Hijos e Hijas de Dios


Confesamos a Cristo, 12 de octubre https://ift.tt/Tn4pAuB A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. Mateo 10:32, 33. ¿Estamos confesando a Cristo en nuestra vida diaria? ¿Lo confesamos mediante nuestra vestimenta, empleando ropas sencillas y modestas? ¿Es nuestro adorno el de un espíritu humilde y apacible, que es de tanta estima a la vista de Dios? ¿Estamos procurando adelantar la causa del Maestro?... Es inútil decirles que no deben usar esto o aquello, porque si el amor a estas cosas vanas está en el corazón, el desprenderse de los adornos será solamente como podar las ramas de un árbol. Las inclinaciones del corazón carnal harán valer sus derechos... Debemos morar en él, como el pámpano mora en la vid... Lo que necesitamos es tener el hacha puesta en la raíz del árbol. Necesitamos morir al mundo, morir al yo, y vivir en Dios... Necesitamos acercarnos más a Cristo, para que los hombres puedan conocer que hemos estado con Cristo y aprendido de él.—The Review and Herald, 10 de mayo de 1892. El que imite a Cristo manifestará abnegación y espíritu de sacrificio... Justamente donde la conciencia del verdadero cristiano le aconseja soportar, negarse a sí mismo, detenerse, el mundano atraviesa la línea para acceder a los caprichos de sus tendencias egoístas. A un lado de la línea se encuentra el seguidor de Jesucristo que se niega a sí mismo, al otro, los complacientes amadores del mundo, preocupándose de la moda, transigiendo con la frivolidad y alimentándose de placeres prohibidos. El cristiano no puede cruzar esa línea. No hay lugar allí para él.—The Youth’s Instructor, 6 de septiembre de 1894.

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374