Sabbath School
Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/Tfu3Z6Q @seguidores @destacar El tema de la enseñanza y la predicación de Cristo era la Palabra de Dios. Él hacía frente a los inquiridores con un sencillo: “Escrito está”. “¿Qué dice la Escritura?” “¿Cómo lees?” En toda oportunidad, cuando se despertaba algún interés, fuera por obra de un amigo o un enemigo, él sembraba la simiente de la palabra. Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida, siendo él mismo la Palabra viviente, señala las Escrituras, diciendo: “Ellas son las que dan testimonio de mí”. Juan 5:39… Los siervos de Cristo han de hacer la misma obra. En nuestros tiempos, así como antaño, las verdades vitales de la Palabra de Dios son puestas a un lado para dar lugar a las teorías y especulaciones humanas. Muchos profesos ministros del evangelio no aceptan toda la Biblia como palabra inspirada. Un hombre sabio rechaza una porción; otro objeta otra parte. Valoran su juicio como superior a la Palabra, y los pasajes de la Escritura que ellos enseñan se basan en su propia autoridad… Cristo reprendió estas prácticas en su tiempo… La Biblia ha de ser presentada como la Palabra del Dios infinito, como el fin de toda controversia y el fundamento de toda fe (Palabras de vida del gran Maestro, p. 21). Uno de los ardides de Satanás consiste en lograr que los hombres acepten las fábulas de los incrédulos; pues así puede obscurecer la ley de Dios, muy clara en sí misma, y envalentonar a los hombres para que se rebelen contra el gobierno divino. Sus esfuerzos van dirigidos especialmente contra el cuarto mandamiento, porque este señala tan claramente al Dios vivo, Creador del cielo y de la tierra… [E]n abierta oposición a las verdades consignadas en la Sagrada Escritura, el razonamiento humano es aceptado aun por personas que se dicen cristianas. Hay quienes se oponen al estudio e investigación de las profecías, especialmente las de Daniel y del Apocalipsis, diciendo que estas son tan obscuras que no las podemos comprender; no obstante, estas mismas personas reciben ansiosamente las suposiciones de los geólogos, que están en contradicción con el relato de Moisés. Pero si lo que Dios ha revelado es tan difícil de comprender, ¡cuán ilógico es aceptar meras suposiciones en lo que se refiere a cosas que él no ha revelado! (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 104, 105). Oscuridad espiritual ha cubierto la tierra y densas tinieblas a las gentes. Hay escepticismo e incredulidad en muchas iglesias en cuanto a la interpretación de las Escrituras. Muchos, muchísimos, ponen en duda la veracidad y verdad de las Escrituras. El razonamiento humano y las imaginaciones del corazón humano están socavando la inspiración de la Palabra de Dios, y lo que debiera darse por sentado está rodeado con una nube de misticismo. Nada es claro, nítido e inamovible. Esta es una de las señales distintivas de los últimos días. Este Libro Santo ha resistido los ataques de Satanás, quien se ha unido con los impíos para envolver todo lo que es de carácter divino con nubes y oscuridad. Pero el Señor ha preservado este Libro Santo en su forma actual mediante su propio poder milagroso, como un mapa o derrotero para la familia humana a fin de señalarnos el camino al Cielo (Mensajes selectos, t. 1, p. 17).
¡Visita Sabbath School!
Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/Tfu3Z6Q @seguidores @destacar El tema de la enseñanza y la predicación de Cristo era la Palabra de Dios. Él hacía frente a los inquiridores con un sencillo: “Escrito está”. “¿Qué dice la Escritura?” “¿Cómo lees?” En toda oportunidad, cuando se despertaba algún interés, fuera por obra de un amigo o un enemigo, él sembraba la simiente de la palabra. Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida, siendo él mismo la Palabra viviente, señala las Escrituras, diciendo: “Ellas son las que dan testimonio de mí”. Juan 5:39… Los siervos de Cristo han de hacer la misma obra. En nuestros tiempos, así como antaño, las verdades vitales de la Palabra de Dios son puestas a un lado para dar lugar a las teorías y especulaciones humanas. Muchos profesos ministros del evangelio no aceptan toda la Biblia como palabra inspirada. Un hombre sabio rechaza una porción; otro objeta otra parte. Valoran su juicio como superior a la Palabra, y los pasajes de la Escritura que ellos enseñan se basan en su propia autoridad… Cristo reprendió estas prácticas en su tiempo… La Biblia ha de ser presentada como la Palabra del Dios infinito, como el fin de toda controversia y el fundamento de toda fe (Palabras de vida del gran Maestro, p. 21). Uno de los ardides de Satanás consiste en lograr que los hombres acepten las fábulas de los incrédulos; pues así puede obscurecer la ley de Dios, muy clara en sí misma, y envalentonar a los hombres para que se rebelen contra el gobierno divino. Sus esfuerzos van dirigidos especialmente contra el cuarto mandamiento, porque este señala tan claramente al Dios vivo, Creador del cielo y de la tierra… [E]n abierta oposición a las verdades consignadas en la Sagrada Escritura, el razonamiento humano es aceptado aun por personas que se dicen cristianas. Hay quienes se oponen al estudio e investigación de las profecías, especialmente las de Daniel y del Apocalipsis, diciendo que estas son tan obscuras que no las podemos comprender; no obstante, estas mismas personas reciben ansiosamente las suposiciones de los geólogos, que están en contradicción con el relato de Moisés. Pero si lo que Dios ha revelado es tan difícil de comprender, ¡cuán ilógico es aceptar meras suposiciones en lo que se refiere a cosas que él no ha revelado! (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 104, 105). Oscuridad espiritual ha cubierto la tierra y densas tinieblas a las gentes. Hay escepticismo e incredulidad en muchas iglesias en cuanto a la interpretación de las Escrituras. Muchos, muchísimos, ponen en duda la veracidad y verdad de las Escrituras. El razonamiento humano y las imaginaciones del corazón humano están socavando la inspiración de la Palabra de Dios, y lo que debiera darse por sentado está rodeado con una nube de misticismo. Nada es claro, nítido e inamovible. Esta es una de las señales distintivas de los últimos días. Este Libro Santo ha resistido los ataques de Satanás, quien se ha unido con los impíos para envolver todo lo que es de carácter divino con nubes y oscuridad. Pero el Señor ha preservado este Libro Santo en su forma actual mediante su propio poder milagroso, como un mapa o derrotero para la familia humana a fin de señalarnos el camino al Cielo (Mensajes selectos, t. 1, p. 17).
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