Salvador para que sane las dolencias de su alma enferma de pecado. No tiene la sabiduría ni la fuerza para vencer por sí solo; pertenecen al Señor, y El las confiere a los que buscan su ayuda humildes y contritos.—Los Hechos de los Apóstoles, 438, 439.
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Recibiréis Poder


Recibiréis Poder
Más dedicación, 27 de octubre La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 1 Corintios 3:13. https://ift.tt/GDfwhMa Se aproxima el fin de todas las cosas. Dios actúa en cada mente que se abre para recibir las impresiones de su Santo Espíritu. Está enviando mensajeros con la misión de amonestar cada lugar. Dios está poniendo a prueba la devoción de sus iglesias, y su disposición a obedecer las indicaciones del Espíritu. Aumentará el conocimiento. Se verá a los mensajeros del cielo que correrán de aquí para allá, tratando por todos los medios posibles de advertir a la gente respecto al juicio venidero, y de presentar las alegres nuevas de salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Se exaltará la norma de justicia. El Espíritu de Dios se acercará a los corazones de los hombres, y los que respondan a su influencia se convertirán en luces para el mundo. Por todas partes se los verá ir de un lado a otro para trasmitir a los demás la luz que recibieron, tal como ocurrió después del derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Al dejar brillar su luz, recibirán cada vez más poder del Espíritu. La tierra se iluminará con la gloria de Dios. Pero, ¡oh triste cuadro! Los que no se sometan a la influencia del Espíritu Santo pronto perderán las bendiciones que recibieron al reconocer la verdad como procedente del cielo. Caerán en una formalidad fría e insípida y perderán su interés en las personas que se pierden. Al dejar su primer amor Cristo les dice: “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”. Apocalipsis 2:5. El quitará el Espíritu Santo de la iglesia, y lo dará a otros que lo apreciarán. La mayor evidencia de que los que han recibido gran luz no la aprecian, es que no permiten que ella brille sobre los que están en tinieblas, y cuando dedican su tiempo y energía en celebrar formas y ceremonias.—The Review and Herald, 16 de julio de 1895.
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Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
Los perseguidos son benditos, 27 de octubre Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5:10. https://ift.tt/NqfEIzG El que vino a redimir al mundo perdido tuvo la oposición de las fuerzas unidas de los enemigos de Dios y del hombre. En una confederación despiadada, los hombres y los ángeles malos se alinearon en orden de batalla contra el Príncipe de paz. Aunque la compasión divina se notaba en cada una de sus palabras y acciones, su diferencia del mundo provocó una hostilidad amarguísima. Porque no daba licencia a la manifestación de las malas pasiones de nuestra naturaleza, excitó la más cruel oposición y enemistad. Así será con todos los que vivan piadosamente en Cristo Jesús. Entre la justicia y el pecado, el amor y el odio, la verdad y el engaño, hay una lucha imposible de suprimir. Cuando se presentan el amor de Cristo y la belleza de su santidad, se le restan súbditos al reino de Satanás, y esto incita al príncipe del mal a resistir. La persecución y el oprobio esperan a quienes están dominados por el Espíritu de Cristo. El carácter de la persecución cambia con el transcurso del tiempo, pero el principio o espíritu fundamental es el mismo que dio muerte a los elegidos de Dios desde los días de Abel. Siempre que el hombre procure ponerse en armonía con Dios, sabrá que la afrenta de la cruz no ha cesado. Principados, potestades y huestes espirituales de maldad en las regiones celestes, todos se alistan contra los que consienten en obedecer la ley del cielo. Por eso, en vez de producirles pesar, la persecución debe llenar de alegría a los discípulos de Cristo; porque es prueba de que siguen los pasos de su Maestro.—El discurso maestro de Jesucristo, 28, 29.
