¡Maranata: El Senor Viene!

La hora de prueba, 20 de julio Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:22, 23. https://ift.tt/TwkJj8u No necesitamos ser engañados. Pronto ocurrirán escenas maravillosas con las cuales Satanás estará estrechamente relacionado. La Palabra de Dios declara que Satanás obrará milagros. Hará enfermar a la gente y después quitará repentinamente de ella su poder satánico. Eso hará que se considere sanados a los enfermos. Estas obras de curación aparente pondrán a prueba a los adventistas. Muchos que tienen gran luz dejarán de andar en la luz, porque no han logrado ser uno con Cristo.69Mensajes Selectos 2:61. Vi a nuestro pueblo en gran angustia, llorando, orando y reclamando las fieles promesas de Dios, en tanto que los impíos estaban alrededor de nosotros burlándose y amenazando con destruirnos. Ridiculizaban nuestra debilidad, se mofaban de nuestra insignificancia numérica y nos vituperaban con palabras concebidas para ofender profundamente. Nos acusaban de haber adoptado una posición independiente de todo el resto del mundo. Nos habían quitado nuestros recursos de modo tal que no podíamos comprar ni vender y señalaban nuestra abyecta pobreza y nuestra agobiante situación. No lograban comprender cómo podíamos vivir apartados del mundo. Según ellos, dependíamos del mundo y debíamos admitir sus costumbres, prácticas y leyes, o salir de él. Si en verdad éramos el único pueblo del mundo que gozaba del favor divino, las apariencias indicaban en forma aterradora todo lo contrario. Los impíos aseguraban que tenían la verdad, que entre ellos se efectuaban milagros, que los ángeles del cielo les hablaban y andaban a su lado, que se manifestaban entre ellos un gran poder, señales y prodigios, y que ése era el milenio temporal que habían aguardado durante tanto tiempo. El mundo entero se había convertido y aceptado la ley dominical, en tanto que ese grupo pequeño y débil seguía desafiando las leyes terrenales y las divinas, y afirmando ser el único poseedor de la verdad.70Carta 6b, 1884. El pueblo de Dios no debe afirmar su seguridad en la realización de milagros, porque Satanás falsificaría cualquier milagro que se realizara... Deberá afirmarse en la Palabra viviente: “Escrito está”.71Mensajes Selectos 2:63.
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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374