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Falsa santificación, 5 de agosto No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 2 Corintios 6:14. https://ift.tt/tewOR6f Estimada hermana: No dejaré pasar más tiempo para escribirle lo que el Señor trae a mi mente. Su caso me fue presentado dos años atrás. En aquel entonces vi que Ud. era una mujer engañada. Ud. pensaba que poseía luz clara de Dios, pero eran tinieblas. Ha tenido visiones y una experiencia singular para Ud., pero que no está en armonía con el pueblo que Dios está guiando... No existe tal cosa como una santificación inmediata. Es una obra de todos los días. El apóstol Pablo dice: “Cada día muero”. 1 Corintios 15:31. Se convertía a Dios diariamente. A medida que la verdad y el Espíritu de Dios le revelaban los defectos de su carácter, quitaba lo malo, moría al yo y se purificaba a sí mismo “de toda contarninación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. 2 Corintios 7:1... Sus ideas peculiares han ejercido un control tan poderoso sobre su mente que Ud. no puede explayarse en ninguna otra cosa. En una reunión consideró que era su obligación especial imponer sus opiniones. Se ha colocado por encima de la iglesia como si hubiera sido exaltada y estuviera en la luz, y ellos deban ascender hasta su posición y aceptar sus puntos de vista. Ud. es fanática; su imaginación no es sana. Su influencia hará daño, sólo daño, a menos que se vuelva humilde y dócil para ser instruida... Satanás logra el máximo éxito cuando puede llenar las mentes con este tipo de santa y piadosa consagración, que no tiene nada que ver con la consagración que se revela en la Palabra de Dios. En resumen, es un don espurio el que Ud. posee. Ud. recibió sus ideas de la santificación de los que aseveran estar santificados y ser santos, pero que no tienen amor por la ley de Dios ni tampoco por su venida. Recibió su luz de una fuente corrupta. La corriente que fluye de un manantial contaminado es impura. A medida que le escribo, su caso aparece más claro y evidente ante mí. Ha permitido que sus ideas de la santificación la unieran a quienes estaban groseramente pervertidos. No ha obedecido la Palabra de Dios ni se ha abstenido de toda forma de iniquidad. Satanás ha deseado su alma para poder zarandearla como a trigo. Su “unión santificada, santa” (como Ud. la ha denominado) con individuos, ha sido un engaño de Satanás. Ud. ha estado asociada con huestes que eran... depravadas... y decía que ésta es la unión que existe entre Cristo y su Padre. Su concepto perverso de la santificación la ha inducido a apartarse de la Palabra de Dios. Tiene una obra que realizar para romper todo en pedazos, abandonar su experiencia de los últimos años, llegar a ser como niño y convertirse. Sea humilde y dócil para que Dios pueda guiarla.—Carta 10, del 5 de agosto de 1870, dirigida a un miembro de la iglesia del estado de Nueva York.

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