A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
Bajo la disciplina de Dios, 24 de agosto ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Salmos 19:12. https://ift.tt/2AlbZdX Necesitamos estudiar el carácter de los motivos que impulsan a la acción, a la luz de la ley de Dios, para comprender nuestras deficiencias. Pero si bien el instrumento humano ve sus pecados, no debe desanimarse, aunque se vea condenado por los preceptos de la justicia. Debe ver y comprender la pecaminosidad del pecado, debe arrepentirse y tener fe en Cristo como su Salvador personal. No es seguro pensar que poseemos virtudes y que debemos felicitarnos por las excelencias de nuestro carácter y nuestro actual estado de piedad. David a menudo triunfó en Dios y, sin embargo, a menudo se ocupó de su indignidad y pecaminosidad. Su conciencia no dormía ni estaba muerta. Exclamó: “Mi pecado está siempre delante de mí”. Salmos 51:3. No se halagó pensando que el pecado era algo que no le concernía. Cuando vio las profundidades engañosas de su corazón, ... oró para que Dios lo librara de los pecados de presunción, y lo limpiara de las faltas secretas. No es seguro que nosotros cerremos los ojos y endurezcamos la conciencia de tal manera que no veamos o comprendamos nuestros pecados. Necesitamos apreciar la instrucción recibida acerca del carácter odioso del pecado, a fin de confesar sinceramente y olvidar nuestros pecados. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9. ¿Queréis ser limpiados de toda injusticia? ... Si estáis progresando hacia adelante y hacia arriba, procurando alcanzar nuevas alturas en educación y cosas espirituales, tendréis discernimiento para comprender qué se requiere de vosotros. Tendréis al Espíritu Santo para ayudaros en vuestras flaquezas. ... No andéis con vacilación, sino firmemente en el poder y la gracia de Jesucristo.—The Youth’s Instructor, 5 de julio de 1894.
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374