¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Cuidado con las normas humanas, 19 de mayo Guardaos... de los malos obreros... Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. Filipenses 3:2, 3. https://ift.tt/He9iV2a Hay quienes necesitan en su corazón el toque del Espíritu divino. Cuando lo reciban, el mensaje para este tiempo llegará a constituir su principal preocupación. No buscarán normas humanas; cosas nuevas y extrañas. El sábado del cuarto mandamiento es la prueba para este tiempo... El mandamiento de Dios, que ha sido casi universalmente invalidado, es la verdad probatoria para este tiempo... Llegará el tiempo cuando todos los que adoren a Dios se distinguirán por esta señal. Serán reconocidos como siervos de Dios mediante esta señal de lealtad al cielo. Pero todas las normas establecidas por el hombre distraerán la mente de las grandes e importantes doctrinas que constituyen la verdad presente. Es deseo y plan de Satanás introducir entre nosotros a personas capaces de ir a grandes extremos: Hombres de mente estrecha, criticones e incisivos, y muy tenaces para sostener sus propias ideas acerca de lo que significa la verdad. Serán muy exigentes y tratarán de imponer deberes difíciles de cumplir, exagerando muchos asuntos de menor importancia, mientras descuidan los aspectos más sustanciosos de la ley, es a saber, el juicio, la misericordia y el amor de Dios. Debido a la obra realizada por unas pocas personas de esa clase, todo el conjunto de observadores del sábado será considerado fanático... Dios tiene una obra especial para los hombres de experiencia. Deben proteger la causa de Dios. Deben cuidar que la obra de Dios no sea confiada a personas que crean que es su privilegio avanzar de acuerdo con su propio juicio independiente, para predicar lo que les plazca, sin que nadie les imparta instrucciones ni les diga qué trabajo hacer. Si permitimos que este espíritu de suficiencia propia se imponga aunque sea una vez en nuestro medio, no habrá coordinación, ni unidad de espíritu, ni seguridad para la obra, y ésta no crecerá en forma saludable... Cristo oró porque sus seguidores fueran uno, como él era uno con el Padre. Los que desean que esta oración sea contestada, deben tratar de ahogar la más leve tendencia a la división, y tratar de mantener el espíritu de unidad y amor entre los hermanos.31EE, 159, 158.
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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374