Recibiréis Poder


Amor, 3 de marzo https://ift.tt/G4C7HbV Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 1 Juan 3:1. Juan dijo: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios”. Ningún idioma puede expresarlo. Hasta cierto punto es posible describir en forma muy imperfecta ese amor que sobrepasa todo conocimiento. Se necesitó el idioma de lo alto para poder definir ese amor que hizo posible que llegáramos a ser hijos de Dios. Al hacerse cristiano, el hombre no se rebaja. No tiene por qué avergonzarse de estar relacionado con el Dios viviente. Jesús cargó sobre sí la vergüenza y la humillación que le correspondía sufrir a los pecadores. El es la Majestad del cielo, el Rey de gloria, e igual al Padre. Sin embargo, al vestir su divinidad con la humanidad, su humanidad pudo tocar a la humanidad y su divinidad pudo asirse de la divinidad. Si hubiera venido como un ángel, no podría haber participado de nuestros sufrimientos, tampoco podría haber sido tentado en todo como nosotros, ni haber sentido nuestras tristezas. En cambio, al venir vestido de la humanidad, como seguro sustituto del hombre, estuvo en condiciones de vencer, en nuestro lugar, al príncipe de las tinieblas, para que podamos ser victoriosos gracias a sus méritos. Bajo la sombra de la cruz del Calvario, la influencia de su amor llena nuestros corazones. Cuando contemplo al que traspasaron mis transgresiones, la inspiración de lo alto viene sobre mí. La misma experiencia puede tener cada uno que deja actuar al Espíritu Santo. A menos que lo recibamos, nuestro corazón no estará en condiciones de ser depositario del amor divino. Pero mediante una conexión viviente con Cristo, recibimos inspiración que nos imparte amor, celo y buena fe. No somos como un trozo de mármol que, aunque puede reflejar la luz del sol, no tiene el don de la vida. Estamos en condiciones de responder a los brillantes rayos del Sol de Justicia gracias a que Cristo ilumina e imparte luz y vida a todo creyente. Podemos beber del amor de Cristo del mismo modo como el sarmiento se nutre de la vid. Si estamos injertados en Cristo, y si cada fibra está unida a la Vid viviente, lo evidenciaremos gracias a los abundantes y ricos racimos que produciremos.—The Review and Herald, 27 de septiembre de 1892.

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374