Cada Día con Dios


Receta para la salud, 27 de noviembre https://ift.tt/CEq4mie ¡Bienaventurada tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas y no para beber! Eclesiastés 10:17. Coma a intervalos regulares. Mediante sus hábitos erróneos relativos a la alimentación, usted se está preparando para sufrir en el futuro. No es siempre prudente aceptar invitaciones para comer, aun de sus hermanos y amigos, que quieren hacer ante usted un despliegue de muchas clases de platos. Usted sabe que puede ingerir dos o tres clases de alimentos por comida, sin perjudicar su aparato digestivo. Cuando se lo invite a comer, descarte la gran variedad de alimentos que sus anfitriones ponen ante usted. Tiene que hacerlo si quiere ser un centinela fiel. Cuando se nos sirve alimento que, si lo comemos, recarga nuestros órganos digestivos con horas de duro trabajo, no debemos aceptarlo, y si lo comemos, no culpemos de los resultados a los que lo pusieron delante de nosotros. Dios espera que resolvamos comer sólo lo que no cause trastornos al aparato digestivo. A veces no combinan los distintos alimentos que llegan al estómago, y como resultado de ello fermentan. Esto provoca muchos trastornos estomacales. Aliméntese con comida sana y a intervalos regulares. No llene el estómago con una gran variedad de alimentos en una sola comida. No me atrevo a decirle a usted ni a nadie que sólo deben tomar dos comidas por día, pero sí puedo decir que no hay que poner demasiada comida en el estómago en una sola ocasión, porque si se lo hace no podrá realizar correctamente su tarea. Para muchos tres comidas por día son mejor que dos. Durante treinta años sólo he comido dos veces por día, y no he comido nada entre comidas. Sé por experiencia personal que es posible tomar dos comidas diarias de manera que esto sea perfectamente conveniente. Pero nadie debe hacer de su propio caso un criterio para los demás. Cada cual debe estudiar cuidadosamente su organismo, para saber cómo tratarlo inteligentemente, y para asegurarse de que la intemperancia en el comer no destruye sus fuerzas vitales. Cada cual debiera saber por sí mismo cómo cuidar apropiadamente la máquina humana, porque nadie más lo puede hacer por él.—Carta 324, del 27 de noviembre de 1905, dirigida al pastor W. W. Simpson, evangelista en Los Angeles, California.

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374