En los Lugares Celestiales


El círculo creciente del amor, 19 de julio El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 1 Corintios 7:3. https://ift.tt/uyatBpi Maridos y mujeres deberían considerar su privilegio y su deber el reservar para su intimidad el intercambio de muestras de amor entre ellos. Porque mientras la manifestación de amor del uno para el otro es correcta en su lugar, puede hacer daño tanto a los casados como a los que no lo son. Hay personas de una mente y un carácter completamente diferente, con diferente educación y preparación, que se aman el uno al otro tan devota y sanamente como los que se han educado a manifestar libremente su afectividad; y existe el peligro que, por contraste, esas personas que son más reservadas sean juzgadas mal y colocadas en desventaja. Mientras que la mujer debería buscar el apoyo de su esposo con respeto y deferencia, puede, en forma sana y correcta, manifestar su gran afecto y confianza en el hombre que ha elegido como compañero de la vida... Es el elevado privilegio y el solemne deber de los cristianos procurarse la felicidad mutua en su vida de casados; pero hay un peligro positivo en hacer que el yo quiera absorberlo todo, derramando toda la riqueza del afecto el uno sobre el otro, y en estar demasiado satisfechos con una vida tal. Todo esto tiene sabor a egoísmo. En vez de limitar su amor y simpatía a ellos mismos, deberían buscar toda oportunidad de contribuir al bien de otros, distribuyendo la abundancia de afecto en un amor casto y santificado, por las almas que a la vista de Dios son tan preciosas como ellos mismos, habiendo sido compradas por el infinito sacrificio de su Hijo unigénito. Palabras bondadosas, miradas de simpatía, expresiones de aprecio serían para muchos que luchan y están solos como un vaso de agua fría a un alma sedienta... Cada palabra o acto de abnegada bondad hacia almas con las cuales entramos en contacto es una expresión del amor que Jesús manifestó por toda la familia humana.—Carta 76, 1894.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374