En los Lugares Celestiales


En los Lugares Celestiales
Ayudándonos los unos a los otros, 9 de octubre https://ift.tt/zoAQHpB Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo. Efesios 4:15. Ojalá nos comprometiéramos en nuestros corazones a no pronunciar una sola palabra contra un hermano o una hermana. Recordad que ellos también son tentados, y quizá con más fuerza que vosotros, y si refrenáis vuestra lengua como con un freno, entonces demostraréis que amáis a Dios... Los que están verdaderamente más descarriados, tienen la más grande necesidad de vuestra ayuda. No murmuréis respecto a ellos ni señaléis sus defectos, sino acercaos a ellos en el amor de Jesús y en el amor de la verdad y procurad ayudarlos. Entonces seréis hacedores de la Palabra, representando el espíritu de Cristo. Cuando estéis preocupados con dudas y tinieblas circunden vuestra propia alma, la mejor conducta que podéis seguir para salir de esa oscuridad es ayudar a algún otro que está desanimado. Cuando tratáis de elevar a otros, he aquí que os estáis elevando a vosotros mismos en una estrecha conexión con Dios. Cuando demostráis bondad a otros, os ayudáis a vosotros mismos, pues la misma buena voluntad se volverá a reflejar en vosotros. El hombre que tiene más de Cristo en el alma, manifestará la más tierna simpatía por las almas que necesitan ayuda... Siempre habrá descarriados entre vosotros, y ahí es donde podéis demostrar el carácter de un cristiano. No los apartéis de vosotros, sino que si poseéis la luz, haced que brille sobre ellos, y en esta forma podéis ayudarlos a encaminarse hacia el cielo. Toda alma que posea el espíritu de Cristo realizará las obras de Cristo. Y si alguno ve a otro extraviado lejos de Cristo, sentirá como Cristo sintió en cuanto a la oveja perdida. Había noventa y nueve en el redil, pero él salió en busca de la que se había extraviado. Este es el espíritu que debemos manifestar... “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor”. Colosenses 3:16.—Manuscrito 33, 1885.
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374