La obediencia de la ley divina, 11 de mayo Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? Deuteronomio 4:7-8. https://ift.tt/sArf69M Con respecto a sus mandamientos, Dios instruyó a su pueblo a través de Moisés: “Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos”. Deuteronomio 4:6... La preciosa instrucción que el Señor le dio a su pueblo desde el monte Sinaí fue llevada por ellos durante toda su peregrinación por el desierto, y la repetían dondequiera establecían su campamento. Dios había planeado dar mediante ellos una representación de sí mismo y de su ley a las naciones que los rodeaban, mediante las palabras que hablaran y en una variedad de otras formas. En muchas ocasiones, al encontrarse con pueblos que no conocían a Dios, exaltaron a su Dirigente como un Ser grande y santo a quien todos debían honrar siempre y respetar y reverenciar... Las naciones circunvecinas debían llegar a familiarizarse con los elevados principios de las leyes dadas por Dios, que los dirigentes del pueblo les estaban enseñando a guardar. Entonces, en lugar de despreciar al pueblo instruido de este modo, llegarían a considerar la obediencia de estas leyes como evidencia de que este pueblo en realidad era bendecido extraordinariamente entre las naciones. Otra notable exhibición para las naciones de alrededor, era el perfecto orden que se observaba en el campamento de los israelitas. Podían ver la nube que se cernía por encima del lugar donde se debía erigir el tabernáculo; observaban a los sacerdotes y a otras personas encargadas empeñados en realizar sus tareas especiales, cada uno dedicado a cumplir la parte que se le había asignado en el trabajo de preparar el campamento para la noche. Nadie necesitaba hacer lo que se le había encargado a otro. Cualquiera que hubiera tratado de hacer el trabajo de otro habría sufrido la pena de muerte. Cada uno se encargaba de su deber especial. Al erigir el tabernáculo, cada parte calzaba con otra, y la casa del Señor era levantada con hermosa precisión. No se hablaba ninguna palabra, no se daba una sola orden, excepto por el individuo encargado. Nadie se confundía; todo se colocaba ordenadamente, de acuerdo con el modelo que se le había mostrado a Moisés en el monte. Todo lo relacionado con el arreglo del campamento era una lección objetiva para los niños, que los educaba en la adquisición de hábitos de precisión y cuidado y orden. Se requería que los niños de edad suficiente aprendieran a levantar las tiendas en que vivían, y a observar perfecto orden en todo lo que hacían... Constantemente estaban siendo educados con relación a las cosas celestiales. Los padres debían explicar continuamente a sus hijos por qué los israelitas debían viajar por el desierto; por qué la ley había sido dada en el Sinaí, y lo que se esperaba que hicieran y que llegaran a ser al entrar en la tierra prometida.—Manuscrito 152, 1901.
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"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2¶=175.533“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374
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