La elección del pueblo, 22 de mayo 1 Samuel 9:1, 2, 15; 10:1. https://ift.tt/PeVoxXt Ahora, pues, he aquí el rey que habéis elegido, el cual pedisteis. 1 Samuel 12:13. En Saúl Dios había dado a los israelitas un rey según el corazón de ellos... Bien parecido, de estatura noble y de porte principesco, tenía una apariencia en un todo de acuerdo con el concepto que ellos tenían de la dignidad real; y su valor personal y su pericia en la dirección de los ejércitos eran las cualidades que ellos consideraban como las mejor calculadas para obtener el respeto y el honor de otras naciones. Les interesaba muy poco que su rey tuviera las cualidades superiores que eran las únicas capaces de habilitarle para gobernar con justicia y equidad. No pidieron un hombre que tuviera verdadera nobleza de carácter, y que amara y temiera a Dios. No buscaron el consejo de Dios acerca de las cualidades que su gobernante debía tener para que ellos pudieran conservar su carácter distintivo y santo como pueblo escogido del Señor. No buscaron el camino de Dios, sino el propio. Por lo tanto, Dios les dio un rey como lo querían, uno cuyo carácter reflejaba el de ellos mismos. El corazón de ellos no se sometía a Dios, y su rey tampoco era subyugado por la gracia divina. Bajo el gobierno de este rey, iban a obtener la experiencia necesaria para que pudieran ver su error, y volver a ser leales a Dios. Sin embargo, habiendo el Señor encargado a Saúl la responsabilidad del reino, no le abandonó ni le dejó solo. Hizo que el Espíritu Santo se posara en Saúl para que le revelara su propia debilidad y su necesidad de la gracia divina; y si Saúl hubiera fiado en Dios, el Señor habría estado con él. Mientras la voluntad de Saúl fue dominada por la voluntad de Dios, mientras cedió a la disciplina de su Espíritu, Dios pudo coronar sus esfuerzos de éxito. Pero cuando Saúl escogió obrar independientemente de Dios, el Señor no pudo ya ser su guía, y se vio obligado a hacerle a un lado. Entonces llamó a su trono a un “varón según su corazón” (1 Samuel 13:14), no a uno que no tuviera faltas en su carácter, sino a uno que, en vez de confiar en sí mismo, dependería de Dios, y sería guiado por su Espíritu; que, cuando pecara, se sometería a la reprensión y la corrección. Historia de los Patriarcas y Profetas, 689, 690.
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"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
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¡Maranata: El Senor Viene!
Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...
Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2¶=175.533“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374
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Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la ...
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