Alza tus Ojos

Desarrollemos carácteres para el cielo, 9 de julio Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 2 Pedro 1:10. https://ift.tt/aX8Y3JL El que contempla a Cristo, comprendiendo lo que El es para nosotros y lo que somos nosotros para El, será diligente. Vivirá el plan de adición, añadiendo a su fe virtud, y a la virtud conocimiento, y al conocimiento templanza, y a la templanza paciencia, y a la paciencia piedad, y a la piedad afecto fraternal, y al afecto fraternal caridad. Este es un proceso de crecimiento. El que coopera con Cristo no se encontrará mañana donde se halla hoy. Cada día continuará conociendo al Señor, para poder saber que su salida está preparada como la mañana. De los que viven de esta manera se escribirá en el final: “Estáis completos en él”. Debemos trabajar no solamente por nuestras propias almas, sino por las de todos aquellos con quienes estamos relacionados. Los padres han de tener siempre en cuenta el blanco por el cual deben trabajar: la perfección de los caracteres de sus hijos. Deben luchar fervientemente para perfeccionar los caracteres de sus niños, porque la futura vida inmortal mostrará el resultado de la labor que realizaron. Los padres que educan a sus hijos rectamente, erradicando todo rasgo de insubordinación, los están capacitando para convertirse en misioneros de Cristo en verdad, en justicia, en santidad. Aquel que en su infancia sirve a Dios, añadiendo a su fe virtud, y a la virtud sabiduría, y a la sabiduría templanza, y a la templanza paciencia, y a la paciencia piedad, y a la piedad amor fraternal, y al amor fraternal caridad, está aprestándose para oír las palabras: “Hijo, ven más arriba. Entra en la escuela superior”. ¿Piensan ustedes que no aprenderemos nada allí? No tenemos la menor idea de lo que entonces se nos revelará. Con Cristo caminaremos ante las aguas de vida. Desplegará ante nosotros la belleza y la gloria de la naturaleza. Nos mostrará lo que El es para nosotros y lo que somos nosotros para El. Hay lecciones que no conocemos ahora pero que conoceremos entonces. Significa todo para nosotros que procuremos nuestra salvación con temor y temblor. Dios obra en nostros el querer y el hacer, por su buena voluntad. Si le permitimos actuar, lo hará. Nuestra recompensa en los cielos arriba depende de nuestro diario transitar y de nuestra conducta aquí abajo. Podemos ser cristianos aquí. Y para serlo no es necesario que vivamos deprimidos, lamentando no poder hacer nuestra propia voluntad. Si somos realmente cristianos, Cristo es en nosotros la esperanza de gloria. Esto proporciona luz a las cámaras de la mente y al templo del alma. Es imprescindible que cumplamos los principios de la verdadera piedad.—Manuscrito 102, del 9 de julio de 1899, “Observaciones hechas por la Sra. E. G. de White en el templo del Colegio”.
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374