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Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
Siempre hubo testigos en la iglesia, 27 de octubre Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego. Deuteronomio 5:4. https://ift.tt/48qdBa5 Dios nunca ha dejado a su iglesia sin testimonio. En todas las escenas de prueba, de oposición y persecución, en medio de las tinieblas morales por las cuales ha pasado la iglesia, él ha tenido hombres para cada ocasión, que han estado preparados para asumir su obra en diferentes etapas y hacerla avanzar hacia adelante y hacia arriba. Por medio de los patriarcas y los profetas reveló la verdad a su pueblo. Cristo era el Maestro de su pueblo de antaño tan ciertamente como lo fue cuando vino al mundo, vestido con los atavíos de la humanidad. Escondiendo su gloria tras la forma humana, a menudo apareció a su pueblo y habló con sus hijos “cara a cara, como habla cualquiera a su compañero”. El, su invisible Caudillo, estaba envuelto en la columna de fuego y de nube y hablaba a su pueblo por medio de Moisés. La voz de Dios se escuchó por medio de los profetas que designó para una obra especial y para proclamar un mensaje especial. Los envió a repetir las mismas palabras una y otra vez. Tenía un mensaje preparado para ellos que no era según los caminos y la voluntad de los hombres, y lo puso en sus bocas e hizo que lo proclamaran. Les aseguró que el Espíritu Santo les daría palabras para que hablasen. Aquel que conocía el corazón les daría palabras con las cuales alcanzar a la gente... Nunca llegará el tiempo, en la historia de la iglesia, cuando el obrero de Dios pueda cruzarse de brazos y estarse cómodo, diciendo: “Todo es paz y seguridad”. Entonces sobreviene destrucción repentina. Todas las cosas pueden estar avanzando en medio de una prosperidad aparente; pero Satanás está siempre alerta y estudia y consulta con sus ángeles malos otra forma de ataque por la cual pueda tener éxito. El conflicto aumentará en intensidad por parte de Satanás, porque está movido por un poder de abajo. A medida que la obra del pueblo de Dios avance con energía santificada e irresistible, implantando el estandarte de la justicia de Cristo en la iglesia, movida por un poder que procede del trono de Dios, el gran conflicto aumentará en intensidad y será cada vez más decidido. Una mente se opondrá a otra mente, unos planes a otros planes, los principios de origen celestial a los principios de Satanás. La verdad en sus diferentes aspectos estará en conflicto con el error en sus formas siempre cambiantes y crecientes mediante las que, si fuere posible, se engañará a los mismos escogidos. Nuestra obra debe ser ferviente. No hemos de luchar como quien hiere al aire. El ministerio, el púlpito y la prensa demandan hombres como Caleb, que actúen y sean valientes, hombres que tengan agudeza para distinguir la verdad del error, cuyos oídos estén consagrados para escuchar las palabras del Vigilante fiel.—Testimonios para los Ministros, 404, 407. El mundo necesita evidencias de sincero cristianismo.—Ibid. 416.
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En los Lugares Celestiales


En los Lugares Celestiales
¿Dónde tenéis vuestra mira? 27 de octubre Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:1, 2. https://ift.tt/wWVc9Q7 Podemos anticiparnos en demasía en cuanto a las cosas de esta vida, y encontrarnos con frustraciones. Hallaremos que ellas [nuestras previsiones] se desvanecen. Pero aquí hay “una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”. 1 Pedro 1:4. Tenemos necesidad de que nuestros pensamientos se arraiguen en las cosas que permanecerán, no sobre aquellas que se gastan con el uso. Si establecemos nuestra esperanza en el mundo inmortal, futuro, no seremos chasqueados. Cuando Cristo vino a este mundo, vio que los hombres habían dejado fuera de sus cálculos a la vida eterna, futura. Vino para presentar esa vida delante de nosotros, para que con su contemplación pudiéramos ser guiados a cambiar nuestra relación con las cosas de esta vida, para que nuestros afectos pudieran ser puestos en las cosas de arriba, y no en las cosas de la tierra, que se desvanecen tan pronto Cristo trata de desvanecer la sombra que Satanás ha originado, para interferir entre nuestras almas y Dios, para que la visión de Dios y la eternidad pueda ser clara. Aunque Cristo no desprecia este mundo, lo coloca en su adecuada posición de subordinación. Y entonces pone las cosas eternas en su importancia relativa delante de nosotros, para que podamos fijar la mirada de la fe en lo invisible. Las cosas de interés temporal tienen el poder de absorber los pensamientos y los afectos, y es importante que constantemente encaucemos y eduquemos nuestros pensamientos a espaciarse en las cosas de interés eterno ... Mientras más del Espíritu de Dios y de su gracia sea llevado dentro de nuestra experiencia diaria, habrá menos disensión, tendremos más gozo y lo impartiremos más a otros.—The Review and Herald, 8 de marzo de 1892.
