Las bendiciones producto de la obediencia, 6 de agosto El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón. Salmos 40:8. https://ift.tt/UPQfCup ¡Qué Dios es el nuestro! El gobierna sobre su reino con diligencia y cuidado; y en derredor de sus súbditos ha erigido una valla: los Diez Mandamientos, para preservarlos de los resultados de la transgresión. Al requerir que se obedezcan las leyes de su reino, Dios da a su pueblo salud y felicidad, paz y gozo. Les enseña que la perfección del carácter que él desea puede alcanzarse únicamente familiarizándose con su Palabra. El verdadero buscador, que lucha para ser semejante a Jesús en palabra, vida y carácter, contemplará a su Redentor y, al observarlo, será transformado a su imagen, porque anhela tener la misma disposición y la misma mente que hubo en Cristo Jesús... Tiene anhelos de Dios. La historia de su Redentor, el inconmensurable sacrificio que él realizó, llega a estar pleno de significado para él. Cris...