Ir al contenido principal

Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
Punto de vista, 30 de mayo Así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella... a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Efesios 5:25, 27. https://ift.tt/QF1buK4 Llevamos el nombre de cristianos. Seamos fieles a ese nombre. Ser cristianos significa ser semejantes a Cristo. Significa seguir a Cristo en la abnegación, llevando en alto su estandarte de amor, honrándolo por medio de palabras y actos abnegados. En la vida del verdadero cristiano el yo no existe: está muerto. No hubo egoísmo en la vida que Cristo vivió en esta tierra. Aunque asumió nuestra naturaleza, vivió una vida plenamente dedicada al bien de los demás... Los seguidores de Cristo deben ser puros y leales en palabras y en hechos. En este mundo, un mundo de iniquidad y corrupción, los cristianos deben manifestar los atributos de Cristo. Todo lo que hagan y digan debe estar libre de egoísmo. Cristo desea presentarlos ante el Padre “sin mancha, ni arruga ni cosa semejante”, purificados por su gracia y llevando su semejanza. Por su gran amor, Cristo se entregó a sí mismo por nosotros. Lo hizo para satisfacer las necesidades de las almas que luchan contra el mal. Debemos entregarnos a él. Cuando esta entrega es completa, Cristo puede terminar la obra que comenzó en nuestro favor al entregarse a sí mismo. Entonces nos puede restaurar totalmente. Cristo se entregó a sí mismo por la redención de la especie, para que todos los que creen en él puedan tener vida eterna. Todos los que aprecien este gran sacrificio reciben del Salvador el más precioso de todos los dones: Un corazón limpio. Obtienen una experiencia más valiosa que el oro, o la plata o las piedras preciosas. Se sientan con Cristo en lugares celestiales, para gozar en comunión con él la alegría y la paz que sólo él puede dar. Lo aman con el corazón, la mente, el alma y las fuerzas, pues comprenden que son su herencia adquirida con sangre. Su visión espiritual no está distorsionada por los procedimientos y los propósitos mundanos. Son uno con Cristo así como él es uno con el Padre. ¿No creen acaso que Cristo valora a los que viven plenamente para él? ¿No creen que visita a los que como el amado Juan se encuentran en dificultades por su causa? El acude junto a sus fieles, y tiene comunión con ellos para animarlos y fortalecerlos (Review and Herald, 30 de mayo de 1907).
¡Visita Cada Día con Dios!

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA IGLESIA ADVENTISTA NO ES BABILONIA... ¡ES LAODICEA!

Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la Biblia la verdad del sábado y buscaron la iglesia que respetara los mandamientos de Dios y encontraron a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Desde entonces he tenido la convicción de que la Iglesia Adventista es la Iglesia Verdadera, por cuanto es la única que predica la verdad completa y cumple los dos requisitos que ESTÁN ESCRITOS tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento: ANTIGUO TESTAMENTO: “!!A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”(Isaías 8:20) NUEVO TESTAMENTO “ Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apocalipsis 14:12) “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesu