La palabra de Dios en el centro de la vida, 18 de julio De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. Juan 6:53. https://ift.tt/81ALnZU El Señor Jesús es su Redentor. ¿No apreciará el enorme sacrificio que El hizo por Ud.? Nadie tiene justificación alguna para apartarse de los principios bíblicos... El que es sensible a la amonestación del Señor obrará su propia salvación con temor y temblor, sabiendo que es Dios quien está obrando en él el querer y el hacer por su buena voluntad. Cuando la verdad de Dios mora en el corazón, da lugar a que los principios de la Ley divina se lleven a la práctica diaria. El que consiente en ser engañado es un hombre en cuyo corazón no mora la verdad. Ser cristiano ocasionalmente, ser devoto de vez en cuando, es una gran falacia, una mentira viviente. Dar una mirada esporádica a la Palabra de Dios no es suficiente. Una petición ocasional al trono de gracia, una formalidad de palabras, no proporciona el suministro de gracia que satisface la necesidad del alma. Para que la verdad de Dios regule la vida debe ser implantada en el corazón. Debe ser introducida en lo más profundo de la vida. Llegará el día cuando Ud. verá que no es provechoso jugar con los intereses del alma dejando que se debilite, que se vuelva tan ineficaz que Cristo declare: “Ni eres frío ni caliente... Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. Apocalipsis 3:15, 16. ¿Qué significa esto? Que El ya no presentará el nombre de tal persona ante su Padre. Cristo vistió su divinidad de humanidad y vino a este mundo para llevar una vida sin mácula ni mancha de pecado, con el fin de que los seres humanos, al asirse de la Divinidad, pudieran ser partícipes de la naturaleza divina, escapando así de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia. Para quienes reciben a Cristo como Salvador personal se descorre el velo que oculta la gloria de Dios del discernimiento humano. Con los ojos de la fe contemplan las realidades eternas. La Palabra de Dios ha de penetrar en la vida misma, “Yo soy el pan de vida”, afirma Cristo. “Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero... El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. Juan 6:48, 53, 54, 63. Estudie todo el capítulo seis de Juan. Esfuércese, por consideración a su alma, para entenderlo.—Carta 253, del 18 de julio de 1904, dirigida a un veterano comerciante adventista en Battle Creek, Míchigan.
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"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2¶=175.533“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374
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Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la ...
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