Las inversiones de Elena G. de White, 1 de MAYO https://ift.tt/PfAOS1s Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Lucas 12:33. Todos estamos bien esta mañana. Anoche me vinieron a ver el señor A y su señora. Tuvimos una buena conversación. Esta se refirió a las acciones bursátiles, y al hecho de que muchos se están enriqueciendo al invertir de ese modo su dinero. Algunos también están perdiendo plata. Por eso el Sr. A. y su esposa discutían acerca de pérdidas y ganancias con las Hnas. B y C. -Ahora bien -dijo la Sra. A.-, la Sra. de White debe decir algo. Debe decirnos lo que piensa. Todavía no ha dicho una palabra. -Bien -dije yo lentamente-, hace muchos años que he estado invirtiendo en acciones y no he sufrido pérdida alguna. He obtenido de vuelta todo el capital con altos intereses. Todos me miraron sorprendidos. La Hna. C sonrió. El Sr. A me preguntó: -¿Dónde ha invertido usted su dinero? -En el banco del cielo. He estado enviando mis tesoros por adelantado al cielo. El dueño de este banco celestial me ha advertido diciéndome: “No te hagas tesoros en la tierra”, y me advirtió de los peligros de grandes pérdidas en que podía incurrir; en cambio, me aconsejó de este modo: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan”. Mateo 6:19. Esta inversión es segura y rendirá ganancias inmensas. -Y acumulará ganancias cada día que pase -afirmó la Sra. A-. Usted no necesita preocuparse con el alza y el descenso del valor de las acciones. Es ganancia segura; no hay peligro de pérdidas... Alabemos el nombre del Señor por la evidencia que tenemos diariamente de que nuestro tesoro está invertido en el cielo: Preciosa inversión. Necesito cada día la seguridad de que Jesús es mío y yo soy de él.—Carta 20, del 1 de mayo de 1876. “A los ricos de este siglo manda... que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo porvenir, que echen mano de la vida eterna”. 1 Timoteo 6:17-19. He aquí una inversión sabia y perfectamente segura; aquí se nos recomienda definidamente a cada uno que hagamos buenas obras. He aquí ganancias valiosas. No hay peligro de pérdida en ellas.—Testimonies for the Church 1:693.
"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
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