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El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
Esteban, el primer mártir cristiano, 27 de octubre “Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo”. Hechos 7:57, 58. https://ift.tt/Vogn76Q Esteban fue el primer mártir cristiano... Los enemigos de Dios y de la verdad se muestran agitados por el odio y la oposición. Satanás los ha impulsado a resistir la verdad. Esteban habría de enfrentarse a los argumentos más arteros y las argucias más engañosas destinadas a derribar sus argumentos. Si Esteban no hubiera investigado en las Escrituras y se hubiese fortalecido con la evidencia de la Palabra de Dios, no habría podido soportar la prueba; pero él conocía los fundamentos de su fe y fue firme y estuvo preparado para responder a sus oponentes. Esteban emergió victorioso. Habló con una convicción, una sabiduría y un poder que asombraron y confundieron a los enemigos de la verdad. Cuando notaron que se encontraban derrotados en cada uno de sus intentos, entonces se inclinaron por destruirlo. Si estos hombres que profesaban ser honestos y sabios hubieran estado buscando la verdad, habrían admitido que estaban ante una evidencia irrefutable... Pero, este no era el propósito de ellos. Odiaban a Cristo, odiaban a sus seguidores; por ende, lapidaron a Esteban.—Manuscrito 17, 1885. Esteban, un varón amado por Dios que se desempeñaba en la labor de ganar almas para Cristo, perdió su vida porque se atrevió a ofrecer un testimonio triunfante de su Salvador crucificado y resucitado. Las Escrituras lo señalan como un hombre de fe y poder, que realizó maravillas y milagros en medio de la gente... . Pero el espíritu que se había manifestado en abierta oposición al Redentor del mundo aún trabajaba en medio de los hijos de la desobediencia. El odio que los enemigos de la verdad habían manifestado contra el Hijo de Dios, lo manifestaban hacia sus seguidores. Ni siquiera podían escuchar de Aquel a quien habían crucificado, y el hecho de que Esteban se atreviera a dar un testimonio tan valiente, los llenaba de ira... En la luz que vieron reflejada en el rostro de Esteban, los hombres de autoridad tuvieron una señal de Dios. Pero despreciaron dicha evidencia. ¡Oh, si la hubieran atendido! ¡Oh, si se hubiesen arrepentido! Pero no lo hicieron y el reproche divino brotó de los labios de su fiel testigo: “¡Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo. Como vuestros padres, así también vosotros”... He aquí dos ejércitos en conflicto. El ejército del cielo y el ejército de los falsos religiosos celotas. ¿De qué lado se alistaría este grupo? Era posible todavía que se arrepintieran y fueran perdonados de la terrible maldad que hicieron contra Cristo en la persona de su santo varón.—Manuscrito 11, 1900.
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Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Bendita seguridad, 27 de octubre No te desampararé, ni te dejaré. Hebreos 13:5. https://ift.tt/ZoreFIq Tenemos sólo una vida para vivir, y por medio de nuestra comunión diaria con Dios, y por los méritos de nuestro Señor Jesucristo, tenemos apoyo constante al hacer las cosas que representarán a Cristo ante el mundo. Podemos no disponer de todas las comodidades que algunos tienen en cuanto a facilidades y bienes materiales, pero tenemos la bendita seguridad que Cristo dio a sus discípulos... Les dijo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Juan 14:1-3. ¡Benditas palabras! Podemos recibir a Cristo en nuestros corazones, y será para nosotros esperanza, valor y gracia sustentadora. El Señor desea que confiemos completamente en él. Entonces, en la sencillez de nuestra fe, creeremos que Cristo hará por nosotros todo lo que ha prometido. Acudan todos al Salvador con la completa seguridad de que hará todo lo que ha prometido. No hay mejor manera de agradar al Salvador que teniendo fe en sus promesas. Su misericordia puede llegar a ti, y tus oraciones llegarán a él. Nada puede interrumpir esta línea de comunicación. Debemos aprender a llevar todas nuestras perplejidades a Jesucristo, porque él nos ayudará, escuchará nuestros pedidos. Podemos acudir a él, sin ninguna duda, en completa seguridad de fe, porque él es el camino viviente... Cuanto más insistimos en las peticiones que hacemos llegar a su trono, tanto más seguros estamos de recibir constantemente la abundante gracia de nuestro Señor Jesucristo. Tú no fortaleces el camino que recorres por [tener] fe. Pero creces en fuerza y seguridad porque tienes un Guía a tu lado... Confía, entonces, en el Señor Jesús para que te guíe paso a paso en el sendero recto. Puedes obtener seguridad y fuerza en cada paso que das, porque puedes tener la seguridad de que tu mano está en la suya. Puedes “correr y no cansarte”, puedes “caminar y no desmayar”, porque puedes ver por fe que tienes tu mano en la de Cristo. No te hundirás en el desaliento, porque a medida que sigas conociendo al Señor, confiando en él, tendrás la seguridad de que Aquel que nunca abandona a quienes confían plenamente en él, es tu constante Ayudador.
