Sabbath School
Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/yxBpafj Cristo nos dice cuándo será introducido el día de su reino. No nos dice que todo el mundo será convertido, sino que “será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. Mateo 24:14. Al dar el evangelio al mundo, tenemos la posibilidad de apresurar la venida del día de Dios… Cristo va a venir en las nubes y con grande gloria. Le acompañará una multitud de ángeles resplandecientes. Vendrá para resucitar a los muertos y para transformar a los santos vivos de gloria en gloria. Vendrá para honrar a los que le amaron y guardaron sus mandamientos, y para llevarlos consigo. No los ha olvidado ni tampoco ha olvidado su promesa… Aún un poco más, y veremos al Rey en su hermosura. Un poco más, y enjugará toda lágrima de nuestros ojos. Un poco más, y nos presentará “delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría”. Judas 24 (La segunda venida y el cielo, pp. 153, 154). La gloriosa ciudad de Dios tiene doce puertas, guarnecidas de las más preciosas perlas. También tiene doce cimientos de distintos colores. Las calles de la ciudad son de oro puro. En ella está el trono de Dios, y hay un río puro y hermoso que fluye del mismo, transparente como el cristal. Su diáfana belleza y su pureza alegran la ciudad de Dios. Los santos beberán cuanto deseen de las aguas salutíferas del río de la vida… Todos los rostros reflejarán la imagen de su Redentor. No habrá semblantes ansiosos y preocupados; en cambio todos revelarán alegría y sonreirán con pureza inmaculada. Estarán allí los ángeles, y los santos resucitados y los mártires, y, lo mejor de todo, lo que nos producirá el mayor gozo, es que allí veremos a nuestro amado Salvador, que sufrió y murió para que pudiéramos disfrutar tanta felicidad y libertad. Su glorioso rostro resplandecerá con más brillo que el sol, inundará de luz la hermosa ciudad y reflejará su gloria en derredor (Mi vida hoy, p. 361). En la ciudad de Dios “no habrá ya más noche”. Nadie necesitará ni deseará descanso. No habrá quien se canse haciendo la voluntad de Dios ni ofreciendo alabanzas a su nombre. Sentiremos siempre la frescura de la mañana, que nunca se agostará… La luz del sol será sobrepujada por un brillo que sin deslumbrar la vista excederá sin medida la claridad de nuestro mediodía. La gloria de Dios y del Cordero inunda la ciudad santa con una luz que nunca se desvanece. Los redimidos andan en la luz gloriosa de un día eterno que no necesita sol. “No vi templo en ella; porque el Señor Dios Todopoderoso, y el Cordero son el templo de ella”. Apocalipsis 21:22 (VM). El pueblo de Dios tiene el privilegio de tener comunión directa con el Padre y el Hijo. “Ahora vemos oscuramente, como por medio de un espejo”. 1 Corintios 13:12 (VM). Vemos la imagen de Dios reflejada como en un espejo en las obras de la naturaleza y en su modo de obrar para con los hombres; pero entonces le veremos cara a cara sin velo que nos lo oculte (El conflicto de los siglos, p. 655, 656).
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