¡Maranata: El Senor Viene!


Guerra en los últimos días, 15 de junio Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra. Jeremías 25:32. https://ift.tt/o8pmV2j Pronto surgirán graves dificultades entre las naciones; dificultades que no cesarán hasta la venida de Jesús. Como nunca antes necesitamos unirnos para servir al que ha preparado su trono en los cielos y cuyo reino domina sobre todos. Dios no ha desamparado a su pueblo, y nuestra fortaleza depende de no separarnos de él. Los juicios de Dios están ya en la tierra. Las guerras y los rumores de guerras, la destrucción causada por el fuego y la inundación, dicen claramente que el tiempo de angustia, que irá en aumento hasta el fin, está muy cerca. No tenemos tiempo que perder. El mundo está sacudido por el espíritu de la guerra. Las profecías del capítulo once de Daniel casi han alcanzado ya su cumplimiento final.38El Ministerio de la Bondad, 141. Pronto la contienda entre las naciones se desatará con una intensidad de la cual no tenemos idea ahora. Este momento es de extraordinario interés para todos los que viven actualmente. Los gobernantes y los estadistas, hombres que ocupan puestos de confianza y autoridad, hombres y mujeres reflexivos de toda clase, concentran su atención en los acontecimientos que ocurren en torno de nosotros. Observan que las relaciones internacionales son tensas e inestables... y presienten que algo grande y decisivo está por acontecer, que el mundo se encuentra en los umbrales de una crisis portentosa. Dios nos ha dado, por su gracia, un momento de respiro. Todo medio que el Cielo nos ha confiado debe usarse ahora para trabajar por los que perecen en su ignorancia. No debe haber demora. La verdad debe ser proclamada en los lugares oscuros de la tierra... Debe hacerse una gran obra, que ha sido confiada a los que conocen la verdad para este tiempo.39The Review and Herald, 17-11-1910. En las escenas finales de la historia de esta tierra, la guerra prevalecerá. Habrá epidemias, mortandad y hambre. Las aguas del abismo rebasarán sus límites. Incendios e inundaciones destruirán la propiedad y la vida. Debiéramos estar alistándonos para las mansiones que Cristo ha ido a preparar para los que lo aman. Allí descansaremos del conflicto de esta tierra.40The Review and Herald, 19-10-1897.

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374