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Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
Aún subsiste la fragancia, 27 de octubre Marcos 14:1-11. https://ift.tt/a2FsOW6 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella. Marcos 14:9. El don fragante que María había pensado prodigar al cuerpo muerto del Salvador, lo derramó sobre él en vida. En el entierro, su dulzura sólo hubiera llenado la tumba, pero ahora llenó su corazón con la seguridad de su fe y amor. José de Arimatea y Nicodemo no ofrecieron su don de amor a Jesús durante su vida. Con lágrimas amargas, trajeron sus costosas especias para su cuerpo rígido e inconsciente. Las mujeres que llevaron sustancias aromáticas a la tumba hallaron que su diligencia era vana, porque él había resucitado. Pero María, al derramar su ofrenda sobre el Salvador, mientras él era consciente de su devoción, le ungió para la sepultura. Y cuando él penetró en las tinieblas de su gran prueba, llevó consigo el recuerdo de aquel acto, anticipo del amor que le tributarían para siempre aquellos que redimiera. Muchos son los que ofrendan sus dones preciosos a los muertos... La ternura, el aprecio y la devoción son prodigados al que no ve ni oye. Si esas palabras se hubiesen dicho cuando el espíritu fatigado las necesitaba mucho: cuando el oído podía oír y el corazón sentir, ¡cuán preciosa habría sido su fragancia! ... Cristo le dijo a María el significado de su acción...—dijo él—, “para sepultarme lo ha hecho”. De la manera en que el alabastro fue quebrado y se llenó la casa entera con su fragancia, así Cristo había de morir, su cuerpo había de ser quebrantado; pero él había de resucitar de la tumba y la fragancia de su vida llenaría la tierra... Mirando en lo futuro, el Salvador habló con certeza concerniente a su Evangelio. Iba a predicarse en todo el mundo. Y hasta donde el Evangelio se extendiese, el don de María exhalaría su fragancia y los corazones serían bendecidos por su acción espontánea. Se levantarían y caerían los reinos; los nombres de los monarcas y conquistadores serían olvidados; pero la acción de esta mujer sería inmortalizada en las páginas de la historia sagrada. Hasta que el tiempo no fuera más, aquel vaso de alabastro contaría la historia del abundante amor de Dios para con la especie caída. El Deseado de Todas las Gentes, 514, 515.
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Sabbath School


Sabbath School
Sunday, October 27 El escenario del encuentro Comentarios Elena G.W https://ift.tt/LXED1rw Cristo no admitía distinción alguna de nacionalidad, jerarquía social, ni credo. Los escribas y fariseos deseaban hacer de los dones del cielo un beneficio local y nacional, y excluir de Dios al resto de la familia humana. Pero Cristo vino para derribar toda valla divisoria. Vino para manifestar que su don de misericordia y amor es tan ilimitado como el aire, la luz o las lluvias que refrigeran la tierra. La vida de Cristo fundó una religión sin castas; en la que judíos y gentiles, libres y esclavos, unidos por los lazos de fraternidad, son iguales ante Dios. Nada hubo de artificioso en sus procedimientos. Ninguna diferencia hacía entre vecinos y extraños, amigos y enemigos. Lo que conmovía el corazón de Jesús era el alma sedienta del agua de vida. Nunca despreció a nadie por inútil, sino que procuraba aplicar a toda alma su remedio curativo. Cualesquiera que fueran las personas con quienes se encontrase, siempre sabía darles alguna lección adecuada al tiempo y a las circunstancias. Cada descuido o insulto del hombre para con el hombre le hacía sentir tanto más la necesidad que la humanidad tenía de su simpatía divina y humana. Procuraba infundir esperanza en los más rudos y en los que menos prometían, presentándoles la seguridad de que podían llegar a ser sin tacha y sencillos, poseedores de un carácter que los diera a conocer como hijos de Dios (El ministerio de curación, pp. 15, 16). El Salvador anhelaba exponer a sus discípulos la verdad concerniente al derribamiento de la “pared intermedia de separación” entre Israel y las otras naciones —la verdad de que “los Gentiles sean juntamente herederos” con los judíos, y “consortes de su promesa en Cristo por el evangelio”. Efesios 2:14; 3:6. Esta verdad fue revelada en parte cuando recompensó la fe del centurión de Capernaum, y también cuando predicó el evangelio a los habitantes de Sicar. Fue revelada todavía más claramente en ocasión de su visita a Fenicia, cuando sanó a la hija de la mujer cananea. Estos incidentes ayudaron a sus discípulos a comprender que entre aquellos a quienes muchos consideraban indignos de la salvación, había almas ansiosas de la luz de la verdad (Los hechos de los apóstoles, pp. 16, 17). En los tiempos de Cristo, el orgullo, el egoísmo y el prejuicio habían levantado una muralla de separación sólida y alta entre los que habían sido designados custodios de los oráculos sagrados y las demás naciones del mundo. Cristo vino a cambiar todo esto. Las palabras que el pueblo oía de sus labios eran distintas de cuantas había escuchado de sacerdotes o rabinos. Cristo derribó la muralla de separación, el amor propio, y el prejuicio divisor del nacionalismo egoísta; enseñó a amar a toda la familia humana. Elevó al hombre por encima del círculo limitado que les prescribía su propio egoísmo; anuló toda frontera territorial y toda distinción artificial de las capas sociales. Para él no había diferencia entre vecinos y extranjeros ni entre amigos y enemigos. Nos enseña a considerar a cada alma necesitada como nuestro prójimo y al mundo como nuestro campo (El discurso maestro de Jesucristo, p. 38).
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Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
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“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374